Los estruendos resonantes de los truenos resonaron en un cielo de un negro muy intenso, retumbando el aire. Caóticas ráfagas de viento chocaban contra un castillo imponente y oscuro, ubicado sobre una meseta solitaria.
La meseta sobresalía sola de un enorme océano, la única tierra visible en docenas de millas. Era grande, abarcaba siete u ocho millas de ancho y largo, y varios cientos de metros por encima del mar abajo.
Enormes olas se estrellaban de un lado a otro cerca de esta meseta, olas formando espuma que trataban de desgastar la roca que había resistido por decenas de miles de años.
En lo alto de la meseta oscura había un pequeño bosque oscuro, y un enorme y extenso castillo hecho de un material extraño y negro, que brillaba incluso a través del oscuro y cubierto cielo de arriba. Varias torres se elevaban desde el castillo, dándole un aspecto magnífico.
En una habitación al centro de este castillo, los sonidos del exterior apenas se podían escuchar. Solo unos pocos ruidos débiles indicaban la presencia de truenos, la mayor parte del ruido era bloqueada.
Esta habitación estaba bien iluminada, al contrario del oscuro exterior del castillo. Una gran mesa de madera estilizada de tres metros se encontraba en el centro de esta habitación, su forma circular se asemejaba a la forma de la habitación en sí, un gran círculo.
Conjuntos de armaduras ornamentales decoraban los lados de esta cámara, intercalados entre enormes tapices que retrataban escenas de batallas. En el techo estaban suspendidos varios candelabros, que brillaban y emitían luz.
Encima de la mesa redonda en el centro de la habitación había un mapa enorme, cubierto con decenas de miles de círculos pequeños y decenas de miles de líneas trazadas de círculo a círculo.
Un hombre que vestía unos pantalones de cuero negro, y un chaleco gris relajado con una camiseta blanca estaba de pie, con una copa de vino en la mano, mirando fijamente el mapa. Su rostro era atractivo, con una mandíbula suave y penetrantes ojos verdes, le hacía verse como la imagen de la elegancia. Su largo cabello blanco estaba atado, encima de su cabeza en un moño, con una aguja ornamental que lo mantenía en su lugar.
El hombre sonrió, tomando un sorbo de la copa de vino en su mano, revelando dos juegos de dientes puntiagudos.
—Ahh. Una cosecha excelente. ¿Es de Touranat?—. Marcus Aurelius, el líder de la Familia Aurelius, dijo en voz alta, mirando fijamente al complejo mapa.
—Sí, mi señor, creado por primera vez hace 936 años, por el mejor enólogo del Reino Petruscent—. De las sombras que cubrían los extremos de la habitación, emergió una mujer, que usaba un vestido rojo ajustado que le quedaba bien. Tenía un cabello negro brillante que caía sobre sus hombros, con un aire elegante y poderoso. Sonrió mientras hablaba, sus hermosos labios cálidos mientras sus ojos púrpuras brillaban.
—Pero…—. La mujer dijo mientras caminaba hacia adelante, dándole a Marcus una leve reverencia.
—¿Pero?—. Marcus se dio la vuelta lentamente, era la imagen misma de un poderoso gobernante vampiro. Sus ojos desprendían una sensación de misterio interminable, un oscuro desconocido en la noche.
—Pero realmente debería considerar su salud, mi señor. Beber tanto en la noche es malo para su subsistencia, lo he escuchado de los humanos, y no recuerda lo que pasó en el planeta Vixoriant cuando se emborrachó y destruyó la mitad del castillo ancestral Augustus…—comenzó la mujer, con sus ojos serios.
—Julia—. Marcus la interrumpió, todavía manteniendo su imagen poderosa.
—Mi señor, sólo estoy diciendo que deberíamos considerar el…
—Julia—. Su voz buscaba zanjar la conversación mientras hablaba de nuevo, girándose para mirarla—. Mujer, Yo solo… tú sabes que… de acuerdo. De acuerdo. Otra vez la misma historia—. Le dio un segundo vistazo—. Vete de regreso a las sombras—. Agitó su mano libre hacia ella desdeñosamente., haciendo señas para que diera un paso atrás.
Julia puso los ojos en blanco mientras se daba la vuelta, y caminaba de regreso hacia la oscuridad al extremo de la habitación. Se paró en el límite mismo, todavía a la vista.
Marcus suspiró profundamente, y luego miró de nuevo al mapa delante de él. Lentamente movía la copa de vino en su mano, hundiéndose en el estado de ánimo del momento. Un aire majestuoso parecía reunirse a su alrededor al inclinarse hacia adelante, la dignidad lo envolvía como una capa.
Lentamente se llevó la copa a los labios, bebiendo un poco, con movimientos llenos de calma y seguridad.
—Ahh. Una excelente cosecha. ¿Es de Touranat?—dijo, con sus ojos estudiando el mapa ante él.
—Mi señor, ¿realmente tenemos tiempo para es…?
—¡MUJER! TENGO 7.000 AÑOS, ¡TENGO TIEMPO PARA TODO!
Marcus devolvió la mirada hacia la oscuridad, y luego se dio por vencido en el momento, se dio la vuelta y dejó su copa de vino con una pequeña sonrisa. Borró la sonrisa de su rostro cuando se dio la vuelta y le dio a Julia otra mirada furiosa por si acaso.
—De acuerdo, ven. ¿Cuál es la última noticia?—preguntó, con su voz tranquila. De repente, un aura poderosa, casi abrumadora parecía fluir alrededor de su cuerpo, fuertemente restringido. Su autoridad salía de su voz mientras hablaba, cualquier leve indicio de alegría desaparecía por completo.
—Acabo de recibir noticias de la investigación de Brutus y Gaia de la anomalía en Hasnorth—empezó Julia, frotándose la nariz con recelo ante Marcus.
Marcus frunció el ceño, juntando las manos,
—¿Sobrevivieron?
—En efecto, aunque la bestia de sangre atada al alma de Gaia ha sido destruida—respondió Julia.
Marcus asintió, sus ojos brillaron con un rastro de placer en ellos,
—Eso es lo que le ocurrió a Galeria en Paxtol, y a Septimius en Yabound. Estas anomalías realmente tienen la capacidad de destruir cualquier cosa relacionada con la sangre —. Marcus tomó la copa de vino y la hizo girar ligeramente en su mano.
—Casi como si fueran nuestros depredadores naturales—. Consideró la idea por un momento—. Pero ¿cómo sobrevivieron estos dos?—. Había recibido informes anteriores que se desarrollaron durante la semana pasada, de los equipos de investigación que habían enviado y que habían encontrado terribles finales. Solo se había tratado de una investigación preliminar, y los equipos sólo debían intervenir si se sentían seguros.
Sin embargo, estas viles criaturas las habían destruido sin ninguna piedad. Apretó silenciosamente sus dientes, tenía una semilla de la ira plantada hace mucho tiempo. Si él hubiera sabido que eran tan poderosos antes… era un punto fútil. ¿Quién habría esperado esto?
—Fue una situación muy extraña, señor… La anomalía en cuestión aparentemente los dejó ir—respondió Julia encogiéndose de hombros.
—¿Los… dejó ir?—. Miró a su asistente y maestra de espías, desconcertado.
—Sí señor. También espantó a un grupo de humanos antes, y no actuó a menos que se lo provocara. Todo esto según el informe que Brutus ha enviado y por el que ha jurado.
—Mostró piedad… Eh. Qué extraño—. Marcus giró la copa de vino otra vez.
—Julia—dijo de pronto en voz alta.
—Sí, mi señor—respondió, centrándose en él.
La voz de Marcus tomó un aire imponente cuando comenzó a hablar, una sensación de majestuosidad brotaba de él—. Envía mis órdenes. Los reaver deben aparecer en el castillo a primera hora de la mañana. Me niego a aceptar que nosotros los vampiros, la especie dominante, los protectores, tengamos un depredador natural. El destino puede torcerse en su favor, pero ni siquiera el destino puede detener el poder abrumador. Un río debe doblarse y fluir, a voluntad de la tierra que lo rodea.
Sopló una pequeña brisa cuando terminó de hablar, la aguja que sujetaba su largo cabello blanco se cayó, haciendo que su cabello ondeara como un fénix divino sacudiendo sus plumas. Sus ojos penetraban hacia adelante con la resolución de un león imparable, fuerte y poderoso.
Julia suspiró—. Mi señor, este mundo está atrapado en la noche eterna y no tiene mañana.
El señor de los vampiros parecía desinflarse un poco—. Ah, entonces haz que lleguen a primera hora de la noche.
—Mi señor… siempre es de noche aquí… no puede haber primera hora de la noche…
—…
—…
..
Muy lejos del planeta atrapado en la noche eterna, un corpulento dragón de cuatro metros y medio se erguía y sacudía sus atractivas escamas verdes. Su larga cola verde con puntas brillaba relucientemente a la luz de la mañana, emitiendo un brillo mortal. Un par de alas permanecían unidas a su cuerpo, lo suficientemente largas como para planear, pero demasiad cortas como para conseguir volar realmente. El dragón tenía un par de brazos musculosos con escamas que terminaban en unas garras que se veían afiladas.
Este dragón se encontraba en ese momento en la cima de un pequeño acantilado, examinando una extensa y enrome sabana. Lo extraño de esta sabana era que, si se miraba hacia la izquierda o hacia la derecha, en lugar de ver directamente hacia la dirección en la que Dorian estaba mirando, muy gradualmente, el mundo parecía curvarse.
El cielo arriba de esta sabana era incluso más extraño. A primera vista, parecía un cielo azul normal y de todos los días, No obstante, si uno lo estudiaba, podía ver distorsiones extrañas impregnando el aire. A veces aparecían pequeñas ondulaciones, casi como si el cielo arriba estuviera constantemente siendo desgarrado y luego casi inmediatamente reparado.
Dorian respiró profundamente, probando el aire de la mañana con un indicio de una sonrisa.
Se sentía bien estar vivo. Por supuesto, tenía montones de cosas que lo agobiaban. Pero justo ahora, estaba vivo. Y eso era algo para celebrar.
Sonrió ampliamente.
—Está bien Ausra, dámelo—dijo, continuando una discusión que estaba teniendo con la genio en su matriz de hechizos del alma.
—Es posible combinar tu linaje de salamandra roja con tu linaje de dragón myyr. Sin embargo, el linaje de dragón myyr alcanza su potencial de crecimiento en la clase Magnus Magister, mientras que la salamandra roja se maximiza en el apogeo de la clase Caelum. Tu propia forma de salamandra roja solo pudo llegar a la clase Magister debido a tu alma de clase Magister—continuó Ausra—. Al combinar un linaje de nivel tan bajo con tu forma de dragón myyr, es casi seguro que lo debilitará y el resultado será un desperdicio de energía.
Dorian reflexionó sobre las palabras de la genio, y al final asintió, con su enrome cabeza de dragón moviéndose hacia arriba y hacia abajo.
Lo que Ausra había dicho tenía sentido. No había nada particularmente raro o poderoso en su forma de salamandra roja. Tenía una cantidad decente de fuerza y habilidades regenerativas para su nivel, pero no era nada comparado a su forma de dragón myyr.
Sin embargo, no podía culpar a la forma por eso. Sin la primera salamandra roja que encontró, nunca habría podido crear su actual forma más fuerte, y tal vez ni siquiera estaría vivo hoy.
—Mmm, de acuerdo. Déjame ver mi estado una vez más.
Dorian – Estado del alma
Etapa del alma: clase Magnus Magister (intermedio). Salud: perfecta. Energía: 97%
—Y mi etapa de crecimiento—agregó en su mente.
Otra pantalla apareció en su cabeza.
-Dragón myyr – Etapa de crecimiento: (4/4) dragón myyr mayor. Progreso de crecimiento – 6.232/0-
«Está bien» pensó qué hacer por unos segundos antes de tomar una decisión. «Mi forma de salamandra no es suficientemente buena como para trabajar con ella, y mi forma de dragón myyr está al máximo» Comenzó, pensándolo bien. «Es hora de elegir una nueva forma para evolucionar». —Ausra, obtén una lista de todos los linajes que tengo, menos los inútiles o los que no tienen valor.
-Linajes almacenados-
Salamandra roja
Antigua serpiente del bosque
Lagarto hollow (degradado)
Almeja marrón del tesoro
Dragón myyr
Lobo gólem
Lobo del lodo negro
Lobo de lluvia blanca
Lobo agresivo
Vampiro verdadero
Titán
Humano
Se le mostró una larga lista de linajes, demasiados para que simplemente se concentrara en todos a la vez.
—Ausra, muestra solo los linajes que tienen potencial de evolucionar naturalmente a la clase Dominus—ordenó, con su corazón esperanzado.
—No tienes almacenados linajes con el potencial natural de clase Dominus.
Dorian suspiró, y luego se encogió de hombros, un movimiento extraño para su enorme figura de dragón. Había sido digno de una foto.
—Bien, muestra solo los linajes de clase Magnus Magister.
La pantalla en su mente se puso borrosa por un momento y luego reapareció.
-Linajes almacenados-
Dragón myyr
Vampiro puro
Titán
Lobo agresivo
Dorian echó un vistazo a las opciones.
—Ausra, ¿puedes darme una definición general de cada linaje?
En lugar de responder, varias pantallas parecieron en la mente de Dorian, respondiendo su pregunta.
-Dragón myyr-
Una criatura famosa por sus lustrosas escamas verdes. Es una criatura dracónica, con forma de dragón. Como adulto, su altura normalmente alcanza unos cuatro metros de altura, sin incluir sus alas incapaces de volar. En su etapa de mayor crecimiento potencial, alcanza la clase Magnus Magister.
-Vampiro puro-
Un poderoso ser humanoide, famoso por su poderoso sentido de percepción y talento innato en lo que respecta a la magia de sangre. Los vampiros puros poseen unas poderosas propiedades regenerativas, así como una forma física fuerte. En su etapa de mayor crecimiento potencial, alcanza la clase Magnus Magister.
-Titán-
Un ser humanoide poderoso, famoso por su tremenda fuerza física, y su habilidad única conocida como condensar. Los titanes poseen propiedades regenerativas medias a fuertes, así como también una forma física enormemente poderosa, que rivaliza con los seres de clase pseudo-Dominus cuando están condensados. En su etapa de mayor crecimiento potencial, alcanza la clase Magnus Magister.
-Lobo agresivo-
Una criatura resistente tipo lobo, conocida por sus increíbles propiedades regenerativas y su habilidad única de curación conocida como recuperar. Estos lobos tienen una fuerza vital poderosa increíble. Apreciados por su linaje raro, estas criaturas a menudo son cosechadas y usadas en hechizos mágicos. Los lobos agresivos poseen unas increíblemente poderosas propiedades regenerativas, pero una resistencia física débil, y son capturados con facilidad. En su etapa de mayor crecimiento potencial, alcanza la clase Magnus Magister.
Dorian examinó toda la información que le habían presentado, y luego asintió con su cabeza, tomando una decisión.
—De acuerdo, Ausra. Hice mi elección.