En la mazmorra principal de Cordon en la Ciudad Capital
Las uñas de Pinra se clavaron profundamente en la pared mientras hacía otra marca para sí misma ese día. Por otro día más, despertó una vez más dentro de la celda donde había sido detenida.
—Ya han pasado diez días, Padre —murmuró con una sonrisa burlona mientras miraba la pared frente a ella.
La imagen de su padre permanecía allí junto a ella, haciéndole compañía como para evitar que descendiera a la locura completa. Aunque, Pinra no podía evitar preguntarse si realmente era el fantasma de su padre o si era solo una ilusión formada por su mente desgastada. ¿Tal vez ambos? Pero, ¿a quién le importa? Mientras su padre eligiera quedarse a su lado, nada más importaba. Ya fuera en forma de un fantasma o una alucinación, para ella era lo mismo. Él estaba aquí, y ella estaba allí para él...
Este era todavía el hombre al que llamaba su padre... El hombre que había fall-
Hỗ trợ các tác giả và dịch giả yêu thích của bạn trong webnovel.com