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Capítulo 2

"Estás de suerte, hay una libre… dame 2000 yenes y es tuya" 

Boris estaba mientras sacaba un par de billetes del fajo que obtuvo del guardia y los colocados en el mostrador. 

El hombre del mostrador quedó aturdido por un momento antes de sonreír con satisfacción mientras tomaba el dinero, no imaginó que Boris realmente pagaría sin rechistar.

Por su vestimenta pensó que no era más que otro mocoso que había huido de casa y estaba buscando un lugar para pasar el resto de la madrugada. 

Iba a soltar un comentario sarcástico pero se congeló cuando hizo contacto visual con el rubio, inconscientemente dio un paso atrás mientras sudor frío cubría su cuerpo por completo. 

"Y yo"

"Puedes darme las llaves… tengo prisa" — dijo Boris mientras extendía su mano

Sin pensarlo dos veces, el hombre del mostrador tomó las llaves y las colocó en el mostrador.

"Gracias" — dijo Boris antes de tomarlas y dar media vuelta 

El rubio ya no le prestó atención al hombre del mostrador, seguía de buen humor por el gran inicio que tuvo así que no quería arruinarlo por unos Yenes extras en el pago. 

Antes de ir a la habitación que le tocaba, Boris se dirigió hacia el baño, aunque ya se había cambiado la ropa manchada de sangre, aun no se había limpiado correctamente, tenía el aspecto de un vagabundo.

Después de limpiarse la suciedad y hacerse un cambio de ropa, Boris se dirigió hacia la habitación que le correspondía.

Boris se dejó caer en el sillón reclinable de la pequeña habitación del cibercafé con un suspiro de alivio, abrió una lata de refresco que compró en la tienda de conveniencia y bebió un poco mientras admiraba el techo de la habitación con una mezcla de indiferencia y resignación.

Nunca imaginó que terminaría en una situación tan irreal

El rubio soltó un largo suspiro mientras le daba otro trago a su bebida, hizo una marca ante la dulzura de la soda, hubiera preferido un buen vaso de Whisky, pero en ese momento estaba en el cuerpo de un adolescente así que le era imposible comprar. bebidas alcohólicas o cigarrillos de forma legal, y para su desgracia el cajero de la tienda parecía ser un tipo moralmente correcto y le aconsejo no consumir alcohol

Incluso fue regañado por estar a tan altas horas de la madrugada en al calle, lo más divertido para Boris fueron las últimas palabras que le dijo el cajero antes de que abandonara la tienda de conveniencia.

"Regresa a casa... tu familia debe estar preocupada por ti muchacho" 

Boris soltó una risa amarga mientras un sentimiento de ridículo se apoderó al recordar las palabras del cajero.

¿Regresar a casa? ¿Preocuparse por él?

¡Qué ironía!

En este momento Kumoko y Kaede se estaban entregando a Kokujin en la habitación de Nao mientras insultaban y humillaban a "la débil raza japonesa"

¿Cómo lo sabía?

Alguien, muy posible el mismo Kokujin había enviado un video hace unos minutos.

Eran iguales que los anteriores videos en las discotecas que habían aparecido en la habitación de Hiroki la semana pasada, un video porno amateur grabado por un negro en donde se estaba follando a un grupo de voluptuosas mujeres, cuatro mujeres en total.

Fue fácil para Boris identificar a cada mujer, todas las pelucas tenían pero si prestabas atención podrían identificarlas sin problemas.

"Parece que todavía no planean revelar sus identidades… supongo que es debido a que Nao y Ayumu son menores de edad… un video porno solo le causaría problema al negro de mierda ya la puta de Kaede… parece que el bastardo tiene algunas neuronas funcionando, o alguna de esas perras lo sugirió…es posible" — reflexionó Boris mientras una sonrisa juguetona apareció en su rostro

La idea de hacer que ese video se reprodujera por todas las televisoras del país junto a la identidad de cada uno de los participantes le parecía una idea divertida. 

La exposición pública siempre cumplia su función en el ámbito de despedazar la vida social de alguien, más en un país como Japón. 

Con el orgullo, virilidad y dignidad de los japoneses mancillada, ninguna de esas escorias podría tener una vida tranquila en el país.

Boris lo pensó por unos momentos antes de negar con la cabeza, hacer eso no satisfacerá la seda de venganza de Hiroki, ni la suya.

Con pereza, Boris subió la computadora de la habitación, antes de comenzar con sus aviones quería confirmar algo…

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" *Suspiro* ...estoy en otro maldito mundo" — murmuró Boris mientras dejaba caer su cuerpo en el sofá

Después de navegar por internet durante una hora, Boris se dio cuenta de que no podía encontrar ninguna información relevante sobre su mundo en internet. 

No había noticias ni eventos actuales que coincidieran con lo que él conoció a pesar de ser la misma fecha que cuando cerró los ojos por última vez en su anterior cuerpo.

De nuevo soltó otro largo suspiro de resignación, Boris tenía la pequeña esperanza de encontrarse en su mundo a pesar de haber reencarnado en otro cuerpo, pero su esperanza fue destruida por completo.

A pesar de que el mundo donde se encontraba actualmente es similar al suyo también es completamente diferente, diferentes gobernantes, distintas celebridades, inexistentes eventos mundialmente conocidos y lo más importante, los diferentes bancos donde yacían toda la fortuna que había logrado amasar por su trabajo como sicario no existía

Un golpe devastador para el sicario, quien tenía la intención de disfrutar los resultados de su arduo trabajo. 

"Supongo que tampoco podrá regresarle el favor a ese bastardo… *Suspiro* ... una pena, habría sido divertido ver su cara al enterarse de que reencarne solo para matarlo" — murmuró Boris 

*Ring*

El sonido de una notificación rompió el silencio, se trataba del celular de Hiroki avisando de la llegada de un mensaje.

"¡Heh!… solo ahora recuerdan su existencia…vaya perras" — murmuró Boris cuando vio quien era el emisor del mensaje

Con pereza, el rubio deslizo la pantalla desbloqueando el celular, levantó una ceja con curiosidad al ver la fotografía en el fondo de pantalla

"Es verdad… al mocoso le gustaba esta perra" — murmuró Boris al ver la fotografía de una linda joven de cabello castaño atado en dos pequeñas coletas

Se trataba de Nao Iwasaki, la compañera de escuela de la que estaba enamorado de Hiroki. 

Según los recuerdos del joven Hiroki, se conocen desde el jardín de niños, ambos viven cerca por lo que crecieron juntos, prácticamente eran inseparables hasta que entraron a la secundaria, en donde Hiroki tomó cierta distancia debido a sus constantes peleas y por que había comenzado. a tener sentimientos románticos por ella, por lo que se avergonzaba estar cerca de la chica

"Es linda y tiene un cuerpo demasiado erótico para su edad, además…su sonrisa es cautivadora…hum!...quién imaginaría que detrás de esa sonrisa inocente se esconde una ninfomana despiadada amante de las pollas negras… aunque en realidad no es tan raro… las tranquilas siempre suelen ser muy lujuriosas" — murmuró Boris mientras observaba fijamente la imagen de Nao

La siguió apreciando un par de minutos esperando sentir algún tipo de emoción heredada por el anterior Hiroki, pero para su alivio no sintió nada, todas las emociones que sentía eran propias por lo que no debería tener ningún problema emocional que lo perjudicará en su toma de decisiones

Lo mismo pasó cuando Boris observó las fotografías de Kaede Mori y Kanoko Mori, el rubio no sintió ninguna emoción proveniente de Hiroki, ver el rostro de ambas mujeres ni siquiera le provocó la más mínima emoción.

Era como si viera un pedazo de mierda embarrado en sus zapatos

Esto dibujó una siniestra sonrisa en el rostro de Boris, el temor de ser influenciado por las emociones o ideales del anterior dueño del cuerpo desapareció por completo.

Ahora ese cuerpo le pertenece por completo 

*Ring*

Otra notificación interrumpió los pensamientos de Boris, Kaede había enviado otro mensaje. 

Rápidamente Boris escribió una corta respuesta avisando que se encontraba en la casa de un amigo, esta respuesta pareció satisfacer a la mujer ya que después de un par de mensajes de despedida ya no volvió a mandar nada. 

Pero eso no quitó la expresión de molestia en el rostro de Boris, quien seguía observando los mensajes con desprecio.

"Carajo…mañana tengo una cita con Nao… *Suspiro* ... quien diria que terminó descubriendo toda esa mierda por querer tener sexo" — murmuró Boris mientras se recargaba en el sillón 

Según los recuerdos de Hiroki, él se dirigió a la casa de Nao con la intención de hablar con ella sobre su cita, ver como Kokujin se follaba a su amiga Ayumu había hecho que la adolescente también anhelara mojar el churro.

El joven cachondo nunca imaginó que descubriría a su interés amoroso enfrascada en un trío con su matón y Ayumu, su otra amiga de la infancia, y después…

Una sonrisa melancólica se dibujó en los labios de Boris mientras reflexionaba sobre la ironía de la vida, solo bastó una tarde para que toda la vida del joven Hiroki se fuera al demonio. 

"Humillado y despreciado por las personas que anhelaba proteger… aplastado como una mierda por algún imbécil descuidado y luego lanzado a un basurero como un pedazo de mierda donde sería comida de gusanos y carroñeros…vaya final muchacho" — murmuró Boris mientras abría una bola de arroz y le daba una gran mordida

Mientras masticaba con indiferencia la bola de arroz, Boris no pudo evitar sentir una punzada de simpatía por el joven Hiroki, no creía que el niño mereciera el destino cruel que le había sido impuesto. 

"Supongo que…se lo debo" — murmuró Boris mientras miraba con frialdad la fotografía a Nao

Todo comenzó por culpa de ella.

La luz mortecina de la computadora iluminaba el rostro de Boris resaltando la frialdad y determinación que brillaba en sus ojos.

"Mañana será un día interesante..." — murmuró Boris para sí mismo

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~La mañana siguiente~

"Parece que todo lo que necesito existe en este mundo…lo único malo es…el dinero" — murmuró Boris mientras miraba la pantalla de la laptop que acababa de comprar 

El rubio ya había abandonado el cibercafé y se encontraba en una habitación de un hotel. 

Aprovechando que la cita con Nao seria hasta la tarde, Boris visitó un par de tiendas donde el rubio compró ropa, equipo de cómputo y ciertas cosas que necesitarán para sus futuros aviones. 

Todo esto fue gracias a la amable cooperación del guardia del basurero, quién no hizo ninguna contramedida cuando Boris usó sus tarjetas para pagar, así que el rubio no se contuvo y con una sonrisa de mierda vacía los fondos de las cuentas del guardia.

Pero aún así no era suficiente 

Los materiales para crear el suero que Boris tenía en mente requería de materiales exóticos, raros, ilegales y difíciles de conseguir en el mercado negro, todos con precios elevados que incluso con la suma total de la pequeña fortuna del guardia, el rubio no lograría comprar. ni siquiera una décima de la totalidad de los materiales de producción

"Supongo que puedo esperar un par de meses, este cuerpo será suficiente para destruir a ese machito arrogante" — murmuró Boris

El rubio se miró en el espejo, observando su nuevo cuerpo con una mezcla de curiosidad y desdén, su estatura era de 1,62 cm con una tez delgada pero atlética, lo cuál no dejaba en duda sobre el arduo entrenamiento que realizó Hiroki.

A pesar de que sabía que no debía subestimar las capacidades que su nuevo cuerpo podía ofrecer, Boris se sintió pequeño e indefenso en comparación con su imagen anterior como sicario.

"Por lo menos no necesito adaptarme a este cuerpo, ¿será por la memoria muscular de Hiroki?... curioso…mis reflejos, condición motora y percepción del entorno siguen idénticos a mi anterior cuerpo…un problema menos" — susurró Boris mientras lanzaba una ráfaga de veloces golpes al aire

Boris continuó lanzando golpes y patadas al aire, sintiendo cómo su cuerpo se calentaba con cada movimiento, en vez de solo golpear, el rubio comenzó a sincronizar su respiración con cada movimiento.

Inspiraba al lanzar un golpe y exhalaba al retirar su puño o pierna, el ritmo de sus golpes se aceleró y su mente se enfocó en la combinación perfecta de velocidad y fuerza.

Después de unos minutos más, Boris detuvo su boxeo de sombra sintiéndose satisfecho con su rendimiento.

'Bien, es hora de decidir a quién joder primero' — pensó boris mientras se secaba el sudor con una toalla

Su mirada se enfocó en las fotografías que había imprimido minutos antes.

Cada fotografía tenía una breve descripción debajo en donde Boris escribió la información que sabía y había podido recopilar.

Su ceño se frunció cuando vio las últimas imágenes, dos de ellas eran de los dos tipos que habían llevado el cuerpo de Hiroki al basurero mientras que la tercera simplemente era una imagen de un signo de interrogación.

Sin sus herramientas de investigación, Boris no pudo encontrar ninguna información de esos dos tipos en la web, si quería encontrar el responsable de atropellar a Hiroki primero necesitaba encontrar a esos dos.

Boris tuvo la idea de contratar a algún investigador en la Dark Web, pero de inmediato negó con la cabeza, existía la posibilidad de alertar a sus objetivos y por el momento no estaba preparado para ello.

El rubio no era tonto, por la forma en que manejaron las cosas es mas que evidente que esos dos tipos están acostumbrados a realizar ese tipo de tareas, eso quiere decir que su empleador debe ser algún pez gordo de la alta sociedad o el bajo mundo.

En su estado actual no era capaz de lidiar con las consecuencias de hacer enojar a personas de ese calibre, por ahora

La mirada del rubio se fijó en la fotografía de Nao y Kokujin, una sonrisa retorcida apareció en su rostro mientras varias imágenes mentales comenzaron a crearse en su cabeza.

"Jeje… ese metodo seria un buen final…solo necesito conseguir una rata viva y un soplete" — susurro Boris mientras se frotaba las manos con anticipación

*Ring*

Boris gruño cuando sus macabras fantasías fueron interrumpidas, miró con fastidio la notificación 

"Así que llegará un poco tarde… ¿Me pregunto por qué será?" —murmuró Boris con falsa curiosidad al leer el mensaje de Nao

La cita se retrasara dos horas debido a una "emergencia"

Boris sabía que esa emergencia tenía nombre y color, uno muy oscuro para variar.

La sonrisa de Boris fue sustituida por una expresión fría y despiadada, la seda de sangre comenzó a desbordar de su cuerpo. 

"Si… ellos pagaran"

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Desde el primer momento en que Nao puso sus ojos en Kokujin, supo que él era diferente.

Mientras sus compañeros japoneses se desvanecían en la multitud, Kokujin destacaba con su presencia imponente y su aura de peligro latente. 

Para Nao, acostumbrada a la monotonía de su entorno, Kokujin representaba una chispa de emoción, una ventana a un mundo de pasión y peligro, su mera presencia despertó en ella un deseo oscuro, una sed insaciable de experimentar lo desconocido. 

Y cuando Kokujin la tomó entre sus manos, cuando sus dedos expertos exploraron cada centímetro de su piel, Nao se sintió viva de una manera que nunca antes había experimentado.

La sensación de ser poseída por un hombre verdadero, fuerte y dominante la excitaba hasta lo más profundo de su ser.

Sin embargo, su momento de éxtasis fue interrumpido por la intervención de Hiroki, por un breve momento, Nao sintió una chispa de emoción al ver a su amigo intentar defenderla, pero esa emoción desapareció rápidamente cuando Kokujin derroto fácilmente a Hiroki, dejando en claro quién era. el verdadero hombre

Fue entonces cuando Nao tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre.

Con tal de "salvar" a Hiroki, ella pasó ante las exigencias de Kokujin, entregándose a él sin reservas, perdiendo su virginidad ese mismo día.

La sensación de ser tomada por un "verdadero hombre" la embriagó, despertando en ella un enfermizo deseo de servir a Kokujin, de satisfacer sus más perversas fantasías, disfrutando cada momento de humillación y degradación que Kokujin infligia sobre Hiroki ya quienes lo rodeaban.

Se regocijó al enterarse de que Kumoko Morí, la hermana mayor de Hiroki había sucumbido a Kokujin y disfrutó humillar a Hiroki junto a ella.

Fue ella quien sugirió que Kokujin arrebatará todo lo que Hiroki amaba, ella misma planeó el encuentro con Kaede Mori para asegurarse de que Hiroki sufriera al máximo. 

Disfruto cada segundo de la humillación a Hiroki y no sintió ningún remordimiento por sus acciones, todo lo contrario, esperaba ansiosamente el momento en que Hiroki se enterará de toda la verdad. 

Su entrepierna cosquilleo al imaginar la lamentable expresión que podría Hiroki cuando descubrió que Kaede Mori había sido inseminada por un verdadero hombre. 

su hombre 

'Esa perra se me adelantó… pero no importa, me ocuparé de ella después…soy la única digna de engendrar a su hijo' — reflexionó Nao mientras se acaricia el vientre 

Una escalofriante sonrisa adorno su rostro cuando recordó los minutos antes en su casa, cuando había estado con Kokujin, entregándose a él sin reservas, su esencia seguía intacta en su cuerpo marcandola como su propiedad.

Su sonrisa creció ante la abrumadora anticipación y excitación por lo que estaba a punto de hacer, miró de reojo su bolsa donde se encontraba el regalo que preparó para Hiroki y no pudo evitar temblar de emoción. 

Con el regalo cuidadosamente guardado en su bolsa, se dirigió hacia el lugar donde acordó encontrarse con Hiroki. 

Mientras camina por las calles, su mente maquinaba cada detalle de su plan, disfrutando anticipadamente del sufrimiento y la desesperación que está a punto de desatar. 

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Fin de capítulo