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Prologo: Podría ser peor ¿verdad?

Adrian despertó con un sobresalto, como si algo lo hubiera sacado violentamente de un sueño profundo. Estaba acostado sobre el suelo, cubierto por lo que parecía ser una manta de hojas secas y pasto. Su cuerpo aún se sentía pesado, como si hubiera dormido como un tronco. A su alrededor, el aire estaba fresco, y el sonido del viento rozando las hojas era lo único que podía escuchar, pero algo no estaba bien.

Un pequeño suspiro se escapó de sus labios al tratar de moverse, pero una punzada de dolor lo hizo detenerse. No se sentía herido, pero algo en él no estaba encajando. Miró a su alrededor y vio un paisaje completamente desconocido: árboles gigantescos de hojas que brillaban en tonos iridiscentes, y el cielo, aunque familiar, parecía más cercano y vibrante de lo que recordaba.

- ¿Qué…? - Murmuró, alzando una mano hacia su cabeza y frotándose los ojos.

Al instante, algo extraño ocurrió. Una interfaz apareció frente a sus ojos, brillante y con una sensación incómoda de familiaridad. La pantalla se llenó de palabras que parpadeaban con intensidad.

[Bienvenido al Sistema Pokémon, Adrian Vieri. Estás a punto de comenzar tu viaje como Creador de Pokémon]

- ¿Qué demonios? - Adrian parpadeó varias veces, tratando de comprender lo que estaba viendo.

Antes de que pudiera procesar la información, una nueva ventana emergió, esta vez con una figura reconocible. Era un avatar que perfectamente podría ser un holograma perfecto, la voz que emanó de la pantalla era clara, tranquila, ni siquiera sonaba como si estuviera escuchando una grabación parecia como si la persona estuviera frente a él.

[Soy la IA del Sistema Pokémon, fui creado usando como base la información sobre el Profesor Oak. Estás en el mundo de Polaris, en el continente de Etherea Magna, y si somos más especificos en la región de Vinterra. Tú, como Creador de Pokémon, tienes la tarea de guiarte a través de este mundo y crear Pokémon para mejorar y proteger este entorno]

Adrian parpadeó nuevamente. La última vez que revisó, no estaba en ninguna clase de mundo alternativo, y mucho menos involucrado en la creación de criaturas mágicas. Además, dijo que este era su trabajo.

- ¿Polaris? ¿Etherea Magna? ¿Vinterra? ¿Creador de Pokémon? ¿Sistema Pokémon? - Se preguntó en voz baja. ¿No era esta una broma de mal gusto? Era difícil evitar tener esa sensación, quizás podría tratarse de una alucinación que surgía del cansancio. ¿Tal vez aún estaba soñando?

¿Cuanto le iban a pagar?

De repente, un recuerdo vago lo golpeó: había estado tan cansado estudiando para sus exámenes finales, que se había quedado dormido frente a su computadora luego de un merecido descanso jugando Devil May Cry 3.

Recordó claramente la sensación de agotamiento extremo, cómo había luchado por mantenerse despierto y cómo, en algún momento, había dejado caer la taza de café que tenía cerca de su teclado. El líquido caliente se derramó, y luego… oscuridad.

- ¿Morí? - Susurró, sus pensamientos viajando hacia la pregunta que le aterraba más que nada.

El sistema pareció notar su desconcierto y una nueva línea de texto apareció en la interfaz:

[No te preocupes, Adrian. Estás en un nuevo mundo, y aunque tu vida anterior ha terminado, ahora tienes una nueva oportunidad aquí, como el Creador de Pokémon. El camino que elijas será el tuyo]

Adrian se puso de pie, tratando de asimilar la situación. Su mente estaba llena de confusión, pero el entorno parecía real, demasiado real.

Se llevó las manos a la cabeza, intentando organizar sus pensamientos mientras caminaba lentamente, tomándose su tiempo para procesarlo todo.

El suelo bajo sus pies estaba cubierto de hierba suave, y más allá, veía árboles de enormes tamaños, tal vez podrían ser increíbles casas de árbol... Si es que no tuviera que preocuparse por depredadores y esas cosas, sus troncos plateados brillando como si la luz de una luna inexistente fuera reflejada en ellos. Las hojas se movían con un susurro suave, pero había algo extraño en el aire: una energía palpable que zumbaba en todo el paisaje.

No era un simple bosque. Había algo... más.

De repente, un destello en el cielo le llamó la atención. Miró hacia arriba y vio una serie de luces danzantes que parecían moverse con una intención propia, como si fueran criaturas vivas.

Mirando con atención podía ver un pájaro similar a un Halcón pero mucho más grande y colorido con electricidad cubriendo su cuerpo peleando con otra ave similar.

- ¿Esto es real? - Murmuró para sí mismo.

Su mente todavía se encontraba luchando por entender cómo había llegado allí.

¿Este mundo era el fruto de una mezcla de sus sueños más locos y el cansancio extremo? ¿O realmente había transmigrado?

- Arggg ¡¿Por que tiene que ser tan malditamente problemático?! - Exclamo mientras se agarraba la cabeza, hace unos instantes era solo un estudiante promedio tratando de pasar a su ultimo año de secundaria y ahora de la nada estaba en un mundo peligroso lleno de gente tan estúpida como perversa.

Era como cuando hizo ese viaje a México con sus padres ¡Pero mucho peor!

Se dejó caer sobre una roca cercana, cansado de tratar de encontrar respuestas inmediatas. Necesitaba tiempo para pensar. El problema era que no sabía si debía confiar en lo que el sistema le estaba diciendo.

¿No era una trama bastante común que el sistema en algún punto traicionara a su usuario para cumplir algún rol macabro como convertirse en un material de cultivo para algún anciano más viejo que la historia registrada?

Lo peor era pensar en cuantos malditos clichés se toparía de ahora en adelante. Pensando en eso no pudo evitar juntar sus manos y orar.

- 'Dios, dame paciencia, por que si me das fuerza seguro los mato' -

La pantalla brilló nuevamente con una nueva notificación:

[¿Te gustaría recibir información adicional sobre este mundo y tus habilidades como Creador de Pokémon?]

Adrian no tuvo que pensarlo mucho. Como diría un protagonista genérico, los mendigos no podían elegir, al fin y al cabo no le quedaba más que confiar en el sistema hasta que tuviera una mejor opción para su supervivencia.

- Sí - Respondió, y al instante, la pantalla desplegó una lista detallada de Pokémon al más puro estilo de una Pokédex, cómo podía crearlas y entrenarlas haciendo uso de energía interna.

Adrian cerró los ojos e intento con todas sus fuerzas reprimir la maldición que quería escapar de su boca.

- Esto no puede ser real... - Susurró.

Adrian se frotó los ojos, tratando de procesar toda la nueva información. Su rol no solo consistía en ser el "creador" de Pokémon, sino también en cultivar su energía interna a través de un método único: el Camino del Domador Arcano. Este sistema de cultivo no se centraba en él mismo como cultivador, sino en sus Pokémon, a quienes debía guiar, conectar y reforzar su vínculo.

Existían beneficios especiales, al parecer también podría lograr cosas similares a los Cultivadores de aquella novela china "Tales of Demons and Gods" si recordaba el nombre correctamente, por supuesto esto sería luego de que cruzara cierto umbral con sus habilidades (nunca, jamás lo llamara cultivo, siente que perderá algo si lo llama de esa forma) o que lo obtuviera naturalmente mediante un vinculo estrecho con su Pokémon.

Lo más curioso de todo era que el Camino del Domador Arcano no era el típico método de cultivo de fantasía. No se trataba de acumular poder para mejorar su propia habilidad, sino de fortalecer la conexión con las criaturas que Adrian creara y los poderosos lazos que forjaría con ellas. Cada Pokémon sería una extensión de él mismo, y su potencial crecería junto al suyo.

El Sistema continuó con su explicación, asegurándose de que Adrian comprendiera bien su nueva "misión".

[Tu energía interna, el Qi, Aura o como prefieras llamarlo no solo se utilizará para mejorar tus propias habilidades, sino para fortalecer y conectar tus Pokémon. A medida que avances por las etapas del Camino del Domador Arcano, te sincronizarás con ellos, compartiendo habilidades y poderes en una simbiosis única]

Adrian, con una expresión algo desconcertada, miró las seis Pokéballs que el Sistema le había otorgado, junto con un atributo especial que le permitía infundir energía interna en los animales comunes, transformándolos en Pokémon mediante mutación y evolución. Sin embargo, había una regla clara: si bien podía crear y mejorar estos Pokémon, no podía cambiar su tipo ni influir en su evolución más allá de tratar de aportar un cierto entorno que los podría afectar profundamente. Las criaturas tomarían su propio camino, dependiendo de sus características innatas y las condiciones externas que las rodearan.

Aunque existían ciertas excepciones como eran los Pokémon cuyas evoluciones son un tanto especiales, a saber los que son por afecto, piedra evolutiva, movimiento o por objeto.

Y para rematar también le habían dado una mochila muy bonita con un espacio casi infinito.

- Supongo que eso suena... razonable - Dijo con un toque de sarcasmo en su voz.

[Ah si, olvide mencionarlo]

Una repentina notificación llamo su atención.

[Actualmente estas bastante cerca del nido de una Serpiente venenosa de la etapa de forja corporal intermedia. Y oh~ parece haber tenido crías recientemente, eso quiere decir que será especialmente irritable y violenta con quien se mueva cerca de su territorio, te recomendaría huir de inmediato lo más lejos posible]

- F*ck - Sin detenerse a pensar un solo segundo Adrian corrió lo mejor que pudo a las afueras del bosque. No conocía aun todos los niveles o etapas de cultivo locales ¿Pero forja corporal no era normalmente uno alto? ¡Y además estaba en etapa intermedia!

Para empeorarlo era una hembra con crías, si no huía en este mismo instante seguro acabaría siendo su almuerzo.

........

Después de huir y terminar a las afueras del bosque finalmente pudo tomarse un tiempo para descansar y por fin recibir el paquete de inicio del sistema con los materiales y Pokéballs, Adrian decidió dar un paseo por la llanura cercana, a lo mejor podría encontrar algo útil.

Tras unos minutos de exploración, encontró lo que parecía ser una pequeña coneja herida, su pata dañada y su respiración débil.

[Especie: Conejo salvaje]

[Estado: Herido, vulnerable]

[Afinidades detectadas: Fuego (primario), Hada (secundario)]

[Potencial evolutivo: Altísimo. Con la energía adecuada, este conejo puede evolucionar en un Cinderace con afinidades duales Fuego-Hada]

- Oye, no sé qué hacer... ¿cómo ayudo a este conejito? -

[Adrian, recuerda que los Pokémon son como cualquier otra criatura viviente... necesitan tus cuidados]

- Aunque ni siquiera es un Pokémon aun, ¿y por que eso que dijiste sono tan extrañamente turbio? ¡No soy furry sabes! -

[Recomendación: Usa energía tipo Fuego para estabilizar su linaje base y energía tipo Hada para crear las bases adecuadas para una transformación única.]

[De acuerdo con los datos de este sistema, una dosis de energía tipo Hada puede ser útil para curarlo. No

olvides tener siempre una Baya Ziu a mano, por si las moscas]

- ¿Baya Ziu? No... no estoy seguro de qué es eso... y, ¿por qué recomendarías dar energía Hada a un Pokémon tipo Fuego? -

[¡Ah, claro! Según los registros del sistema, los tipos Fuego y Hada tienen una excelente sinergia. Esta combinación potencia sus habilidades, aunque no se recomienda en todos los casos. ¡Inténtalo y me avisas si funciona!]

- 'Genial. El sistema tiene un enfoque peculiar... pero supongo que peor es nada' -

Sin pensarlo mucho, se agachó junto al animal, recordando las instrucciones del Sistema sobre el uso de energía para curar heridas.

Con cuidado, Adrian canalizó su energía tipo hada hacia la herida de la coneja. Un suave resplandor envolvió la pata rota, y en unos pocos momentos, la herida comenzó a sanar, como si nunca hubiera existido. La coneja levantó la cabeza con una mirada sorprendida y se sacudió las patas, aparentemente sana.

El Sistema, como siempre, aprovechó el momento para enviar una notificación.

[¡Felicidades! Has realizado tu primer vínculo con una criatura. Esta coneja tiene un gran potencial. Si la crías correctamente, podría evolucionar en algo realmente especial]

Adrian miró a la coneja con una mezcla de sorpresa y escepticismo. Si el Sistema decía que tenía "potencial", debía ser algo significativo. Aunque no sabía exactamente a qué se refería, estaba claro que algo estaba ocurriendo con esta pequeña criatura.

- ¿Una coneja que podría volverse especial? - Murmuró, casi incrédulo - ¿Que tanto podría hacer? -

En ese momento, el Sistema desplegó más información sobre el Pokémon recién creado.

[Scorbunny: Pokémon tipo fuego]

[Este Pokémon ha demostrado una respuesta excepcional a la energía tipo hada, lo que podría influir en su evolución. Si se cultiva de manera adecuada, podría experimentar una evolución única al convertirse en un Cinderace, una variante rara y poderosa]

Adrian sonrió con un toque de cansancio, sintiendo que la situación se volvía cada vez más surrealista.

- ¿Así que tengo una Scorbunny que, según parece, podría convertirse en una especie de Cinderace especial? Esto definitivamente se está poniendo interesante -

Tras esa revelación, Adrian decidió probar una de las Pokéballs proporcionadas por el Sistema. Con algo de expectación, lanzó la esfera hacia la pequeña coneja. Al instante, la criatura fue absorbida por la Pokéball, quedando dentro de ella.

Adrian observó el objeto que se balanceaba suavemente, esperando una señal. Finalmente, la Pokéball emitió un destello brillante y, al abrirse, la coneja apareció de nuevo frente a él. Adrian se agachó y extendió la mano hacia ella.

- Creo que eres oficialmente mi primer Pokémon. Vamos a ver qué tan lejos llegamos juntos, ¿sí? -

La coneja lo miró con curiosidad y se acercó a su mano, tocándola suavemente con su pequeña pata. Adrian, aunque todavía asombrado por lo que acababa de suceder, sintió cómo un vínculo comenzaba a formarse entre él y la criatura. No era solo una cuestión de la energía, sino de una conexión genuina. La coneja estaba aceptando a Adrian como su entrenador.

Este sentimiento... no era tan malo en realidad.

[Potencial de Creación Pokémon: El proceso de creación de Pokémon no se basa exclusivamente en tus habilidades, sino también en el entorno, el animal y sus características innatas. El tipo y la evolución de cada criatura dependerán de su propio potencial, y el proceso de conversión puede influir en su desarrollo. En el caso de este Scorbunny, su habilidad para resonar con la energía tipo hada lo convierte en un candidato excepcional para una variante de Cinderace de tipo fuego-hada, pero es un proceso complejo que dependerá de su entorno, su cuidado y otros factores]

- Esto suena a que estoy criando algo que podría salvar mi trasero de un dragón furioso o de una posible loca cultivadora de hielo en el futuro - Dijo Adrian, mirando a la coneja con una nueva apreciación.

Todos los que alguna vez en su vida leyeron una novela de cultivo sabian perfectamente bien cuan molestos podían llegar a ser los dragones (por no decir que eran un dolor en el trasero), con un posible tipo hada en su equipo al menos ya tenía una contramedida hasta que pudiera conseguir un hada fuerte.

......

Los días habían pasado y ya se habían logrado instalar en una pequeña cabaña destartalada que había encontrado en las afueras del bosque.

No era un lujo, pero al menos estaba protegida de la intemperie. Había un par de muebles rudimentarios, entre ellos una silla que había encontrado cerca de una aldea y un par de alfombras que había hecho con pieles recolectadas de animales caídos o abandonados. Una cama rudimentaria hecha con paja también estaba allí, aunque no era lo más cómodo, pero servía para descansar después de un día de "entrenamiento".

Con la ayuda de Oak había logrado identificar que clase de bayas eran comestibles y cuales no, por lo que tampoco se podría decir que ni él ni Scorbunny pasaron mucha hambre.

- ¿Qué clase de vida es esta? - Dijo, frotándose las sienes mientras miraba la cabaña vacía. No era la vida que esperaba tener después de transmigrar, pero al menos no era un campo de batalla en el que corriera el riesgo de morir en cada esquina, lo cual parecía ser lo más normal que les pasaba a los protagonistas de estas historias.

Su primer Pokémon estaba cerca de una pequeña fogata improvisada que había hecho afuera descansando cerca del calor. Desde su llegada a este mundo, Adrian había tenido que aprender rápido: los animales comunes que podía encontrar no eran simplemente animales. En este mundo, todo podía convertirse en una criatura mágica con el toque adecuado.

El Sistema había sido muy claro al respecto podía convertir animales comunes en Pokémon, pero hacerlo bien requería tiempo y, lo más importante, mucho cuidado. De alguna manera, su método de cultivo de energía interna, el Camino del Domador Arcano, parecía adaptarse a esta nueva habilidad.

Una notificación del Sistema apareció ante él.

[Felicidades, muchacho. Has comenzado la primera etapa del Camino del Domador Arcano: El Lazo Naciente]

- Sí, claro. "Lazo Naciente". Perfecto. Primero soy un hombre común, ahora soy un "domador arcano" de criaturas mágicas. - Dijo Adrian con un tono de sarcasmo. - ...¿Por que el nombre de mi primera etapa suena a el nombre de una mala película de adolescentes? - Murmuró mientras se tapaba la cara con las manos.

- Para progresar, debes fortalecer tu vínculo con tu Pokémon. El primer paso es interactuar con él y comprender sus necesidades. El vínculo no se crea de la noche a la mañana. Cuídalo bien, y verás los frutos de tus esfuerzos -

Adrian observó a Scorbunny, quien parecía estar medio dormido, medio alerta, todo en una extraña mezcla de inconsciencia y energía potencial. No era como los animales comunes que había conocido en su mundo anterior. Esto era algo diferente, algo que se sentía... más.

- Este es el principio de mi nueva vida, ¿eh? Tener que hacer amigos para que me ayuden a luchar. O tal vez solo para no morir de hambre. - Se burló mientras se acercaba a su compañero. Una sonrisa emergió en su rostro mientras tocaba la mejilla de la coneja.

Era suave y cálida.

.....

Pasaron más días, sin que mucho cambiara. Adrian no se atrevió a irse más allá de las cercanías del bosque por el momento; aunque sabía que el exterior era peligroso, lo peor era la falta de conocimiento sobre su entorno y lo que podría encontrar allí. Además, no tenía los recursos ni la energía suficiente para ir más allá de las cercanías de su cabaña improvisada. Era un novato en este mundo, y eso lo mantenía con los pies en la tierra.

Lamentablemente la tranquilidad no duró mucho. Al día siguiente, mientras Adrian salía a buscar algo de comida, se topó con un pequeño grupo de criaturas que no parecían exactamente lo que se podría llamar "amigables".

A lo lejos, vio una pequeña bandada de aves extrañas, sus plumajes brillaban en tonos morados y azules, algo que no había visto antes. Instintivamente, Adrian se agachó, cubriéndose tras un árbol caído. Los animales no se veían como una amenaza inmediata, pero tampoco era un experto en criaturas mágicas y este era un mundo de cultivo de todas las cosas, uno nunca podía ser lo suficientemente cauteloso. Su Scorbunny, al parecer, no tenía ningún miedo, y de hecho, se adelantó a saltar por encima de la barricada improvisada y comenzó a acercarse a las aves.

- ¡Hey! ¡No te acerques tanto! - Gritó Adrian, preocupado.

El Pokémon no le hizo caso, pero Adrian pronto entendió por qué. Las aves no se veían tan intimidantes como pensaba. Parecían curiosas más que agresivas. Con un rápido movimiento, Scorbunny les dio una pequeña ember para ahuyentarlas. Las aves, sorprendidas, volaron al instante, pero no fueron un desafío real.

- ¿Eso fue un ataque? - Adrian preguntó, bastante impresionado, honestamente no esperaba que su Pokémon pudiera adaptarse tan rápido a sus nuevas características luego de haber pasado la mayor parte de su vida siendo una coneja normal, por lo que se sorprendió bastante, mientras observaba a su Pokémon saltar con energía y una sonrisa de satisfacción no pudo evitar devolverle la sonrisa.

...

Después de esa pequeña confrontación, Adrian pasó más tiempo interactuando con Scorbunny. De hecho, las horas que pasaba al aire libre cerca de su cabaña no eran tan peligrosas como se había imaginado. Sin embargo, lo que más le sorprendió fue la habilidad de su compañero para adaptarse rápidamente.

El Sistema le indicó que continuara con el proceso de cultivo de energía interna, pero en lugar de salir de inmediato a explorar más del mundo peligroso, Adrian optó por estudiar y practicar la conexión con Scorbunny en un ambiente seguro.

Tres días más pasaron, y Adrian siguió cultivando su vínculo con Scorbunny. Sabía que el camino sería largo, pero al menos ahora comprendía que tenía algo más que un simple "animal de compañía".

[¡Tu vinculo con Scorbunny se ha fortalecido!]

[Haz alcanzado con éxito la Sub etapa intermedia de Lazo Naciente]

- ¿Estás listo para lo que viene, Scorbunny? Porque yo... - Adrian se detuvo un momento, mirando al horizonte. - Estoy seguro de que esto solo se va a volver más loco –

...

Tres días después de haberse vinculado con Scorbunny, Adrian se aventuró a explorar más allá de los límites de su cabaña. Aunque sabía que el bosque era peligroso, su falta de provisiones y su curiosidad lo empujaron a buscar nuevos recursos y tal vez algo de información sobre este extraño mundo.

No muy lejos, encontró lo que parecía ser un pequeño asentamiento. Desde su posición, escuchó fragmentos de conversaciones entre los lugareños. Los tonos eran variados: algunos estaban claramente asustados, mientras que otros parecían más frustrados que preocupados.

- Dicen que ese maldito zorro ladrón ha vuelto a aparecer. ¡Anoche engaño a toda una patrulla, haciéndolos caer en una zanja llena de lodo! - Dijo un mercader.

- ¡Ese maldito zorro otra vez! ¡Se robó toda mi comida! - Gritó un hombre con un sombrero de paja, golpeando una mesa improvisada.

- Dicen que es un Kitsune encarnado, jugando con nosotros antes de desatar su verdadero poder - Dijo otro, con un tono más supersticioso.

- Bah, eso es solo un animal con suerte. Si le pongo las manos encima, lo convertiré en un par de guantes - Comentó otro, riendo entre dientes.

Adrian, que ya había comenzado a considerar volver, sintió que su interés se encendía al escuchar sobre un "zorro juguetón". No era la primera vez que oía sobre criaturas mágicas en este mundo, y algo en esa descripción le recordó a cierto Pokémon conocido por sus travesuras.

- '¿Un zorro? Podría ser un buen candidato' - Pensó, mirando de reojo a Scorbunny, que lo seguía con pasos tranquilos pero alertas.

Parecía no sentirse muy cómoda con las miradas acaloradas que recibía de parte de los niños pequeños en el lugar.

Mmm al parecer si es como dicen, tener una compañera encantadora atrae mucha miradas resentidas... en especial de los padres molestos que trataron de negociar para obtener su Scorbunny mediante el trueque o pago.

Por supuesto que se negó, aunque si fingió un poco de interés. Puede que fuera malo pero no podía negar que era bastante gracioso ver el rostro de Scorbunny haciendo una expresión que parecía gritar "¡Creí que éramos amigos!"

Dejando eso de lado.

Los rumores señalaban que el zorro solía aparecer cerca de un santuario abandonado en las colinas, un lugar que todos evitaban por superstición. Adrian, por supuesto, decidió que era una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar.

...

El santuario estaba envuelto en una atmósfera inquietante. Los árboles alrededor parecían más altos y retorcidos, y la neblina que cubría el suelo no ayudaba a calmar los nervios de Adrian.

- ¿Por qué siempre termino en lugares que parecen sacados de una película de terror? - Murmuró, ajustándose la mochila mientras Scorbunny lo miraba con una expresión que casi parecía decir "Esto es culpa tuya."

Apenas dio unos pasos dentro del santuario, sintió que algo no estaba bien. El aire parecía pesado, como si lo observaran desde todos los ángulos. Entonces, lo vio: una figura rápida y oscura que se movía entre las sombras.

- ¿Ahí estás, zorrito? - Preguntó Adrian, tratando de sonar más confiado de lo que realmente estaba.

La figura reapareció, esta vez más cerca. Era un zorro de pelaje negro y rojizo, con ojos dorados que brillaban con una inteligencia inusual. Pero lo más notable era la expresión burlona en su rostro, como si estuviera evaluando a Adrian y encontrándolo... insuficiente.

Antes de que Adrian pudiera decir algo más, el paisaje a su alrededor cambió. Donde antes había ruinas, ahora había un campo cubierto de flores doradas.

- ¿Qué rayos? - Adrian dio un paso atrás, pero la ilusión era sorprendentemente convincente.

Scorbunny reaccionó de inmediato, lanzando una pequeña llamarada al suelo, rompiendo parte de la ilusión. El zorro chasqueó la lengua, claramente molesto por la interrupción.

- Así que no eres tan tonto como pareces, ¿eh? - Dijo el zorro, con una voz femenina que resonó en la mente de Adrian, sonaba más o menos como de su edad.

- ¿Estás hablando? - Preguntó Adrian, incrédulo.

El zorro bufó, mostrando una sonrisa ladina.

- No, es tu imaginación. Claro que estoy hablando. Pero dudo que entiendas lo que significa encontrarte con alguien como yo -

- ¿Un zorro que juega con ilusiones? Déjame adivinar, eres un Kitsune en entrenamiento o algo así - Replicó Adrian, cruzándose de brazos, era un cliché bastante clásico que podrías encontrar tanto en novelas chinas como japonesas.

La zorra ladeó la cabeza, como si estuviera considerando su respuesta.

- Algo así. Pero no necesito explicarte mi historia. Solo sé que este es mi territorio, y tú no eres bienvenido -

Con un chasquido de sus dientes, la ilusión cambió nuevamente, y Adrian se encontró rodeado de árboles que parecían moverse por voluntad propia. Scorbunny, sin embargo, no se dejó intimidar. Saltó al frente, lanzando otra llamarada que disipó parte del engaño.

El zorro retrocedió, más sorprendido que molesto.

- Hmm... No está mal para un simple humano y su bobo conejo mascota. Pero eso no significa que puedas ganarme - Dijo, mostrando una sonrisa desafiante.

Luego de eso siguieron las horas más aburridas de su vida, casi comparables a aquella vez donde fue obligado a acompañar a su primo a ver Batman v Superman

...

Adrian, cansado del tira y afloja, decidió tomar la iniciativa.

- Escucha, zorra - Jamás pensó que pudiera llegar a decir esas palabras sin que una mujer intentara abofetearlo inmediatamente después. - No vine aquí para pelear contigo. De hecho, creo que podríamos ayudarnos mutuamente -

La zorra lo miró con desconfianza.

- ¿Ayudarme? ¿Tú? ¿Un humano sin talento? -

- Mira, puede que no parezca mucho, pero tengo algo que ningún otro en este mundo tiene - Dijo Adrian, mostrando una pequeña chispa de energía interna en su palma.

La zorra observó con interés, inclinando la cabeza.

- Esto... no es Qi común. - Murmuró, acercándose con cautela.

Adrian aprovechó el momento para explicarle su habilidad de convertir animales en Pokémon, y cómo ella, con su linaje de Kitsune, podría alcanzar un nuevo nivel de poder. Aunque al principio parecía incrédula, la curiosidad finalmente ganó.

- Está bien. Veamos si eres tan bueno como dices. Pero si esto es una trampa, te juro que convertiré tu mente en un laberinto del que nunca saldrás e incluso si lo logras tu cerebro definitivamente quedara hecho papilla - Amenazó, aunque su tono tenía un toque juguetón.

Adrian concentró su energía interna, infundiéndola cuidadosamente en la zorra. El proceso fue más complejo que con Scorbunny, probablemente debido al linaje único del animal. Sin embargo, después de unos momentos de tensión, un destello de luz de un color azulado envolvió a la zorra.

Cuando la luz se disipó, una Zorua de pelaje negro brillante apareció frente a él, con una expresión que mezclaba curiosidad y diversión.

- Bueno, humano, parece que realmente tienes algo especial. Supongo que puedo tolerarte... por ahora -

Adrian soltó un suspiro de alivio, mirando a su segundo Pokémon.

- 'Genial, ahora tengo una compañera que probablemente me meterá en más problemas de los que ya tengo' - Dijo, sonriendo de medio lado - 'Bueno, al menos lo compensara usando sus ilusiones como apoyo para disimular mi apariencia y vestimenta para que sea más difícil llamar la atención' -

...

De vuelta en su cabaña improvisada, Adrian ya estaba empezando a arrepentirse de haber integrado a Zorua a su equipo. La pequeña zorra había pasado todo el camino de regreso creando ilusiones para confundir a Scorbunny, quien no estaba exactamente encantada con su nueva compañera.

- ¡Por el amor de Arceus, Zorua, detente! - Gritó Adrian, después de que la cuarta ilusión consecutiva convirtiera su cama de paja en un montón de serpientes.

Zorua soltó una carcajada mientras se recostaba en un rincón, disfrutando del caos que había creado.

- ¿Qué? Solo estoy probando mis habilidades. ¿No es eso lo que hacen los Pokémon? - Respondió con una sonrisa astuta.

- Técnicamente, sí, pero también deberías aprender a al menos bajar una rayita a la intensidad - Explicó Adrian, señalando a Scorbunny, quien estaba visiblemente irritada, con las orejas levantadas y pequeñas chispas de fuego saliendo de sus patas.

- Oh, relájate, aliento de zanahoria - Dijo Zorua, rodando los ojos.

Scorbunny respondió lanzando una pequeña llamarada en dirección a Zorua, quien la esquivó con gracia.

- '¡Genial! Ahora tengo dos compañeras que quieren destruirse mutuamente, es como cuando tenía que compartir el cuarto con mis primos, ellos si que se tomaban enserio la guerra de bromas familiar de año nuevo' - Suspiró, dejándose caer en su cama improvisada mientras intentaba idear una forma de mantener la paz en su cada vez más peculiar equipo.

En ese momento, el Sistema decidió intervenir, desplegando una nueva notificación frente a Adrian

[Nueva misión: Fortalece la cooperación entre tus Pokémon. Completa una actividad de entrenamiento que fomente el trabajo en equipo. Recompensa: Habilidad especial desbloqueada para uno de tus Pokémon]

Adrian parpadeó al leer el mensaje.

- ¿Trabajo en equipo? Claro, eso debería ser fácil... si no fuera porque tengo una coneja explosiva y una zorra embustera en el mismo lugar - Murmuró con sarcasmo.

Scorbunny y Zorua, como si hubieran entendido sus pensamientos, lo miraron al mismo tiempo, una con orgullo y la otra con picardía.

...

Decidido a completar la misión (y, de paso, evitar que sus compañeras se destruyeran mutuamente), Adrian improvisó un pequeño campo de entrenamiento cerca de la cabaña. Usando piedras, ramas y cuerdas, creó un circuito básico que requería que Scorbunny y Zorua trabajaran juntas para completar los desafíos.

- Bien, esto es lo que vamos a hacer - Dijo, señalando el circuito con entusiasmo.

Scorbunny se veía interesada, aunque no completamente convencida, mientras que Zorua bostezaba con exageración.

- ¿De verdad esperas que haga esto? - Preguntó Zorua, sentándose con un aire desinteresado.

- Sí, porque si no lo haces, no habrá más comida para ti - Respondió Adrian con una sonrisa brillante.

Zorua bufó, pero finalmente se puso de pie, lista para participar.

.....

El entrenamiento, como era de esperarse, fue un desastre desde el principio.

En el primer desafío, que consistía en mover una roca grande usando un tronco como palanca, Scorbunny intentó hacerlo sola mientras Zorua fingía ayudar pero realmente no hacía nada.

- ¡Zorua, al menos pretende que estás ayudando! - Gritó Adrian, mientras la zorra creaba una ilusión de sí misma moviendo la roca, aunque la original estaba sentada en una rama observando la escena.

En el segundo desafío, que implicaba cruzar un pequeño arroyo usando un tronco como puente, Zorua decidió jugarle una broma a Scorbunny, creando la ilusión de que el tronco se rompía bajo sus patas. La coneja, furiosa, lanzó un Ember en dirección a Zorua, quien escapó entre risas.

- ¡Esto no es un entrenamiento, es un circo! - Exclamó Adrian, sujetándose la cabeza con frustración.

Sin embargo, en el último desafío, algo cambió. Adrian había colocado una cuerda en lo alto de un árbol y les pidió a Scorbunny y Zorua que la bajaran juntas. La tarea parecía simple, pero requería coordinación.

Scorbunny saltó primero, tratando de alcanzar la cuerda, pero estaba demasiado alta. Zorua, por su parte, usó una ilusión para crear lo que parecía ser un tronco largo que conectaba el suelo con la cuerda.

- Eso es hacer trampa - Murmuró Adrian, aunque no pudo evitar sentirse impresionado por la creatividad de Zorua.

Sorprendentemente, Scorbunny aceptó la ayuda de la ilusión y, usando el "tronco" como apoyo, logró llegar hasta la cuerda y bajarla con éxito. Ambas Pokémon compartieron una mirada breve pero significativa antes de regresar juntas al suelo.

- ¿Ven? ¡Eso es trabajo en equipo! - Dijo Adrian, levantando los brazos en señal de victoria.

Scorbunny y Zorua, simplemente le dirigieron una mirada llena de desdén, parecían haber encontrado un pequeño punto de entendimiento.

Cuando el entrenamiento terminó, el Sistema emitió una nueva notificación:

[Misión completada. Recompensa desbloqueada: Zorua ha obtenido la habilidad oculta "Ilusión Amplificada"]

Adrian sonrió, satisfecho con el resultado.

- Bueno, al menos algo salió bien hoy - Murmuró mientras miraba a sus dos compañeras.

........

Al día aparentemente tranquilo

Adrian, Scorbunny y Zorua habían logrado establecer una especie de tregua después de su caótico entrenamiento. La cabaña improvisada era un poco más tolerable ahora que las dos Pokémon se mostraban menos hostiles entre sí. O al menos, eso creía Adrian, hasta que Zorua decidió que sería divertido robar la comida de Scorbunny y esconderla detrás de una ilusión de un árbol gigante.

- ¡Zorua! ¿Otra vez con tus bromas? - Gritó Adrian mientras intentaba calmar a Scorbunny, quien ya estaba lanzando pequeñas llamaradas al aire en señal de protesta.

¿Por que eran sus pobres e inocentes manos las que tenían que pagar el precio por su conflicto?

Zorua, como siempre, se limitó a reír y a lanzar una mirada inocente.

- Esto no va a durar mucho si seguimos así... -Murmuró Adrian mientras intentaba devolver el orden al pequeño caos que se había convertido en su vida diaria.

Sin embargo, antes de que pudiera volver a enfocarse en sus tareas, algo cambió en el ambiente. El aire se volvió más denso, y un extraño rugido resonó en la distancia.

Scorbunny fue la primera en reaccionar, poniéndose de pie y mirando hacia el bosque con las orejas erguidas. Incluso Zorua, quien siempre parecía relajada, mostró una expresión seria.

- Eso no suena como algo que quiera invitar a tomar el té - Dijo Adrian, intentando bromear mientras tomaba una Pokéball de su mochila por si acaso.

El rugido se hizo más fuerte, y de entre los árboles emergió una criatura que Adrian no había visto antes: un enorme lobo con ojos brillantes y un pelaje gris oscuro que parecía absorber la luz del entorno. Tenía cicatrices en todo el cuerpo, y su tamaño era casi el doble del de un lobo normal.

- Bien, parece que las cosas se pusieron interesantes - Dijo Adrian, aunque en el fondo estaba pensando '¿Cómo demonios salgo de esta?'

El lobo no dudó en atacar. Con un movimiento rápido, se lanzó hacia Adrian, pero Scorbunny saltó frente a él, lanzando una ráfaga de llamas para desviar el ataque. Zorua, por su parte, creó una ilusión que hacía parecer que había múltiples Adrian corriendo en direcciones opuestas, confundiendo momentáneamente a la bestia.

- ¡Buen trabajo, chicas! - Gritó Adrian, Sorprendido por la rapidez con la que sus compañeras reaccionaron, parecía que el entrenamiento del día anterior no había sido en vano.

Sin embargo, el lobo era más resistente de lo que esperaba. Incluso después de recibir varios golpes, seguía atacando con una ferocidad inquebrantable.

- Esto no va a funcionar si seguimos jugando a la defensiva... - Murmuró Adrian, tratando de idear un plan.

Fue entonces cuando recordó lo que el Sistema había dicho sobre las habilidades únicas de sus Pokémon.

- ¡Zorua, usa tu Ilusión Amplificada para crear una distracción! Scorbunny, prepárate para un ataque directo -

Zorua asintió, y en cuestión de segundos, el lobo estaba rodeado por una docena de copias ilusorias de sí mismo, todas rugiendo al unísono. Confundido, el lobo comenzó a atacar al aire, tratando de encontrar al verdadero enemigo.

Aprovechando el caos, Scorbunny saltó al aire y lanzó una poderosa ráfaga de llamas directamente al lobo, golpeándolo en el costado y haciéndolo retroceder con un gruñido.

El lobo, aunque herido, no parecía dispuesto a rendirse. Adrian sabía que sus Pokémon estaban comenzando a cansarse, y él mismo por el momento no tenía ninguna habilidad de combate para ayudar directamente.

Fue entonces cuando notó algo extraño en los ojos de la criatura. No mostraban rabia, sino miedo.

- Espera un momento... ¿No estás protegiendo algo, verdad? - Murmuró Adrian, más para sí mismo que para sus compañeras.

Con cautela, levantó las manos en señal de rendición y dio un paso al frente.

- Escucha, no queremos lastimarte más. Si estás protegiendo algo, no lo tocaremos. Solo queremos pasar por aquí -

El lobo gruñó, pero no atacó de inmediato. Adrian, aprovechando el momento, usó una pequeña cantidad de su energía tipo hada, proyectándola hacia el lobo y ofreciéndole una curación menor como un gesto de paz. La criatura observó la luz con desconfianza, pero al ver que no era dañina eventualmente retrocedió, desapareciendo entre los árboles.

- Eso fue... demasiado cerca - Comento dejándose caer al suelo mientras Scorbunny y Zorua lo miraban con expresiones que parecían decir '¿En serio acabas de hacer eso?'

De vuelta en la cabaña, Adrian trató de procesar lo que acababa de suceder.

- Bien, eso fue oficialmente mi primer encuentro con una bestia mágica... y creo que prefiero evitarlas en el futuro - Dijo mientras revisaba las heridas menores de Scorbunny y Zorua.

El Sistema emitió una notificación

[Recompensa: Experiencia adicional para tus Pokémon y un nuevo nivel desbloqueado en el Camino del Domador Arcano.]

- Bueno, al menos algo bueno salió de todo esto - Comento Adrian mientras le daba una pequeña sonrisa a sus compañeras.

Esta experiencia le había enseñado una valiosa lección no podía depender únicamente de la fuerza de sus Pokémon. También tendría que aprender a leer las situaciones y encontrar soluciones creativas si quería sobrevivir en este mundo.

...

Al día siguiente, mientras Adrian intentaba mejorar la cabaña (principalmente asegurándose de que no colapsara), fue interrumpido por el sonido de pasos acercándose desde el bosque. Aunque su primer instinto fue esconderse, pronto se dio cuenta de que no se trataba de una bestia mágica, sino de un anciano que llevaba una cesta de madera en la espalda.

- ¡Joven! - Gritó el anciano con una voz sorprendentemente firme para alguien de su edad.

Adrian, desconfiado, se quedó en silencio por un momento antes de salir de su escondite improvisado.

- ¿Qué quiere? - Preguntó, tratando de no parecer demasiado hosco.

El anciano sonrió, revelando unos pocos dientes restantes, pero sus ojos brillaban con astucia.

- Vi tu pequeña actuación en el bosque ayer. Ese lobo no es fácil de ahuyentar, y tú y tus... ¿criaturas? Lo manejaron bastante bien -

Adrian sintió que un sudor frío recorría su espalda. ¿Lo habían estado observando? Ah se jodio enserio ¿Como podría no llamar la atención estando acompañado de dos criaturas extrañas y de buen aspecto?

- No sé de qué está hablando -Dijo, intentando sonar casual.

El anciano soltó una carcajada.

- Tranquilo, muchacho. No estoy aquí para acusarte de nada. Al contrario, creo que tienes talento, y sería una pena que se desperdiciara. Deberías venir al Mercado de los Susurros. Hay cosas que podrían interesarte -

Adrian arqueó una ceja.

- '¿Mercado de los Susurros? ¿Eso no suena como algo sacado de una película de mafiosos de 3ra?' - Se pregunto mientras veía al anciano irse con una ceja alzada. - 'Este tipo de cosas le gustarían a papá' -

El anciano no respondió directamente nada más, pero dejó caer un pequeño amuleto de madera en la mano de Adrian antes de marcharse.

Adrian pasó el resto del día debatiendo si debía ir o no. Sabía que las interacciones con la gente de este mundo podían ser peligrosas, especialmente para alguien como él, que escondía su verdadero poder.

- ¿Qué piensan ustedes? - Preguntó a Scorbunny y Zorua, quienes lo miraron con expresiones igualmente confusas.

Finalmente, la curiosidad ganó. Esa noche, usando el amuleto como guía, Adrian siguió un sendero iluminado por linternas de papel hasta un claro en el bosque. Allí, encontró un espectáculo que lo dejó sin palabras.

El Mercado de los Susurros era un caos organizado: puestos improvisados hechos con madera, tela y huesos exhibían todo tipo de mercancías, desde armas hasta extrañas hierbas que brillaban en la oscuridad. Los vendedores eran igual de variados: humanos, figuras encapuchadas, e incluso lo que parecían ser bestias mágicas que hablaban el idioma común.

- Esto es... ¿legal? - Murmuró Adrian mientras Scorbunny y Zorua caminaban a su lado, tan fascinadas como él.

Mientras exploraba, fue atraído por un puesto atendido por una mujer de cabello plateado que llevaba un vestido oscuro bordado con símbolos extraños. En el centro del puesto había una jaula que contenía una extraña ave de plumas iridiscentes.

- Ah, joven forastero. Veo que tienes un aura interesante. - Dijo la mujer, mirando a Adrian con una sonrisa enigmática.

- ¿Aura? No sé de qué habla. Solo estoy... explorando - Respondió Adrian, tratando de sonar indiferente.

La mujer rió suavemente.

- Claro, claro. Pero déjame advertirte algo: en este mercado, lo más valioso no siempre es el oro. Aquí se comercia con secretos, promesas y, a veces, incluso con deseos -

Adrian sintió un escalofrío.

- 'Genial, ahora estoy en un mercado mágico que también parece un casino de Las Vegas. Mamá me daría una paliza si se enterara' -

Scorbunny y Zorua, que hasta ahora habían estado observando en silencio, comenzaron a olfatear un pequeño cofre en el puesto.

- ¿Qué es eso? - Preguntó Adrian, señalando el cofre.

La mujer abrió el cofre, revelando una gema que brillaba con un resplandor dorado.

- Esto es un Fragmento de Luz Dorada. Es un catalizador raro que puede amplificar la energía interna de las criaturas mágicas, ayudándolas a evolucionar de formas inesperadas -

Adrian no pudo evitar pensar en Scorbunny y Zorua, y en cómo esto podría ayudar a desbloquear más de su potencial... Además, era debil ante esos ojitos suplicantes que Scorbunny le dirigia.

- ¿Cuánto cuesta? - Preguntó, con cautela.

La mujer sonrió, pero no mencionó una cantidad de dinero.

- No quiero tu oro, joven. Lo que quiero es... una promesa -

Adrian frunció el ceño.

- ¿Qué tipo de promesa? -

- Prométeme que cuando encuentres el verdadero poder detrás de tus criaturas, volverás aquí y compartirás conmigo lo que hayas descubierto -

Adrian dudó. No le gustaba la idea de hacer promesas en este mundo, pero la oportunidad de obtener algo tan valioso era tentadora. Finalmente, asintió.

- De acuerdo. Tienes mi palabra -

La mujer le entregó la gema, y Adrian se marchó rápidamente, sintiendo que había hecho un trato del que probablemente se arrepentiría más adelante.

- ¡Con un demonio, me deje llevar! - Chillo mientras no sabia si reír o llorar.

¿Como podría haber caído en semejante idiotez?

...

De vuelta en su cabaña, Adrian examinó la gema mientras Scorbunny y Zorua la observaban con fascinación.

- Bueno, chicas, parece que tenemos un nuevo juguete - Dijo, dejando que la luz dorada de la gema iluminara la habitación.

Aunque no sabía exactamente cómo usarla, estaba seguro de que sería una buena herramienta, ya que como Domador Arcano seguro podría encontrarle un uso a un objeto que ayuda a evoluciones ¿verdad?.

- Supongo que no fue tan mala idea ir al mercado... por ahora - Murmuró, aunque una parte de él no podía ignorar la sensación de que el precio de esa promesa sería más alto de lo que esperaba.

Ugh, enserio quería golpear en la cara a su yo pasado por dejarse llevar por la atmosfera del lugar.

.....

Adrian miraba la gema dorada con una mezcla de fascinación y preocupación. Su brillo era hipnotizante, pero no tenía idea de cómo usarla o qué efectos podría tener en sus Pokémon. Aunque el Sistema no había mencionado nada al respecto, parecía lógico que algo tan raro tuviera algún uso práctico.

- Bien, ¿quién quiere ser la primera en probar? - Preguntó con una sonrisa nerviosa, levantando la gema.

Scorbunny dio un paso adelante, observando la luz con ojos brillantes. Zorua, por otro lado, soltó un bostezo exagerado y se acomodó en un rincón, claramente más interesada en sus propios asuntos.

- Perfecto. Una voluntaria y una espectadora. Así es como empezamos todos los grandes experimentos -

Siguiendo su instinto (y tal vez un poco de su habilidad improvisada como Domador Arcano), Adrian dejó que su energía fluyera hacia la gema. El objeto comenzó a brillar con más intensidad, y pequeñas chispas de luz se desprendieron de su superficie.

La luz envolvió a Scorbunny, quien cerró los ojos mientras un aura cálida la rodeaba. Adrian observó con los ojos muy abiertos, sin saber si detenerse o dejar que el proceso continuara. La gema parecía reaccionar tanto a la energía interna de Adrian como al potencial natural de Scorbunny, creando una conexión especial.

De repente, la luz desapareció, y Scorbunny abrió los ojos. Había ciertos cambios que se podían notar a simple vista, como los bordes de un tono algo rosa en su pelaje blanco y toques de un dorado brillante en sus orejas, y además Adrian podía sentir que algo en ella era diferente.

- ¿Te sientes bien? - Preguntó, arrodillándose para examinarla.

Scorbunny asintió con energía, dando pequeños saltos antes de lanzar una llamarada más fuerte de lo normal al aire.

- Eso... es nuevo - Dijo Adrian, impresionado por la intensidad del ataque. - ¡Espera! ¡No sigas, quemaras la cabaña! -

El Sistema emitió una notificación

[Scorbunny ha desbloqueado la habilidad oculta "Llamas de Hada". Esta habilidad combina su energía tipo fuego con una resonancia leve de tipo hada, permitiéndole lanzar ataques más versátiles]

- ¿Ves, Zorua? ¡Podrías tener algo como esto si te interesaras un poco más en participar! - Bromeó Adrian, volviendo su atención hacia la zorra.

Zorua lo miró con desdén antes de rodar los ojos.

- Sí, claro. ¿Y qué pasa si me convierte en una antorcha viviente? Paso, además el dorado no es mi color -

......

Adrian pasó el resto del día probando la nueva habilidad de Scorbunny. Aunque la combinación de fuego y energía tipo hada era poderosa, requería un control que ambos aún estaban aprendiendo. La primera vez que intentaron usarla en un pequeño tronco, el resultado fue una explosión menor que dejó a Adrian cubierto de hollín.

- ¡Perfecto! Ahora también puedo agregar "blanco de pruebas" a mi currículum - Dijo, tosiendo mientras se limpiaba la cara.

A pesar de los contratiempos, no podía evitar sentirse emocionado. Este era el primer indicio real de que sus Pokémon podían alcanzar un nivel de poder y especialización que podría volverlos mucho más fuertes y mejores que sus contrapartes canónicas.

Sin embargo, no todo era tan sencillo. Esa noche, mientras intentaba dormir, Adrian no podía dejar de pensar en el trato que había hecho en el Mercado de los Susurros. La mujer del puesto había sido amable, sí, pero algo en su sonrisa le había parecido inquietante.

- '¿Qué quiso decir con "el verdadero poder de tus criaturas"?' - Penso, mirando hacia el techo.

Sabía que este mundo estaba lleno de secretos y peligros, y también de gente especialmente loca, por lo que aunque sus habilidades como Domador Arcano eran un tanto únicas siendo similares y a la vez distintas de los domadores de bestias nativos de este mundo, no todo era bueno, esto también lo hacía un objetivo potencial para aquellos en el poder desearan explotarlo si es que terminaban descubriendo más a fondo lo que podía lograr.

- 'Lo único que puedo hacer es seguir avanzando. Por ahora, solo tengo que enfocarme en fortalecer a estas dos locas' - Pensó mirando a Scorbunny y Zorua, que dormían tranquilamente cerca del fuego que había en la estufa rustica que había logrado construir.

...

A la mañana siguiente, mientras recogía leña cerca de su cabaña, Adrian escuchó un sonido extraño, como un eco distante de algo metálico. Intrigado, siguió el ruido hasta encontrar una pequeña grieta en el suelo, apenas visible entre las raíces de un árbol.

- ¿Qué es esto? - Preguntó, arrodillándose para inspeccionar la grieta.

Con cuidado, comenzó a despejar la tierra y las raíces, revelando lo que parecía ser la entrada a una estructura subterránea. Una escalera de piedra descendía hacia la oscuridad, y el aire que salía del lugar era frío y húmedo.

- Genial. Porque explorar ruinas antiguas siempre termina bien - Dijo, suspirando mientras miraba a sus compañeras.

Scorbunny parecía emocionada, saltando alrededor de la entrada, mientras que Zorua se acercó con más cautela, olfateando el aire. Pero incluso un tonto podría notar que ella también estaba interesada en la exploración.

- De acuerdo. Esto podría ser peligroso, pero si vamos juntos, tal vez encontremos algo útil. O al menos algo que no intente matarnos. - Bromeó, aunque su tono mostraba algo de nerviosismo.

Con una última mirada al exterior, Adrian encendió una pequeña antorcha improvisada y comenzó a descender, seguido de cerca por sus Pokémon.

Mientras bajaban las escaleras, el aire se volvía más denso, y un leve zumbido resonaba en las paredes. Aunque no sabía qué encontraría en esas profundidades, estaba seguro de que este era solo el comienzo de un nuevo capítulo en su aventura.

- 'Bueno, al menos no es otro lobo gigante... creo' - Pensó mientras avanzaba hacia la oscuridad, con Scorbunny y Zorua a su lado.

Bajo las escaleras con un paso cauteloso, iluminando el oscuro camino con su antorcha improvisada. Scorbunny saltaba a su lado con entusiasmo, mientras que Zorua caminaba detrás, observando cada rincón con interés.

- ¿Por qué siempre hay una caverna misteriosa en estas historias, siempre que protagonista se instala en lugar alejado de los demás? - Murmuró Adrian, intentando romper el silencio opresivo. - ¿No podría ser un castillo lleno de comida gratis o un spa mágico. No, tiene que ser una estúpida cueva húmeda con olor a moho -

Zorua bufó, aparentemente divertida.

- Quizá encuentres un anillo mágico que te vuelva menos molesto - Respondió con tono burlón.

Adrian suspiró.

- Sí, claro. Y apuesto a que también hay un dragón guardando un tesoro abajo, porque eso nunca ha sido hecho antes -

Tras unos minutos de caminata, el grupo llegó a una gran cámara iluminada por cristales brillantes incrustados en las paredes. En el centro de la sala había un pedestal con un objeto que parecía un antiguo medallón.

- Ah, sí. Esto grita "trampa mortal" - Comentó Adrian, acercándose con cautela al pedestal - Déjame adivinar, si lo toco, el techo se derrumba, o un golem gigante aparece de la nada. O tal vez aparezca una roca gigante rodando para aplastarnos -

Scorbunny saltó al pedestal y comenzó a olfatear el medallón, mientras Zorua observaba desde una distancia segura, su cola moviéndose lentamente como si esperara lo peor.

- Gracias por tu valentía, Zorua. Eres un verdadero pilar de apoyo - Bromeó Adrian, rodando los ojos.

- Prefiero ser un pilar vivo que uno aplastado. - Respondió Zorua, sin molestarse en ocultar su tono sarcástico.

Finalmente, Adrian tomó el medallón con cuidado. Para su sorpresa, no ocurrió nada. Ni golems, ni trampas, ni explosiones mágicas.

- Bueno, eso fue anticlimático - Dijo, examinando el objeto más de cerca.

El medallón tenía inscripciones que no podía leer, pero el Sistema rápidamente desplegó una notificación.

[Medallón de Energía Resonante: Un artefacto antiguo que amplifica la sincronización entre un Domador y sus criaturas mágicas]

Adrian levantó una ceja.

- ¿Sincronización? ¿Es esto otro cliché más? ¿Ahora voy a invocar un poder especial con frases cursis? - Preguntó al aire.

Scorbunny, ignorándolo por completo, saltó del pedestal, mientras Zorua finalmente se acercaba para inspeccionar el medallón.

- ¿Es seguro? - Preguntó la zorra, mirando el objeto con desconfianza.

- Tan seguro como caminar descalzo en este lugar, o abofetear a un tipo rico y mimado con nombre del estilo de la región de Longhuang - Respondió Adrian, guardándolo en su mochila.

Justo cuando Adrian se giró para regresar por donde había venido, un rugido resonó en la cámara. La pared opuesta comenzó a temblar, y una grieta se abrió lentamente, revelando una criatura enorme que parecía una mezcla entre un lagarto y un carnero, con cuernos retorcidos y ojos que brillaban como brasas.

- Por supuesto. No sería una cueva mágica sin un guardián gigante - Dijo Adrian, retrocediendo mientras desenvainaba una rama afilada que había improvisado como lanza días antes.

Scorbunny y Zorua se posicionaron rápidamente frente a él, listas para luchar.

- Bien, chicas, es hora de demostrar que no somos simples novatos de un nivel inicial - Dijo Adrian, intentando sonar más confiado de lo que realmente estaba.

La criatura cargó hacia ellos con sorprendente velocidad, obligando a Adrian y sus compañeras a dispersarse.

- ¡Zorua, usa una ilusión para distraerlo! - Gritó Adrian mientras esquivaba por poco una embestida.

Zorua creó una serie de clones ilusorios que rodearon a la bestia, confundiéndola momentáneamente. Scorbunny aprovechó la distracción para lanzar una ráfaga de "Llamas de Hada" directamente a los ojos del guardián, haciéndolo retroceder con un rugido de dolor.

- ¡Eso es! ¡Sigamos así! - Dijo Adrian, sintiendo un destello de esperanza.

Sin embargo, la criatura parecía más enfadada que herida. Con un salto inesperado, destrozó las ilusiones de Zorua y lanzó un ataque masivo que dejó a Adrian y sus Pokémon separados.

- ¡Esto es peor que un jefe de raid en modo difícil! - Gritó Adrian mientras arrojaba a un lado los restos de su lanza improvisada, tratar de recuperar el control de la situación era verdaderamente una cosa de la que no era capaz en estos momentos.

Adrian recordó el medallón en su mochila. No tenía idea de cómo funcionaba, pero si amplificaba la sincronización, tal vez podría usarlo para coordinar mejor a Scorbunny y Zorua.

- Espero no arrepentirme de esto... - Murmuró, sosteniendo el medallón mientras canalizaba su energía hacia él. ¿Quien sabía lo que le haría a su mente el estar sincronizado con Zorua?

El objeto comenzó a brillar, y tanto Scorbunny como Zorua parecieron reaccionar al instante. Sus movimientos se volvieron más fluidos, casi como si entendieran lo que el otro iba a hacer antes de que ocurriera.

Scorbunny saltó al aire, lanzando una ráfaga de llamas hacia la criatura, mientras Zorua usaba sus ilusiones para guiar al enemigo directamente hacia el ataque. El guardián, incapaz de seguir el ritmo, finalmente cayó con un rugido final.

- ¡Sí! ¡Lo hicimos! - Gritó Adrian, levantando los brazos en señal de victoria.

Scorbunny y Zorua regresaron a su lado, claramente exhaustas pero satisfechas.

- Eso fue... impresionante. Pero si podemos evitar otro encuentro como este, lo agradecería - Dijo Adrian, dejándose caer al suelo.

Mientras se recuperaban, no pudo evitar reírse para sí mismo.

- ¿Sabes? Esto de pelear podría ser realmente divertido si no estuviera constantemente al borde de la muerte al hacerlo -

Zorua rodó los ojos, mientras Scorbunny le daba un suave golpe en el hombro, como si estuviera de acuerdo.

- Bueno, salgamos de aquí antes de que algo más decida aparecer - Dijo, levantándose y dirigiéndose hacia la salida.

.....

Adrian salió de la caverna sintiéndose como si hubiera corrido un maratón en un día caluroso. Scorbunny y Zorua caminaban detrás de él, visiblemente agotadas pero orgullosas de su trabajo en equipo.

- Bien, lo hicimos. ¿Ven? ¡Somos un equipo increíble! - Dijo Adrian, aunque su sonrisa triunfal se torció al recordar lo cerca que estuvieron de ser aplastados por el guardián.

Zorua soltó un bostezo exagerado.

- Si esto es ser "increíbles", prefiero no imaginar lo que pasa cuando somos mediocres - Comentó, mientras Scorbunny simplemente asintió con las orejas caídas, claramente lista para un descanso.

Adrian suspiró, dejando caer su mochila al suelo mientras miraba al cielo nocturno.

- No voy a mentir. Esto fue horrible. Pero al menos conseguimos algo útil, ¿verdad? - Dijo, sacando el medallón de sincronización de su mochila.

El objeto seguía brillando débilmente, como si aún guardara parte de la energía que habían generado durante la batalla. Adrian lo sostuvo en alto, admirando su diseño intrincado.

- Espero que valgas la pena, porque casi morimos por ti - Dijo, guardándolo de nuevo.

...

Esa noche, de vuelta en su cabaña, Adrian encendió el fuego en su chimenea mientras Scorbunny y Zorua descansaban cerca. Las llamas arrojaban sombras danzantes sobre las paredes de madera, creando un ambiente bastante cálido.

- Esto es solo el principio, ¿verdad? - Preguntó en voz baja, mirando a sus compañeras.

Scorbunny levantó la cabeza y lo miró directamente a los ojos, como si intentara transmitir algo que no podía expresar con palabras. Zorua, por su parte, simplemente rodó sobre su espalda, dejando escapar un suave gruñido de satisfacción.

- 'Sí, lo sé. Estoy atrapado en un mundo que parece sacado de una novela de cultivo con un sistema que me lanza misiones tontas y cero manual de instrucciones' - Pensó dejando escapar una risa amarga - '¿Por qué no podía haberme transmigrado a un mundo más tranquilo como historia slice of life?' -

El Sistema, como si lo escuchara, emitió una notificación.

[Misión completada: Primer desafío del Camino del Domador Arcano]

[Recompensa: Incremento en la afinidad con tus Pokémon y acceso a nuevas funciones del Sistema]

Adrian arqueó una ceja.

- ¿"Nuevas funciones"? Por favor, dime que incluyen algo como un mapa, porque estoy seguro de que nos vamos a perder tarde o temprano -

La pantalla del Sistema se llenó de texto, mostrando una lista de herramientas desbloqueadas

[Mapa Básico: Muestra el área circundante con información limitada]

[Registro de Criaturas: Detalla las características y habilidades de las bestias que encuentres]

[Guía de Materiales: Ayuda a identificar recursos útiles en el entorno]

- Bueno, esto... no está tan mal – Admitió, aunque su tono seguía cargado de escepticismo.

...

Mientras sus compañeras dormían, Adrian se paro cerca de la ventana de la cabaña y se quedó mirando las estrellas. Sabía que este mundo era peligroso, pero también tenía potencial. Si podía sobrevivir y aprender a manejar sus habilidades, tal vez podría hacer algo más que simplemente luchar por su vida.

- 'Quizá pueda crear algo diferente aquí. Un lugar donde no todo sea sobre poder y codicia' - Pensó, recordando las ligas Pokémon y desafíos de gimnasios que tanto le gustaban en su mundo anterior.

El pensamiento lo hizo sonreír. No era más que un sueño por ahora, pero quizás podría hacerlo en el futuro una vez fuera lo suficientemente fuerte.

- 'De acuerdo, Polaris. Prepárate, porque Adrian Vieri no piensa quedarse como un simple espectador' -

...

Cuando el sol comenzó a salir, Adrian despertó con una nueva determinación. Su cabaña, aunque modesta, ahora parecía un refugio digno. Sus Pokémon, aunque aún algo inexpertas, estaban mostrando un progreso impresionante.

- Bien. Es hora de planear nuestro próximo movimiento - Dijo, despertando a Scorbunny y Zorua, quienes lo miraron con expresiones de cansancio y algo de molestia.

El Sistema emitió otra notificación, esta vez con un título que lo hizo fruncir el ceño.

[Misión: Investigar la aparición de una criatura desconocida en las cercanías]

- Porque claro, no puedo tener un día tranquilo, ¿verdad? - Dijo Adrian, suspirando mientras se ponía de pie.

Scorbunny saltó emocionada, mientras Zorua simplemente lo miró con una mezcla de exasperación y curiosidad.

- Está bien. Vamos a ver qué nueva locura nos espera. Pero esta vez, ¿pueden intentar no matarme de un susto? -

Con una mezcla de entusiasmo y resignación, Adrian y su equipo se adentraron en el bosque, listos para enfrentar lo que sea que les arrojaran.

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Les sere honesto, ni yo se por que escribi esto. Bueno, más allá de que fue algo que discuti con algunos locos hace varios meses atrás.

En fin, para esta historia basicamente busco que sea como Pendejos, pero burlandome de las novelas de cultivo y los fanfics de Pokémon

No esta mal ¿verdad?

Regiones actuales:

Longhuang:

Shinos

Tenryu:

Japos

Taeguksa:

Inspirada en Corea.

Aurelion:

Una región fuertemente influenciada por la cultura medieval y la greco-romana.

Vinterra:

Una región híbrida que mezcla elementos de todas las culturas antes mencionadas, ubicada en el centro del continente.

Mirzakh:

Inspirado en elementos de Persia y las tierras desérticas.