``` La historia de un hombre que trae la muerte y una chica que la niega. ---- En la montaña embrujada del reino, dicen que vivía una bruja. Ella nació princesa. Pero incluso antes de su nacimiento, el sacerdote la declaró maldita y exigió su muerte. Envenenaron a la madre para matar al bebé antes de que diese a luz, pero el bebé nació de la madre muerta —una niña maldita. Una y otra vez, intentaron matar al bebé pero ella milagrosamente sobrevivió cada intento. Dándose por vencidos, la abandonaron en la montaña embrujada para que muriera pero ella aún sobrevivió en esa tierra estéril —una bruja. —¿Por qué no muere? Años más tarde, la gente finalmente se hartó de la bruja y decidió quemar la montaña. Pero el Diablo llegó en su rescate y la llevó consigo de aquel lugar en llamas, porque morir no era su destino ni siquiera entonces. Draven Amaris. El Dragón Negro, que gobernaba sobre los seres sobrenaturales, el Diablo con quien nadie deseaba cruzarse en su camino. Odiaba a los humanos pero esta determinada chica humana lo atraía hacia ella cada vez que estaba en peligro. —¿Es realmente humana? Él se llevó a la humana con él y nombró a esta misteriosamente tenaz chica “Ember”, un pedazo de carbón ardiente en un fuego moribundo. Un alma manchada de venganza y la oscuridad del infierno, se levantaría de las cenizas y cumpliría su revancha. ------ Este es el segundo libro de la serie de Los Diablos y Las Brujas. El primer libro es - La hija de la bruja y el hijo del diablo. Ambos libros están conectados entre sí, pero puedes leerlos de manera independiente. ```
Después de que regresaron a la cámara principal de la cámara lateral, Ember notó las conocidas flores rojas que ahora se mantenían en un jarrón en lugar de estar envueltas con una cinta.
—El ramo, no lo estaba sujetando cuando entré a mi cámara. Incluso olvidé dónde los perdí.
Reya notó la mirada de Ember y respondió:
—Señorita, resulta que los dejó caer en la entrada del palacio cuando salió apresuradamente con Su Majestad. Yo los traje de vuelta —dijo todo esto con un destello de expectativa, como si pidiera ser alabada.
—¿Salir apresuradamente? ¿Quién? Fui traída aquí sin mi conocimiento.
—Señorita, Su Majestad ciertamente es un buen compañero. Hoy Su Majestad hizo todo por usted lo que un macho debe hacer por su hembra.
—Sí, Señorita. Estamos muy felices por usted.
Ember las oyó y pensó lo mismo:
—Él ciertamente lo hizo todo.
Hỗ trợ các tác giả và dịch giả yêu thích của bạn trong webnovel.com