Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
"Christian dudó por un momento, y sus puños apretados se aflojaron un poco.
Después, él asintió y aceptó —Claro, te haré olvidarme.
Para Christian, que Zen no lo amara era algo bueno.
De esta manera, ella podría quedarse aquí como amiga de Wendy.
Christian ya no sería molestado por su triángulo amoroso.
Era claramente algo bueno, pero Christian aún sentía que algo no estaba bien.
Al ver que todos dejaron de hablar, el hipnotizador preguntó a Christian —Sr. Lucas, ¿qué recuerdo quiere que se le introduzca a ella?
Christian se detuvo por un momento y luego dijo —Déjala recordar que es buena amiga de Wendy. Haz que olvide que traicionó a Wendy.
—También, haz que olvide que me amó. Para ella, yo soy el esposo de su buena amiga.
—Ella perdió parte de sus recuerdos para salvar a Wendy. Michael la inyectó con la droga justo como a Wendy.
El hipnotizador asintió.
A partir de ahí, el hipnotizador abrió de nuevo su caja y sacó unas botellas de medicamentos.
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