—Parece que ya has reunido a la gente. En ese caso, tengo algunas tareas para que te ocupes —dijo Wei Ruo.
—Las órdenes del joven maestro se llevarán a cabo —aunque Zhao Hai era reacio, tuvo que acceder. Eran sirvientes del maestro, escuchar la orden del maestro era su máxima obligación.
—¿Pareces bastante reacio? —preguntó Wei Ruo.
—No me atrevo.
Él no se atrevía a oponerse, pero de hecho era reacio.
Wei Ruo soltó una risa suave —Pronto se entregarán aquí seis carros de trigo desde la Hacienda Younan, liderarás a tu equipo para ayudar a descargarlo.
Al oír esto, Zhao Hai se quedó pasmado. Levantó la cabeza, mirando fijamente a Wei Ruo con los ojos muy abiertos.
Su cara ya de por sí simple se parecía aún más a un trozo de madera en ese momento.
—Joven Maestro, ha dicho... ¿trigo... trigo?
Las palabras de Wei Ruo habían sorprendido a Zhao Hai hasta hacerle tartamudear.
Hỗ trợ các tác giả và dịch giả yêu thích của bạn trong webnovel.com