¡Llama, llama todo lo que quieras!

Al escuchar las palabras de Zhang Yunchi, una extraña expresión apareció en el rostro de Yang Luo.

No esperaba que estos cuatro jóvenes fueran hijos y hermana del grupo de Jiang Tianlong.

Yang Luo miró a Jiang Xiaochuan y a los otros tres y agitó la mano —En cuenta de que conozco a tu padre, puedo perdonarte esta vez. Lárgate de aquí rápido.

Xu Xinghang, que tenía el pelo corto y pendientes, dijo enfurecido —Niño, ¿quién te crees que eres? ¿Cómo te atreves a decir que conoces a nuestro padre!

Jiang Xiaochuan, que tenía el pelo largo, dijo fríamente —Conozco a todos los que conocen a mi padre. ¡Nunca te he visto antes!

En su opinión, Yang Luo tenía más o menos su misma edad. ¿Cómo podría conocer a su padre?

El gordo Feng Baolin se rió a carcajadas y dijo —Hermano Chuan, Hermano Hang, ¿por qué perder el tiempo con este tipo? ¡Apúrense y golpeen a este niño!