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Capítulo 1: El Fin del Principio Parte 10

Ahora, Subaru y Satella entraron al siguiente escenario en su camino de completar su tarea… los barrios bajos. Y parecía que iban a tener muchos problemas… Eso es, hasta que se volvió claro que un personaje improbable probaría ser útil; muy útil en realidad.

— ¿Quién, preguntas? ¡Yo! ¡Si, yo! ¡Por alguna razón desconocida, la gente aquí en los barrios bajos es amable conmigo! ¡¿Qué tipo de variable desconocida es responsable de esto?! ¡¿Mi estadística de carisma finalmente fue ajustada?! ¡No he sido tan amado desde el preescolar!

En preescolar, Subaru era bastante lindo. Su cabello era largo y era frecuentemente confundido con una niña. Dado el cambio a su estado actual solo tomó diez y pocos años. El paso del tiempo realmente es cruel e implacable.

— ¿Cambió algo en mi desde antes? ¿Tengo, como, algo en mi cara?

— Bueno, si tienes tus ojos que parecen malignos, orejas cortas, y nariz plana en tu cara…

— ¡Pude haber seguido sin esa descripción de ojos malignos y nariz plana! —replicó Subaru antes de colgar su cabeza.

Satella puso un dedo en sus labios y pensó.

— Hmm… probablemente tenga algo que ver con cómo te ves y la manera en que estas vestido. Estás cubierto de polvo y suciedad e incluso hay rastros de sangre. La gente que vive aquí también, la tienen difícil, así que debieron verte con pena y no pudieron evitar ser amables contigo…

— ¡Ahora mismo estás haciendo un buen trabajo al hacerme sentir mal por cómo me veo! ¡Pero tienes razón! ¡Tiene perfecto sentido! ¡Maldición!

Como dicen, personas con la misma enfermedad se tienen lástima. Mientras era genial que Subaru  pareciera ser más agradable en los barrios bajos de una manera inesperada, la simpatía de Satella siempre estaba baja. La razón de nuevo, probablemente tenía que ver con la manera en que estaba vestida.

— Los matones de antes hicieron comentarios similares, pero realmente estás bien vestida, ¿cierto?

— Supongo que destaco, ¿verdad…?

Replicó Satella, viendo a Subaru nerviosamente, mientras bajaba las mangas de su abrigo blanco.

Sin embargo, mientras reconoció el problema con su ropa fina, parecía ser inconsciente del hecho de que no solo la ropa, sino la persona usándola también.

— Um, tengo algo que me gustaría preguntarte, pero…

— ¿Qué es eso? ¡Este no es lugar para que caminen tú y tu ropa lujosa, jovencita, así que sigue avanzando, lárgate!

De nuevo, Satella fue bruscamente rechazada mientras trataba de pedirle ayuda a alguien. Dado su bajo grado de éxito tenía que ver con ambos, su buena apariencia y su ropa fina, más que dos veces peor, era mejor decir que era 'peor al cuadrado'. Sin embargo, no era como si Subaru pudiera sugerir que se ensuciara como él estaba.

— Al menos estarías un poco mejor si te quitas tu abrigo…

Sugirió Subaru.

—… Lo sé, pero… —Satella agarró ambos hombros de su abrigo con sus manos, pero no se lo quitó. Subaru pensó que su respuesta era un poco extraña, pero no lo mencionó.

Mientras Satella parecía deprimida, ligeramente paso su mano contra la decoración de flor roja puesta en su pecho izquierdo. Subaru, viendo como Satella encontró consuelo en esa decoración, no podía evitar sonreír y lo hizo querer tratar más duro por su bien.

Si Satella no podía hacer esto sola, haría uso de su sucia apariencia para hacer progreso.

«Supongo que esto significa que cosas buenas vienen de incluso ser golpeado por un grupo de matones en un callejón.» Pensó Subaru.

— Bueno, no te preocupes mucho. Puedes dejarme esto. De todas maneras, con los frutos de mi labor, pronto la tendremos arrinconada, así que sigamos persiguiendo al criminal. ¡Así que sí, con los frutos de mi labor, pronto la tendremos arrinconada! ¡Sigamos… buscando!

— Entiendo que estés feliz por ser útil por una vez, pero es realmente lamentable cuando pones tanto énfasis en ti mismo así.

Subaru hizo una pose con cada pausa en su oración, lo que pensó que era genial, pero cuando Satella lo puso así, solo hizo ver a Subaru como si saltara diciendo ¡Mira lo que puedo hacer!

Satella miró a Subaru con una cara que parecía que lamentaba elevar su opinión de él antes y Subaru solo respondió con una débil sonrisa.

Había sido poco más de dos horas desde que se conocieron, pero con cosas así, Subaru ya sentía como si hubiera conocido a Satella por mucho tiempo. Sin embargo, este pequeño episodio tuvo un final diferente que los últimos.

— Lo siento, pero ya estoy en mi limite —dijo Puck débilmente mientras se inclinaba contra el cuello de Satella. Su abrigo gris brillaba con una débil luz y su figura se hizo borrosa como si fuera a desaparecer en cualquier momento.

— La manera en que desapareces parece como si estuvieras muriendo.

— Traté de quedarme más de lo usual porque quería proteger a mi preciosa hija de este tipo de ojos malignos andando a su alrededor. Pero cuando trabajo de más, termino desvaneciéndome cuando es tiempo de que desaparezca.

— ¡Eso es terrible!  ¡Pero déjamelo a mí! ¡No dejaré que ningún tipo peligroso se le acerque después de que desaparezcas!

— Espera, ¿eso significa que está bien que elimine la faz de la Tierra antes de que desaparezca?

— ¡No! ¡No está bien! —gritó Subaru, alejándose y abrazándose a sí mismo.

— Estoy bromeando —dijo Puck con una pequeña explosión de risas.

Después de eso, Puck miro a Satella, que sacó del bolsillo de su pecho un cristal que brillaba con luz verde.

— Lamento presionarte tanto, Puck. Haré lo mejor de aquí en adelante, así que solo descansa.

El cristal verde siguió brillando con una débil luz en las manos de Satella mientras lo sostenía. Parecía diferente de lo que podrías llamar una joya. Por lo que Subaru podía decir, "cristal" era la palabra que mejor quedaba.

Puck se arrastró desde el brazo de Satella y se acercó al cristal, entonces lo abrazó a su pequeño cuerpo. Finalmente se giró hacia Satella.

— Estoy seguro que ya sabes esto, pero se cuidadosa y no te sobre esfuerces. Si algo sucede no dudes en usar tu solicitud y llamarme.

— Lo sé, lo sé. No soy una niña. Puedo cuidarme sola.

— Me pregunto sobre eso… Mi preciosa hija siempre me hace preocupar cuando son cosas así. Cuento contigo, Subaru.

Puck miró a Satella con afecto, en la manera en que un padre mira a su hijo. Satella se sonrojó, pero también parecía irritada.

Con la conversación arrojada así, Subaru golpeó su pecho.

— ¡Muy bien! Déjamelo a mí. Puedes confiar en mi sexto sentido. ¡Cuánto suene la alarma de peligro, la sacaré enseguida!

— Realmente no entiendo la mitad de lo que dices, pero está bien. Ahora con eso fuera del camino, buenas noches… Tengan cuidado.

Con una última mirada dirigida a Satella, Puck finalmente se desvaneció. Su pequeño cuerpo se convirtió en una pequeña bola de luz, que gradualmente se derritió alrededor como si desapareciera.

Aparte del hecho de que era un gato que hablaba, esta era la primera vez que Subaru veía a Puck hacer algo de espíritu. Ahora, viendo esa muestra fantástica, sintió sentimientos mixtos de emoción y admiración brotar dentro de él.

Mientras Subaru se emocionaba por sí mismo, Satella corrió ligeramente sus manos sobre el cristal y cuidadosamente lo puso de vuelta en su bolsillo del pecho.

Por las conversaciones que habían tenido antes, Subaru pensó que ese cristal debía estar conteniendo el núcleo de Puck ahora mismo.

— Ahora solo seremos los dos… pero no te hagas ideas. Aun puedo usar magia, sabes.

Aparentemente Satella había tomado las últimas palabras de Puck seriamente y estaba alerta.

— Hey, la última vez que estuve solo con una chica fue en primaria. Realmente no soy capaz de hacer nada. ¿No has puesto atención a mi falta de habilidades humanas hasta ahora?

— Eres totalmente irremediable, pero de nuevo, estoy convencida… Muy bien. Sigamos. Pero recuerda, sin Puck necesitamos ser más cuidadosos que antes.

Tal vez asombrada por la orgullosa proclamación de Subaru de su cobardía, Satella no parecía mantener su recelo de él y así ató el frente de su manto y fue adelante.

— Estaré en la vanguardia, así que solo mantén tus ojos en lo que está detrás de nosotros. Si algo pasa, dime de inmediato. No debes pensar que puedes encargarte de todo por ti mismo. No quiero ser vil… pero realmente eres débil.

— Bueno, cuando lo pones así, es difícil enojarse por eso…

Si Satella quería alejar a Subaru, "Realmente eres débil" hubiera sido suficiente.

Dado que no podía ocultar lo que en verdad sentía, Satella era suave en el fondo… muy suave, incluso.

Subaru le dio un codazo suave a Satella, a pesar de que parecía que ella quería decir algo y los dos continuaron su búsqueda.

A pesar de toda la charla, su búsqueda siguió igual que antes. Sus métodos eran básicos. Cuando encontraban a alguien, describirían a quien buscaban y preguntaban si la persona tenía alguna idea de quien podría ser.

Subaru, quien hacia todas las preguntas, se había vuelto mejor después de haber hablado con muchas personas. Estaba empezando a encontrar su paso.

— ¿Sabes? Podría ser esa chica Felt. Era rubia y muy rápida, ¿cierto?

Un poco bajo una hora después de que entraran a los barrios bajos y empezaran a preguntar, finalmente había encontrado algo de información valiosa.

El tipo que dio la información era alguien contra quien Subaru había ido directo y dijo, "Hey, hermano, ¿cómo va la vida?" como si ya fueran amigos.

— Es Felt a quien buscan, lo que haya robado probablemente está en la bodega de botines. Usualmente lleva las cosas allí, las etiqueta y entonces el viejo que es el maestro allí las venderá a un mercado en algún otro sitio.

— Eso suena como un sistema extraño… ¿Nadie se preocupa por el maestro de la bodega se vaya con todos los bienes?

— La razón por la que es el maestro es porque la gente confía que no lo haga. Pero, bueno, incluso si vas y le dices que es robado, probablemente solo te diría '¿Y qué?', así que mejor ve preparado para negociar un precio para comprarlo de vuelta. ¡Después de todo, es la culpa del dueño original por ser estúpido y que se lo robaran en primer lugar! —el hombre terminó con una risa.

Subaru fue capaz de hacer que el hombre le dijera la ubicación de la bodega de botines, así que probablemente serían capaces de encontrarla pronto, pero había un nuevo problema, Subaru y Satella no tenían dinero.

— Ese tipo dijo que debíamos comprarla de vuelta, pero sin siquiera una palanca, tengo el presentimiento de que este tipo maestro limpiaría el piso con nosotros.

— ¿Por qué tengo que pagar para recuperar algo que ya es mío…?

Con el problema girado de nuevo a su combinada falta de fondos, Satella parecía preocupada. Tenía un punto, por supuesto, pero no era como si pudieran esperar que el maestro de la bodega de botines estuviera de acuerdo.

Para resolver el asunto pacíficamente y con certeza, sería mejor seguir el aviso de ese hombre y tratar de negociar. Sin embargo…

— Parece un poco tarde para preguntar, pero esa insignia que te fue robada… ¿parece cara? Incluso se entramos esperando ser sobrecargados, sería imposible negociar sin tener idea de lo que vale.

—… Es pequeña, pero hay una joya incrustada en el centro. No se por cuánto dinero alguien podría comprarla, pero tengo bastante certeza de que no sería una cantidad pequeña.

— Una joya, huh… Ese parece que va a ser un problema.

Incluso para las personas que no están familiarizadas que tan valiosas son las cosas, una joya es uno de esos artículos convenientes que puedes decir que son caros a simple vista. Subaru dudo que había la tecnología para producir imitaciones en este mundo, así que las cosas que se parecen a las joyas son probablemente joyas. En otras palabras, valdrían mucho dinero.

Mientras que ninguna de estas noticias no sonaban buenas noticias, Subaru pensó que había algo raro en lo que Satella estaba diciendo. A pesar que la insignia era supuestamente suya, dijo que no sabía su valor. Mientras que era posible que fuera algo que recibió de alguien más, se quedó en su mente.

— De todas maneras, primero encontremos esta bodega de botines. Es posible que podamos negociar para recuperarlo…

En el peor de los casos, Subaru tenía una forma de asegurar los fondos, aunque estaba dudoso en usarlo. Y no quería decirle a Satella antes de que tuviera que hacerlo.

Mientras caminaban, Subaru y Satella pasaron los siguientes 10 minutos hablando acerca de cómo podrían recuperar la insignia, pero nada parecía ser factible.

Ahora que estaban al frente del lugar llamado "Bodega de Botines", Subaru y Satella se miraron el uno al otro.

— Este lugar es más grande de lo que imagine. ¿Qué tan bueno es el negocio de robar en estos últimos días? —Dijo Subaru.

— Entiendo que lo llamen bodega en vez de refugio… si este lugar está lleno solo con cosas robadas… De cualquier manera no creo que ninguna de estas personas de aquí tenga algo de esperanza —añadió Satella.

Por supuesto, ya que la bodega existía como un lugar para guardar artículos que fueron vendidos, seria improbable que estuviera lleno por completo. Era un edificio de altos pisos, pero era lo suficiente para que parezca que podía funcionar como vivienda para un gran número de personas. El edificio estaba justo al lado de un muro defensivo y estaba en la parte más profunda de los barrios pobres.

— Ese muro alto detrás del edificio… ¿Es ese…?

— Creo que es una de las paredes de la ciudad. Lo cual significa que vinimos desde el centro de la ciudad hasta sus límites.

Contestó Satella.

Subaru trató de imaginar un mapa de la ciudad en su mente, con lo que había dicho Satella. Lo más probable era que la ciudad fue construida como un cuadrado y tenía muros a cada uno de sus lados. Adicionalmente, ni en el centro ni en la parte del norte debería haber un castillo, desde los cuales estos barrios bajos estarían situados a los lejos.

Teniendo en cuenta que había pasado tres a cuatro horas desde que Subaru y Satella habían iniciado su búsqueda, el ámbito de la ciudad parecía ser un poco más grande de lo que Subaru se había imaginado en un principio.

— Bueno, de acuerdo a lo que hemos oído, debería haber un maestro a cargo de esta bodega, que se encarga de todos los bienes robados, pero… ¿cómo exactamente te acercaras a él?

— Vamos a ser directos y honestos. Sólo tendremos que decir: 'Han robado algo de nosotros, así que si lo encuentra, por favor devuélvalo.'

Subaru trató de explicar que eso no iba a funcionar, pero Satella no le hizo caso.

En su interior, Satella era demasiado directa y honesta consigo misma. Si algo se había torcido o doblado, no podía evitar tratar de enderezarlo. Por supuesto, esa fue una de las razones por la cual Satella salvó Subaru en el primer lugar.

— Está bien, lo tengo. Deja que me encargue de esto.

Debido a la personalidad de Satella, Subaru sabía que las cosas se complicarían si ella era la que hablara, por lo que Subaru se ofreció a sí mismo.

Su plan B… Bueno, era difícil llamarlo un "plan de contingencia" si ya estaba considerando la posibilidad de usarlo, pero si las cosas se complicaban antes de que tuviera la oportunidad de ponerlo en práctica, lo cual también sería un problema. Subaru había tomado su decisión; él no era de los que dudan en momentos así.

Satella se mostró sorprendido de que Subaru era el que quería hablar y mientras Subaru estaba pensando que tan linda era su expresión, se apresuró a tratar de pensar en una respuesta para cualquier argumento que tendría Satella, pero…

— Está bien. Te lo encargo.

— Mira, entiendo que es difícil para ti dejar que me ocupe de algo tan importante, y yo no soy lo suficientemente estúpido como para pensar que he ganado tu confianza, pero tengo un plan, por lo que si pones tu confianza en mí esta vez… Espera. ¿¡Eh!?

— ¿Por-Por qué estás tan sorprendido?

— A juzgar por todo lo que ha ocurrido hasta ahora, se podría pensar que esto podría señalar el comienzo de una discusión, ¿verdad? Me imaginaba que dirías algo así como: "¿De verdad esperas que dejara a una persona buena para nada como tú, cuya única habilidad es la de convertir el oxígeno en dióxido de carbono, manejar algo tan importante? ¡No me hagas reír! ¡Esperaría que un perro haga un mejor trabajo que tú!" ¡Entonces, mientras estoy herido, usaría la oportunidad para renovar mi determinación!

— ¡Nunca diría algo tan malo como eso!

Mientras Subaru expuso su complejo exagerado de persecución, Satella no parecía tan feliz. Sin embargo, aclarándose la garganta, fijó sus ojos de amatista en Subaru y dijo:

— Por supuesto que estaría mintiendo si dijera que no pensé que me estabas reteniendo de alguna forma y justo cuando creo que ya estás hablando en serio, ante mi inquietud dijiste algo completamente estúpido…

— 'Ante mi inquietud', ¿huh? No he oído eso en un largo tiempo.

Bromeó Subaru. Suspiró y relajó sus hombros, incapaz de responder.

— Aunque, a pesar de que actúas como un idiota a veces, fue a gracias a ti que fuimos capaces de evitar que esa niña llorara, y no creo que seas de ese tipo de persona que miente o hacer cualquier cosa sin pensar —dijo Satella, mirando hacia atrás lo mucho que recorrieron hasta el momento—. Entonces… Voy a confiar en ti… Si todo esto funciona incluso podría pensar que la reunión ha valido la pena.

— Sabes, si en lugar de la última parte que dijiste simplemente me hubieras mirado y dicho: "Por favor, da lo mejor de ti por mi bien", habría estado totalmente determinado para hacer esto, ¿sabes?

— No puedo obligarme a decir algo así, pero… Buena suerte.

Esta era una chica que no podía mentir por cualquier motivo.

—… Está bien, voy a dar lo mejor de mí —dijo Subaru, rompiendo en una sonrisa antes de dirigirse hacia la entrada de la bodega.

La carta de triunfo que Subaru tenía, la cual no era capaz de decirle a Satella, era la única cosa que había traído de su mundo y que en realidad podría considerarse que valía algo. Ya que esa cosa probablemente no existía en este mundo, había una posibilidad de que pudiera utilizarlo para el intercambio. A Subaru le hubiera gustado evitar hacer eso, pero al mismo tiempo estaba bastante seguro de que en este mundo, la insignia de Satella no podría alcanzar un precio más alto que su teléfono celular y no pensaba que iba a tener otra oportunidad en este mundo para utilizar su teléfono celular de esta manera.

— Um… ¿Hay alguien en casa…? Es-espera… la puerta está abierta.

Un sabor agrio, más o menos un mal olor agrio provenía de la entrada a la bodega de botines. Subaru fue a golpear la puerta, pero desde de una abertura en ella, vio que no estaba cerrada con llave. A medida que se asomó, sólo podía ver que era muy oscuro.

— Es difícil cuando no hay ningún tipo de luz… Bueno, teniendo en cuenta la finalidad de este lugar, supongo que tiene sentido, y que incluso sirve como una metáfora para el sentimiento oscuro de culpa en hacer negocios sucios.

Subaru asomó la cabeza y trató de mirar a su alrededor, pero ni siquiera la luz de la luna llegó a este lugar en la parte más profunda de los barrios pobres. No podía ver ni una pulgada en frente de su rostro.

Mientras Subaru se preparaba para entrar, se dio la vuelta para mirar a Satella.

— No escucho que alguien conteste, pero voy a entrar, así que por favor, ¿puedes vigilar?

— ¿Estás seguro? ¿No sería mejor que vaya yo…?

— Si en la remota posibilidad de que alguien nos tienda una emboscada y tú eres la que es asesinada, entonces todo se acaba. Si soy al que atacan, serás capaz de ayudarme y de contraatacar. Esta es la manera más razonable de hacer esto, así que por favor vamos a seguir mi plan, ¿de acuerdo?

Satella consideró el plan de Subaru. Después de unos momentos de silencio, sacó de su bolsillo de la camisa de cristales blancos, que de repente se iluminó con una luz blanca.

— Por lo menos toma una luz. Y llámame si alguien está ahí o no.

— Lo sé, lo sé. Puck nos dijo que tengamos cuidado, así que voy a tener cuidado. Por cierto esto es realmente útil.

— Se puede encontrar el mineral lagmite casi en cualquier lugar. Realmente eres ignorante, ¿verdad, Subaru? —dijo Satella, incapaz de contener su sorpresa, mientras le entregaba el mineral lagmite a Subaru. El cristal emitía un calor débil, junto con su luz, que era aproximadamente la misma cantidad de iluminación que se podía esperar de una vela.

— Está bien, bueno, entonces, voy a echar un vistazo. No creo que voy a estar ausente demasiado tiempo, pero puedes seguir adelante y comer sin mí.

— Oh, deja de ser tan estúpido. Ten cuidado, ¿de acuerdo?

— Entendido. ¿También, Satella? No entres hasta que te llame, ¿lo entiendes?

El valor que Subaru que había estado acumulando para prepararse para entrar a la bodega lo había impulsado lo suficiente para decir su nombre. Hasta ahora, se había sentido muy avergonzado para decirlo y había dudado. Después de apretar el puño, emocionado fue capaz de decirlo finalmente, volvió a mirar a Satella.

—… ¿Qué pasa?

Satella estaba mirando a Subaru congelado, con sus ojos bien abiertos. Esta reacción era muy diferente de cualquiera que Subaru hubiera esperado, así que inclinó su cabeza en confusión.

— Lo siento… No es nada. Una vez que tengamos la insignia, me disculparé correctamente.

— No sé lo que estás pensando en disculparte, pero prefiero escuchar un 'gracias'. Sería aún mejor si ese agradecimiento viene con una sonrisa.

— Tontito.

A medida que esas dos palabras salieron de su boca, Satella sonrió un poco, Subaru se aseguró de grabar eso en su memoria. Incluso con sus estúpidos chistes, Subaru fue finalmente capaz de hacerla sonreír.

Si todo esto resultó así, le gustaría ver esa sonrisa de nuevo, en un lugar más brillante.

— Bueno. ¿Que saldrá esta vez una serpiente o un demonio? Dado el escenario de fantasía, ninguna de estas opciones era para que uno se riera… —Subaru bromeó consigo mismo y con el lagmite en la mano, entró cuidadosamente a la bodega.

En la penumbra, Subaru podía distinguir un contador frente a él, al otro lado de la entrada. El edificio debe haber sido originalmente algo así como una posada. Parecía como si trataran de usar la zona del bar del primer piso sin mayores cambios. En la parte superior, así como de detrás del mostrador, que probablemente servía de algo así como un escritorio… Subaru podría ver una gran cantidad de diferentes elementos desordenados muy juntos. Había pequeñas cajas y ollas, espadas y objetos metálicos baratos, y muchos otros artículos variados. Estaba claro que todos estos artículos fueron robados, basado en las etiquetas de madera que estaban adjuntos a todos ellos.

— La forma en que el sistema funciona, si recoges todas estas etiquetas de madera y se las entrega a los guardias, parece que podrían detenerlos a todos…

Sin embargo, como era habitual con esta línea de negocio, probablemente había algunas conexiones entre este lugar y los ciudadanos no tan sobresalientes quienes ofrecían apoyo. Subaru sospechaba de donde la mayoría de estos objetos robados terminarían.

Subaru se aventuró más lejos en la bodega, en busca de la insignia de Satella. Pero justo en ese momento…

— ¿Hmm?

Subaru se detuvo de repente, sintiendo algo extraño bajo las suelas de los zapatos. No se sentía como si hubiera pisado algo duro; en realidad era todo lo contrario. Al igual que el terreno que había pisado estaba aferrándose a él; como si hubiera algo pegajoso en sus zapatos.

Levantó su pie y tocó la parte inferior de sus zapatillas deportivas. Se sentía algún tipo de líquido, algo extrañamente pegajoso que se adhería a los dedos, que se extendía mientras lo apartaba. Era algo que instintivamente le hizo sentirse incómodo.

— ¿Qué es esto…?

Subaru llevó los dedos cerca de su nariz y trató de olerlo, pero debido a que el aire estancado dentro del edificio, no podía descifrarlo. Como era de esperarse, no tenía el valor de intentar probarlo.

Después de limpiar el resto de la sustancia en la pared más cercana, Subaru, impulsado por un sentimiento de un temor desagradable, puso el lagmite delante de él y empezó a avanzar. Entonces, se encontró con la fuente del cieno.

—… ¿Qué?

Subaru inconscientemente dejó escapar un sonido tonto mientras miraba. En el pequeño rango visible de su luz, lo que vio primero tumbado e inerte en el suelo era un brazo. Los dedos de su mano se extendían como si fuera a agarrar algo, pero el otro extremo del brazo, el codo, le faltaba el cuerpo al que debería haber estar conectado.

Moviendo su luz y siguiendo a lo largo del eje del brazo, Subaru vio una pierna a lo lejos unida a un cuerpo. Con la excepción de un brazo, ese cuerpo tenía todas sus otras partes, aunque el área de la garganta estaba cortada por completo. Era el cadáver de un anciano gigante.

— ¡Eek! —Subaru gritó inútilmente al darse cuenta de lo que estaba viendo.

En ese momento, la mente de Subaru se había quedado en blanco. Su proceso de pensamiento le habían dejado completamente y sus manos y pies se habían congelado en ese lugar.

Hubo una pausa, y luego…

—… Bueno, lo encontraste. Eso es demasiado malo. Ahora no tengo otra opción, sí, ninguna otra opción.

Subaru pensó que era la voz de una mujer. La voz era de tono bajo y frío, la voz de una mujer quien parecía divertirse de alguna forma.

— ¡Gwah!

Subaru no tuvo la oportunidad de dar la vuelta. Tan pronto como se dio la vuelta para hacer frente a la voz, su cuerpo fue arrastrado por una fuerza increíble. Se golpeó la espalda contra la pared y ante el impacto soltó su lagmite, y la oscuridad se acercó mientras caía en la distancia.

Sin embargo, Subaru no estaba pensando en eso. Lo que ahora estaba en su conciencia era…

— Gu… es… ca-caliente

Un calor atacó a Subaru Natsuki y completamente lo abrumó.

… Esto no está nada, nada bien.

Al sentir la textura dura de la tierra sobre su rostro, se dio cuenta de que había caído boca abajo en el suelo. No podía moverse, incluso cuando lo intentó y ya no podía sentir sus dedos. Lo que sentía era el calor y esto abrumó todo su cuerpo.

Tosió y vomitó la sangre que sentía que le subía a la garganta, la fuente de su vida menguante. Salió tanto que echaba espuma por los bordes de su boca. Con su visión borrosa, podía ver el suelo delante de él teñido de rojo.

«… Tiene… Tiene que estar bromeando… ¿Todo esto es mío?»

Sintiendo como si toda la sangre de su cuerpo se había derramado fuera de él, extendió a una mano temblorosa para tratar de encontrar la fuente del calor que quemaba a través de su cuerpo. Mientras la punta de sus dedos llegó al gran corte en el estómago, lo comprendió.

No es de extrañarse que se sintiera tan caliente. Su cerebro tiene que haber confundido el dolor por el calor. El corte limpio que corría a través de su torso era tan profundo que casi lo había reducido a la mitad. Solamente los trozos de piel todavía lo tenían juntos.

En otras palabras, había corrido justo hacia un jaque mate en el juego de ajedrez de su vida. Tan pronto como se dio cuenta de eso, su conciencia inmediatamente comenzó a desvanecerse.

Ahora, incluso el calor que había estado haciendo estragos dentro de él desaparecieron y la desagradable sensación de tocar su propia sangre y los órganos se desvanecieron mientras su conciencia seguía desvaneciéndose. Lo único que quedaba era su cuerpo, que se negaba a seguir a su alma.

Justo frente a sus ojos, vio una bota negro pisando y creando ondas en la alfombra roja de su sangre fresca.

Alguien estaba allí, y ese alguien… probablemente era el que lo asesinó.

Pero él ni siquiera pensaba en mirar a esa persona a la cara. Ya no importaba.

… Su único deseo es que ella esté bien.

— ¿… baru?

Se sentía como si hubiera oído una voz que sonaba como campanas. Que había oído esa voz, que podía escuchar esa voz, se sentía como si la salvación hubiera llegado a él, más que cualquier otra cosa, entonces…

— ¡…!

Con un grito corto, alguien cayó sobre la alfombra de sangre.

Ella cayó justo a su lado. Estaba ahí, débilmente tratando de acercarse a ella.

Su mano blanca cayó, indefensa. Ligeramente la agarró con su mano manchada de sangre.

Sentía los dedos de su mano moviéndose ligeramente para agarrar la suya.

— Solo espera…

Se sujetó de su conciencia que se desvanecía, tirando de ella con desesperación para comprar un poco más de tiempo.

— Voy a…

«… buscar una forma de salvarte.»

Al siguiente instante, Subaru Natsuki… perdió la vida.