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La ultima guerra

El poder lo hizo ser invencible, su amor a las almas indefensas lo llevó a ser uno de los Gobernadores más amados de todos, el concepto de la destrucción era lo que dominaba pero la paz era su primer nombre. Némesis era el familiar que todos queríamos hasta que un día, esa familia que Némesis amó, dejó de existir por culpa de aquellos quienes amó, a los Gobernadores de la mitología Nórdica y Griega. No sabía porqué todos lo traicionarían de la peor forma que les hizo hasta que vió dentro de sus seres una impureza que lo dejó furioso: El Pecado mancillaba en las almas de aquellos quienes dicen ser Dioses Puros.

DJMANGAKA · Võ hiệp
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48 Chs

6 parte 8

Noíl pensó preocupada con un tono enojado: "—¡Ataca, mujer! — su lanza estaba a punto de atravezar en el torso de la chica, sin embargo ella no se ha movido, su expresión decía todo: que aceptaría la muerte sin importar lo que desearía hacer en su futuro.

Noíl se detuvo, unos pocos centimetros estaba apunto de atravezarla pero dejó una herida en el pecho de ella que de ahí salió una gota de sangre ensuciando su ropa: —¿No me vas a decir tus razones?

Esa [intimidación] por parte de ella, esos iris que mostraban que realmente no quería hacer ello, ese contradicción que hacia en verdad ella quiere una respuesta suya pero no lo tenía, simplemente no tenía tan solo una: —No sabría contestar.

Tal vez no era la mejor respuesta de su parte pero por lo menos fue sincera consigo misma y con su atacante despues de todo. Noíl con su expresión de ira ahora de seriedad bajó su arma y sacó un par de esposas que tiene guardado en su [inventario]: —No vamos a ir con la Organización, vendrás conmigo.

...

Aquellos rostros gigantescos miraban con los ojos realmente abiertos sin haber parpadeado ni por un segundo al castillo enterrado. Sus ojos están tan rojos por no haber parpadeado por mucho tiempo que incluso las venas rojas se le notan en el blanco del ojo llamado esclerótica.

Dentro del castillo, ahí Némesis se quedó mirando todo sin decir nada. Se escuchaba aún aquél sonido del carbón quemandose por el fuego, el vapor que sale de la nariz del slma y de Blasfemia que se esta sentado arrogante en el antiguo trono del rey.

Némesis pensó preocupado por su situación: "—Es mejor beber de una vez la poción —y se la bebe sin dejar de mirar a los dos que aún siguen sin moverse."

La poción se activo y consigo el sistema informó al chico que estas pociones tienen una duración de cinco minutos y contando: "—Es más que suficiente para enfrentarme a los dos."

Blasfemia se movió levantándose del trono, de su mano invocó un círculo mágico rojo que de ahí salió una espada de diamante rojo que lo sostiene. Alan sacó sus garras a relucir dando a entender que ya estaba preparado para desde antes.

Blasfemia caminó con arrogancia bajando de las escaleras y fuera directo al chico con los brazos abiertos. Némesis sacó una de las espadas de los héroes que este se activó.

Consigo la espada tuvo un estilo azulado pero el hierro aún seguía en su estado de oxidación: "—Interesante. Sistema: Datos de la espada."

La espada es de rango SE y las ventajas que le brinda esta espada es de mejora de manejabilidad, recibiendo la magia de sanación cuando este ataque sin importar sí el oponente se cubre o no. Los hechizos están bloqueados por lo que la espada simplemente tiene eso: "—Es justo pues nunca he usado esta espada y aparte de que este tenga muchos años abandonado al igual que las otras armas."

Pero los instintos del chico recobraron vida que de inmediato todo se volvió lento. Némesis reaccionó rápido viendo cómo Blasfemia corre directo tras él al igual que Alan. Era claro que van a velocidades sorprendentes y sobrehumanas.

Némesis se posicionó con la espada y espero a que vinieran. Blasfemia movió su arma horizontalmente a la izquiera para, al dar el primer paso consiguiendo estar en el rango del chico movió su espada atacando con todo.

Alan, por su parte se lanzó directo tras él apuntando sus garras al torso del chico. Némesis no previó esto que saltó retrocediendo y vio como la hoja de la espada cruzo en su posición anterior y Alan caía en ese mismo lugar evitando aquél ataque.

El alma apenas se recuperó nuevamente atacando al chico con su mano derecha que Némesis lo bloquea con el plano de su espada. Blasfemia vino en acción que nuevamente vuelve a hacer su movimiento. Lo hizo pero fue bloqueado por el chico y este al ver a Alan con intenciones de cortar sus piernas saltó.

Alan pasó atacó por debajo y despues terminó por atacar a Blasfemia que este simplemente saltó retrocediendo. El soldado se encontró enojado por ello, ver que su compañero que lo traicionó nuevamente es aún más imperdonable: —Maldita escoria, al menos serviste de algo.

>En haberme traido al Viajero.

Némesis frunció su ceño: "—¿Viajero? ¿De qué madres hablas?" No tenía idea de lo que dijo Blasfemia —el soldado miró al chico y se presentó: —No creí que nuevamente un Viajero vendría a visitarnos en este solitario mundo. Soy Blasfemia —y se presentó el alma—. Soy Alan, simplemente Alan.

—Alan, un gusto en conocerte. Nunca me habías dicho tu nombre ni yo tampoco pero lastimosamente no te lo podré decir por cuestiones personales —se enojó Alan mas no dijo nada—. Y tú, Blasfemia, pensé que te volverías a ser en un ser estúpido y te volvieras en un monstruo sin tener la capacidad de razonar.

—Estas muy equivocado —y se lanzó tan rápido contra Némesis que este se agachó al ver el ataque viniendo—, Pecador.

El ataque fue repentino, el soldado se volvió rápido contra el chico que estuvo sobre él apunto de clavalo en su torso pero su combatiente giró y se levantó rápido agitadamente para después bloqueara el ataque de las garras de Alan.

—Hijo de puta, casi me matas —sonrió Némesis extasiado por la situación—. Y tú Alan, no pensé que tu lado pecador fuera tan poderoso. Después de todo sé muy bien las razones detras de ello.

—Eso tengo que saberlo.

Némesis sabía que con ellos dos sería difícil de lidiaral mismo tiempo, sacó una daga para luego prepararse ante lo inminente: "—Ya se viene la parte más tediosa. Intentaré acabar esto rápido."

Blasfemia y Alan atacaron juntos, él se defendió pero más no pudo contratacar de sus constantes ataques que son intencionales. En un momento Blasfemia movió su espada horizontalmente con el propósito de acabar con los dos combatientes, Némesis bloqueó el ataque pero sintió el crujir de su arma que retrocedió y para final guardara la espada y sacara otro: "—Estas espadas son inservibles, tendré que hacer de su uso en el momento en que ataque. Y las dagas aún pueden sobrevivir ante las garras de Alan pero con Blasfemia el daño es destructivo —y habló aceptando su situación, diciendo—." Está bien, puedo ver que ustedes dos tienen más ventajas que yo.

>Hagan lo que quiera conmigo —levantó sus brazos en señal de rendición —pero pensó en lo contrario—. "Una verdad sobre una mentira, veremos qué pasa con esos dos. Lucharán o tendré que luchar inevitablemente de la situación en el que me encuente. No quiero usar mis tecnicas por que quiero ver qué mas hacen ellos despues de usar la espada y sus garras. En especial en Alan, se muy bien las etapas de las almas que aceptan el pecado pero ahora no sabré con qué etapas pase con el actual pecador o Impuro.

>Ahora que están al otro nivel."

Tres etapas en total consiste en que el alma haya aceptado ser un pecador sin recibir ningún mero castigo por sus acciones: La primera es la pasiva que consta de que el pecador conozca más del mal que podría llegar a ser; la segunda es la media que consiste en que el pecador haya aumentado su poder maligno y suba a la ultima etapa que es más poderosa siendo la Blasfemia.

Blasfemia es etapa definitiva del pecado, lo imperdonable se vuelve realidad que en la eternidad no sera perdonado. Tendrá un poder dependiendo de cómo el sujeto se comporte, el ejemplo más claro es ese sujeto que porta esa armadura de carbon, solo que con la particularidad de que no es como el de antes que es de carne y hueso.

"—Él es el pináculo de lo que el pecado puede llegar a ser sin que ningún ser lo detenga y lo pare.

>Este mundo es un ejemplo claro de que lo que la humanidad puede llegar a ser tan malvada con darles el don de la magia. Maldito rey, solo pensó en su poder. Qué hipócrita de su parte en haber cometido genocidio sin ser castigado."

**[Espada del Rey, Rango SE:

La espada del rey tiene la ventaja de que sí el usuario es poderoso mágicamente, su [voz autoritaria], al sostener la arma, ordenará a que el sujeto lo obedezca.]**

**[Ventajas: Manejabilidad Nv 5, agarre Nv3, irrompibilidad Nv3; Hechizos: Voz autoritario Nv1.]**

**[Se requiere el constante uso de la arma para subir el poder de la arma mágica.]**

"—Chingada madre, no puedo leer y a la vez pelear en cómo lidiar con los dos a la vez, Sistema."

Nuevamente contratacaron ambos contra el chico, la manejabilidad de la espada es buena y el agarre aún más. Alan se lanzó directamente al chico a atacarlo con todo sin importar su estado fisico.

Apenas Némesis reaccionó, con su daga y le cortó dos de los sus dedos y Blasfemia que vio ésto también quizo cortarle una de las piernas de Alan pero este lo transformó en una hoja de carbón que chocaron. Esto hizo enfurecer a Alan que despues del impacto empezó a girar hasta que chocó contra el suelo con la cabeza.

Eso no detuvo al alma que se levanto aún adolorido por el impacto pero cayó. Blasfemia lo dejó de lado, de su boca empezó a salir mucho vapor y al final terminó escupiendo mucho fuego. Némesis actuó: "—¡Vergas! —y gritó—". ¡[Escudo de luz]! —la activación del hechizo fue al instante que cubrió por completo al usuario.

El fuego chocó, la temperatura fue tan alta que Némesis tuvo que expandir más el plano del escudo: —¡Agh! ¡Pinche lagartija! ¡¿Es todo lo que puedes hacer?!

Alan por fin se pudo levantar que apenas dió el primer paso gritó sacudiendo el castillo: —¡Blasfemia! —parte del techado del castillo empezó a caer, casi una roca cae encima del chico pero corrió y lo esquivó a tiempo antes de que lo aplastara.

Al ver la puerta, este ya se encontró bloqueada por las rocas: "—¡Yo solito me encerré con estos dos psicópatas! ¡Primero debo correr antes de que pierda este cuerpo!"

Miró arriba y claramente se ven las fracturas que ocasionó este grito devastador. Némesis corrió hacia la unica salida que conoce, Alan no lo dejó ir tan fácil que empezó también a correr detras de él. Blasfemia no pudo contener el enojo que empezó a trasformarse en una bestia gigantesca.

La armadura se transformaba en las escamas de un dragón, las manos y pies se transformaban en uno de dragon y su cabeza humanoide ya se empezó a aparecer como una cabeza de dragón. De la espalda salieron aquellas alas y su tamaño empezó a agigantarse cada vez más grande hasta que finalizó y gritó: —¡Lo pagarán malditas escorias!

Apenas dió el primer paso destruyó el suelo creando grandes cráteres que se extendió tan rápido que llegó a pasar en frente de las narices de los que corrían hasta la salida.

El suelo se cayó y consigo Alan y Némesis vieron cómo todo se agrieta tan rápido: —¡¿Qué mierda de ser fue que invocaron?!

El suelo se destruyó que ambos descencieron hacia abajo. Némesis sentía tanta adrenalina correr por todo su cuerpo, era la primera vez que se sentía así por miles de millones y millones de años. Vió tierra firme, con ayuda de su [pistola de garfio de luz] disparó hacia arriba. El garfio fue tan rápido que logró atravezar el techado, Némesis sintió cómo el garfio ya tenía un punto de apoyo que sujetó con fuerza su pistola y así se impulsará más allá y aterrizara sin dificultades al suelo.

Al aterrizar siguió corriendo, analizaba el entorno donde se encontraba: "—¡Carajo, tendré que ir más rápido para llegar a la iglesia del castillo!"

Más allá se veía el altar, estaba más cerca de llegar a su objetivo que ahora su principal objetivo dependía de ello. Invocó de nuevo su [pistola de garfio de luz] y se preparó mentalmente para subir y llegar a ese lugar.

Más atrás de donde estaban Alan y Némesis, Blasfemia destruyó la pared de rocas que bloqueaban su camino, el estruendo fue tal que hizo sacurdir en todas partes. El dragón vió como Alan y Némesis se dirigían a la única salida que había en este castillo que se atacó: —¡Morirán malditas basuras!

Su pecho se volvió rojo como el carmesí, el calor recorrió en todo su garganta hasta llegar a su boca, expulsando una gran llamarada de fuego carmesí que fue en dirección hacia los chicos que huían de su presencia.

Némesis miró la luz de las llamas que al ver que ya estaba tan cerca de la salida disparó sin pensar y el gancho llegó a enterraese en un lugar aceptable. El chico sintió ello que sostuvo su arma y comenzó a ascender hacia arriba logrando su cometido.

Alan siendo un alma ascendió levitando sin ayuda de nadie. Ambos vieron cómo la gran llamarada estaba llegando hacia ellos que los dos tuvieron que ascender tan rápido para llegar al exterior.

Arriba, Némesis y Alan salieron disparados y siguieron aún luchando a pesar que están en el aire. Las llamas salieron expulsadas pero consigo destruyeron una parte de la tierra.

Los dos luchadores estaban descendiendo del cielo, pero cuando Némesis miró abajo se dió cuenta que la caida sería brutal: "—¡Puta madre, tengo que estar más cerca de las rocas!"

El cañón era lo que destacaba de este lugar, antes era un lugar gigantesco. Némesis logró empujar a Alan que consigo ese empuje hizo lo llevara hacia el cañón que invocando nuevamente la [pistola de gancho de luz] logró acertar a la roca madre y consigo la velocidad de la caida descendiera.

Pero consigo Alan iba directo tras del chico que nuevamente comenzaron a luchar sin parar aún descendiendo a tierra: —¡Chingas a tu madre, cabrón! ¡Pongamos pausa a esta puta pelea que se me cansan los brazos!

Apenas pisaron al suelo Alan no se detuvo que por un momento dejó expuesto un punto debil y Némesis, invocando una [daga de luz] casi lo iba a atravezar hasta que por un momento el cielo se oscureció que al mirar arriba ve como un montón de rocas caían desde arriba por donde habían salido.

El estruendo de la destrucción de las rocas puso máximas alertas en su mente que sin pensar corrió hacia atrás sin importar sí Alan lo perseguía. Un rugido sonó por todas partes haciendo que despertara a todas las cabezas que estaban en el cielo.

Cada uno comenzó a gritar, Blasfemia se mostró con su forma final siendo un dragón gigantesco e imponente. Con solo su presencia hizo temblar en todas partes hasta donde llegaba su imaginación. El dragón furioso solo tenía un objetivo: quería tomar control del cuerpo de Némesis que ese es su máxima prioridad: —¡Humano!

Extendió sus gigantescas alas que destruyó aún más las rocas que el sonido de ello era hermoso, muy poderoso. El dragón voló ascendiendo hacia el cielo con gran terror y poder, su tamaño no impedia que nadie se metiera en su camino, todo ser sería aplastado por sus manos y pies que medían casi el tamaño de la iglesia de aquel castillo que se encontraba destruido.

Mientras volaba por el cielo, Némesis y Alan nuevamente comenzaron a luchar pero con la clara ventaja de que Alan cuidaba cada movimiento que hacia: —Eres un genio en el combate, ¡evades cada ataque que yo hago! ¡Y eso me irrita!

>¡¿Porqué no te mueres de una vez?!

Cada movimiento que hacía Alan eran rápidos e impredecibles, no tenían algún patrón de ataque y aparte cada movimiento que él hacía era nuevo. Usaba su entorno como su arma combinado con su aspecto que hacía que el entorno se vuelva más caliente y difícil de acercarse a él en contraatacarlo.

Ante las palabras del pecador Némesis no dijo nada, no quería gastar más palabras ante un pecador que ni siquiera puede confiar: "—No podré hacer nada para cambiarte —evadió un ataque vertical y siguió pensando—, pero sí mato a Blasfemia serás libre nuevamente —y esquiva otro ataque—, o de lo contrario te tengo que matar."

No duró mucho tiempo el combate hasta que se detuvieron al escuchar el rugido de un dragón. Ambos miraron allá y para su sopresa venía Blasfemia a luchar nuevamente. Cuando este los miró descendía y a la vez su cuerpo reducía su tamaño, volvía a ser como era antes.

Némesis reaccionó mirando a Alan que este también lo miró, ambos chocaron sus armas pero Némesis tuvo un as bajo la manga: —Perdóname Alan —invocó un par de [espadas gancho de luz.]

Apenas chocó contra las garras de Alan, Némesis jaló su arma hacia aún lado haciendo que el alma fuera hacia esa parte exponiendo nuevamente un punto débil. Vió esto como una oportunidad obvia que con su otra espada hiciera su ataque y así le diera de lleno a esa parte que Alan dejó, gritando y cayendo al suelo estando inmóvil: —¡Aaaahhhhh!

El chico rápidamente sacó de su [inventario] una poción de maná de alto rango que se lo bebe. El Sistema 1 le notificó que Alan estaría inmóvil por un tiempo corto.

**[5 minutos tiene el oponente para regenerarse]**

**[4:59]**

"—Suficiente tiempo para el combate uno versus uno contra Blasfemia."

Veía aproximarse el dragon con velocidad, este poco a poco volvía a estar en su estado humanoide conforme reducía su tamaño gigantesco.

Némesis no tuvo tiempo de descansar que empezó a correr directo tras él para pelear de nuevo. Ambos iban a grandes velocidades, Némesis saltó al ultimo momento y Blasfemia sacó su espada que al momento de estar cerca chocaron sus armas al ultimo momento al estar en el aire.

Se empujaron retrocediendo, cayeron y alzaron sus armas con determinación y empezaran a caminar lentamente en circulos mirandose con intenciones de iniciar la pelea. Némesis fue el primer en hablar: —Dime, ¿quien te creó?

>Se muy bien que te invocaron con la intención de sacarte de tu plano y ser obediente con tu invocador pero no fue así. Al ser un pecador de rango y raza desconocida supongo que alguien te había creado o mejorado. Y por eso es que aquél rey que asesinaste no te pueo controlar porque era débil.

Las pistas que se dejaron en el castillo eran notorias y descifrables para él que ningún otro ser pudiera conocer este tipo de magia. A pesar de que Blasfemia no tenía rostro no dijo absolutamente nada después de haber escuchado aquellas palabras por parte del chico. Había acertado un misterio que ni un mortal sabría esa información.

Ambos se quedaron quietos mirandose entre ellos, todo pasó muy lento que el único que iba rápido era Blasfemia. Fue directo contra el chico sin temor alguno. Sin embargo, Némesis reaccionó ante el ataque sorpresa que desvío el ataque con un [tonfa de luz], arma de Nipón que es parecida al porra que ocupan los policías.

El desvío fue perfecto dejando sorprendido a Blasfemia que vió cómo el chico intentará atacarlo con la otra arma. No tuvo de otra más que soltar su arma e hiciera una patada en dirección a las pantorrillas que su oponente retrocedió saltando.

Blasfemia recuperó su arma y lo guardó, estaba sonriendo de alegría al ver cómo este chico es capaz de usar armas que ni él ni siquiera sabía que existían y se podían usar de esa forma: —Qué interesante, hehe... Para serte sincero pensé que eras uno de tantos que suan espadas y lanzas.

>¿Tanto quieres saber de mis creadores? Derrotame y obtendrás cualquier respuesta sí es que claro sí sobrevives.

Era claro que este no quiere revelar esa información, el chico no sintió alguna intención que de verdad este quiere decir la verdad: "—Ni sé porqué le pregunto sí es un pecador, un blasfemo mejor dicho.

>Debo de diferenciar cual es cual, el pecador puede ser perdonado pero el blasfemo no."

Desactivó su hechizo y de su [inventario] sacó un par de dagas que le regaló Christian cuando pidió su ayuda en querer sanar a Yamil a salir de su Coma Mágico: "—Puede que no duren mucho pero al menos serán de utilidad para no depender mucho de mi maná —y le respondió a Blasfemia—." Espero verte confesar, blasfemo.

...