webnovel

Capítulo 1: Bienvenido a Theya

—Y así llegan las vacaciones de navidad. — Decía mientras miraba el reloj que había colgado en el centro del salón de clase.

—Ha sido un semestre muy duro, pero ha valido la pena, que de tías bu…—

—Atrás de ti, Mau. — Susurraba mientras detenía a mi amigo Mauricio de tener una muerte prematura.

—Termina lo que ibas a decir Mauricio.— Sonaba detrás de nosotros una voz cálida, su voz sonaba con cierto enojo pero a la vez cariño.

—Sara, que gusto que seas tú y no una profesora.— Volteaba Mauricio efusivamente, aunque se podía percibir el terror en sus ojos.

—La próxima vez no saldrás vivo, hazme caso.— Sara miraba a Mauricio con los ojos de un demonio.

Salía de la universidad y respiraba el aire a victoria, que satisfactorio, podré relajarme al menos la mitad de las vacaciones jugando League of Legends y viéndome attack on titan, ya me preocuparé por todo lo referente a los estudios a mitades de las vacaciones.

—Jorge, ¿Damos la vuelta para celebrar este gran acontecimiento? — Interrumpían mis gratos pensamientos.

—Esta vez pasaré, Mau, me gustaría relajarme este día, además, tengo algo importante que hacer.

—Bueno, no pasa nada, ya me iré yo a divertirme con alguna lindura. — Decía con orgullo y recelo, pero ciertamente nunca ha tenido novia.

—Suerte con tus novias, gavilán. — Le respondía irónicamente, pero ciertamente solo tuve novia por una semana.

Regrese a casa, mi hermana menor ya estaba arreglada, mi madre se retocaba y yo intente con mi mejor esfuerzo (Mentira) estar lo más arreglado posible.

—¿Nos vamos chicos? — Cristina, mi madre, nos pregunta.

—Listo­s— contestábamos.

Dicho esto nos marchamos de casa sin decir más

El ambiente era espeso, triste, gris… emociones más bien negativas circulaban sobre nosotros, solo se podía ver alrededor tumbas y gente llorando, nosotros no éramos la excepción.

Mi madre llora desconsolada, mi hermana intenta hacerse la fuerte, pero las lágrimas caen igualmente, yo simplemente miro con cierta melancolía y tristeza. Aquí yace la tumba de mi difunto padre, una persona enérgica, sincera y fiel a sus principios, físicamente era robusto y bajito, de algún lugar habré sacado mi "gran" altura. En la foto que hay en su tumba podemos ver como carecía de pelo, y el que queda, está muy desordenado, pelo negro, ojos castaños y una sonrisa que va de mejilla a mejilla.

—No fue el mejor padre, ni la mejor persona, ni tampoco el hombre más suertudo, pero, fue nuestro padre y los recuerdos con el nadie nos lo quita. — Hablé para llamar la atención de mi familia y no fueran absorbidas por la negatividad.

—Sobre todo suertudo, siempre estaba en el momento adecuado para que le pasaran desgracias— Me apoyaba mi hermana soltando una pequeña carcajada.

—Espero no esté causándole problemas a la gente con la "suerte" que tiene— Mi madre extendía.

Los tres nos secábamos las lágrimas mientras reíamos a carcajadas al recordar a mi padre.

Después de un paseo por el pueblo, regresamos a nuestro hogar. Me dirigí a mi cuarto sin cenar y prendí el ordenador, esperé un rato a que se prendiera mi patata de ordenador y me metí a discord a hablar con mis amigos.

—¿Han visto el nuevo capítulo de jujutsu?

—Ha estado de puta madre, ya espero el siguiente capítulo.

—¿Qué tipo de poderes tendríamos nosotros si existieran en el mundo real?

Platicábamos sin cesar sobre nuestras series favoritas hasta las 3 de la mañana, decidí marcharme para ese momento pues me sentía muy cansado y no tuve un día precisamente fácil.

Ahora lo único que quiero es descansar y dormir quince horas y diez minutos, pensaré en alguna serie fantasiosa a ver si de casualidad sueño que estoy ahí y tengo poderes y lucho contra el mal, o algo así.

­El sueño empezó turbio, mi cuerpo se puso totalmente negro, un negro azabache, sentía que no podía respirar, el paisaje se convirtió en la galaxia misma, y cada vez se expandía más, al punto de poder ver varías galaxias, de repente algo me arrastró y empezaba a desplazarme muy muy rápido, tan rápido que mis ojos no podían ver nada claro, simplemente luz. Y luego se hizo la oscuridad.

—Que extraño sueño tuve, hasta siento mi cuerpo pesado y en mi mano algo suave— Me decía a mí mismo mientras intentaba arrancar mi cara de la almohada.

Me di la media vuelta con la poca fuerza que tenía y lo que encontró mis ojos fue algo inusual e inesperado. Había una chica durmiendo a lado mío con unas orejas largas y puntiagudas.

La chica despertó y segundos después, analizando la situación, gritó. —¡Ayuda! ¡Un pervertido está en mi cama!

Ese grito fue lo suficientemente fuerte para que me despertará del todo y rápidamente me pusiera de pie frente a la cama. —¿Quién yo? ¿Qué haces tú en…? ­— Me detuve viendo el panorama, esta no es mi cama, este no es mi cuarto, esta no es mi casa, donde demonios estoy y porque hay una chica medio elfo gritándome que soy un pervertido.

—Si, tú. Estabas durmiendo conmigo y encima me tocabas el pecho. — Reclamaba y me hacía pensar por qué sentía algo suave en mi mano.

Solté sin pensarlo mucho —¡Exijo una explicación!

—¡Tú eres el que debe explicarse, pervertido!

—¡Yo no soy un pervertido! Además, ni que haya sentido mucho de donde no hay. ­ ­— Seguido de mis palabras sentí una patada suya que me saco el aire y me mando volando a una pared donde golpeé y perdí el conocimiento.

Después de un buen rato recuperé el conocimiento, la primera cosa que vieron mis ojos volvió a ser la que pronto podría ser fruto de mis pesadillas.

—Despertaste. — Decía gentilmente aquella chica que he de admitirlo, no era fea.

—No, sigo durmiendo.

—Sabía que te tenía que tirar al rio en cuanto tuve la oportunidad— Frunció el ceño y su gentileza desaparecía de su voz.

—¿Y porque no lo hiciste? Quiero decir, no nos conocemos de nada, desperté en tu cama y nadie esperaba eso. — Preguntaba con intriga, pues si esto hubiera sido obra de ella o alguna broma de algún amigo, no hubiese reaccionado así.

—Porque quiero hacerte unas cuantas preguntas antes de saber que hacer contigo, así que dependiendo de lo que respondas podría dejarte vivir— Sonaba seria y sentía que realmente esta chica podía matarme, así que también me lo tome en serio.

—Bien, responderé.

—¿Qué raza eres?

—¿Raza? No sé a qué te refieres.

— No te hagas el tonto— Me apunta con un cuchillo —¿Qué raza eres?

—De verdad que no sé a qué te refieres, soy un humano. — Contesto nervioso.

—Pues a eso mismo, un humano. Más vale que no me estés vacilando— Acercaba más el cuchillo hacia mí. — Siguiente pregunta. ¿De dónde vienes?

—Te aseguro que yo no vine aquí por placer, pero te puedo decir que vivo en un pequeño poblado a las afueras de Valencia, España.

—¿De verdad tan poco valoras tu vida? — Empuña con agresividad el cuchillo — No existe tal lugar.

— No existe… ¿Tal lugar?, vale, estoy confuso. — Decía y empezaba a murmurar hacia mis adentros.

­— (¿Este chico de verdad me está tomando el pelo?... No parece el caso, he tratado con mucha gente que miente mejor y no veo falsedad en sus palabras … Probaré otro método.)

La chica de repente se calma y me libera de las ataduras que tenía en las manos. —Me llamo Kaori, pero llámame, Kao —. Se presentaba, de nuevo, de manera gentil. Que bipolaridad.

—Yo soy Jorge Méndez, un placer Kao

—-Horr, ¿Qué?, es un nombre impronunciable— Intentaba decirlo repetidas veces, me causaba algo de gracia, pero sin duda algo extraño pasaba aquí, "Jorge" ¿Un nombre extraño?

—Jorge— Repetía para aclarar sus dudas.

—Yoru, así te llamaré— Me sonríe.

—Yoru, ¿eh? Está bien, no me importa — Le devuelvo la sonrisa.

—Has aprobado.

—¿Aprobado? — La veo con cierta confusión

—Si, aprobado. Quería sentir tu hostilidad de cerca, pero dejándote libre y dándote confianza has respondido de la misma forma.

— Grac… —Soy interrumpido

— Pero si intentas algo te mataré— Decía mientras afilaba el cuchillo

—…cias. — La veía con una sonrisa temerosa.

—Necesito que me cuentes donde estoy, Kao— La miraba con determinación

—Bien, visto que eres un humano inusual te diré — Me mira, me toma de la mano y me arrastra a un estudio, se sienta y continúa hablando— Ahora mismo estamos en la región de Malsar, la tercera región más grande de Theya, el mundo en el que vivimos.

—¿Theya? ¿Malsar?, no entiendo nada de esto, sigo soñando ¿no?

—¿Realmente crees que estas soñando después del golpe en la tripa que te di?

—No, tienes razón, no estoy soñando, pero como he acabado aquí. — Miro alrededor y me pregunto a mis adentros si de verdad no enloquecí de ver tanto anime — Yo soy de un mundo llamado La Tierra, ahí nos dividimos por continentes y cada continente tiene muchos países, todos con gobiernos y leyes diferentes. — Lo enseño todo con un dibujo mal hecho dibujado por mí.

—Entiendo, entiendo. Eres un alienígena que viene a absorber nuestros conocimientos para después devorarnos a todos — Dice mientras me toma por la espalda y me pone el cuchillo en el cuello mientras sonríe.

—¡No! O sea, si esto es otro planeta si soy como un alienígena, pero no vengo a destruirlos, más bien, ¡No sé ni como llegue aquí!

—Buen punto, sigo con mi explicación— Se sienta y me sigue explicando — Como iba diciendo, Theya tiene cinco principales regiones —Saca un mapamundi y empieza a señalar— Primero tenemos a la más pequeña de todas, Solsar, una región con seis grandes subdivisiones… Países los llamarías tu… es una región difícil de entrar, son muy… nacionalistas. Luego tenemos a Lansar, una región al sur de aquí, hace mucho frio, pero tienen las mejores comidas, esta cuenta con veintiún subdivisiones. Como siguiente esta nuestra región, Malsar, es uno de los lugares más cálidos del mundo y sede de muchos eventos mágicos y deportivos.

—¡¿Mágicos?! — interrumpo con efusividad.

—Si, mágicos ¿No hay magia en tu mundo? — Pregunta extrañada.

— No lo hay. (¡Estoy en un isekai!) — Digo tranquilamente, aunque en mi mente estén pasando mil situaciones excitantes.

—Más adelante te explicaré la magia entonces. Bien, continuo. Al igual que con Lansar, Malsar cuenta con veintiún subdivisiones y por si fuese poco somos ricos en cultura y contamos con la cadena montañosa más larga del mundo— Lo cuenta con orgullo. — Nosotros nos ubicamos aquí — Señala en el mapamundi — La subdivisión de Renti, y justo por aquí mi bonita casa.

Aquí está la segunda región más grande, Ransar, treinta y tres Subdivisiones y con una fuerza física militar de primer nivel se ha apropiado últimamente de muchas subdivisiones adyacentes, haciendo enojar a los grandes líderes de otras regiones y crecer como lo ha hecho, sin duda hay que tener mucho cuidado con ellos. Por este otro lado tenemos a la región más rica económicamente y más grande, con diecinueve grandes subdivisiones tenemos a Mortisar, potencia mundial desde hace siglos, según estudios toda forma de vida empezó en Mortisar.

—Ha sido una buena clase de historia, pero tengo una duda profesora. — Levanto la mano mientras hablo.

—Dime, alumno. — Dice siguiéndome la corriente.

—¿Que son estos espacios en negro?

—Las regiones oscuras, lugares donde solo magos y militares de alto rango pueden entrar y sobrevivir, lugar donde residen los enemigos más fuertes del mundo.

—¿Está prohibido entrar?

—Si bien algunas zonas sí que son de acceso privilegiado, la mayoría de las regiones oscuras puedes entrar, pero no se te garantiza tu seguridad.

— Que miedo.

— A que sí.

—Dicho esto, bienvenido a Tehya, Yoru. — Terminaba de hablar mientras me extendía la mano.

INFORMACIÓN DIVULGABLE:

Yoru:

Nombre real: Jorge Méndez

Edad: 19 años

Altura: 160 cm

Complexión: Delgada

Ojos: Castaños

Pelo: Negro con mechas Amarillas, corto y degradado a los lados.

Descripción Detallada:

Yoru es un chico de baja estatura, físicamente está en forma y es ágil, para el mundo real es rápido pero se queda corto en Theya, mantiene un balance entre sus diferentes partes del cuerpo.

Su personalidad es serena pero desvergonzada, suele ser positivo en las situaciones complejas aunque no suela tomar las mejores decisiones. Le cuesta hacer nuevas amistades, pero una vez con confianza deja florecer su verdadera personalidad.

Poder: ¿?

Clase: ¿?

Rango: ¿?