Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
"La Sra. Lucas podía ver la determinación de Michael de mantener al bebé de Wendy y, además, abortar pondría en peligro la vida de Wendy. La Sra. Lucas no quería eso en absoluto. Después de todo, Michael la amaba mucho y ella le había dado dos nietos inteligentes y hermosos.
Ante el silencio de la Sra. Lucas, Michael continuó:
—Y además, hay una buena posibilidad de que Wendy esté llevando a mi hijo, abuela. No quiero perder a este niño. Wendy hizo lo que hizo para ayudarme. Si hubiera derrotado a Christian antes, Wendy nunca habría tenido que hacer eso en primer lugar. Fue mi incompetencia la que puso a Wendy en peligro. No permitiré que ella soporte las consecuencias de mi fracaso.
Michael sí sentía extremadamente culpable de que no había sido un buen esposo para Wendy.
La Sra. Lucas suspiró y forzó una sonrisa. Ella dijo:
—Lo que sea. Tu abuela está demasiado vieja para intervenir en tus asuntos personales.
Luego se levantó y comenzó a caminar de regreso a su habitación.
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