Año Nuevo, Vida Nueva (2)

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Después de su trabajo de medio tiempo, Xi Qian se apresuró a visitar a su mejor amiga en la Residencia Su. Mientras otras personas celebraban el Día de Año Nuevo con sus familias, Xi Qian aprovechó las vacaciones para trabajar, ya que la mayoría de los empleadores estaban obligados a duplicar el salario por hacer trabajar a sus empleados en un día festivo.

Dado que Xi Qian no podía depender de sus padres divorciados, solo le quedaba trabajar duro para mantenerse a sí misma. Al menos ser pobre no le impidió hacerse amiga de Su Xiaofei, quien era una de las estudiantes más ricas de su academia.

La cara de Xi Qian se iluminó cuando vio que Su Xiaofei finalmente se había levantado y estaba sentada en el sofá una vez que entró a la casa. Sin embargo, al ver a Lu Qingfeng sentado al lado de su mejor amiga, fingiendo leer un libro, su sonrisa vaciló.

Aún así, la presencia de Lu Qingfeng no le impidió dirigirse hacia Su Xiaofei para ver cómo estaba.

—Feifei, ¿cómo te sientes? Mira, ¡te traje tu tarta de queso de arándanos favorita! —anunció y levantó la caja de la tarta que llevaba para mostrársela a su mejor amiga.

Su Xiaofei sonrió y permitió que la Tía Liu tomara la caja de la tarta que Xi Qian le había traído. Le hizo un gesto a Xi Qian para que se sentara enfrente de ella.

—No deberías haberte molestado, Qian. Sé que estás ahorrando dinero para entrar a la escuela de medicina —le dijo a su mejor amiga.

Xi Qian negó con la cabeza y desestimó las preocupaciones de Su Xiaofei sobre ella. Si bien es cierto que era pobre y estaba desesperadamente ahorrando para la universidad, no pudo resistirse a comprar algo para su mejor amiga.

—Te preocupas demasiado, Feifei. La tía de la panadería escuchó lo que te pasó y me hizo un gran descuento cuando le dije que estaba planeando regalarte una tarta. Así que sí, no te preocupes. No gasté una fortuna en tu tarta —le aseguró a Su Xiaofei.

Cuando Yun Qingrong bajó esa tarde y encontró a los tres en la sala de estar, llamó la atención de Lu Qingfeng.

—Xiao Feng, ¿crees que podrías invitar a tu abuelo a unirse a nosotros para cenar? Desde el incidente de ayer, no hemos podido celebrar adecuadamente —luego se volvió hacia Xi Qian.

—Qian'er, quédate con nosotros esta noche, ¿de acuerdo? —le pidió a la mejor amiga de su hija, sabiendo que Xi Qian no tenía una familia con la que celebrar el Día de Año Nuevo.

El corazón de Yun Qingrong sintió dolor por Xi Qian cuando se enteró de la situación de vida de la adolescente por su hija hace algún tiempo y se preguntó cómo algunos padres pueden ser tan despiadados con su propia carne y sangre. Mírala, aunque Feifei no era su hija biológica, la amaba igualmente.

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Xi Qian se mordió el labio y asintió —De acuerdo, Tía Qing.

No podía rechazar la invitación de Yun Qingrong, aunque sentía que quedarse con ellos para una cena especial era demasiado.

Y así, esa noche, el abuelo de Lu Qingfeng se unió a ellos para cenar. Todos se reunieron y cenaron juntos, incluyendo a los sirvientes de la casa Su.

Habían hecho una limpieza a fondo el día anterior, lo que simbolizaba barrer la mala suerte del año anterior y preparar sus casas para recibir la buena suerte, lo que resultaba irónico en opinión de Su Xiaofei. No sabía si su renacimiento antes del Día de Año Nuevo fue una coincidencia o no, pero sí coincidía con su objetivo de mejorar su vida esta vez.

El Día de Año Nuevo estaba destinado a que las familias estuvieran juntas. Es una tradición de larga data que todos regresen a casa del trabajo o de los estudios y disfruten de una cena de reunión con sus familias en Nochevieja, incluso si eso implica viajar largas distancias.

La cena se consideraba la parte más importante del festival y la comida más importante del año. Grandes familias de varias generaciones se sientan alrededor de mesas redondas y disfrutan de la comida y del tiempo juntos. Los platos con significados afortunados deben incluirse en la cena, como el pescado, que significa superávit y prosperidad, y los dumplings, que significan riqueza.

Después de la cena, los mayores les entregaban a los jóvenes sobres rojos con dinero dentro. No es sorprendente que Su Xiaofei, junto con Lu Qingfeng y Xi Qian recibirán sus sobres rojos de Yun Qingrong y del abuelo de Lu Qingfeng.

Mientras tanto, Su Xiaofei notó que Chen Li y Chen Hao estaban molestos porque no recibieron ningún sobre rojo. También se dio cuenta de que Chen Li llevaba ropa cara y miraba de reojo a Li Qingfeng cuando él no estaba mirando.

Sus labios se curvaron en una mueca de desprecio. No es de extrañar que a Chen Li le gustara vestirse con su ropa y cosas caras. Resultó que Chen Li tenía un inmenso flechazo por Lu Qingfeng.

Su Xiaofei brevemente recordó una vez que Lu Qingfeng hizo un comentario de que ella se veía bien con cualquier cosa que llevara puesta en presencia de Chen Li. Si esta era la razón de Chen Li, entonces realmente debía ser una ser patético.