Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
Wendy había visto todos los comentarios en línea también. Pero no le daba lástima Winnie en absoluto, ya que Winnie lo merecía todo. Levantó su taza para beber un poco de agua, solo para descubrir que su taza estaba vacía. Entonces, se levantó para ir a la despensa a buscar más agua.
Solo había dado dos pasos hacia su puerta cuando escuchó un alboroto afuera de su oficina.
—¡¿Qué demonios?! ¿El Sr. Lucas está trasladando su oficina de nuevo abajo? ¿En serio?
—¡Duh! Había limpiadores ordenando la oficina y tantos transportistas aquí para mover todas sus cosas. Por supuesto, realmente está sucediendo.
—Entonces, ¿el Sr. Lucas ha decidido ir tras la Srta. Swift de nuevo? ¡Voy a apoyar a esta pareja!
—¡El Sr. Lucas estaba incluso dispuesto a cortar lazos con su madre por ella! ¡Cualquier mujer se habría conmovido por eso!
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Después de escuchar todos esos comentarios, Wendy dejó su taza y salió de su oficina.
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