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Origen [Español]

[Reinicio de mi Historia, Origen: Viaje entre Dimensiones] Mucha gente se ha hecho preguntas como sobre como todo se originó. ¿Qué vino primero, el huevo o la gallina? ¿A caso dios fue el que creó todo? ¿A caso somos producto de una especie que se fue adaptando al mundo y evolucionado lentamente? Bienvenido a Origen, aquí podrás descubrir la respuesta que tantos sabios han buscado, pero será un camino duro, lleno de peligros en cada esquina donde no solo tu intelecto será puesto a prueba, sino también tu poder, tu voluntad y tu preparación. ¿Eres lo suficientemente afortunado para llegar al final? ¿Tienes el valor suficiente para dar el primer paso? ¿Podrás conseguir la fuerza necesaria para seguir avanzando? Avanzar o rendirte. Solo tú decidirás que tan lejos quieres llegar. Bienvenido a Origen... ¿Deseas iniciar tu viaje? * * * * * * * * * * * * * * * Actualización de lunes a viernes

GenoXX · Tranh châm biếm
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Capítulo 762: Hay cosas que nunca cambian (2)

"Bueno, al menos llegamos sin más problemas a pesar de las miradas" - dijo Shea con el ceño fruncido - "Tal vez deberíamos de haber venido con collares aunque fueran de accesorios"

"Hmm, no hubiera sido una mala idea, aunque es un poco denigrante" - respondió Tio mientras negaba con la cabeza.

"Pensé que te gustaba ese tipo de situaciones" - dijo Shea mientras levantaba una ceja.

"Normalmente, sí, aunque es cuando estoy con Cloud" - respondió Tio mientras negaba con la cabeza - "Después de todo, no puedo herir el orgullo de mi raza con mis fetiches"

"Oh, ta veo, tiene sentido" - asintió Shea, aunque al mismo tiempo se sentía un poco extraña, como si algo estuviera fuera de lugar, y no era como si pudieran culparla cuando Tio en otra dimensión era una mujer que solo vivía por su fetiche, al punto de que constantemente embarraba el orgullo de su raza.

"Dejando eso de lado, creo que es mejor que entremos" - dijo Tio mientras negaba con la cabeza.

"Cierto" - asintió Shea con una pequeña sonrisa.

Las dos mujeres entraron y se ganaron la atención de todos los comerciantes, después de todo, la aparición de semi-humanos en este lugar podría significar que ellas querían venderse como esclavas, lo cual no era muy extraño, más para personas de razas que no eran humanas. El imperio era un lugar donde la supremacía humana estaba impregnada en lo más profundo de su cultura, es por eso que no debería de ser una sorpresa que la situación de vida de las razas semi-humanas no fuera la mejor, mucho más con la "desaparición misteriosa" de los esclavos.

"Hola, bienvenidos al gremio de comerciantes, ¿En qué puedo ayudarlas?" - preguntó la recepcionista con una sonrisa.

"Hola, hemos venido a comprar información" - dijo Tio mientras le entregaba una nota.

"Señorita, nosotros no tenemos ese tipo de negocios" - respondió la recepcionista con el ceño fruncido, aunque rápidamente comprendió qué tipo de información se trataba - "Oh, no es necesario que compres nada, puedo ayudarte directamente"

"Muchas gracias, y perdón por no elegir bien mis palabras" - respondió Tio con una sonrisa de disculpa.

"No te preocupes, no es primera vez que sucede, aunque tengo curiosidad por saber sobre el motivo por el cual quieres hablar con un bardo" - dijo la recepcionista porque esta era la primera vez que alguien necesitaba a esos idiotas que solo servían para cantar y engañar a mujeres necesitadas de afecto con sus poesías.

"Es porque lo necesitamos para conseguir cierto objeto" - respondió Shea con honestidad.

Tio le dio una mirada, pero no la detuvo porque esta información no era necesariamente secreta, además, incluso si las personas de este lugar supieran sobre la manzana dorada, no podrían hacer mucho con ellas en el lugar.

"Entiendo..." - asintió la recepcionista mientras dejaba de indagar en el tema porque si seguía preguntando sería de mal gusto - "En cuanto a la información que buscan, tienen suerte, hay un bardo disponible y puede llegar en cualquier momento, así que podrían esperar"

"Muchas gracias" - sonrió Tio mientras le preguntaba algunas cosas más a la recepcionista.

"Tio-san, creo que también podríamos comprar algunos suministros" - dijo Shea, quien también quería ayudar un poco a la recepcionista para que no se metiera en problemas por ayudarlas.

"Tienes razón" - asintió Tio mientras empezaba a encargarle un pedido a la amable recepcionista.

Cuando terminaron, las dos caminaron hacia la sección de espera y se sentaron, al menos hasta que escucharon una voz masculina hablarles.

"Hola, me gustaría hablar con ustedes" - dijo un joven de unos 20 años de cabello rubio y traje verde.

"Supongo que tú eres un bardo" - dijo Shea mientras fruncía el ceño porque no le gustaba la mirada de este tipo.

"Exacto, mi nombre es Leaf, y soy el mejor bardo de esta ciudad" - dijo Leaf con una pequeña sonrisa mientras hacía una reverencia - "Es un placer poder entablar conversación con tan bellas damas"

Tio y Shea estuvieron por ignorar al tipo, cuando escucharon a la recepcionista hablarles - "Veo que ya conocieron a Leaf, él es el tipo al que buscan"

"¿Me buscan?" - repitió Leaf con una enorme sonrisa - "Supongo que mis "hazañas" tienen que haberse esparcido por la zona, nada mal la verdad"

"Creo que estás teniendo un grave malentendido, Leaf, ellas no vinieron como "clientes" como esas mujeres nobles, ellas vinieron a contratarte como bardo" - respondió la recepcionista con repudio.

Leaf frunció nuevamente el ceño cuando escuchó esto - "Entiendo, por favor síganme"

Las dos mujeres se sorprendieron cuando vieron la seriedad en su mirada, pensando que este tipo no era tan malo como pensaban en un principio.

"Ahora podemos hablar" - dijo Leaf mientras miraba alrededor y se quitaba el estúpido sombrero verde que cubría casi todo su cabello, mostrando que este era rubio, aunque eso no era lo más importante, sino más bien las largas orejas que tenía.

"¿Un elfo?" - dijo Shea con sorpresa.

"Shh, no hables tan alto" - murmuró Leaf mientras fruncía el ceño.

"¿Por qué nos estás mostrando tu verdadera identidad?" - preguntó Tio con el ceño fruncido.

"Para confirmarles que no las lastimaré o engañaré" - respondió Leaf con una pequeña sonrisa - "Es por eso que me gustaría pedirles que fueran mis parejas"

"Lo siento, pero estamos casadas" - respondió Shea de forma inmediata. Ella ni siquiera demoró unos segundos en decir estas palabras, sorprendiendo al elfo.

"Oh, entiendo, supongo que tendré que esforzarme un poco más para demostrar que tan buena pareja puedo ser" - sonrió Leaf, sin notar cómo las dos mujeres empezaban a fruncir el ceño - "En fin, ¿Qué es lo que necesitan de mí?"

"Requerimos tus servicios, aunque no es aquí en la ciudad, sino más bien en el mar de árboles" - respondió Tio con honestidad.

"¿El mar de árboles?" - repitió Leaf con el ceño fruncido, después de todo, él había escuchado los rumores - "¿Te refieres al lugar que fue conquistado por los demonios? No gracias, no quiero morir todavía"

"No, no vamos a Verbergen" - respondió Tio mientras negaba con la cabeza.

"Por favor, expliquen con mayor detalle porque por ahora no encuentro motivos para ir con ustedes" - respondió Leaf mientras negaba con la cabeza.

"Tienes razón" - asintió Tio con una pequeña sonrisa.

Shea también sonrió, y en el proceso, causando un mal presentimiento para Leaf, quien rápidamente intentó escapar, aunque antes de que pudiera dar un paso, él sintió cómo todo se oscurecía - "M-Mierda..."

Cuando se aseguraron que Leaf estaba inconsciente, las dos chicas asintieron y salieron con él acuestas, aunque no sin antes de que Tio creara una ilusión sobre ellas para que no los vieran.

"¿Ya terminaron de hablar?" - preguntó la recepcionista con sorpresa.

"Sí, es una lástima que él no aceptara" - respondió Tio mientras fingía pesar - "Ya hemos perdido más tiempo del necesario, así que tendremos que volver a casa"

"Oh, lo siento" - suspiró la recepcionista, aunque rápidamente cambió a una sonrisa - "Por cierto, sus suministros están listos"

"Muchas gracias" - asintió Tio mientras le entregaba el dinero y le indicaba a Shea que tomara los suministros.

"Son muy pesados, así que es mejor que..." - dijo la recepcionista, aunque su expresión cambió cuando vio cómo Shea tomaba la enorme bolsa que había tomado a 10 hombres fornidos el mover - ". . ."

"¿Eh? ¿Sucede algo?" - preguntó Shea, confundida con la mirada de la recepcionista.

"No, no es nada" - suspiró la recepcionista mientras negaba con la cabeza - "Muchas gracias por comprarnos, espero que regresen pronto"

"Lo haremos" - asintió Tio mientras las dos chicas salían del gremio de comerciantes.

"Ellas salieron" - murmuró un hombre mientras miraba al dúo salir - "¿Pero esta es una buena idea?"

"Lo que suceda ahora no es problema nuestro, nosotros solo estamos aquí para enviar la señal" - respondió otro hombre mientras negaba con la cabeza.

* * * * *

"Tio-san..." - dijo Shea mientras movía sus orejas.

"Lo sé, nos rodearon" - respondió Tio mientras miraba alrededor - "¡Pueden salir de su escondite!"

"Tienen mejores sentidos de lo que pensaba, aunque eso no importa, será mejor que nos sigan" - dijo el soldado que lideraba al grupo de maleantes - "Les prometemos que estarán bien"

"Lo dudo, puedo sentir la lujuria en tus ojos" - respondió Tio con desdén - "Solo di lo que quieres decir porque tenemos que seguir con nuestro camino"

"Lo siento, pero eso no será posible, porque desde ahora no tendrán más libertad" - dijo el soldado mientras sus ojos brillaban con emoción, después de todo, Tio era tan sexi que a duras penas podía contener su excitación - "¡Andando!"

"Je, je, je, recuerda el trato" - dijo uno de los maleantes mientras se lamía los labios.

"Sí, ella será tuya cuando termine, aunque tendrás que devolvérmela cuando termines de divertirte, a menos que quieras que la guardia de la ciudad detrás de tu culo" - respondió el soldado con neutralidad.

"Tch, si no fuera porque eres lo suficientemente listo para dejar pistas sobre tus movimientos y los míos, ya te hubiera matado" - gruñó el maleante mientras negaba con la cabeza - "Ya saben chicos"

"Hay cosas que nunca cambian" - suspiró Tio mientras daba un firme pisotón.

Los maleantes cayeron al suelo por el desequilibrio por el sismo tan repentino, solo para soltar un grito de dolor y angustia cuando vieron como unas llamas negras rodeaban sus cuerpos.

Los gritos continuaron por unos cuantos minutos más, para que luego de unos segundos una brisa de cenizas saliera volando del callejón.

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[Origen] Cap 777 <--- Disponible en Pa treon.

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