"Como… ¡¿Cómo hizo eso?!" – Miko se puso de pie rápidamente y se acercó desesperadamente a nuestro protagonista mientras lo tomaba de la camisa y lo sacudía.
"Hey, tranquila Yotsuya-san, te explicaré las cosas ¿ok?" – Yuuma sonrió irónicamente ante la reacción del a chica.
"¿Eh? ¡Oh, l-lo siento sensei, no quise hacerlo!"
La pelinegra se dio cuenta de lo que estaba haciendo y volvió a disculparse por su intempestiva reacción.
¡Nuevamente estaba avergonzada!
"Vale, no te preocupes, todo está bien" – Yuuma la tranquilizó mientras le señalaba uno de los asientos – "supongo que tu no estas anémica verdad?"
"Mmm… no lo estoy" – respondió Miko.
"Entonces ¿Por qué vinieron a la enfermería? ¿Acaso fue por esas cosas?" – preguntó Yuuma mientras señalaba hacia el lugar donde había desaparecido el espectro.
"Si... está relacionado con ello"
En este momento Miko comenzó a contar toda su historia.
La chica de ojos dorados le contó cuando fue que empezó a ver a estas cosas, como es que estas cosas la acosaban todo el tiempo no solo a ella sino a su amiga.
Miko lo soltó todo.
Debido a que encontró a alguien en la misma situación que ella, sintió una especie de alivio al saber que no estaba sola.
Ella no era muy sociable o muy confiada, siempre había sido juiciosa con respecto a quienes les contaba sus cosas.
No obstante, ante la presencia de su sensei, Miko Yotsuba pudo hablar con naturalidad sin tener problema alguno.
Incluso podría decir que sentía una cierta sensación de ¿seguridad?
Quizás sea porque Yuuma no solo puede ver a los espectros, sino también eliminarlos, quizás sea por otra cosa, ahora no lo sabía.
Lo único que si sabía era que, ahora mismo, no se sentía con miedo de que una de esas cosas aparezca, no se sentía asustada por andar tan despreocupadamente.
Ahora mismo se sentía segura.
"Vaya, esa sí que es una desafortunada historia" – nuestro protagonista suspiró luego de escuchar todo lo que la pelinegra le dijo.
Si bien no era una persona muy empática como para interesarse en los problemas de los demás, sabía lo que era pasar de tener una vida normal a estar en medio de una situación de mierda.
El mismo lo había experimentado recientemente.
"Y que lo diga" – Miko trató de sonreír ya que no quería mostrar un rostro deprimido en estos momentos – "Ahora Miyamoto-sensei ¿podrías contarme su historia?"
'Bueno, joder ¿ahora que mierda le digo?"
Solo ahora nuestro protagonista pensó al escuchar las pregunta de la chica.
´No es algo similar a lo tuyo, solamente soy un alma reencarnada en este mundo para cumplir diferentes misiones interdimensionales… claro, y una mierda que le contaría'
Yuuma no sabía que decir en estos momentos.
En todo el tiempo que llevaba en este mundo, aún no se había planteado la idea de cómo explicar sus poderes si es que alguien se lo preguntaba.
Pero ahora debida pensarlo, y rápido.
¿En cuanto a decir la verdad? Eso era algo que estaba fuera de discusión. Solo un idiota en su posición diría que ha reencarnado en un mundo de anime.
"Bueno, al igual que ti, yo también desperté un día y comencé a ver espectros por todos lados, así de simple. Dejé mi antiguo trabajo y me mudé a Tokio pensando que dejaría atrás esos espectros, pero no funcionó. Ya va a ser casi medio año de que inició todo esto. Sin embargo, no solo desperté con la capacidad de ver esos espectros, sino también adquirí la habilidad de controlar mi energía vital"
"¿Qué que es la energía vital?" – preguntó atentamente la pelinegra.
"La verdad no sabría cómo explicarlo, pero es algo que todo el mundo posee. Lo que el budismo llama Chi. Supongo que es algo propio de los seres vivos, algo que los identifica y los define. Los espectros que tú ves están formados por ese tipo de energía, pero corrupta"
Yuuma habló con un tono de voz tranquilo y un rostro sereno, pero por dentro no sabía que más decir. Ahora mismo estaba soltando mierda y media para sobrellevar la situación.
"¿Puedes ver una especie de aura rodeando mi mano en estos momentos?" – Yuuma activó parcialmente su habilidad 'Control de Energía Interna' y la concentró en ambas manos – "Esta energía, al parecer, es lo que atrae a los espectros"
"Solo logro ver algo brumoso, como niebla… no puedo ver nítidamente" – la muchacha se concentró en lo que aparecía en las manos de nuestro protagonista.
"Entonces ¿Puedes ver algún otro tipo de aura energética rodeando a las personas?"
"No, no he visto algo así sensei" – respondió Miko con pesar – "Aunque puedo ver que algunas personas tienen muchos espectros a su alrededor"
'Asi que ella si puede ver a los espectros, e incluso puede captar mi energía, pero no puede ver la energía vital del resto… interesante'
"Bueno, eso explica por qué no puedes alejar a los espectro de tu amiga"
"¿Qué quiere decir sensei?" – la pelinegra preguntó con el ceño fruncido – "¿Qué pasa con Hana?"
Miko se había dado cuenta que esos espectros tenían un iteres peculiar por su amiga, quien los ignoraba por completo. Al principio pensó que esos espectros fastidiaban a todo el mundo, pero ahora que su sensei lo menciona, parecía que era otro el motivo.
Uno que no pintaba para nada bueno.
"Tu amiga tiene una energía vital muy fuerte, tanto que parece que desprendiera fuego desde su cuerpo. Quizás por ello esas cosas están detrás de ella. Esas cosas parecen también alimentarse del aura vital de Yurikawa-san ¿No has notado si ella se siente más cansada o con hambre? Supongo que la energía que los espectros le roban hace que su cuerpo se canse y necesite reponerla. Ella tiene una energía muy densa, por lo que es como un faro para esas cosas, por eso es que la ha estado molestando"
Lo que Yuuma dijo en estos momentos era basura. Si bien había notado que los espectros estaban atraídos por la energía vital de las personas, era su energía multicolor lo que en verdad los tentaba y la causante de que muchos de los espectros invadan la escuela.
Pero por el momento, era lo único que podia decir.
"¡¡!!"
Estas palabras fueron muy aterradoras. Ahora entendía por qué Hana siempre tenía hambre, porque todos los días tenía pereza y sueño.
¡Solo en este instante Miko Yotsuba se dio cuenta de que todo lo que su amiga padecía era por culpa de los espectros!
"¡Esto no es bueno, no quiero que nada le pase a Hana!" – la pelinegra estuvo visiblemente preocupada por esta información. Ahora algunas cosas comenzaban a tomar sentido – "Miyamoto-sensei, te lo pido de favor ¡enséñame como destruir a esas cosas!"
"Esto… lo siento Yotsuya-san, no creo que pueda hacer eso. No es que no quiera, es solo que tú no tienes el poder que yo tengo. Incluso si lo tuvieras, no sé cómo podría enseñarte ya que ni yo mismo se cómo lo hago"
Para Miko las palabras del muchacho se sintieron como agua fría cayendo sobre su espalda, cortando toda esperanza.
"Sin embargo, no quiere decir que no lo intente"
"¿En verdad?" – Miko volvió a sentir un poco de esperanza.
"Si, te ayudaré" – Nuestro protagonista estaba tratando de no sentirse como un idiota al soltar tantas tonterías en estos momentos – "Aunque recién nos conozcamos, entiendo tu situación. Al inicio yo también pensé que me había vuelto loco, que todo esto parte de mi imaginación. Ayudar a alguien en esa situación es mínimo que puedo hacer ¿no lo crees?"
¡Miko se sonrojó al escuchar estas palabras!
Si bien se sentía segura al estar cerca de su sensei, recién lo había conocido. No sabía nada de él, no sabía qué tipo de persona era.
No obstante, había algo que la hacía confiar en su palabra.
"Entonces, perdón por las molestias, en verdad agradecería tu ayuda"
"No te preocupes, intentaré ayudarte en lo que pueda" – Yuuma alzó la mano y le dio unas suaves palmaditas en la cabeza de la chica – "No obstante, hasta que puedas defenderte por ti misma, puedes llamarme o buscarme para resolver cualquier problema que tengas con esos espectros ¿vale?"
"¡Hum! ¡Si, lo entiendo sensei!" – Miko respondió con una sonrisa
*Ding, ding, ding*
[Misión oculta: ¡Recluta a tu primer aprendiz – completada!]
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'Vaya, esto resultó mejor de lo esperado'