—Tío Ji, ¿vamos a ver a mi Mami? —preguntó Xiao Bao cuando se dio cuenta de que no estaban regresando al Jardín de Durazno en Flor todavía.
—En. ¿No le pediste a tu Tío Yan antes que fuéramos a verla antes de volver a casa? —respondió Feng Tianyi mientras Song Fengyan prestaba atención a la carretera asegurándose de ir más despacio por Xiao Bao.
—¿De verdad? ¿Mi Mami sabe que vamos a llegar? —preguntó el niño de nuevo.
—Tú y tu Tío Yan la verán más tarde. Tendré que quedarme aquí y esperarlos —respondió el autor recluso. No estaba seguro de que su visita fuera bien recibida por la emperatriz de todos modos. No quería darle más razones para evitarlo.
Xiao Bao frunció el ceño pero no dijo más. No podía entender por qué su Papá Ji y su Mami se estaban evitando. ¿Tuvieron alguna pelea que ni él ni Pequeña Estrella sabían?
—Mira, ¿qué tal si sorprendes a tu Mami con un ramo de flores? —Song Fengyan se unió a su conversación.
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