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Reverend Monarch of Falsehood

El viaje hacia la eterna longevidad es largo y solitario. Ante las adversidades, hay que sobrevivir y permanecer inflexible. Solo entonces uno podra avanzar y continuar su viaje hacia la cima para convertirse en la existencia más fuerte. El Monarca de la Falsedad vaga por la existencia misma fingiendo y adueñandose de las identidades y razas de otros, asesinando y sembrando el caos a donde sea que vaya, cometiendo incluso toda clase de actos sin escrúpulos en su camino con tal de conseguir estar siquiera un paso mas cerca de cumplir su tan ansiado objetivo...

Feng_Yinyang · Huyền huyễn
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85 Chs

Rayo de luz dorada

Entre los dos cultivadores que luchaban a decenas de metros de él, Feng Yang no pudo ver cual de los dos tenía la ventaja verdaderamente.

Pero el cultivador que empuñaba la lanza parecía ser más débil que el otro, él cual empuñaba una alabarda.

Pero aunque asi había sido desde el comienzo, todavía no podía decidirse rápidamente el ganador.

Por lo que Feng Yang supuso vagamente que el cultivador que utilizaba una lanza como arma estaba fingiendo ser un cerdo para comerse al tigre.

Como tal, no se atrevió ni siquiera a tener el más mínimo pensamiento de interferir en esta batalla entre fuertes cultivadores.

Él solo era solo un simple espectador que estaba de paso, sin ningún deseo de interferir...

Aunque... si pudiera aprovecharse de la situación y matar a uno de los dos o tal vez incluso a los dos una vez estuvieran heridos de gravedad... no podría simplemente seguir actuando como un espectador.

¡Boom!

Repentinamente, mientras Feng Yang miraba fríamente la batalla a decenas de metros de él.

En el lejano cielo púrpura, en la dirección del sur, un deslumbrante rayo de luz dorada se alzó orgullosamente hacia el cielo como una columna y brillo intensamente, cubriendo con su brillo varios cientos de kilómetros en un instante.

Aunque el brillo de la columna que se alzaba hacia el cielo púrpura era extremadamente intenso, no parecía impedir la visión de los cultivadores e incluso, mostraba más claramente las siluetas... incluso de aquellos que se escondían en las sombras del mundo púrpura.

El corazón de Feng Yang se apretó.

"¡Otra vez la dirección sur!"

Muchas cosas parecían estar sucediendo en dicha dirección... incluso tal rayo de luz dorada...

¡Algo grandioso difínitivamente estaba sucediendo en dicho lugar!

A Feng Yang realmente le picaba el corazón de curiosidad.

Algún tesoro o algo extremadamente grandioso y valioso debería de haber aparecido en dicha dirección...

Sin embargo, Feng Yang utilizó todas sus fuerzas y comenzó a escapar a una velocidad extremadamente rápida.

¡Luego de que ese rayo de luz apareciera su posición había quedado expuesta!

Los cultivadores que anteriormente estaban luchando sin descanso, se detuvieron momentáneamente y dirigieron su mirada hacia la dirección en la que la silueta de Feng Yang corría escapando cobardemente hacia lo profundo del bosque.

Al notar que alguien los estaba observando desde las sombras mientras trataban de matarse, ambos se dieron cuenta de que era tal cual como se decía; Cuando la mantis religiosa acosa a la cigarra, detrás la acecha el gorrión.

Sin pensarlo dos veces, el cultivador que empuñaba la alabarda se elevó para dispararse en la dirección en la que escapó Feng Yang, estaba decidido por cazarlo!

Sin embargo, para su mala suerte el otro cultivador vio una abertura y lo ataco rápidamente de forma traicionera, causándole una herida extremadamente grave.

"¡Maldito bastardo! ¡¿Sabes lo que has hecho?!" Rugio el cultivador que empuñaba la alabarda al mismo tiempo que contraataba furiosamente.

"Solo hice lo que haría cualquier oponente... no es mi culpa que te confiaras y bajarás tu guardia, simplemente aproveche tal oportunidad como seguramente lo harías tú... claro, eso si primero te llegará a dar tal oportunidad." Respondió el cultivador de la lanza, con un tono sereno e indiferente.

"¡Te mataré! ¡¿He incluso si no lo hago crees que puedes derrotarme y marcharte simplemente ileso sin pagar un gran precio?!" Grito furiosamente el cultivador de la alabarda mientras chocaba armas contra su enemigo.

Al escuchar sus palabras, la expresión del cultivador de la lanza se oscureció. Si no fuera porque temía que eso sucediera, no habría estado actuando como alguien débil frente al cultivador de la alabarda todo este tiempo, esperando una oportunidad de matarlo con la guardia baja.

Pero... su ataque furtivo no había logrado el resultado deseado...

...

Luego de un rato.

Feng Yang se detuvo y miró hacia atrás, al ver que nadie lo persiguió suspiro con cierta felicidad.

Al mirar en la dirección en la que venía, hacia arriba, pudo ver como el rayo de luz dorada en la dirección sur se dispersaba rápidamente...

Desde que apareció tal columna de luz dorada solo habían pasado unos quince minutos.

Por lo que al ver que nadie lo había perseguido, Feng Yang tuvo el extraño deseo de volver...

"¿Tal vez el ganador de la batalla ya se decidió?" Se preguntó Feng Yang.

Como le picaba el corazón de curiosidad y de todas formas debía de ir en esa dirección si quería dirigirse hacia el sur, Feng Yang decidió volver y echar un vistazo desde lejos.

Unos minutos después, Feng Yang volvió a donde estaban luchando anteriormente esos dos cultivadores, solo que ahora empuñaba su espada mientras observaba sigilosamente desde lo alto de la copa de un árbol a aproximadamente seiscientos pies de distancia.

Su figura estaba perfectamente escondida en el interior de la copa del árbol mientras observaba.

Al mirar hacia adelante, Feng Yang sintió una gran sensación de apreció hacia ambos cultivadores que seguían luchando, tratando de matarse entre sí.

Pero a diferencia de antes, ambos estaban extremadamente heridos en este momento y todo a su alrededor en un radio de decenas de metros estaba completamente destrozado y en llamas. Incluso el suelo estaba cubierto de cráteres y grietas de diferentes tamaños.

A pesar de que estaban extremadamente débiles ahora, desde que los vio por primera vez y sintió sus fluctuaciones de Qi, Feng Yang no se atrevió ni siquiera a pensar en atacarlos de frente.

Ni siquiera cuando estuvieran extremadamente heridos.

Porque estos dos eran cultivadores en el Octavo Orden del Reino Transformación de Qi.

Simplemente no tenía posibilidad alguna de matarlos al enfrentarlos de frente, incluso si estaban moribundos.

Solo habría posibilidad de éxito; si los atacaba furtivamente con todas sus fuerzas mientras estaban al final de su vuelo, en su estado más miserable.

Después de todo, habían siete etapas de diferencia entre el octavo y el primer orden.

Pero para su buena suerte, luego de unas cuantas respiraciónes, Feng Yang pudo ver que ambos cultivadores estaban simplemente al final de su viaje y estaban al borde de la muerte.

"¡Maldita sea...!" El cultivador de la alabarda apretó sus dientes con tanta fuerza que parecía querer romperlos al mismo tiempo que miraba el lado derecho de su abdomen.

En esta ubicación, la mitad de su abdomen, costillas e incluso órganos habían desaparecido, reemplazados por un gran agujero sangriento y finas llamas.

Por otro lado, el joven cultivador de la lanza no estaba mucho mejor que digamos.

A éste le faltaba todo su hombro y brazo izquierdo, incluso la mitad de su cuerpo estaba cubierto de quemaduras por las habilidades marciales de tipo fuego lanzadas por su oponente.

En este momento, ambos cayeron de rodillas contra el suelo, la desgana se podía ver claramente en los apagados ojos de ambos.

Ninguno había esperado que su vida terminara en esta clase de lugar y en esta clase de situación... ellos, que eran rivales desde niños. Ellos, jóvenes genios cultivados por las grandes fuerzas del Continente Medio, escondidos desde su nacimiento para que su aterrador talento no atrayera la malas intenciones de algunas fuerzas del Continente Superior.

Estaban por acabar su viaje de tal forma...

Simplemente fue demasiado triste para ellos, que todavía no se habían hecho un nombre y viajado por los Tres Continentes.

"Si tan solo hubiera regresado con vida del Reino Secreto del Señor del Cielo... y pasado la prueba del Anciano... hu... hubiera podido dejar la secta y salir al mundo exterior..." Susurro moribundamente el cultivador de la alabarda.

Ambos cultivadores se conocían desde la infancia y pertenecían a sectas que habían sido rivales por siglos.

Pero ambas sectas, compartían las mismas reglas. Sus discípulos más talentosos de cada generación eran escondidos hasta que avanzarán al Reino Señor del Cielo.

Luego de haber regresado con vida, seguramente ambos cultivadores podrían dejar la secta tras haber avanzado al Reino Señor del Cielo en el Reino Secreto del Señor del Cielo...

Pero lamentablemente, mientras que el hombre planea el cielo dispone y no todo va siempre según lo deseado o planeado.

Al escuchar sus palabras, la expresión del cultivador de la lanza se llenó de disgustó y amargura mientras su vida se esfumaba.

Esta batalla había comenzado por culpa del cultivador de la alabarda, que deseaba ver quien de los dos era verdaderamente más fuerte.

Como sus maestros les habían enseñado que siempre que se empezara una batalla, debían de luchar hasta que uno de las dos partes muriera o la otra parte escapara, ninguno retrocedío, cedió o intento escapar en ningun momento... lo que llevo al resultado actual...

¡Swoosh!

"Kekekeke... que buen espectáculo, que buen espectáculo... por poco derramó algunas lagrimas por sus "miserables" vidas llenas de tragedias..."

"Ya sabes, sobre eso de no poder salir al mundo exterior..."

Al escuchar tal risa y palabras extremadamente desagradables llenas de burla, las cuales provenían de un extraño joven alto y delgado, de cabello gris y ojos verdes que caminaba hacia ellos mientras empuñaba una espada. La expresión del cultivador de la lanza se lleno de impotencia, al ver como el recien llegado se acercaba a matar por la espalda al cultivador de la alabarda.

"¡Quién eres!" Grito el cultivador de la alabarda con las últimas de sus fuerzas.

"¿Yo? Yo soy todos y nadie a la vez... simplemente nadie digno de mención ante su semejanza mi señor..." Sonrió y dijo Feng Yang mientras "fácilmente" decapitada al cultivador de la alabarda.

La cabeza salió rodando y la sangre salpicó para todas partes mientras la sangre seguía saliendo de su cuello decapitado como si de una fuente de agua se tratara. Casi instantáneamente, con un solo paso que lo hizo avanzar varios metros, Feng Yang sacudió su espada y llegó frente al arrodillado cultivador de la lanza.

"¡Eres tú! ¡Eres aquel bastardo cobarde que huyo de...!" Grito el cultivador de la lanza al reconocer que Feng Yang era aquel cobarde cultivador que corrió cobardemente luego de ser descubierto por ellos.

¡Nunca había esperado que él regresará...!

Pero ante su sorpresa, Feng Yang simplemente canalizó todas sus fuerzas en su espada cubierta en su propio Qi negro azulado y corto ferozmente.

Cortando su cuerpo, órganos y huesos completamente a la mitad.

Simplemente lo dividío en dos mientras los órganos yacían dispersos en el suelo.

Aunque Feng Yang los asesino, aparentemente fácil. Feng Yang no solo había cubierto su espada ordinaria con su propio Qi como había aprendido de la batalla entre esos dos expertos cultivadores de armas, sino que también había puesto todas sus fuerzas en ambos ataques.

¡He incluso había quemado su vitalidad al realizar cada uno de sus dos ataques!

Pensando en ello, fue bueno que lo hubiera hecho, por que sino, Feng Yang no creía poder haberlos matado sin resultar gravemente herido en el proceso.

Aunque ahora había perdido un poco más de su vitalidad, no había muchos problemas.

¡Todas sus perdidas valían la pena en comparación con los beneficios que obtendría!

Luego de refinar las dos perlas de cultivo dejadas atrás por los dos cultivadores en el octavo orden... no solo repondria su vitalidad, sino que incluso podría avanzar una o dos etapas en su cultivación, superando los beneficios con creces a las perdidas.

En cuanto a las pérdidas sobre su técnica secreta... podía volver a trabajar diligentemente en ella para recuperar lentamente lo perdido.

Al mirar hacia donde anteriormente yacían los cadáveres de los cultivadores, Feng Yang pudo ver como los cadáveres habían desaparecido y dos perlas de cultivo habían aparecido junto a sus respectivas bolsas universales, y aunque no tenían valor, sus extrañas ropas también habían quedado atrás.

Mientras curvaba sus labios en una leve sonrisa, Feng Yang se inclinó para tomar la perla de cultivo y bolsa universal más cercanas a él.

¡Swish...!

Sin embargo, para su sorpresa una espada le atravesó el hombro por detrás!

Al su hombro ser atravesado por una espada cubierta en un enfermizo Qi rojo, la perla de cultivo y bolsa universal tomadas por su mano izquierda cayeron nuevamente al suelo.

¡Esta espada estaba dirigida hacia su corazón y había sido arrojada para quitarle directamente la vida...!

Por suerte sus instintos de supervivencia y sensibilidad hacia su propia muerte, eran extremadamente sensibles y fuertes... Sino habría muerto sin siquiera saber cómo...