Un hasta pronto doloroso

El caos por fin llegó en una transformación inesperada, el desgaste mental y físico dio un resultado desfavorable para ella, buscaba la forma de no ser sometida por ser omega, la libertad de retar a un alfa que sabía que podía doblegarla en segundos con su feromona.

Ella solo quería sentir amor, sentirse amada por una persona, recordar el sentimiento que años atrás dejo con sus padres, la soledad de pasar cumpleaños alejada de lo que algún día fue su hogar, el no conocer a sus hermanos menores, no abrazarlos, no conocerlos, pertenecía a su familia pero realmente ya no sabía si podía llamarse una familia, con una hija fuera de casa quien apenas y tenía contacto con ellos.

Probó el amor, de una manera dulce, calmada y entrego sus sentimientos a la persona equivocada...

En la biblioteca, todo se convirtió en un caos, con tres de alfas dentro, y un delta tratando de proteger sin lastimar a la joven que había perdido el control, solo había una manera de hacerla recuperar sus sentidos, pero era imposible que recurrirán a ese método.

Selene dejaría que ella la golpeara, moediera e incluso llegará a lastimarla más, pero la protegería de cualquier cosa que pudiera dañarla, así fuera ella misma.

Morgana tomó a Daniel como si fuera un pequeño títere, Selene grito para que no le hiciera algo, en cambio ella solo miraba su rostro. Algo que casi nadie sabia sobre aqyella especie de alfa extremo fue el porque hace muchos años atrás llegaron al punto de exterminarlos al nacer como a los delta, si ellos usaban su segundo tipo de feromona ésta podría ser mortal, en alfas, betqs y omegas, su tipo de cuerpo estaba echo para ser una bestia salvaje, los colmillos sobresalían, sus ojos tenían un mezcla de colores parecidos a los ojos de un tigre salvaje, como si de un verdadero hombre lobo salvaje se tratara.

Morgana no era más la tímida chica de siempre, sus colmillos afilados, los ojos amarillentos, sus afiladas uñas, junto con las venas que sobresalían de sus brazos, un alfa extremo sin control, era un peligroso criminal que debía ser eliminado de inmediato.

Daniel no podía hacer nada, ni mucho menos Pether. Con su mano acarició el rostro del que alguna vez consideró su salvación de la soledad, en algún lugar de su mente Morgan quería dejarlo ir, pero sus ganas de hacerlo sufrir definitivamente ganaron, con la mano que estaba acariciando el rostro del chico, un par de sus afiladas uñas se posó en su cuello, Selene sabía perfectamente el significado de su acción, era una marca que mataría de forma lenta al alfa por el veneno que tenía esa "feromona secundaria". Sin importar qué, corrió hacia ella, la tomó fuerte entre sus brazos, grito a Pether que sacará de allí a Daniel y llamará a Marina rápidamente por más ayuda, Morgan trataba de separarse forcejeando, Selene puso mas fuerza en su agarre, parecía que poco a poco Morgan se estaba calmando, pero no disminuyó la fuerza.

La joven se quedó completamente quieta, su respiración pasó de ser agitada a una muy suave, como si volviera a ser la mima de antes, Pether salió de la biblioteca, quedando solo ellas dos. Con un suave agarre unas pequeñas manos tomaron ambos brazos de la delta como si fuera un pequeño abrazo, en cambio la realidad fue distinta, gradualmente la fuerza aumentó de golpe, las uñas se incrustaron en su piel, la sangre comenzó a correr, bajando pequeñas gotitas al suelo manchando el piso, el ser un delta tenía ciertas ventajas físicas antes los alfas , sin embargo el dolor que le estaba causando Morgan era diferente, no tanto por la fuerza, el veneno de la feromona empezaba a tener efecto en ella, pero no dejaría de tenerla en sus brazos, tenía que protegerla.

El dolor era aún más fuerte, su resistencia estaba por agotarse, la fuerza en su cuerpo desapareció, sus brazos llenos de sangre que sostenía a la joven alfa, cayeron al frío suelo, mientras Morgan se paraba, limpiando la sangre de sus manos en su ropa, dio una mirada tan fría a la delta, en su rostro apareció una sonrisa de burla y satisfacción de verla así.

— Morgana.

Esa voz, no podía confundirla con ninguna otra, aún si no tenía el control ahora mismo, ella sabía perfectamente quien era. Masha Ivánovich, quien la dio a luz.

— Para ahora Morgana, no es una sugerencia, obedece.

Morgana lo miró fugazmente, pues bajo la mirada, mo sentía miedo en absoluto, era más un sentimiento que recordaba vagamente, después de todo era su "mamá" a quien nunca iba a faltarle el respeto.

— Morgana, no tengo más opción que hacer esto, pero cuando despiertes, te sentirás mejor hija.

No dijo nada, solo percibió una feromona de alfa, su cuerpo entró en una especie de trance, la única feromona en el mundo que podía controlarla era de quien nació, sin dolor alguno, cerró los ojos y durmió profundamente.

***

Tres días estuvo inconsciente, Selene curó sus heridas, sus amigos por precaución no debían estar cerca por si había algún otro ataque de nuevo, en la mañana del cuarto día, abrió los ojos, Selene estaba allí, sus ojos llenos de lágrimas le pidieron perdón por causarle heridas, pero solo recibió un regaño, su tía dijo que ella estaba bien y quien debía cuidarse era otra, miró su habitación, todo seguía igual, excepto que había un par de maletas, respiro profundo, sabía bien que nada había sido un sueño, esto... Era una despedida.

Between parecía normal, ella esperaba que hubiera un gran escándalo debido a lo de días atrás, pero Masha tenía la situación controlada perfectamente, antes de ir por ella, investigó a Daniel descubrió sus antecedentes familiares, para envitar malos entendidos y demandas, cuando los padres del alfa quisieron culpar a Morgan por el daño a su hijo, Masha demostró quien realmente había causado todo, en muchos años uso el poder de su familia y amenazó con dejarlos completamente en banca rota o peor aún sin que ningún miembro de su familia quedara con vida si tocaban a sy hija o decían alguna palabra en contra de ella.

— Cariño te daré algunos minutos para despediste de tus amigos, te espero en el auto.

— Gracias mamá...

Entraron los tres chicos, ninguno pudo contener sus lágrimas, eran como una pequeña familia disfuncional, que siempre estaban juntos y ahora uno de ellos tenía que irse por algún tiempo.

— Lo lamento tanto, de verdad perdón Pether nunca quise hacerte eso —. La chica lloraba mientras miraba al alfa con mucha culpa.

— No fue tu intención, sabes que te quiero mucho y eso no cambiará, por favor ya no llores linda —. La cubrió entra sus brazos, beso su frente, le dolía despedirse de ella, de quien consideraba su hermana menor.

— Te voy a extrañar tanto, fuiste tan paciente y amable conmigo cuando nos conocimos, eres mi hermana a la que siempre voy tener un abrazo —. Vincent también se unió a su abrazo, con algunas lágrimas en sus bellos ojos.

— Sabes que te amo, y te voy a extrañar demasiado, no te olvides de escribirnos, pequeña Morgan, no quiero decirte adiós aún —. Viktor igualmente se unió a un cálido abrazo de despedida, lleno de amor y lágrimas.

Selene al igual que Masha, la estaban esperando dentro del auto, sus amigos iban caminando a paso tranquilo con ella, disfrutando sus ultimos momentos con ella. En la entrada, estaban algunas personas, ella se iba y otro chico al parecer sería el nuevo en Between, le dio una mirada rápida, no tan alto, delgado, castaño y ojos verdes, sus miradas se encontraron un breve segundo, pasó casi a su lado y lo supo de inmediato, una fragancia que quedaría garabada en su memoria en los siguientes años, rosas y violetas, el olor de su destino.

Por un momento, pensó en correr hacia él, pero, reprimió todo sentido, y siguió su camino, llegó al auto, se despidió por última vez y tomó asiento junto a su madre, él la abrazó, acomodandola cómodamente para que se durmiera.

Antes de cerrar los ojos por completo, pensó en aquellos ojos azules... Te encontré y te perdí el mismo día, espero volver a verte pronto.