Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
"Después de la cena, Yonina Collins volvió a su casa por su cuenta.
Zess limpió la mesa y lavó los platos mientras Wendy y Michael jugaban con los dos niños.
Pronto llegaron las nueve y media, y los dos niños ya estaban listos para ir a la cama.
Wendy los llevó a lavarse la cara y a cepillarse los dientes.
Leah terminó de lavarse la cara y cepillarse los dientes y salió. De repente pensó en algo y corrió hacia Michael. Ella sostuvo la gran mano de Michael con sus pequeñas manos y lo miró con sus ojos parpadeantes—Papá, ¿puedes cantarme una canción por favor?
—¿Cantar una canción? No hay problema —respondió afirmativamente Michael de inmediato.
La noche anterior, él había cantado una canción para ayudar a Wendy a dormir y todavía estaba muy orgulloso de ello.
Leah todavía recordaba que Michael habló de ello esa mañana.
Después de todo, ella nunca había escuchado a su padre cantar.
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