webnovel

Rabieta

Son las 6:01 de la mañana aguantando frío y hambre, en este momento me encuentro en una pequeña cabaña que me prestó el panadero para pasar las noches. Es muy amable de su parte.

No dejo de pensar en lo que pasó ayer, fue el susto más grande de mi vida. Pensé que el Karma se dirigía hacia mi en forma de pistola. Katniss me dijo que fuera a la estación de trenes antes de las 8:16 ya que a esa hora se abren las puertas de la estación de trenes públicamente, osea que cualquier persona puede subir si es que tiene dinero, y lo peor es que hay que pagar el pasaje, son cien dólares y ese es mucho dinero, casi nadie en el Distrito 12 puede pagar esa gran cantidad.

En la cabaña había una pequeña cocina, por lo menos tiene comida y no tengo que ir a cazar. Agarro un poco de fresas silvestres y las baño en leche de cabra recién ordeñada ya que si la dejo mucho tiempo sin refrigerar se puede deshacer, obviamente sabe horrible. Este será mi desayuno, adoro las frutas y la leche y no existe nada mejor que combinarlos para un desayuno, es simplemente arte.

Tomo una fresa del pequeño plato y la remojo en la leche de cabra dirigiéndola directamente hacia mi boca. Su sabor me hace agua la boca y aumentan mis deseos de comer más, cada vez que se me quedaba un poco de leche en los labios repasaba mi lengua para saborearla. Después de unos minutos disfrutando el delicioso sabor de las fresas, dirijo mis pasos hacia mi ropero. Me pongo un par de pantalones de camuflaje, botas negras, una camiseta básica blanca de tirantes, un chaleco de cuero color verde sobre la camiseta básica y por último adhiero el broche de Sinsajo que me obsequió Katniss.

Salgo de la cabaña colocándole un cerrojo a la puerta por seguridad. Me voy por un camino rocoso mayormente pantanoso ya que ayer estaba lloviendo, sin hacer nada más me alejo de la cabaña rápidamente ya que no quiero encontrarme con ninguna sorpresa por ahora. Cuando llegué al centro del Distrito 12 vi a niños cortando leña solos con una hacha, niñas tejiendo, afilando cuchillos y puliendo otras armas, este es el momento en el que pienso:

¿Estos niños no deberían estar estudiando? preparándose para un futuro, deberían estar haciendo eso en vez de estar en la vida laboral, esto es incorrecto.

Después de un rato de estar metida en mis pensamientos mientras camino, llego finalmente a la estación de trenes y a lo lejos veo a Kenner esperando a alguien, ¿Quién será?, tampoco es que me importe, solo es curiosidad. Me acerco un poco haciendo que se percatara de mi presencia y no me habla, ¿hice algo mal?

—Hola chicos, que bueno que llegaron temprano —aparece Bianca de la nada, estaba detrás mío y cuando dijo estas palabras hizo que sobresaltara del susto—. No soportaría viajar con tanta gente alrededor nuestro.

—La verdad es que yo tampoco lo soportaría —comento de repente.

—Ni yo —dice Katniss también apareciendo de la nada.

Hoy me levanté un poco de mal humor, la idea de levantarse temprano me enfada. Rápidamente todos entramos al tren, Katniss, Peeta, Kenner, Bianca y yo; aunque no sea muy buena socializando hago mi mejor intento, por ahora la única que me entiende es Katniss.

De repente el tren arranca a toda potencia, yo sin ninguna expresión veía por la ventana el hermoso paisaje que dibujaba el Distrito 12, ya que el setenta y cinco por ciento del Distrito es área silvestre, sí, me refiero al Bosque Throne. Sinceramente prefiero el Bosque, ya que este ofrece mejor bienes que la Feria del Mercado.

La Feria del Mercado es una fiesta que se celebra doce veces al año, osea, todos los meses del año. Comienza en los días dieciocho de cada mes, se hace esto porque el Distrito 12 es el distrito más pobre, eso concuerda con que los habitantes no tienen el suficiente dinero para comprar bienes para sostener a sus familias o a ellos mismos, entonces el Capitolio decidió crear esta festividad exclusivamente para el Distrito 12 con solo hacer un sesenta por ciento de descuento en armas, comida, decoración, ropa, telas, antigüedades y muchas cosas más. Todo suena extraordinario, pero lo malo es que toda la mercancía se agota muy rápido y a otras personas no les alcanza el tiempo para comprar, podrían comprar 48 anillos en menos de una hora, otra desventaja es que la Feria del Mercado empieza a las 3:09 a.m y termina a las 9:00 p.m.

Tenía a Kenner al lado mío viéndome, es un poco incómodo ya que no me gusta que alguien mantenga una mirada fija sobre mí, me pone intranquila.

—Es muy lindo, ¿no? —dice Kenner intentando sacar un tema de conversación— es raro ver este tipo de cosas.

—¿A que te refieres? —le pregunto con una cara de desconocimiento.

—Esto —me dice mientras señala una mesa blanca con platillos totalmente desconocidos para mí, aunque se ven muy apetitosos— ver todos estos víveres, ya que lo único que como son bayas del Bosque.

—Tal vez deben tener buen sabor.

—Eso parece —me responde algo dudoso.

De repente llega Bianca, Peeta y Katniss que sin decir nada se sientan en la mesa y empiezan a comer. Los miro otra vez con mi cara de desconocimiento fijamente, veo que están comiendo una masa blanca esponjosa bañada en un líquido de color marrón, jamás había visto ese alimento en mi vida. De repente Bianca se percata de mi mirada penetrante y con señas nos indica a Kenner y a mí que nos sentemos con ellos.

Entiendo su mensaje, me dirijo a la mesa con miedo mientras que Kenner me sigue el paso. La mesa para seis personas y nosotros somos cinco, así que había espacio extra; cuando me siento; siento que mi silla está fría y ese frío recorría casi todo mi cuerpo en un segundo. Aún sigo mirando la misteriosa masa esponjosa con el líquido marrón, agarro uno y lo examino con atención tratando de averiguar que es.

—Lo blanco son malvaviscos y lo marrón es chocolate —me explica Peeta—. Me recuerdas a Katniss cuando era tributo —dice entre risas mientras mira a Katniss.

En ese momento Katniss reacciona y golpea a Peeta con su hombro con fuerza, y Peeta ríe del dolor. Aunque me siento estúpida, tal vez ese tal "malvavisco" Peeta debe verlo todos los días y yo lo veo como si fuera cosa de otro mundo, es tristemente comprensible ya que lo único que como son carne, frutas, pan, agua, tubérculos y leche.

—¿Cuando llegaremos? —pregunta Kenner con un tono desesperado.

—Ocho horas —dice Katniss mientras que muerde un panecillo con relleno de dulce de leche—, podemos aprovechar esas horas para comer y explicarles de como va esto.

—Soy todo oídos —digo interesada.

—Algo que les va a servir de mucho son las armas. Sin armas probablemente morirían —dice Peeta alto; claro y despacio, con cierto énfasis en la palabra "armas"—.Otra cosa es un refugio donde nadie te pueda ver, ya puede ser una cueva, un árbol...—hace nuevamente énfasis en la plabara "árbol" pero esta vez es mirando a Katniss.

—Deja de centrarte en mí, pendejo. Esto es serio, esta vez se trata sobre ellos —le responde Katniss vulgarmente.

Esto me parece un poco gracioso, pero debería ser serio. Somos unos anti-sistemas. Noto que Kenner quiere robarme un panecillo, no aparta su mirada de él. Disimuladamente agarro el cuchillo más cercano para atacar y lo escondo debajo de la mesa.

Finjo que estoy mirando la ventana admirando el paisaje, de la distancia que tenemos siento su mano acercándose lentamente a mi panecillo, miro de reojo lo que hace sin mover el cuello. Justo cuando estaba a punto de agarrar el panecillo saco rápidamente el cuchillo y lo clavo en la mesa entre sus dedos, casi le corto el dedo. Cuando volteo a ver su rostro veo que lo asusté, obviamente no sería capaz de lastimarlo, es un bocadillo.

—Yo no... —tartamudea— yo no quise robarte.

—No me creas estúpida —me acerco mucho a su rostro y le hablo de modo amenazante—. Por alguna razón clavé este cuchillo —le digo mientras acaricio el mango del cuchillo—, solo porqué no sé que es un malvavisco no significa que sea una pendeja con la cuál puedes engañar —por último saco el cuchillo de la mesa y lo pongo en donde estaba antes de que lo cogiera.

Yo no quise participar en los Juegos del Hambre, fui elegida, y ahora mi objetivo es ganar para enorgullecer al Distrito 12 y tal vez eso me sirva para encontrar a mi padre, si es que aún está vivo. Por desgracia estoy obligada a convivir con Kenner que ya me está empezando a caer mal, creo que ya sé cuál es su técnica; quiere ganarse la confianza de todos para engañar y convencer de que no lo lastimen para luego aprovechar ese bug y ganar. Esa me parece la más lógica, así que no me puedo dejar llevar por él, intentará matarme en la arena.

—¡Por Dios! —dice Bianca sorprendida—. Que niña tan mal educada, no puedes amenazar y mucho menos herir a tu compañero.

—Ya no soy una niña —digo notablemente furiosa— ¡Solo porque es mi compañero no significa que siempre será de fiar!

—¡Lucy, por favor cálmate! —dice Peeta intentando tranquilizarme.

—¡Tú cállate, Peeta! —le grito— ¡Estoy HARTA de que me critiquen y que me digan que hacer! —otra vez tengo una de mis rabietas, cuando me pongo así literalmente enloquezco y soy insoportable.

Empiezo a gritar como histérica y a golpear todo lo que se me atraviesa en el camino, soy como godzilla pero creo que hasta peor, cuando veo a Kenner quiero lanzarme sobre él y partirle la cara pero antes de hacerlo siento como una aguja penetra la piel de mi brazo y como un líquido entra en mí, en ese mismo momento caigo al piso.

Nadie necesita la inteligencia. Algún día la disciplina será mayor que la inteligencia porque la disciplina es el puente entre metas y logros.

jellyinkcreators' thoughts