Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
"Cuando —Wendy escuchó a Milo hablar sobre el control de embarazo, una preocupación repentina apareció entre sus cejas y ojos. Bajó sus párpados ligeramente como si estuviera tratando de reducir su presencia en la habitación.
Desafortunadamente, Milo continuó hablando de eso. —Por cierto, tú patrocinaste el nuevo equipo para el control de embarazo de Wendy. ¿No crees que fue financiado perfectamente para tu esposa y tu hijo? El viejo equipamiento no es suficientemente bueno para Wendy y vuestro niño.
—Bien, cualquier equipamiento que necesites puedes hablarlo con el Sr. York. —Michael sacudió la cabeza impotente—. No le faltaban los decenas de millones de dólares. Los hospitales son lugares donde se salvan vidas, y los nuevos equipos médicos avanzados podrían efectivamente salvar más vidas.
Michael siempre había hecho caridad y aunque no conociera a Milo, de todos modos hubiera donado dinero al hospital.
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