Capítulo 561: El cambio de Hufflepuff

"¡Genial, Ron!"

"¡Buen trabajo!"

"¡Chico, deberías habernos dicho que habías entrado!", bramó Fred; parecía medio molesto, medio profundamente impresionado. Rodeó con sus brazos el hombro de Ron y se mostró exultante.

"¡No esperaba que nuestro hermanito se convirtiera en un campeón de Hogwarts!". Siguió George.

"Ya he escrito para contárselo a mi madre, y seguro que llorará de emoción". Ginny se rió y se acercó.

Todos reían y saltaban alrededor de Ron.

"¡Si no he podido ser yo, al menos es un Gryffindor!". Angelina también se había abalanzado sobre él.

"Tenemos comida, Ron, ven a comer...".

Todo el mundo lo celebraba, como si estuvieran locos.

Sí, si no podía ser yo, ¡al menos es un Gryffindor!

Las palabras de Angelina hablaban de los pensamientos de todos. Después del shock inicial, todos aceptaron el hecho de que Ron se convirtiera en campeón. Aunque era chocante, era algo bueno, ¿no?

Gryffindor tenía su propio campeón, todos estaban celebrando y festejando. Esta era la gloria de todos los Gryffindors.

Lee Jordan había sacado un estandarte de Gryffindor de algún lugar y lo había colocado alrededor de Ron como una capa.

La multitud que le rodeaba cerró filas, le obligó a tomar otra cerveza de mantequilla y le metió patatas fritas y cacahuetes en las manos.

Todo el mundo parecía haber perdido el sentido común y haber entrado en un estado de jolgorio. Todos le preguntaban a Ron, queriendo saber cómo lo había hecho, cómo había engañado a la

Línea de Edad de Dumbledore y había conseguido que su nombre entrara en el Cáliz de Fuego...

Hubo un flujo constante de felicitaciones y celebraciones, y Ron se convirtió en el centro de atención por primera vez.

Al principio, no se adaptó a ello, pero pronto se involucró y lo disfrutó mucho.

Empezó a presumir de ello ante los demás y a hablar mucho.

Por supuesto, la mayor parte eran tonterías. Tampoco sabía cómo había llegado a ser campeón, pero eso no le impidió aceptar rápidamente el cambio de estatus y disfrutar de la vanidad del campeonato.

Hermione miró a todos con enfado durante un rato, descontenta con el comportamiento de Ron. No se unió a la fiesta y se volvió directamente a su dormitorio.

Evan también la siguió, y seguía dándole vueltas al asunto.

La fiesta duró mucho tiempo, hasta la mitad de la noche, sin descanso.

Fred y George incluso fueron a la posada de las Tres Escobas en la oscuridad y volvieron con un montón de cerveza de mantequilla.

Cuando la profesora McGonagall vino a detenerlos, todos volvieron a la cama.

A la mañana siguiente, Evan se levantó de la cama.

Vio a Colin sentado con dos grandes ojeras, llevando mecánicamente la túnica.

"¡Menudo subidón hemos tenido anoche! Todavía no puedo creer que Ron se haya convertido en un campeón". Bostezó. Tenía dos profundas sombras bajo los ojos. "Tomé todas las fotos y se las envié por correo al profesor Lupin en poco tiempo. Definitivamente será una noticia sensacional. Por cierto, creo que debería pedirle a Ron una foto firmada. Mi hermano quiere coleccionarla".

"Sí, ¡no pensé que sería Ron!", dijo Evan. Él siempre había pensado que sería Harry.

Cuando entraron en el Gran Comedor, se encontraron con que todo el mundo estaba discutiendo lo que había pasado anoche.

Harry y Ron aún no habían llegado, y Hermione ya se había sentado en su asiento antes de tiempo. "¡¿Qué le pasa a esta gente?!" Dijo Hermione con descontento, indicando a Evan que mirara las otras mesas largas.

Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin miraban a la mesa larga de Gryffindor con desconfianza, con una mirada de desprecio en sus rostros, todos cuchicheaban, la mayoría de ellos enfocando a Evan y Hermione.

Por sus miradas, parecía que sospechaban que Evan había ayudado a Ron a convertirse en campeón.

Sin embargo, nadie se atrevía a mirar a Evan a los ojos. Cuando Evan les devolvió la mirada, todos bajaron la vista.

"¡Estos tipos iban toda la mañana señalándome con el dedo!", dijo Hermione, "¡Como si yo fuera el campeón!".

No era de extrañar. Todos sabían que Evan, Harry y Hermione son los mejores amigos de Ron.

"¿Dónde están Ron y Cedric?" preguntó Evan, cogiendo un trozo de pan para él.

"Todavía no han venido, todos los están esperando" dijo Hermione, "Anoche lo pensé. Este hecho es demasiado extraño. ¿Quién quiere inculpar a Ron? No hay ninguna razón. Si fueras tú, o Harry, tendría sentido..."

Efectivamente, su enemigo actual era Barty Crouch, escondido en la oscuridad.

Voldemort necesitaba la sangre de Harry para recuperar su fuerza. Necesitaba a alguien que le llevara a Harry. Caresius ya había confirmado este punto. Convertir a Harry en un campeón para que compita en el Torneo de los Tres Magos debería ser la mejor opción para ellos.

Eso a menos que supiera algo que le hiciera elegir a Ron como candidato en su lugar...

En cuanto al propio Evan, no tenía sentido hacerlo campeón. Las tres tareas no eran difíciles para él.

"Ron no se dio cuenta de la seriedad de este asunto. Todavía era complaciente allí!" dijo Hermione en tono serio. "Creo que deberíamos escribir a Sirius y contarle esto. Puede que nos dé algún consejo".

"Deja que Harry escriba..." dijo Evan; realmente quería escuchar la opinión de Sirius.

La actual condición de Sirius como Auror le permitía saber muchas cosas.

Podría tener alguna información a la que ellos no tuvieran acceso, como por ejemplo cosas sobre Barty Crouch.

Evan incluso quería escribir a Percy para preguntarle sobre Crouch, pero Percy definitivamente no diría nada.

Justo en ese momento, Ron entró en el Gran Comedor, seguido por Harry, Fred, George y otros.

La larga mesa de Gryffindor aplaudió con entusiasmo, y hubo abucheos de las otras tres Casas.

"¿Qué tal si vamos a dar un paseo?" dijo Hermione, levantando un montón de tostadas, que llevaba en una servilleta.

"¿Por qué quieres ir, el ambiente aquí es bastante bueno, no?" dijo Ron, tomando asiento.

Parecía estar en un buen estado de ánimo y con mucho humor.

Mirándolo, parecía pensar que una vez que todos se acostumbraran a él como campeón, las cosas mejorarían.

Pero Ron podría haber cometido un gran error. Además de los alumnos de Gryffindor, todos los demás pensaban que era una desgracia.

Por no hablar de los Slytherin, que tenían una mala actitud, lo más sorprendente fue el cambio de los Hufflepuff.

Se sabía que siempre se habían llevado bien con los Gryffindors en el colegio.

Los alumnos de Hufflepuff no eran personas a las que les gustara ser el centro de atención, y sus habilidades y logros eran, por lo general, relativamente ordinarios. La mayoría de ellos eran alumnos que estudiaban mucho con la cabeza gacha, pero no obtenían resultados. Obviamente, complementaban el carácter de Gryffindor.

No eran buenos para tratar con los sabios Ravenclaw, ni estaban dispuestos a tratar con los despreciables Slytherin.

Al contrario, muchos alumnos de Hufflepuff y Gryffindor eran buenos amigos.

Pero ahora no era así en absoluto. Todos los alumnos de Gryffindor les resultaban indiferentes.

Parecía que esto era definitivamente un gran problema.