El plan malvado de Madeline

Elliana caminaba hacia el bosque con pasos apresurados para llegar allí y descubrir la verdad sobre sus alucinaciones.

«Tal vez, todo fue culpa mía. Si hubiera pensado en él o lo hubiera llamado antes, probablemente habría llegado más temprano», pensó Elliana antes de suspirar.

¿Es que mi enojo realmente no está justificado? Han pasado ocho años, y no podemos olvidar cómo cambian las personas en este plazo, ¿verdad? ¿Qué haré realmente si él en efecto es real? Definitivamente no es humano si puede desvanecerse y aparecer así. ¿Estoy haciendo lo correcto al ir allá? La mente de Elliana era un desastre, pero no se detuvo.

Ella necesitaba esto. Aunque tuviera mil razones para no ir allí, la más destacada siendo que él podría no ser real o incluso humano, tenía una gran razón para encontrarse con él. Necesitaba verlo y preguntarle por qué la había dejado así.

También sabía que si no iba allí, su mente no estaría tranquila.

A medida que Elliana entraba en el bosque, Madeline, sentada en su clase de cultura, miró por la ventana y entrecerró los ojos.

—¿A dónde iba su estúpida hermanastra? ¿Se estaba encontrando secretamente con alguien en el bosque? Siempre ha sido así, ¿no es cierto? Siempre que encuentra un bosque, no puede evitar entrar, como una polilla a una llama —se burló Madeline.

Antes, cuando eran niñas, Madeline estaba segura de que Elliana iba al bosque para encontrarse con alguien. Tenía una razón sólida para creerlo. Elliana siempre estaba emocionada por la tarde, y en cuanto el reloj marcaba las 5:00, ella salía corriendo del palacio.

Su felicidad e impaciencia por entrar en el bosque eran indescriptibles y fuera de lo común.

Un par de veces Madeline incluso la siguió, pero nunca encontró a nadie, ni siquiera a Elliana.

«¿Realmente estás lista para ser reina o la esposa del hijo del jefe del consejo cuando ni siquiera puedes manejar a una inútil hermanastra?», las palabras de Marla resonaron en sus oídos, y Madeline se levantó de su lugar.

—¿Sí, Señorita Corazón? —El profesor la miró y Madeline salió de su ensimismamiento.

—Señorita, necesito usar el baño urgentemente —dijo Madeline, y el profesor asintió.

Madeline salió corriendo de la sala de seminarios, corriendo en la dirección donde había visto a Elliana entrar en el bosque.

Rápidamente marcó un número mientras corría.

—Hola, sí. ¿Dónde están ustedes? La chica de la que les dije que se ocuparan, ¿recuerdan? Ahora es el momento perfecto. Vengan hacia la parte trasera de la Universidad. No se preocupen. Pediré a Aditya que hable bien de ustedes al consejo.

—Sus habilidades serán probadas hoy. Si hacen un buen trabajo, seguramente conseguirán un puesto en el consejo —dijo Madeline antes de colgar, con un brillo malvado en sus ojos.

Después de que su madre la regañara, lo primero que hizo fue reunir información sobre personas que pudiera usar para herir a Elliana en la Universidad.

Madeline sabía que necesitaba estudiantes de la misma Universidad porque era casi imposible traer gente de fuera para herir a la chica.

Esta chica no sale hasta que no sea en el coche de ese feo príncipe. Esta era la oportunidad perfecta.

—¿No estaba Dios de su lado al darle esta maravillosa oportunidad y enviar a Elliana a un retiro donde podría fácilmente herirla sin que nadie lo supiera? —Madeline miró adelante mientras veía a los chicos a los que había llamado acercándose.

—¿Saben qué hacer, verdad? No la matemos de inmediato. Quiero que sienta el dolor. Golpéenla hasta dejarla negra y azul. No me importa. Rompan algunos huesos y asegúrense de que no pueda moverse durante un mes o dos. Una vez que se recupere de esto, repetiremos el proceso hasta que abandone la universidad —dijo Madeline, y los chicos miraron la maldad de la princesa, asintiendo sin embargo.

—Es verdad que uno no debería ponerse del lado equivocado de los reales, ¿no?

—No olviden su promesa, princesa. Espero que no nos traicionen una vez que su trabajo esté hecho —dijo uno de los chicos, y Madeline se burló.

—¿Creen que soy mezquina y no tengo realmente el poder para hacer lo que prometí? Si tienen dudas, váyanse. Siempre puedo conseguir otro grupo de chicos para mi trabajo. Estoy segura de que mucha gente mataría por obtener un puesto en el consejo —Madeline los miró desafiante.

—No estamos retirándonos ni dudando de usted, pero también esperamos que entienda que no somos matones de diario. La información sobre lo que está tratando de hacernos hacer ya está registrada. Así que si nos apuñala por la espalda de alguna manera —el chico dejó su frase en el aire, y Madeline apretó los dientes.

—Simplemente hagan el trabajo, ¿quieren? —Avanzó un paso, dejándoles ver que no era alguien a quien podían intimidar y amenazar fácilmente, y el resto de los chicos retuvieron a aquel chico.

—Haremos el trabajo, princesa. Espere la buena noticia —Finalmente dijo el chico y caminó dentro del bosque, haciendo que Madeline suspirara.

Echó un último vistazo al bosque antes de que una sonrisa se dibujara en sus labios.

—Esta vez, seguramente me desharé de ti, mi encantadora plaga de hermanastra.

Madine sonrió y se dio la vuelta, casi chillando de shock.

—Madeline —Aditya se detuvo cuando ella chilló.

—Dios, casi me asustas —Madeline tomó una respiración profunda antes de poner su mano sobre su corazón para calmar su acelerado corazón.

—¿Qué haces aquí? Pensé que estarías en la clase de cultura —Aditya la miró con recelo antes de mirar hacia el bosque.

La había estado observando desde el momento en que comenzó a caminar hacia ella, y ella había estado contemplando el bosque con una extraña sonrisa que parecía demasiado siniestra para ser suya. Era casi como si estuviera planeando algo.

—No es nada. Me sentía un poco incómoda. Así que salí a caminar. ¿Y tú qué haces aquí? Pensé que habías ido a casa después de que tu padre te llamara para la reunión de emergencia —Madeline lo miró a Aditya incómodamente.

Si este chico siquiera sospechaba lo que Madeline estaba haciendo, no perdería un segundo en correr a salvar a Elliana.

En sus ojos, Elliana era la chica mala, y aunque Madeline era ingeniosa, no era tan astuta como para tramar algo así.

—Hmm. No fui. Papá llamó de nuevo cuando estaba a punto de irme y dijo que el hombre con el que quería que me reuniera no llegó y que no debería preocuparme por los otros miembros. Como la conferencia había comenzado, no regresé a clase —explicó Aditya, y Madeline asintió.

—Bueno, ya que faltamos a nuestra conferencia, ¿por qué no salimos a pasar un rato juntos? Hace tanto tiempo que no pasamos un tiempo de calidad —Madeline quería que Aditya saliera de la zona para que ni siquiera escuchara los gritos de Elliana, si es que hubiera alguno.

—De acuerdo, vamos —dijo Aditya, con una leve sospecha persistente en su corazón, y salieron de la Universidad de la mano.

Mientras tanto, Elliana, que se sentó cerca del estanque para terminar lo que había comenzado antes, sonrió con aprensión cuando las gotas de agua la saludaron de nuevo. Casi parecía que estaban bailando bajo su palma ahora.

—Eres tan hermosa —Elliana se rió de ellas como si estuvieran vivas y se acercó más a ellas.

Era extraño. Cuando Daniel llegó antes, estaba segura de que se había caído en el barro y arruinado su vestido. ¿Cómo es que su vestido estaba como nuevo cuando se levantó? Todo se estaba volviendo bastante extraño a su alrededor, ¿no? Parece que es más importante que nunca llamar a ese número que G había mencionado. Elliana se levantó de su lugar y se quitó las sandalias antes de caminar levemente dentro del estanque.

Sus piernas estaban sumergidas hasta por encima de los tobillos, y al sentir el frío del agua, sonrió y miró el agua cuando comenzó a temblar bajo sus manos.

Esto era realmente hermoso. No puede entender por qué G le pidió que no haga nada como esto. Esto la hacía más feliz en lugar de triste y asustada. Sentía que esto estaba destinado a ser, que ella pertenecía a la naturaleza. Elliana suspiró y sonrió al notar que el agua se aclaraba a su alrededor otra vez.

Se inclinó levemente para ver su reflejo en el agua y estaba a punto de saludarlo con una sonrisa feliz cuando miró sus ojos en el reflejo.

Thump. Su corazón se saltó un latido al ver lo que estaba viendo.

Elliana retrocedió en shock. Sus ojos no eran los mismos. No eran el color ámbar-marrón que se suponía debían ser. Estaban tornándose de un tono más oscuro, algo cercano al azul y al púrpura.

¿Era por el agua? ¿Las energías del estanque estaban haciendo esto? Solo sabía del brillo en su mano absorbiendo la luz a su alrededor. ¿Estaba pasando lo mismo con sus ojos? ¿Era una buena o mala señal?

Elliana se alejó más y estaba a punto de salir del estanque cuando escuchó ruidos detrás de ella.

Alguien se acercaba hacia ella.

No. No era alguien. Era un grupo de personas. Y estaban hablando de algo desagradable.

Su mente empezó a entrar en pánico levemente cuando notó que sus ojos seguían siendo azul-púrpura.

No puede permitir que nadie la vea así. Ella misma estaba asustada de lo que estaba sucediendo con poco o ningún conocimiento sobre esto.

¿Qué explicaría a los demás si preguntaban qué diablos estaba convirtiéndose o haciendo? Miró alrededor para ver hacia dónde podía ir cuando un gran árbol entró en su visión. Estaba justo a su lado.

¿Este árbol siempre estuvo aquí? ¿Por qué no lo había notado antes?

Tal vez solo está pensando demasiado. Siempre está tan perdida en sus pensamientos que ni siquiera disfruta y ve las cosas a su alrededor. Elliana bufó y se mordió el labio después de llegar a una conclusión.

Con la resolución de esconderse detrás del árbol, Elliana intentó salir del estanque, pero para su sorpresa, su pie estaba atascado en el suelo húmedo. Si hubiera sido algo vivo, seguramente habría parecido que la persona se estaba aferrando a ella. ¿El agua se estaba aferrando a ella? Entrecerró los ojos y agarró su pierna para sacarla.

—¿Estás seguro de que está bien hacer esto? Curiosamente, no tengo una buena sensación al respecto —dijo una voz.

—Solo cállate y búscala. También hemos tomado el dinero —respondió otra.

Las voces se le acercaban, y por alguna razón, Elliana sintió que esas personas la estaban buscando, y su mente se volvió aún más ansiosa mientras agarraba fuertemente su pie para sacarlo.

—Hey, ahí está ella —escuchó las voces, y se giró con ojos aterrorizados.

Sin embargo, tan pronto como se giró, un fuerte chapoteo resonó detrás de ella, y el agua detrás de ella se alzó en el aire antes de crear un escudo frente a ella. Era una mezcla de agua limpia hacia ella pero agua de barro hacia los chicos.

Elliana miró el agua con los ojos muy abiertos mientras el vello de sus manos y cuello se erizaba.

¿Estaba pasando esto realmente? Si sí, entonces ¿qué era exactamente ella?

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