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Capitulo 5: Te caigo mal?.

— Te dejó ayudarla?. — Axel y Alex estaban dudosos. — No lo creo, la última vez que intenté ayudarla con uno de sus trabajos me sacó a patadas de su habitación.

— Axel, pegaste mal todas las piezas y era pegamento permanente. — Alex defendía la reacción que tuvo su hermana.

Andrea había dicho que iría rápido a dejar a Doris Pero se complicó cuando la bebé despertó, tuvo que preparar su mamila y volver a dormirla, ahora estaba en la habitación de Alex y Axel, quería ver qué hacían y avisarles donde estaría.

— Ya saben dónde estaré, si me necesitan van a buscarme. — Los gemelos asintieron. — Pueden ir con Diangela, sin bromas chicos, solo pregúntenle si quiere ver una película o algo, si ella dice que no, no le insistan.

— Entendido. — Andrea sonrió ante el saludo que hicieron.

Los tres salieron de la habitación y los gemelos se dirigieron a la habitación de su hermana, entraron sin tocar la puerta.

— ¡Oigan, bajense de mi cama par de invasores!. — Andrea soltó una risa al final scuchar a Diangela.

Cuando vióhavia la habitación de Dyanne la puerta estaba cerrada y por un momento pensó que era una indirecta para decirle que no quería su ayuda. Aún así fue y tocó la puerta, segundos después escuchó como le autorizaban el paso. Al entrar Dyanne estaba frente a su escritorio con algunos materiales.

— Te dije que no cerrasras la puerta, que venía a ayudarte.

— Tardaste mucho, creí que no vendrías. — Dyanne la miró por un momento y dejó de hacerlo cuando Andrea le sonrió levemente.

— Estás en último año no?. — Andrea se sentó en la silla al lado de Dyanne.

— Si, en cuatro meses voy a graduarme.

— Mmm...— Andrea miró unas imágenes en la laptop, al parecer era la maqueta que tenía que hacer. — Se la edad de Doris, la de los gemelos y la de Diangela, menos la tuya.

— Ah, yo...bueno, cumplí 18 hace dos meses. — Dyanne dió esa explicación por qué no quería que Andrea pensara que reprobó un año.

— Así que eres mayor.

— Si, lo soy, comprenderás que no necesito una niñera. — Andrea frunció su ceño un poco.

— Te caigo mal?. — Andrea no la miró cuando preguntó aquello pues creía que la respuesta sería afirmativa.

— No realmente, si te soy sincera eres la que más me agrada de todas las que hemos tenido.

— Entonces te agrado?.— dijo Andrea mientras sonríe y empieza a acomodar los materiales que serían útiles para la maqueta.

— Ya dije que si, no me hagas repetirlo. — Dyanne estaba avergonzada. — Bueno, empecemos. — dijo al notar que Andrea la miraba de reojo. — Mira, eso es lo que tenemos que hacer. — Mostró la foto en la pantalla.

— Lleva varios nombres. — dijo al notar que todas las partes llevan un nombre. — ¿Dónde están?. — Solo vio que estaban los palillos donde los colocarían Pero no vio los papelitos.

— Mmm...papá dijo que lo traería del trabajo, llegará en una hora, supongo que empezaremos asi.

— No hay problema, es el último paso, solo quería saber si lo tenías listo.

Las chicas iniciaron desde cero con el trabajo ya que habían varias piezas que no estaban colocadas de manera correcta, Dyanne estaba un poco nerviosa al notar varias veces la mirada de Andrea en ella, tanto que llegó a volcar uno de los botecitos de pintura.

— Mierda. — dijo poniéndose de pie para no manchar su ropa.

Andrea la ayudó a limpiar rápidamente para no arruinar los demás materiales. Dyanne fue a la habitación de Diangela a buscar otra pintura. Cuando regresó ya todo estaba limpio.

— Es mejor que lo coloques de mi lado. — Andrea tomó la pintura de sus manos. —Los gemelos están con Diangela?.

— Si, estaban viendo una película. — Andrea sonrió ante ello. — También pasé a ver a Doris y sigue dormida.

— Bien, continuemos. — Continuaron con su trabajo, ambas estaban muy conforme con el resultado que estaban viendo, hasta el momento lo veían muy bien y con sus piezas dónde van.

— Bueno, solo faltan los nombres. — Dijo Dyanne sonriendo un poco.

— Oye...— Andrea se giró para ver a Dyanne. — Eres una adolescente aún, todos los adolescentes se enamoran alguna vez en su vida. — Dyanne se puso un poco más nerviosa. — Tu no estás enamorada de alguien?.

— Yo...¿por qué la pregunta?.

— Por algo que me dijeron los gemelos antes.

— Que te dijeron esos dos? No creas nada de lo que digan, no es cierto.

— Esta bien, no creeré nada que entonces. — Andrea se encogió de hombros. — Tu padre está por llegar, así que...— fue interrumpida por un sonido que provenía del aparato en su muñeca, este sonido era el llanto de Doris. — Cuando tu padre llegue me avisas para ayudarte con los nombres.

Andrea salió directo a buscar a Doris quien seguía llorando. Cuando Doris la vió dejó de llorar casi de inmediato.

— Que pasó, Amor?. — la tomó en brazos. — Tienes hambre? — Doris se emocionó cuando Andrea tomó su mamila. — Claro que sí. — Andrea soltó una risita.