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La Unión De Los Reinos

¿Sufrir por un destino sellado? ¿Acaso la voluntad de un ser vivo es nula delante de semejante escritura? ¡No! ¡Definitivamente no es así! Yo seguiré solo por ti, mi Diosa, pero de ahora en adelante, yo mismo forjare mi destino. Que el cielo caiga en picada y los mares ahoguen mis intentos, pero no dejaré que el sufrimiento recaiga sobre mi nuevamente... Una espada y una llama arraigada a una ferviente voluntad, eso junto a ustedes, serán la compañía de Light en esta novela llena de altibajos. ¿Crees llegar al final y tener lo necesario para apoyarlo? Pues ¡Demuéstralo!

DroopyBook · Kỳ huyễn
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23 Chs

Capítulo 4: ¡Progresando a buen ritmo!

Dos meses pasaron nuevamente. Light siguió progresando y también fue creciendo poco a poco. Ya podía moverse muy bien a la hora de esquivar ataques de su padre, Light ya se iba adaptando a su pequeño cuerpo y fue mejorando con la espada.

El combate cuerpo a cuerpo era progresivo, Albert le creó un pequeño muñeco de practica para que Light entrenara con él. Eso lo ayudaba mucho, puesto que su padre era grande y a la hora de un combate, no podía llegarle del todo.

En cuanto al progreso de la formación de su núcleo de mana, las cosas iban muy bien. Light ya podía ver un pequeño hilo de mana que formaba un circulo. Eso significaba que el núcleo iba tomando forma lentamente.

El buen progreso llenaba de felicidad al pequeño, además de que lo motivaba a seguir adelante.

Light no solo se enfocó en la lucha y la formación de su núcleo de mana, si no que también indagó más sobre el continente. Tener un gran conocimiento a una temprana edad era bueno para él. Además de que su memoria era tan buena que podía recordar todo a pesar del tiempo.

Light descubrió que el reino humano era grande, allí albergan seis grandes ciudades, 6 ciudades medianas y muchos pueblos y villas. Además de poseer la ciudad central donde vivía el rey. La ciudad era como dos ciudades grandes.

Cada ciudad es cuidada por personas aristócratas y varios nobles. Los pueblos eran propiedades de esos aristócratas, pero habían algunos como el pueblo Nion que eran ignorados debido a su localidad y progreso.

Otra cosa que notó Light mientras leía era que, el interés estaba muy presente en este continente. Si no eras de gran beneficio para el reino o las ciudades, no eres digno de mención.

Lo mismo pasaba con las personas, si no eras talentoso o por lo menos tenías un buen aspecto que podía mejorar el futuro del reino, no eras nada mas que un mero ser inferior. La capacidad de Light de entender esas cosas no eran tan altas.

Light pasó sus tres años recibiendo muchos afectos y en el pueblo siempre lo trataban bien, además de que el pueblo en si era tranquilo y agradable. Es por eso que entender ese tipo de trato aun se le era algo difícil, Light tampoco quiso enrollarse tanto en eso, por lo que lo ignoró.

De igual forma, Light tenía un sentimiento en su pecho por eso, era como lo que sentía cuando vió al topo ser comido por el Alcón, lástima.

En una mañana donde Light practicaba con su padre, no pudo evitar buscar algo de respuesta en su padre. Al ser mayor que el y el haber vivido mas, a lo mejor el sabría algo. Pensó Light.

Light se encontraba golpeando el muñeco de practica cuando se detuvo a preguntarle a su padre.

—Padre, ¿el mundo es injusto?

Ante tal pregunta, Albert no pudo evitar abrir los ojos.

Que su hijo preguntase eso, ya excedía la capacidad de pensar de un niño. Albert recordó el momento donde estuvo a punto de perder lo que más amaba. Recordó cuando su amada y su pequeño Light casi fallecían.

No pudo evitar sentir una injusticia, ellos que tan bien se habían portado en la vida, no tenían el porque pasar por algo tan trágico. Pero después pensó en la suerte que tuvo después de la aparición de la Diosa. Por lo que Albert respondió.

—El mundo y la vida de vez en cuando suelen ser injustas, Light, pero también de vez en cuando tiene sus cosas buenas. Aun eres pequeño, por lo que no lo entiendes del todo, pero mediante crezcas, te darás cuenta —dijo el padre mientras le frotaba el cabello a su hijo—, Pero, aprovecha esta edad para aprender y saber que, este mundo se maneja por la fuerza, el fuerte siempre le gana al débil. ¿Por lo menos entiendes eso, hijo?

Light recordó la escena del topo y el Alcón. Por lo que rápidamente tuvo una idea de lo que su padre decía. Ser fuerte te trae grandes beneficios, te trae buena vida, si eres débil, serás devorado, serás maltratado y solo servirías de alimento para el mundo.

Con eso en mente, Light solo asintió y volvió a la practica golpeando al muñeco. Una nueva resolución surgió de su interior. Quería ser fuerte no solo para explorar el mundo, ahora tenía otra idea en su mente. Ser fuerte para que el mundo no lo devore, ser fuerte para que la injusticia no caiga sobre su familia.

Pensamientos inocentes pero con sentido. La mente de Light evolucionaba rápidamente, por lo que, poder ver las cosas del mundo no serían un problema cuando crezca.

✴️

Una semana había pasado desde la charla que Light tuvo con su padre.

Light se sentía feliz, puesto que dentro de dos días, su madre cumpliría años. Albert y Light habían acordado regalarle algo bonito a Ailyn ese día.

Light salió un día anterior al cumpleaños de su madre con su padre al pueblo. Albert conocía a un herrero que prometió regalarle varios accesorios para su mujer. El herrero y los padres de Light se conocían desde niño, por lo que también quería regalarle algo.

Light siempre se emocionaba cuando pasaba por el centro, allí el podía ver armas y herramientas que lo emocionaban mucho. Esta era la primera vez que Albert salia con su hijo al pueblo, por lo que al notar la reacción del niño, Albert sonrió.

—¿Te gustan las armas, hijo?

—Son increíbles, padre, son algo hermoso, el brillo y el como los herreros pueden hacer tales cosas. Eso me asombra —respondió el niño con una sonrisa.

Albert no pudo evitar reír en carcajada. Después de un rato, Albert entró en una tienda pequeña, allí habían armas, joyas y armaduras. Light cuando entró no pudo evitar observar más de cerca las armas.

Albert llegó a la barra y allí se encontraba una persona y un niño de aspecto peculiar. Albert los reconoció de inmediato, Light al estar distraído viendo las cosas de la tienda, no le prestó mucha atención.

—Zirion, ¿cómo estás? —saludó Albert.

—Oh, Albert, ¿cómo va todo? —respondió Zirion.

—Todo va bien, oh, ese es tu hijo, ¿cierto? —dijo Albert mientras Zirion asentía con una sonrisa—. Light, ven, saluda.

Light escuchó a su padre llamarlo y caminó hacia él, allí pudo ver a un adulto un tanto robusto de cabello rojo y ojos azules, el colo de piel de la persona era blanca, cargaba una espada en la cintura. Al lado de él había un niño.

El niño era más o menos de su tamaño, su cabello era blanco como la nieve, sus ojos eran de un colo azul claro pero con una mirada fría, además de que su piel era blanco pálido.

—Light, este señor de aqui es Zirion, y ese pequeño a su lado es Helleans, su hijo —le presentó Albert a su hijo.

—Es un placer conocerlos, padre habla muy bien de usted, señor, y la abuela Susan habla de lo bien que es su hijo.

Albert pestañeo varias veces, su hijo se había presentado de una forma tan educada que no parecía él. Lo único que pudo pensar Albert fue en Ailyn.

Zirion solo se rió de forma agradable y Helleans solo se escondió en la espalda de su padre. Esa reacción sorprendió un poco a Light, puesto que al tener una mirada fría, pensó que su personalidad era diferente.

—Supongo que este es tu hijo, Susan me ha hablado de ti, pequeño, tu futuro será grande, espero que tu y mi hijo se lleven bien y sean grandes magos, o guerreros.

—Gracias, y apreció el que me vea tan bien —agradeció Light.

—Vaya, supongo que Ailyn hace un buen trabajo en criar a tu hijo, Alby.

La persona que habló fue el herrero que Albert venia a ver. Su constitución no era tan musculosa como Light se imaginaba, además de que el herrero usaba lentes, su cabello de color negro y ojos marrones claro lo hacían resaltar un poco.

—Eso es cierto —comentó Zirion también mientras se reía.

—Yo también lo crío, ¿saben?, le enseño a luchar perfectamente —dijo Albert con orgullo.

—Ohh, eso era de esperarse —agregó el herrero.

—Oye, Zecky, no me simpatizas, ¿sabias? —ante ese comentario de Albert, Zirion y Zecky se rieron.

Light, no decía nada, solo veía a su padre sonreír y eso le agradaba.

Además de ver al Helleans esconderse de vez en cuando cuando él lo miraba. Por lo visto, Helleans era alguien penoso. Light solo sonrió con ironía.

—Bien, Zirion, aqui esta lo que pediste. Disculpa por la demora.

—No hay problema —le respondió Zirion al herrero—. Bien, ya me iré, nos vemos luego, Zecky, Albert.

Light vió salir a Zirion junto a su hijo y después volteo a ver a su padre.

—Por suerte, lo tuyo ya lo tenía listo, ten —Zecky le dió una caja roja a Albert—. Eso es lo que te prometí, y esto va por cuenta de este humilde servidor. Felicita a Lily de mi parte.

Alby y Lily es como Zecky llamaba a los padres de Light. A Light le parecía algo gracioso, pero no se rió en frente de ellos.

—Claro, Icky — respondió Albert.

Los dos amigos se rieron y después de eso, Albert volvió a su casa con su hijo.

Cuando llegaron, Ailyn ya estaba sirviendo la comida. Albert se detuvo y le dijo a Light que distraería a su madre mientras el subía con el regalo y lo escondiera.

Light asintió y después procedieron a realizar el plan.

Albert fue a la cocina y distrajo a Ailyn,

Light aprovecho eso y subió rápidamente a su cuarto. Lo siguiente que tenía que hacer era esconder el regalo, lo cual lo guardó en un cajón debajo de la ropa.

Después de tener todo listo, Light bajó a la cocina y se sentó mientras movía los pies como el niño que era y sonreía.

Light quería mucho a sus padres, y verlos feliz siempre era gratificante para él. Su vida ha estado marchando tan bien estos años, tanto amor y afecto llenaba de alegría a Light.

Light decidió no meditar hoy, quiso pasar la tarde con sus padres por lo que la formación el núcleo de mana podía esperar otro día. cuando ya eran las cinco de la tarde, Susan había llegado.

Así, el día había pasado y el cumpleaños de la madre de Light había llegado. Ese día, Albert y Light convencieron a Ailyn de que no hiciera nada, que ellos se encargarían de todo.

Y así fue, Albert y Light limpiaron, acomodaron la casa, cocinaron e incluso hicieron el pastel. No quedó como tenían planeado pero, peor es nada. Al llegar la noche, padre e hijo organizaron la mesa y Susan ayudó.

Susan no se la pasaba mucho en la casa, ella al ser la única maga curandera del pueblo, tenía mucho trabajo, además de estar enseñándole al hijo de Zirion. Por lo que su día es siempre ocupado.

Cuando ya todo estaba listo, procedieron a charlar, a reírse y celebrar, cantaron el cumpleaños y le entregaron los regalos a Ailyn.

Albert y Light le dieron la caja roja, cuando Ailyn la abrió, había unos aretes y un collar nuevo para ella. Fue una escena conmovedora cuando Ailyn abrazó a Light y lo llenó de besos.

Después de eso, Susan le dio su regalo.

Lo de ella era algo normal, un vestido de flores, Ailyn le agradeció y después de eso siguieron su festejo.

Como cualquier día de festejo, al ya ser media noche, Light había caído rendido. Ailyn y Albert llevaron a su hijo a la cama, después de darle las buenas noches, ellos se fueron a su cuarto. La diferencia era que ellos no iban a dormir, Albert no solo le tenía un regalo...

Light estaba en su cuarto dormido, una sonrisa adornaba su rostro. Soñar tranquilamente era una habilidad de los niños. Eso no era una excepción para Light. Tantos días de entrenamiento, tantos días de diversiones y de estudios.

Poder descansar felizmente después de disfrutar un gran día, eran cosas que Light apreciaría mucho en el futuro.

¿Quien sabrá que cosas le depararía al niño para entonces? solo queda averiguarlo en su día a día.