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Perfectos Extraños

América Baker tiene las riendas de su vida, ha sido así desde que su mudó a Memphis y tuvo que independizarse como toda una adulta. Sin embargo la tranquilidad que a penas la albergaba se ve corrompida por el extraordinario Nick MClain. Un corredor de la Fórmula 1 que volvió a Memphis para poner patas arriba la vida de América. Conocer el amor y el sexo será un éxtasis del que se volverá adicta, pero ¿podrá lidiar con todos los problemas que conlleva estar con alguien cómo él? Nick de apellido impune, de mirada orgullosa, tan problemático y errático como nadie. Tan guapo como ningún chico que haya conocido antes. ¿El amor lo podrá todo?

Skarlet364 · Lịch sử
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12 Chs

Capítulo 8

— ¡Nick! ¿Qué coño haces?— Estaba desesperada.

Primero desencajada preguntándome qué pasaba, y luego reaccionando que si seguía atacandolo de esa forma lo podía matar.

Nick le metió un puñetazo en la cara sin piedad. Miré alrededor en busca de ayuda mediante mi desconcierto. Me agité en mi sitio e intenté pararlo pero era imposible: estaba fuera de si.

— ¡Alguien puede detener esta locura!— grité a mi alrededor.

Sus rostros apaciguós y acostumbrados a esa masacre solo me ocasionaron más estupefacción. ¿Por qué no hacían nada?

— Él solito se lo ha buscado— escuché tras de mí y apreté los puños.

¡¿Se ha buscado qué?!

— ¡Aprende tú lección hijo de puta!— gritó Nick con furia, había algo en su manera de decirle aquello, que me decía que no sólo estaba furioso por lo que fuese que hubiera hecho ese chico sino por algo más.— ¡Te advertí que no volvieras a esas mierdas!

Estaba atónita... Más por la distorsión en el rostro lleno de mucho cabreo de Nick. Era sorprendente como se había transformado, cómo desprendía tanto odio y rabia.

Sentí alivio al ver una cabellera rubia acercándose entre el tumulto de espectadores. Se abrió paso y me miró por un segundo de manera mordaz, antes de tomar a Nick por el brazo.

— ¡Para ya que la vas a cagar! ¡No seas cabezota!— gritó jalándolo, pero era imparable estaba echo una furia.

Sabía que me arrepentiría de esto si Nick llegaba a tocarme, pero actué antes de pensar y me paré en el medio entre el otro chico y él. La mirada desorbitada de Nick me indicó que no era consciente de lo que estaba pasando hasta que su cerebro logró procesarlo: sin embargo su puño seguía en el aire implacable. Me encogí sobre mi misma esperando el golpe, pero cuando lo vi ya no estaba tan hecho una fuera, y bajó el brazo lentamente con los ojos perdidos.

Seguía muy cabreado, si. Pero ya había pasado lo peor.

— ¡Todo esto es tú culpa!— escupió la rubia tras él mirándome con odio— ¿y ahora pretendes actuar como si nada? ¡Todo esto ha sido tú plan para que él te preste un mínimo de atención!

Miré a mi alrededor y los que estaban presentes murmuraban cosas, sin embargo estaba tan constipada que ni reparé en ellos.

— No la metas en esto Jess. Ella no es como nosotros; no entiende nada.— dice Colton tomando a la rubia por los hombros. Fórmula una especie de sonrisa en mi dirección que no le llega a los ojos; y en ellos veo lastima.

¿De qué me estoy perdiendo?

— ¡Por supuesto que no lo es! Pero podría evitar tanto drama; ¡mira nada más cómo ha puesto a Nick!— replica.

— Vale, vale... No es su culpa, no lo veas de esa forma.— Dice y le agradezco con asentimiento por controlar a la fierecilla que no me ha quitado los ojos de encima.

Nick se voltea gélido, con la vena palpitante.

— ¡Ya estuvo bueno! Vuelvan a sus mierdas— Quejumbra con advertencia en su voz. lanzándome una mirada de desahucio.— Aléjate de él; es un marraca

Salgo de mi estupefacción y encuentro mi voz:

— ¡Están locos! Tú, él. Todos en este lugar— escupo encolerizada. Miré a mis espaldas y él amable chico se limpiaba la sangre de la boca, respirando forzosamente para no ahogarse con ella. Miro a Nick— Eres un troglodita, mira cómo lo has dejado, ¿pero quién coño te crees para atacar así a alguien?

Me agacho hacia el muchacho y trato de ayudarlo a levantarse, pero se aleja de mi con los ojos muy abiertos y asustado.

«Jala»

Quedará traumado de por vida. Su rostro estaba casi desfigurado: Nick lo pudo haber matado, un golpe más y quizás ni la cuenta.

— No te haré nada, lamento esto...

— ¿Eres idiota? Te quería drogar, ¿y tú le pides disculpa?— escupió Nick tras de mí.

Me quedé fría. «Te quería drogar» ¿Me ha querido derogar todo este tiempo? Estoy tan atónita que ni proceso el camino de mis pensamientos. Todos ven a Nick como un héroe, y a mi como la tonta que soy. ¿Cómo no me he dado cuenta que me quería drogar? ¡Tantas veces que me quejé de las chicas que no reparaban en ello! ¿Y a mi me lo habían querido hacer? No me lo creía... Pero ese chico ni lo parecía: se veía tan de los buenos, con esos lentes y cara de sabelotodo.

¿Pero como me he dejado engañar así?

— ¿Sorprendida? — Añadió Nick negando con la cabeza— Que gran estupidez esta mierda, ¿quién me manda a mí querer ayudar a una malagradecida? Yo me largo.— escupió con ira alejándose hacia la salida.

Varios murmullos llenan el lugar, y entre ellos «¿Qué le ha pasado a Nick? ¿Desde cuando se preocupa por alguien más que no sea él mismo?»

Y me doy cuenta que la he liado. Pero tampoco soy adivina y no es mi culpa no entender esta situación. «Te ves ingenua» me había dicho él. Cuanta razón, había confiado en un extraño sin pensarlo porque me estaba victimizando de mi precaria situación.

La música volvió a repicar en el ambiente. Colton sigue tomando a Jess del brazo; me han visto quedarme patidifusa y colerizada. Es una situación extraña para mi: es una noche muy loca para mi, ¿primero un troglodita siguiéndome con Annie y después otro queriéndome drogar?

La rubia me lanza una última mirada de odio antes de seguir a Nick, y cuando pude notarlo todos volvían a lo suyo como si nada hubiera pasado exceptuando algunas miradas que aún me lanzaban. Colton la sigues

Me sentí culpable inmediatamente. Nick solo había cuidado de mí desde que lo conocí esa noche. Era impresionante la capacidad mía de atraer malas situaciones justo para ser rescatada. Era una locura, ¿desde cuando era un damisela en apuros?

Antes de siquiera pensar, corrí afuera tras él. Había estado muy mal por mi parte, y grosero también haber sido tan borde y ni siquiera agradecerla la mitad de todo lo que había hecho por mi.

Los veo: están los tres junto a él auto de Nick sin embargo los gritos de esta no tardan en llegar.

— ¡Serás capullo! ¿Y me piensas dejar aquí tirada?— le gritó cabreada parándose frente a él con los brazos en jarra.— ¡He venido hasta aquí! ¡A este cochinero de mala muerte porque al niñito se le ha ocurrido venir a esta pocilga en cuanto bajó del puto avión! ¿Y me piensas dejar aquí?

No logré escuchar la respuesta de Nick ya que estaba a una distancia prudente. Pero si la de Colton.

— Joder colega, ¿qué estás haciendo? La estás liando.

Nick volvió a decir algo más, y en cuanto la rubia lo escuchó se metió a la casa hechando pestes.

«Vaya»

— Jess es un dolor en el culo Nick; pero ha sido la única en aguantar tus mierdas— le escupe Colton.— Podrías dejar de ser tan capullo y por un segundo valorarlo.

Escucho una fuerte carcajada, es de Nick, y este se cruza los brazos con superioridad hastiado del tema.

— ¿Terminaste? Me jode que quieras pretender que me importa. Ella ha venido porque quiso; nunca se lo pedí— suelta con tanta indiferencia que se me eriza la piel.— Follatela si es lo que tanto quieres.

Colton se quedó tenso mirándolo muy serio. El cabello rubio cayéndole a los lados, se irguió y negó con la cabeza.

— Estás mal, joder. Muy mal.— soltó dándose la vuelta, a punto de irse. Sin embargo añadió lanzándome una mirada antes de volver a él:— Si te has salido de tus casillas por lo de Lyanna; entra en razón hombre. Lo que está hecho, pues ya lo está. Nada debió que hagas cambiara lo que—

— ¡Jodete capullo!— le gritó Nick haciéndome pegar un respingo en mi lugar. Golpeó el techo del auto con el rostro encolerizado.

Colton negó una vez más con la cabeza antes de irse nuevamente a la casa.

Tragué. Debatiéndome si debía o no ofrecerle una disculpa. Sin embargo su conversación con Colton me daba vueltas en la cabeza, ¿por qué mientras soltaba eso no pude evitar sentirlo indirecto hacia a mi?

Caminé hasta Nick, estaba dentro del auto pasándose la mano por la barbilla y con una mueca de estar a punto de explotar.

—Nick... — Musité mordiéndome el labio.

Él levantó la cabeza reparando en mi presencia. Sus increíbles ojos mirándome directo a la cara; eran desarmadores y me sorprendí a mi misma idolatrandolos.

— Yo... Lamento toda esta situación... Te he pillado y la he puesto de lo lindo...

Asintió beligerante. Escudriñando mi rostro como si fuera menos que asfalto. Me hizo sentir chiquita su mirada y me arrepentí de inmediato el haberlo buscado.

— ¿Eso es todo?— Soltó mordaz, con un humor de perros.— Si...Es todo. Te diré algo America. No me importa. Jode a otros con tus mierdas... Por mi, vete al carajo.

Su manera de pronunciar mi nombre me envió un escalofrío. Estaba siendo hosco aproposito pero sobretodo me quería hacer sentir mal. Y lo supe en cuanto lo vi disfrutando mi humillación.

— Vale, se que la he puesto pero hablemos como seres civilizados. Lamento horrores haberte gritado, y haber sido...

— ¿Qué parte de no me jodas no entiendes? Ya he tenido suficiente de ti por una noche. Solo eres una niña mimada con ánimos de liarla— escupió interrumpiéndome— Lárgate.

Me planté de frente, estaba atemorizada por su reacción: pero ya habíamos reñido suficiente por una noche y esto debía llegar a su fin.

— Solo quería disculparme— dije mirándome los dedos. Él se estaba comportando como un mezquino pero tenía sus razones: yo la había liado. Sin embargo eso no le daba derecho de tratarme así. Y tampoco lo aceptaría. Asentí en su dirección. — Gracias... Y disculpas por todo.

No dijo nada, ni siquiera se movió. Con la humillación en mi rostro me di vuelta. Tenía una opción, esperar que se hiciera de día para irme. Solo tenía que quedarme en esa horrorosa casa por más tiempo porque era mi única opción.

Sin embargo a punto de ir por ella, la mano fuerte y enorme de Nick me detuvo. Lo supe porque sólo él, con un simple toque mandaría un corrientazo por mi columna vertebral. «Joder»

Cuando lo miré estaba sopesando sus palabras.

— Llama a alguien para que te saque de aquí— pide y me atraganto con mi propia saliva.

— Nick, ¿por qué te pesa tanto que esté aquí? ¿Te molesta así mi presencia?— pregunto centrando la atención en mis manos; para no verlo a la cara.

Esto para mi es tan raro; su forma hosca de tratarme. Su manera de advertirme pero sobretodo de querer alejarme de este lugar.

¿Por qué si es tan "capullo" como todos dicen se sigue empeñando en que no esté aquí?

Se pasa la mano por el pelo. He notado que lo hace cuando algo lo desencaja.

— Ya te lo he dicho; como mil veces y sigues sin entender. Este no es un lugar seguro para ti, America.

Su forma de pronunciar mi nombre. Hay soberbia en su voz; el afín de un juego chispeante destellando en su ojos. Y temo más por lo que veo en ellos que por lo que dice.

— Vale Nick... Yo estoy bastante arrepentida de venir; pero no tengo a dónde ir. Mi amiga me ha dejado abandonada. He venido con tú amigo Sam para no dormir en la acera; estoy a una hora y algo más de casa. ¡No es cabezoneria!

— ¿Has venido con Sam?— suelta sarcástico.

— Si, es lo que he dicho.

— Estás loca... Estás completamente loca— dice y la vena de su frente se hincha— Piensa en estas palabras para cuando lo entiendas; tú solita te lo has buscado.

— ¿Qué Nick? ¿Me he buscado qué?— Chillo harta de que hable y hable, y siga sin decirme nada.

— Ya te lo he advertido; ha sido una completa estupidez seguirme— escupe con voz dura.— Lo que te pase no me importa. Es tú puto embrollo.

¿Quién demonios se cree Nick? Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que si; el lugar parece peligroso. Pero los demás solo bailan, beben y disfrutan. ¿Quién se cree él para lanzarme advertencias a diestra y siniestra?