Capítulo 3: Ciudad Invernal

Ubicación: Reyno del Norte

Año: 295 d. C. Mes 7

Margaery Tyrell IV

Margaery estaba aturdida, en menos de una semana y media de viaje ya se encontraban a un día de la capital del Imperio. Las carreteras eran adoquinadas, posadas cada 40 millas y la nueva timonela proporcionada por la familia Rose no sufría de los constantes problemas que la timonela traída del Reach si padecía. Los ataques del príncipe Robert tampoco disminuyeron en ese tiempo, en todo caso aumentaron en intensidad.

Cada noche en las posadas él se reunía con ella antes de dar por terminado el día y le instruia en tradiciones, conductas y jerarquía del norte. Ella aprendió de el diligentemente y se preparó mentalmente para sufrir en Invernalia, según el principe ella debía estar lista para que las damas del norte la insulten constantemente por su patria de origen y religión materna, y como futura reina ella debía aceptar esos insultos e inmediatamente después devolver el favor, cuando su abuela escucho eso su abuela aprovecho para pinchar una vez mas y el principe dejo ek claro qie en el norte no se respeta a una persona que recibe los insultos con una cara sonriente y dulces palabras, según él si no puedes defenderse de quienes te insultan no eres capaz de defender tus tierras.

— Mis hermanas en particular estarán más que felices de ser las primeras en darte la bienvenida a la corte — el comentó distraídamente, eso fue un doloroso despertar para Margaery quien esperaba encontrar en las dos princesas amigas y aliadas. Sin embargo, cuánto más aprendía de la familia real más entendía que los Stark en verdad se comportaban como una manada.

El principe Robert no sentía animosidad contra su hermano por su posición como rey, en cualquier caso parecía compadecerse de él por tener que gobernar el Imperio. La princesa Sansa era un demonio en la corte, tenía su propia facción política dedicada al aprendizaje y comercio. La princesa Arya por otro lado tenía en su bolsillo a las facciones más beligerantes. El principe Brandon en cambio era una importante figura en él Ravn, ella sabía que era importante aunque no entedia que tanto lo era.

— Eso es bueno y peligroso — la abuela le dijo una tarde en la timonela después de ponerles al tanto de los hermanos del rey — bueno porque tú esposo tendrá pleno apoyo de sus hermanos lo que hace menos probable que lo traicionen y peligroso porque tal parece que debes ganarte no solo a todo el reino sino también a la familia real.

Margaery desde ese día se sumía en sus pensamientos, miles de ideas pasaban por su cabeza y tramas corrían desenfrenadas en su mente; haría frente a un grupo de principes del norte que pese a ser o de si misma edad o menores ya jugaban un papel clave en la administracion de su reino.

— Antes de aprender de mi tía la princesa Lyanna, deberás saber el funcionamiento de la Corte de Invierno — esa noche el principe le entregó un libro titulado como 'Navegando por el Invierno: estructura política central del Norte'.

Cuando llegó a su habitación la puerta estaba resguardada por izquierda y derecha, los dos gemelos de seis pies guardias personales de su abuela. Al entrar su hermano, la abuela y sus dos damas de honor la esperaban. Viendo el libro Loras lo tomo con cuidado para que Margaery se ponga cómoda, mientras ella y sus damas se ocupaban el ya empezó a leer las primeras páginas.

— ...Mierda — todas las mujeres lo regresaron a ver, el se sonrojo se aclaro la garganta y leyó:

"... Para todo extranjero en suelo del norte deberá saber que cada sesión de la Corte de Invierno es discada en alta lengua del bosque, de no entender la noble lengua del Norte se le proporcionará un traductor por seis meses..."

— Hay algunos detalles, pero lo escencial es eso — Loras murmuró a las damas que estaba calladas como una tumba, Loras continuo leyendo esa pagina y murmuro preocupado — en los siguientes párrafos menciona que todos los asuntos del reino se imparten en legua antigua, el comun realmente solo se usa por su facilidad de aprendizaje pero cada ciudadano del norte aprende el antiguo como primera lengua.

— Cuando crees que lo sabes todo y te salen con otra masa a la cabeza — la abuela suspiró sufrida — El principe Robert desprecia el sur claramente, y sobretodo te desprecia a ti querida.

— Lo se — Margaery entendió, las clases, su cooperación y trato cordial era sin duda bien actuado, pero eran estos detalles los que tenían a todos en la caravana tan nerviosos. Los guardias huían de él, se mostraba nerviosos cada vez que los miraba y muchas veces se desmayaban (solo cuando Greywind estaba presente). El principe actuaba como si no fuese consiente del comportamiento de los guardias, pero su paso confiado a través de la escolta Tyrell y constantes sonrisas falsas lo ponían en duda.

Margaery se preguntaba si ese sería su día a día en el norte, la tan cordial recepción del principe Robert y sus tratos galantes eran de ensueños, pero la frialdad de sus acciones lo volvían un depredador cruel y astuto. ¿El rey Jonothor sería igual?, ¿Ella sería delegada a una esposa trofeo?, o peor aún, ¿Sería condenada al aislamiento en una vieja torre?

— Eh... Creo que deben escuchar esto — Loras volvió a llamar la atención y cuando estuvo seguro de la atención de todos leyó:

"... Dentro del Norte las regiones se han dividido en cuatro regiones importantes: Tirras Norte, Muro, Tierras Stark e Insulares. Cada región se divide en sub regiones de acuerdo a las grades familias que las gobiernan.

Para garantizar la buena administración de tan extensa tierra cada región cuenta con su propia corte, entre las cortes más influyentes se encuentran: Corte del Hielo, Corte del Hierro, Corte del Oso, Corte del Fuego y Corte Negra. Cada corte tiene un representante dentro de la Corte de Invierno llamado embajadores, su deber es velar por el interés de su respectiva corte mediante alianzas y maniobras necesarias.

Así entramos en la Corte más importante, la Corte de Invierno. Esta se divide en tres secciones, Corte de los Sabios, Cámara de los Embajadores y Alto Consejo. En estas secciones las diferentes facciones conviven y promueven acuerdos, leyes y parlamentan acciones y decisiones entre reinos, el Rey debe contar con el apoyo de al menos treinta y cinco miembros para promulgar una nueva ley..."

— Fraccionan su poder voluntariamente — Olleana susurro horrorizada, Margaery se removió incomoda y las damas estaban petrificadas por la confusión.

— Al menos esto los da un mejor mapa político del Norte — murmuró Loras, todas las mujeres lo miraron con los ojos abiertos, era muy raro verlo a él de todas las personas siendo racional, el hermano de Margaery por otro lado continuo inmerso en sus pensamientos — Según lo aprendido la princesa Sansa domina la facción pasifista, por lo que ella tiene al consejo de los Sabios en su bolsillo siempre y cuando su profesión no mejore por la guerra. La princesa Arya por otro lado controla a los más beligerantes, los embajadores principalmente y por supuesto el rey controla el alto consejo.

— Debe existir una facción neutral, pero no sabemos quién la controla y que tan leal es al rey — Olleana miro a su nieto pero este seguía absorto en el libro.

— El princesa Sansa lidera está facción — todos los ojos se centraron en Elody quien se sonrojo por la atención.

— Explícate niña — la abuela reclamo de inmediato y está canto rápidamente.

— Bueno, según las explicaciones de Lord Loras la corte real tiene facciones y por palabras del príncipe Robert sus hermanas controlan dos de esas facciones — Elody gano confianza y hablo rápidamente — no sabemos cuántas facciones existen, pero por lo que aprendimos de las princesas podemos entender que la princesa Arya lidera la faccion bélica y la princesa Sansa la facción neutral. La princesa Sansa tiene lo base de poder en la Corte de los Sabios, mi suposición seria que esa Corte mantiene la precencia de maestres o eruditos que casi siempre desaconsejan la guerra pero no están en contra de ella. Y el principe Robert si bien no ha mencionado pertenecer a ninguna facción el claramente pertenece a una facción defensiva, no menos peligroso que la princesa Arya pero en un estilo de 'que ellos vengan a nuestra tierra y aquí los rompemos'.

— Sansa la Sangrienta, Arya la Buena y Robb el Empalador — Margaery número los nombres que Robert Stark le estuvo enseñando.

— Si querida, todas hemos escuchado esas historias de miedo contadas por tu futuro buen hermano — Olleana puso los ojos en blanco, pero los engranajes girando y conectando los puntos eran obvios en sus ojos. Margaery se sonrojo y con voz cortada alavoro su idea para sus primas claramente confundidas.

— Sansa la Sangrienta fue una reina en el norte, hija de Brandon el Constructor, cuando tuvo la corona de invierno puso de rodillas a los reyes Umber y los clanes de las montañas, dirigió una gran esoedicion al norte del muro y puso Los Colmillos Helados, el Bosque Encantado, Punta Storrold y el Valle de Thenn bajo su estandarte.

— Una era bélica de expansión como la actual facción de la princesa Arya — Mynissa susurro consternada, aún era un tema delicado entre los viajeros del Alcance las muchas reinas Stark.

— Arya la Buena por otro lado sentó una era de progreso al normalizar la educación tanto de nobles como plebeyos, creo orfanatos mantenidos por la casa Stark y patrocinó emprendimientos y negocios prometedores.

— Una facción progresista como la de la princesa Sansa — Loras ya comprendía la línea de pensamientos de su hermana.

— Y Robb el Empalador, un cruel rey Stark que lidio con la coalición de reyes hace unos 4500 años, el y su guardia personal de 400 norteños defendieron el cuello junto a las tropas Rose y Reed de los reyes del Alcance, el rey en el Peñon, los reyes Tormenta y los reyes Halcón. Según las crónicas derrotó un ejército superior a él en un margen de diez a uno y todos los pricioneros fueron empalados desde La Forca Verde hasta el Foso.

— Una facción defensiva — Elody susurró aoreciativamente.

— Eso quiere decir que estamos navegando por una corte con sus facciones bien definidas, experiencia previa y larga data — Margaery noto que su abuela envejeció repentinamente diez años, al ver la confusión en su nieta está le señaló — eso quiere decir que cuando llegues a invernalia deberas elegir una faccion, no puedes crear la tuya propia como esperábamos porque al hacerlo te estás aislando, mantenerte neutral solo te quitará control y elegir incorrectamente te matara o provocará que tú esposo te deje de lado.

El silencio que siguió lleno la habitación y oprimió las mentes de quienes en ella se encontraban. Margaery en particular sentía que se metió en la guardia del lobo desnuda, la ironía de ese pensamiento no se le escapó, desde la propuesta de matrimonio todos en la familia estaban encantados con este desarrollo, aunque preocupados por la reacción de sus abanderados aceptaron sin dudarlo. Por años les enseñaron que los norteños eran animales salvajes ambrientos de batalla, ellos lo creyeron, cada vez que el norte descendía del cuello quemaban, saqueaban y mataban todo lo que se les oponía. Pero en las últimas dos semanas descubrieron que los Stark y el norte en general eran jugadores del Juego de Tronos con milenios de experiencia, crueles animales que desgarraban a sus enemigos y feroces protectores de sus súbditos.

— Es irónico — Margaery susurró al borde de las lágrimas — el sur estuvo tan ensimismado en su pompa y lujo que olvidaron que el norte a jugado el juego de tronos milenios antes que ellos.

Si bien Margaery era consiente que las intrigas y maniobras eran tan antiguas como el mismo poniente el Gran Juego de Tronos solo tiene poco menos de trescientos años, antes las intrigas eran mínimas y distantes entre si, los reinos del sur eran demaciado pequeños para tener que preocuparse por ganar influencia, los reyes antes que Aegon usaban el método de matrimonio rotativo para mantener a todos sus abanderados conectados a la corona. El norte por el contrario ya en sus inicios era enorme, cada una de las pequeñas regiones del norte eran el equivalente a las tierras de los ríos o el oeste, las más grandes incluso eran tan grandes como el Alcance, con tanta tierra bajo su control era difícil el método sureño de conexión, cuando los Stark se expandieron aprendieron a jugar el juego... Los salvajes norteños le llevan 8000 años de ventaja a los sureños en el juego del que tanto presumían.

— Mierda — todas las mujeres regresaron sus ojos al único hombre que ahora miraba el libro una vez más. Sin embargo este no dijo nada y solo continuo leyendo y mascullado.

— Lee para todos niño tonto — la abuela tronó y Loras se asusto, sonrojado se aclaro la garganta y obedeció a su abuela.

"... La Corte de los Sabios es formada por: cinco representantes de los Altos Gremios: herreros, hechiceros, constructores, comerciantes y alquimistas; cinco representantes de las diciplinas de la Universidad de Invierno: sanadores, jueces, policias, senescales y escribas; y, siete veteranos de las disiplianas marciales del Norte: cuchillos, hachas, lanza, mazas, espada, arco y warg..."

— Oh, ¿no es una maravilla? — la abuela gruñó por el dato — eso son 17 votos, más las 28 regiones del norte deja un total de 45.

— Ve que dice del Alto Consejo — Margaery pidió a su hermano amablemente. Su hermano obedeció y rápidamente paso unas páginas:

"... El Alto Consejo del Norte tiene a las figuras más influyentes, entre ellas podemos destacar a: el director de La R.A.V.N. también llamada Riksagentvirksomhet Nord que de la lengua antigua significa Agencia Nacional de inteligencia del Norte, Gran Decano de la Universidad de Invierno, Gran Senescal del Norte; Primer General, Alto Juez, Gran Almirante, Reina Madre, Consorte Real y Magnar de Invierno..."

— Eso hace 54 votos — Olleana murmuró impresionada.

— Si cada facción es equitativa son 18 miembros para cada una — Margaery susurró, eso significaba que para aprobar una ley el rey debía contar con dos facciones de la Corte.

— No exactamente — Loras paso de página:

"... El Rey en el Norte cuánta con un voto equivalente a diez de los demás miembros..."

— Eso da como resultado una facción, el Alto Consejo y el joto del Rey... Más o menos — Elody entendió la idea de Loras.

— Al menos no son tan estúpidos como pensaba — masculló Olleana, la anciana estaba aterrada por el destino de su nieta en ese nido de víboras — y parece que el norte es mas peligroso que la Fortaleza Roja.

— Estamos olvidando algo — Mynissa susurro avergonzada, cuando todos la miraron se sonrojo pero hablo de todos modos — la R.A.V.N. es una organización de espías donde el principe Brandon tiene gran influencia.

— El Rey lo sabe todo en el norte — Margaery se aterró mirando a la habitación, repentinamente las cortinas, el armario, los muebles y la misma cama auguraban la precencia de un desconocido escuchando esta conversación privada.

— ¿Sólo el norte? — Olleana levantó una ceja — el chico nos estaba esperando, sabía cuando llegaríamos al Foso. Las fuerzas del norte pudieron evacuar a la pequeña Rhaenys y la recién nacida Daenerys sin que las fuerzas de Robert Baratheon supieran que pasó y la princesa Rhaenys fue sacada bajo las narices del maldito Tywin Lannister.

Las palabras de la vieja matriarca Tyrell sumieron a los jóvenes en el silencio, cuánto más lo pensaban era obvio que el norte monopolizaba constantemente la informacion y tenia gente lista oara usarla.

— La Araña es inteligente y maneja una buena red de espías — la abuela continuo — pero jamás a entrado en el norte, la pregunta que se hace constantemente es: ¿Que tan malos son los espías de Varys?, ahora veo que ese pensamiento es erróneo la verdadera pregunta debería ser: ¿Que tan comprometida está la red de la Araña?

— ¿Recuerdan lo que mi Señora nos informó hace dos días? — Elody saltó emocionada, todos la miraron curiosos, hace dos noches Margaery contó sobre la vida promedio de un norteño sin embargo no veían como eso era relevante para la conversación. Viendo las caras de su familia Elody les dió una mirada en blanco antes de aclarar — todos los niños de seis a doce años son llenados a los castillos y torreones para recibir la educación obligatoria y cumplir entrenamiento militar. Todos saben que los espías de Varys son principalmente niños de seis a doce años, por lo que en las áreas de instrucción sería fácil hallar pequeños sin lengua que saben leer y escribir.

— Aprovechan que en el sur los niños son mayoritariamente ignorados para identificar espías — Olleana murmuraba pensativa — y ahora los chicos tienen un hogar, comida para llenar sus estomagos y un futuro mejor que ser sacrificados por ese eunuco.

— Y es posible que esos niños sean elegidos para la R.A.V.N. — Loras comento — digo ellos ya tienen experiencia en espionaje y logística, no sería difícil reenfocar su talento para su nuevo reino.

— Solo son especulaciones, pero con el norte ahora todo es posible — la abuela del chico acordó.

— ahora las historias de lobos huargos, gigantes, niños del bosque y dragones no parecen tan fantásticas — murmuró Mynissa. Las palabras de la chica los hizo tomar una doble toma por sus palabras y recordaron que durante los últimos once días han viajado con una leyenda viviente.

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Cuando se anunció su inminente llegada a Invernalia, las tres jóvenes damas se agolparon en las ventanas de la timonela para ver la capital del reino del norte. La vista era de ensueños con casas de madera y tejados llenos de una ligera capa de nieve, calles amolias pero no exageradas, un constante olor a madera quemada y especies cocidas, grupos armados de hombres patrullaban las calles con armadura de cuero hervido y espada, todos con el simbolo de un lobo aullante.

Las personas en la calle principal miraban con curiosidad un rato solo para continuar su día. Margaery vio las condiciones de esta gente, no vestían con lujo ni nada demaciado opulento, pero ciertamente la gente pequeña del norte tenía mejores condiciones que la gente pequeña del sur.

La ciudad invernal era una solida estructura de tres muros, el muro principal, el muro medio y el miro interior. Cuando llegaron al muro interior vieron a Invernalia en todo su esplendor. Un castillo de quince torres, altura imponente pero con el clásico acabado norteño sin muchos adornos y siempre pensando en la practicidad.

El patio que las recibió fue uno adoquinado, sencillo y sin gota de flora, en el medio un pequeño contingente de soldados rodeaba a un chico de ocho años, a Margaery le encantó,su corte moderado de cabello, ojos indigo oscuro tan intenso como el hielo y sus ojos tienen tantos años que es doloroso de ver.

— Bienvenidos a Invernalia — el chico hablo respetuosamente con una reverencia, Margaery uso cada gramo de auto control para no arrullar — Principe Brandon Stark, a sus servicios.

— Bien conocido mi príncipe — Loras fue cortés y rápidamente se presentó con su nombre y continuo con el resto de sus acompañantes femeninas. El pequeño principe fue silencioso y dió reconocimientos superfluos a las damas Tyrell. Una vez terminada esa fase Brandon hizo un ademán detrás de él y Margaery juró que vio a la mujer más bella de todo el mundo conocido.

— Permítanme ser quien os presente a la Reina Madre Lyanna Stark de Invernalia — de rostro fino ligeramente alargado, tes pálida como la nieve que adornaba la ciudad, cabellos castaños mas halla de sus hombros y ojos gris acero relucientes. Ella vestía un sobre vestido negro de pieles con costuras en plata que llegaba a sus rodillas, pantalones de cuero negros sin adornos y botas del mismo color con un tacón de una pulgada de una sola pieza. Camino con un aplomo que a Margaery la dejó sintiéndose inapropiada.

— Es un placer mi Lord, mis damas — la voz envío escalofríos por la espalda de Margaery, ronca por su acento pero modulada y entrenada como la fina brisa veraniega, la volvían una sinfónica adictiva.

Margaery intento con todas sus fuerzas responder pero todo salió como un conjunto de galimatias sin sentido. La reina madre le dedicó una sonrisa indulgente, una sonrisa que debió ser tomada por un insulto (Olleana ciertamente carraspeó molesta) pero Margaery solo podía pensar en lo buena que era Lyanna Stark con ella.

— Se han preparado habitaciones y cuarteles dentro de mi sección del palacio — Lyanna informó y Margaery le agradeció en silencio por tapar su conducta inapropiada.

— Tomen un descanso, repongan fuerza y en tres horas sereis presentados ante el rey y su corte — las palabras del joven Brandon fueron implacables, sin molestarse por su reacción dió medía vuelta y con aire meditabundo añadió — Bienvenido hermano.

— No se esfuerce en entenderlo mi señora — la princesa Lyanna le sonrió a Margaery cuando vio su cara de confusión por el trato rudo — Brandon es una extrañeza incluso entre los norteños. Síganme os llevaré a sus habitaciones.

La caminata fue ardua, decenas de pasillos, cientos de sirvientes y miles de escaleras. La princesa Lyanna mantuvo una charla ociosa con Margaery y sus damas de compañía, ellas eran unas cositas curiosas que revoloteban con preguntas y alagos. Para Margaery el viaje duró demaciado poco, tenía cientos de preguntas para la princesa que obstinadamente se negó a responder más allá de oraciones vagas y poco claras.

En la torre de la Reina Madre se les asignaron habitaciones y sirvientes; las camaras eran hermosas, Margaery entro en su recamara con los ojos abiertos de asombro, el lugar de bienvenida era una gran sala llena de muebkes rusticos una gran mesa central donde se exibian algunos aperitivos en bajilla de plata, algunas pinturas adornaban las paredes y tres puertas llamaban a sus futuras huéspedes.

Margaery entro en la puerta central donde la princesa Lyanna indico sería sus nuevas residencias. Al pasar las puertas dobles ella quedó asombrada por la decoración, era rústico como todos en el norte, pero la cama tallada con docel, la pequeña biblioteca en una de las esquinas y los comodos muebles eran tan bellos que quitaban el aliento. Tenía otras tres puertas a su disposición, según explicaba la princesa una era para un baño privado donde podría asearse, otro era un gran vestidor y la última era una puerta con acceso a un balcon personal con vista al Bosque de los Lobos.

— Los libros están seleccionados con temas que contienen historias, tradiciones y Geopolítica del Norte — las palabras de la princesa Lyanna sacaron a Margaery de su asombro — yo sugeriría iniciar con éste.

Margaery miro el tomo que la princesa señalaba, en el estaba escrito en cursivas las palabras ‹Robert el Patriarca›.

— Allí entenderá los fundamentos de nuestra casa — la princesa aclaró, se giró cuando una niña entro vistiendo el uniforme de sirvientes de Invernalia — su bañera está lista mi señora, en dos horas vendré a recogerla a usted y su familia, mantenga vestimentas prácticas para el frío, la sala del trono no es un lugar apropiado para un vestido sureño.

Margaery se estremeció, la princesa dió una media sonrisa y se retiró casi flotando en su andar. Dirigiéndose al baño indicado un pequeño ejército de sirvientas ya la estaba esperando, con rápidas presentaciones se dispusieron a desvestirla. La ducha fue un bálsamo para sus músculos doloridos por los días en carretera, el suave aroma a bosque flotaba de las hojas de arciano y rosas de invierno.

Más rápido de lo que le hubiera gustado el agua se enfrió, un precio que el clima del norte no perdonaba. De mala gana salió de la tina y una de las sirvientas le informó que le quedaba una hora y cuarto. El baño tenía acceso al vestidor para mayor comodidad, en ella una sirvienta la esperaba con un paquete forrado prolijamente en papel verde musgo.

— La princesa Lyanna no sabía si tenía ropa adecuada para el clima, preparó este conjunto de antemano como un obsequio de bienvenida — la joven dejó el paquete en una de las peinadoras y salió del vestidor para darle a Margaery más privacidad.

Margaery sintío lágrimas en sus ojos, era consiente de su ingenuidad al considerar a la princesa Lyanna su aliada. Pero este nivel de insulto era arrollador, no solo la llamaba ignorante, con este presente cuestionaba la competencia de toda su casa. Y lo más triste para ella es la completa verdad de tal acto, las prendas que trajo desde Highgarden apenas la protegen del clima.

Con parsimonia abrió el regalo de la princesa y jadeo al ver su contenido, un hermoso sobre vestido de cuero negro con patrones de rosales bordados en hilo azul y verde metálico. Lo extendió para revelar que el interior estaba forrado en pelaje aterciopelado, mangas largas con bordes de la rosa de invierno bordados en ellos, un ramo de rosas azules rodeaba la cintura de la prenda, más allá de la cintura carecía de patrones o decoración. La cosa tenía un escote bajo que si era usado sin otras prendas dejaría sus senos al descubierto sin piedad.

Revisando el resto del paquete había ropa pequeña, era funcional y sin costuras extravagantes o formas incómodas, se las puso de inmediato pero descubrió que no podía usar la que cubría sus senos ya que no conocía la forma de usarla sin que vuele por su cuenta. Cubriéndose con la bata salió en busca de una sirvienta, resultó que una chica de diecisiete años esperaba en la sala común, la llamo y avergonzada pidió ayuda, la chica le dió una sonrisa alentadora y obedeció su pedido.

Resultó que esa prenda tenía dos broches que debían ser ajustados en su espalda, y la prenda la llamaban brasier, Margaery concluyó que era más cómoda que las prendas usadas en el sur (Camisones olgados o vendas apretadas).

Los pantalones eran cómodos y abrigados, piel por dentro la mantenían cálida y a gusto. No tenian decoraciones más allá de una correa incorporada con forma de una argolla de oro en forma de rosa.

Las botas eran muy parecidas a las usadas por la princesa Lyanna ese día, acompañadas de unas gruesas medias acolchadas esas botas eran el sinónimo de la comodidad pese a su tacón de una pulgada (ella a usado los tacones ligeros y son una tortura). Finalmente, una gruesa blusa gris sencilla de cuello alto se pegaba a su piel.

Una vez terminado la sirvienta se ofreció a peinar su cabello, aceptando la oferta le ofreció peinarse con sus estilos sureños o usar un estilo norteño. Indecisa elijo por un estilo norteño, la sirvienta asintió con aprobación y Margaery sintío alegría por su validación, feliz de haber elegido correctamente.

El peinado fue rápido; la chica Alyssa, como se presentó, parloteo alegremente mientras trenzaba su cabello con una fuerza y delicadeza tan contradictoria que la dejo mareada y sin atender a sus palabras. Al final, ella lucía una corona de trenzas que convergía en su nuca y en rizos descendía por su espalda.

Margaery jadeo sorprendida, el espejo no solo relucía con su imagen, también la hacían parecer una reina del Alcance. Alyssa coloco dos rosas de invierno entre sus rizos.

— Las rosas de Highgarden no prosperan en el norte — Margaery se estremeció sin poder creer que una sirvienta también la insulte — Pero las rosas de invierno se abren paso entre la nieve y las crueles ventiscas... Usted nació para ser reina en el norte mi señora, puede llevar el nombre Tyrell, pero nació para retar estás tierras.

Margaery cubrió su rostro con emociones desbordantes, el recuerdo del galante pero frío trato del príncipe la descolocaron, la venenosa amabilidad de la princesa Lyanna y los constantes insultos en contra de su familia o ella misma mermaron su espíritu, rompieron su alma y sacudieron su mente.

Pero recibir esas palabras tan inocentes de una ciudadana norteña, ver que ella la aceptaba pese a su origen, lleno su corazón y de cierto modo eso hizo que alara a Alyssa. En ese momento se juro jamás olvidar el nombre de esa sirvienta y de ser necesario le rogaría a su prometido para mantenerla cerca.

Llorosa se levantó con estrépito y abrazo a Alyssa con fervor, la chica chillo de sorpresa pero aún así correspondió el abrazo con delicadeza y un cariño que Margaery jamás recibió en Highgarden.

— Su alteza espera mi Lady — Alyssa recordó suavemente, se alejo de Margaery y acomodo las trenzas de la dama sureña correctamente — la esperaré con la cena mi señora... Si eso le complace.

— Lo hace Alyssa, eso le complacería — Margaery se apresuró a responder, no queriendo perder la posibilidad de tener a esta chica cerca de ella.

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Ubicación: Reino del Norte

Año: 295, séptimo mes.

Brandon Stark I

Brandon se paró en la torre más alta de invernalia, disfrutando del viento ruidoso que asotaba sus muros, mirando a las aves surcar los cielos y envidiar su libertad, anhelar desesperadamente unirse a ellas para formar parte de la grandeza del cielo.

Brandon miró la gran extención de la Ciudad Invernal en el deprimente ocaso, la belleza de esta ciudad que el personalnente diseño y lentamente vio crecer y prosperar. Desde la pequeña villa de chozas y muralla de madera a una gran estructura de tres muros y un castillo que avergonzaba a las mejores creaciones del sur. Su aguda mirada se suavizó, está ciudad en su espléndida belleza guardaba en sus muros los peores crímenes contra la humanidad, las risas mas cinceras y la ira mas fría del mundo.

Unos pasos delicados se oyeron, Brandon la espero. Ella era hermosa como solo una norteña podía ser, delicada forma aparentaba fragilidad, pero en sus ojos ardía la llama que nadie, ni el invierno mismo, podría romper, ojos plateados brillantes como dos magnificas perlas, cabellos castaños y rostro tan angelical que guarda los colmillos de un depredador.

— Mi príncipe — ella se inclinó casi con reverencia.

— Sabes que no es necesario inclinar te ante nosotros, Alyssa — él la miro ladeando la cabeza, no comprendía poque insistia en reverenciarlo constantemente cuando el le permitió tratarlo con cercanía.

— No podría hacerlo majestad — ella se disculpo — sois demaciado importantes para mí como para ser tan familiar con todos vosotros.

— Eres de la familia Alyssa — Brandon recordó amablemente — Jon te llama su hermana y siempre dice que si somos demaciado molestos te nombraria su heredera, Robb a dejado en claro que pelearia contra quién osara pedir tu mano, Sansa de a ofrecito a pstrocinar tus estudios y Arya a plantesdo remendarte como doncella escudo de Invernalia. Eres de la familia Alyssa, cada uno de nosotros moriría por tí.

— Y por eso os amo — Alyssa sonrió genuinamente haciendo que dos abuelos se formasen en su rostro — pero es mi deseo ser una sirvienta en su castillo, y por más que ame al rey Jon por considerarme digna heredera del trono jamás podría acetar tal carga por mi humilde origen.

Bran negó la cabeza divertido, Alyssa puede ser muy inteligente pero es tan despistada es muy frustrante, Brandon sabe que Jon habla en serio sobre nombrarla su heredera si Arya, Sansa y Robb se comportan con animales salvajes. Brandon se negaba a admitir que el también era problematico.

— ¿Cómo salió tu interacción con Lady Tyrell? — el principe decidió combinar de tema, era consciente de la tosudez de su hermana por elección.

— Tal y como predijo mi príncipe — ella respondió y Brandon sonrió genuinamente.

— Sigue siendo su amiga... Ella debe ser una reina fuerte para las guerras venideras.