—No puedo creer que esto esté sucediendo —dijo Ana, inmersa en sus pensamientos.
—¿Y ahora qué haremos? —preguntó Luis con preocupación—. No tenemos mucho tiempo.
—Creo que lo mejor será avanzar según el plan original —respondió Ana con firmeza—, no podemos darnos el lujo de improvisar ahora.
—Estoy de acuerdo —asintió Luis—. Es todo o nada en este momento.
—Por cierto, ¿verificaste todo el equipamiento? —inquirió Ana.
—Sí, todo está listo —confirmó Luis—. Solo falta esperar el momento adecuado.
—Perfecto. Mantengamos la calma y sigamos adelante —concluyó Ana.