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La Reina de los Mercenarios

Samantha se embarcá en un intenso viaje buscando su lugar en el mundo sin saber que se ha vuelto un peón para otros. Una mujer que se alzara a la grandeza, pero también oculta un secreto. …. Mientras Sam caminaba por la calle, vio como un destello robo su visión, lo siguiente que supo es que una diosa le ofrece un trato. Puedes reencarnar o morir. Sin otra opción Sam elige reencarnar, pero no esperaba que su cuerpo cambiara y fuera en una mujer, peor aún, ni siquiera es humana. Siendo lanzado a un país en guerra, vive la aventura de Sam desde una esclava, hasta una Reina. Nota. La imagen de portada no me pertenece, puedo retirarla si el autor lo desea, uno de los personajes, esta basado en el del autor de Death March.

Likan · Kỳ huyễn
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96 Chs

Capítulo 56 - Héroe (Final)

Notal del autor: Me voy a retirar e iré a vivir a las montañas...

No probablemente no lo haga, pero si necesito un descanso porque no he dormido en 42 horas.

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La luna iluminaba todo White Shire, un ánimo alegre rodeaba a los residentes del poblado quienes felizmente celebraban en la plaza del pueblo en la que una fogata enorme había sido iniciada, normalmente las calles se iluminaban con lámparas de aceite y en ocasiones con lámparas de Maná, pero esta vez la luz de la luna y la fogata iluminaban toda la ciudad.

En el centro de la plaza se pudo ver a los anteriormente asustados habitantes festejando, bebida, comida, y canciones llenaron el lugar, todos estaban alegres de haber logrado sobrevivir a tal crisis, también enviaron miradas de vez en cuando al edificio gubernamental en el que las salvadoras descansaban después de la batalla, al final no sintieron más que respeto por estas mujeres.

Mientras afuera festejaban, en el interior del edificio gubernamental todo estaba en silencio, la fatiga física y mental sobre las mujeres cobro factura, los ancianos y niños hicieron guardia mientras que las mujeres cayeron dormidas rápidamente, todas menos una.

"Sigh... Eres una idiota... Estuviste a punto de morir ahí..." - Samantha pronuncio en voz baja observando el rostro de una inconsciente Bella, ambas se encontraban en la recámara principal del edificio, o lo que ellas convirtieron en la recámara principal por lo menos, ahí solamente Bella y Samantha descansaron aquella noche.

Ambos brazos de Bella estaban envueltos en vendas, su rostro y partes de su cuerpo estaban cubiertas de extraños ungüentos, básicamente la joven orco tuvo una apariencia muy peculiar al combinar su piel verde con cremas de diferentes colores, pero de alguna forma acentuaron ligeramente el encanto de la mujer.

Si Ría hubiera escuchado las palabras de Samantha, probablemente le hubiera gritado que ella no estaba en una mejor condición, ya que la joven por su parte tuvo el brazo derecho vendado y sostenido en alto, otras partes de su cuerpo también estaban envueltas, pero en menor medida que Bella.

Básicamente eran un par de momias.

"No sé cómo lo lograste... Pero debemos ocultarlo, tengo el presentimiento de que si otros lo descubren... No podre mantenerte a mi lado." - Samantha se detuvo abruptamente al darse cuenta de que las mejillas de Bella se sonrojaron furiosamente como un par de manzanas maduras, además de que sus labios se torcieron antinaturalmente como si tratara de no sonreír.

Samantha se sonrojó al descubrir que Bella la estaba escuchando, pero rápidamente se recompuso y en cambio mostró una sonrisa maliciosa al tener una buena idea. - "Dicen que en la siguiente ciudad hay un poderoso Noble, si curamos tus heridas estoy segura de que ganaré varias monedas de oro vendiéndote.... hasta entonces no puedo dejar que nada te pase."

Como alcanzada por un rayo, Bella se reincorporó e intento usar sus brazos para alcanzar a Samantha, sin embargo, el dolor la hizo detenerse, aun así, acerco su cuerpo lo más que pudo a Samantha mientras lágrimas se formaban en su ojo y amenazaban con salir, Bella estaba a punto de rogarle a la joven que no la venda, pero en ese momento se dio cuenta de la sonrisa maliciosa de Samantha, por lo que su rostro se volvió a sonrojar furiosamente y solo bajo la mirada.

"Me alegra que estés a salvo Bella..." - Samantha dejo de burlarse de la joven y en cambio la rodeo con su brazo izquierdo pegando la cabeza de Bella en su pecho, luego acaricio suavemente su cabeza.

"Y-yo... Estaba asustada... Yo quise..." - Las palabras de la joven orco comenzaron a cortarse con cada segundo que pasaba hasta que se volvieron incomprensibles, y finalmente después de varios días de estrés y miedo, termino por liberarlo todo.

Aquella noche los sollozos pudieron escucharse en la recámara principal del edificio gubernamental, pero para el amanecer, al igual que los rayos del sol calentando la tierra, todas las mujeres volvieron a salir de aquel lugar con esperanzas renovadas.

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Así como la crisis termino en aquel lugar, una nueva crisis apareció sobre las cabezas de las mujeres, ya que la noticia de como una joven orco mato a un rey Goblin comenzó a extenderse rápidamente, pero antes de que alguien pudiera ir en su búsqueda, todos los aldeanos vieron como la mujer en cuestión agradeció a Samantha y su grupo, luego desapareció en el bosque en dirección norte.

El grupo dirigido por Samantha partió ese mismo día, pero hacia el sur, los niños se quedaron bajo el cuidado de las mujeres y ancianos, quienes, gracias a tener todo el lugar para ellos solos, fueron capaces de obtener una pequeña fortuna, que usarían para viajar al oeste hasta la siguiente aldea donde se asentarían.

Al final White Shire solo permaneció con los aldeanos que decidieron quedarse para reformar su hogar, aunque pasaran años antes de que eso sucediera.

Tres días después el grupo de Samantha se enfrentó finalmente a un grupo de búsqueda y captura enviado desde la siguiente gran ciudad, estas personas preguntaron por Bella, pero cuando se enteraron de que era una esclava y que fue liberada por Samantha, simplemente tuvieron que rendirse con estas mujeres "sin valor" y se dirigieron al norte con esperanza de poder alcanzarla.

Naturalmente los soldados no se olvidaron de revisar la raza y rostro de cada una de las mujeres, así como su clase y nivel, pero aparte de la poco usual clase de Samantha, en realidad no encontraron ningún rastro de la joven orco.

Desafortunadamente este solo fue el inicio de las complicaciones del grupo, ya que cada vez que ingresaban a un pequeño pueblo o aldea, sin excepción terminaban siendo interrogadas y revisadas, yendo a tal punto de que incluso llamaban a miembros de la iglesia para someterlas al juicio de dios.

Así fue hasta que llegaron a su última parada antes de la gran ciudad [Golden Cross], nombrada así por haber sido construida en justo en el punto donde se cruzan los ríos, originalmente la ciudad fue llamada [Lover Crossing], sin embargo, debido a que esto trajo muchos malentendidos, decidieron cambiarlo.

No obstante, el grupo de Samantha aún no llegaba a tal ciudad con un extraño nombre, en cambio llegaron a una pequeña aldea, a solo un día de distancia de la gran ciudad, pero nada más entrar fueron nuevamente rodeadas por un pequeño grupo de 10 guardias, quienes las miraron maliciosamente, incluso el sacerdote entre ellos mostró una sonrisa vulgar.

"¡Deténganse!" - Grito el líder de los guardias.

Su caminar pomposo lleno de confianza, combinado con la sonrisa vulgar y su rostro descuidado, inmediatamente provocaron disgusto entre las mujeres, pero ninguna pronuncio una palabra y en cambio simplemente miraron a Samantha quien se encontraba al frente del carruaje.

"¿Hay algo que necesite?" - Cuestiono la joven con el mejor tono que pudo.

"¡Tch! Una sucia semihumana... ¡Trae aquí a tu dueña! ¡Tenemos que interrogarlas!" - La apariencia de Samantha después de salir de Arcadia fue en general su forma real, por lo que fuera de la capucha solo se vieron algunas de sus facciones, como el fino pelaje en su brazo (izquierdo) o sus brillantes ojos dorados.

"Mmm me temo que, si estuviera aquí, tú estarías muerto... A si, para que conste, no soy una esclava, tampoco tengo una orden de búsqueda..."- Cada palabra de la joven fue dicha totalmente con un tono burlón, la paciencia de Samantha se agotó en el momento que fue insultada y llamada sucia por el asqueroso guardia.

"¡Insolente! ¿cómo te atreves...?" - El Guardia bramo con un rostro rojo por la ira.

Pero su falta de un mejor vocabulario, así como la falta de educación lo dejaron simplemente gritando por ira, y en realidad no tuvo forma de contestarle a la joven, después de todo en realidad no hubo una razón real para condenarla o detenerla.

"¡Suficiente!" - Antes de que iniciara una batalla, el sacerdote del pueblo grito para detener a los guardias, luego se inclinó ligeramente y en voz fuerte dijo. - "Bienvenido Maestro Park."

Desde la aldea un hombre de alrededor de 30 años camino rodeado por dos guardias, la apariencia del primero era "impecable", ropa limpia y colorida, un rostro blanco como el de un bebe, un cuerpo delgado y ágil, pero todo esto solo causaba un extraño sentimiento de incongruencia, un sentimiento que se hizo más fuerte al ver los labios pintados de rojo fuerte.

"Saludamos al Maestro." - Los guardias se inclinaron ante el hombre.

Al ver este acto Samantha se percató de la incongruencia que sintió con respecto a la apariencia del hombre, al parecer este sujeto intento imitar el atuendo y modos de los nobles, lo que dio como resultado su vestimenta colorida y rostro maquillado.

"No es necesaria la reverencia, he venido aquí porque escuché que un encantador grupo de mujeres ha llegado a mis tierras, así que quise saludarlas en persona." - El Maestro Park miro a las mujeres en los carruajes.

Su mirada barrio los cuerpos de cada una de ellas, y fue evidente que tanto la codicia como la lujuria estuvieron presentes en todo momento, solo cuando miro a Samantha, Karen y Neira, la mirada se volvió una de asco.

"Sin duda son unas damas encantadoras, por lo que me gustaría invitarlas a que permanezcan en mi hogar durante su estancia." - Sonrió Park, aunque su tono dejo claro, que más que una invitación esto era una orden.

"Ya veo, nosotras agradecemos su invitación, pero no lo molestaremos con esto y continuaremos nuestro camino." - Samantha rechazo directamente la invitación.

Park se crispó visiblemente ante el rechazo inesperado, su sonrisa se volvió más tenue y con un movimiento de su mano hizo que los guardias rodearan los carruajes para impedir su movimiento.

"Parece que no lo entienden, esto no es una sugerencia..." - Su mirada se dirigió a Vanesa y Ría, probablemente confundiéndolas con las líderes, ya que May se encontraba a su lado usando un traje de sirvienta.

"Oh, ¿es así?, hasta donde sé, no hay ningún motivo para que sigamos sus instrucciones... ¿verdad?" - La joven respondió en un tono frio.

Los guardias observaron como el Maestro Park borraba la sonrisa de su rostro, entonces tomándolo como una señal avanzaron para someter a Samantha, después de todo por la información que obtuvieron, el miembro más fuerte de este grupo era la joven orco, y desde un tiempo atrás las abandono.

Por este motivo fue que este pequeño alcalde decidió aprovechar la oportunidad, pues, aunque la mayoría de mujeres en el grupo no eran bellezas extraordinarias, lo cierto es que eran mujeres "decentes", bien alimentadas, sin falta de extremidades o enfermedades aparentes, etc.

Por supuesto, sin olvidar que entre ellas estuvieron Ria, Karen, Neira, Elizabeth, May, etc. Quiénes por ciertos puntos destacaban, lo que aumentaba mucho su valor, por lo tanto, el alcalde se arriesgó, si él las consigue, puede usarlas para su harén, o venderlas como esclavas, de una forma u otra no hay perdida.

Si él no era decidido y tomaba acción, esto llevaría a que este jugoso trozo de carne fuera obtenido por alguno de los nobles de la ciudad, después de todo sus fuentes indicaron que varios de estos nobles estuvieron intentando obtener y comprar información del grupo de mujeres.

¡Crack!

"¡Ahh!" - El líder de los guaridas comenzó a gritar de forma histérica, esto atrajo la atención de todos los presentes.

"¡¡Suéltame!!" - El pobre hombre se arrodilló en el piso con su brazo derecho doblado en una dirección imposible y el izquierdo siendo sujetado por el brazo izquierdo de Samantha.

Las pupilas doradas de Samantha brillando a través de su capucha mostraron una fría intensión asesina que congeló las espaldas de todos los guardias, sin embargo, no pudieron asimilar la situación antes de que otro par de gritos sonarán y al mirar atrás vieron a dos Amazonas sometiendo a otro par de guardias.

La atmósfera se congeló al instante.

"Estamos afiliados al Gremio de Mercenarios, así que si tienes una solicitud puedes enviarla por ese medio..." - Samantha le dio una patada rápida a la cabeza del guardia que gritaba robando su conciencia. - "Ahora, ¿tienes algo que decir? ¿o te vas a mover?"

El rostro de Park se volvió blanco pálido y dio un paso atrás con miedo, él era consciente de que como un alcalde tuvo cierta autoridad en la zona, pero su autoridad solo se basó en tratos con comerciantes de la región, la venta de productos agrícolas, y otras pequeñas actividades del pueblo.

En otras palabras, detener y ordenarles a viajeros que lo acompañaran u obedecieran, no tuvo ningún fundamento, incluso un Noble no tuvo esa autoridad a menos que fuera un rango similar o superior a un Duke.

Los guardias se volvieron temerosos al ver la actitud despiadada de la joven, entonces se movieron todos lentamente unos pasos atrás, lo que dejo despejado el camino para el grupo de mujeres.

Samantha camino al carruaje y con un pequeño salto subió al asiento del conductor, luego ambas amazonas subieron respectivamente a su izquierda y derecha, entonces comenzaron a avanzar nuevamente, pero en lugar de ingresar al pueblo, simplemente dieron media vuelta y rodearon la empalizada, una acción que hacía que el viaje de una hora, se volviera un viaje de cinco, pero para estas mujeres eso fue preferible a ingresar en aquella aldea.

Ojos curiosos los observaron desde el otro lado de la empalizada, pero ningún aldeano intento ponerse en contacto con ellas, ya que desde su punto de vista esto solo pudo traerles problemas, al final los humanos por naturaleza pueden ser egoístas y a menos que haya algo que ganar, no actuarían sin sentido.

"Maestra... Si usted usa el amuleto, quizás sea más sencillo para nosotras infiltrarnos." - Comento la amazona sentada a su izquierda.

A diferencia de Elizabeth que estaba sentada a su derecha, esta Amazona era media cabeza más alta, su cabello largo y marrón llego hasta sus caderas, aparte de eso usaba un atuendo conservador (para las amazonas) que consistía en una falda azul y una blusa oscura, esta fue ropa dada por Samantha.

Esta amazona tuvo un amuleto con forma de luna en su cuello, el cual antes pudo ser visto colgando de Samantha.

"No te preocupes por eso Bella, yo no lo necesito y si alguien intenta algo divertido puedo hacerme cargo... Tu no debes permitir que te descubran, al parecer entre los aldeanos que nos miran, hay varios espías." - La Amazona claramente era Bella, quien para esconderse utilizo en amuleto de Samantha, adoptando una forma humana, que por coincidencia se volvió idéntica a una amazona.

"Mmm, además me agrada tu apariencia, siento que las dos juntas al lado de la Maestra nos vemos bien." - Elizabeth sonrió como una niña mientras sus manos se envolvían alrededor del brazo derecho de Samantha, aunque siendo muy cuidadosa para no lastimar a la joven.

Al parecer el estado de ánimo de Elizabeth se disparó cuando apareció otra "Amazona" dentro del grupo, sin olvidar mencionar que desde que la batalla contra los Goblins termino, hubo un aumento obvio en sus actividades afectivas con Samantha.

La costumbre de las Amazonas era que por instinto buscarían una pareja fuerte, y respecto a otras mujeres, generalmente se vuelven respetuosas y hasta un poco sumisas ante alguien superior a ellas, esto es así porque su sociedad es una matriarcal en la que solo hay mujeres.

"Yo entiendo lo que me dijiste de las Amazonas, pero ¿no deberías ser más cariñosa con Bella que conmigo?, ella fue quien mato al rey Goblin." - Cuestiono Samantha con un poco de cansancio al sentir la mano de Elizabeth deslizándose desde el brazo hasta su espalda.

"Yo respeto a la hermana Bella, es realmente increíble y me quiero que me enseñe algunos movimientos..." - Elizabeth sonrió suavemente a Bella y luego volvió a mirar el rostro oculto de Samantha, al mismo tiempo su mano se deslizo más abajo, llegando al punto límite de Samantha, donde termina su espalda.

"Pero es muy diferente, la hermana Bella venció a un rey Goblin débil..." - Bella al lado de Samantha asintió fuertemente, dando la razón a Elizabeth, ya que, para todas ellas, era fácil notar que el rey Goblin no tuvo la mitad de su fuerza pico.

"Sigh... Son muy difíciles ¿saben?" - La mano de Elizabeth comenzó a acariciar suavemente el trasero de Samantha, pero la joven no pudo decir, ni hacer nada para detenerla, naturalmente la razón de esto no es porque lo disfrutara (cosa que si hizo), en cambio fue porque Elizabeth se colocó en el lado derecho de Samantha y a menos que gritara o le pidiera a alguien que interviniera, en realidad no tuvo forma de usar sus manos para detenerla.

"Aun así, fue muy sorprendente que hayamos llegado hasta aquí en una pieza..." - Elizabeth aumento un poco la fuerza en su agarre, causando que Samantha se mordiera los labios suavemente para reprimir el gemido que casi se escapa.

"Si, tienes razón... Aunque según Ria, necesitamos por lo menos un mes para que nuestras heridas sanen totalmente." - Bella asintió y continúo conversando con Elizabeth, aunque de vez en cuando miraba a Samantha que por algún motivo se mantuvo callada.

El viaje, la conversación y la traviesa mano de Elizabeth no se detuvieron, hasta que las murallas de la ciudad se volvieron visibles, entonces Vanesa con una mirada de complicidad detuvo las acciones de Elizabeth pidiéndole que intercambiara lugar con ella, Bella de inicio a fin no se percató de lo que sucedió, y tampoco noto que el asiento del conductor del carruaje estaba goteando desde un largo tiempo atrás.

De igual manera, finalmente llegaron a la ciudad [Golden Cross].