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Capítulo 4: Los secretos del pasado

*Caminamos durante un tiempo buscando a mi familia. Ellas no estaban en la puerta principal, no estaban al frente del pueblo. Lo único que se me venía a la mente, era que habían salido a buscar a mi papá. Era típico de ellas, mujeres atrevidas y muy sentimentales, no dejarían a papá solo, pero papá les había dado una orden "entrar al pueblo y cerrar la puerta" y al único hombre que harían caso era a mi padre. Así que, aún tenía la esperanza de que no habían salido. Por lo que fui para el norte, hacia la puerta trasera del pueblo, esperando que estén bien.*

Aldreuno: ¿Kouji? *Tratando de encontrar el camino, tomado de la mano de Komi en medio de las calles pedrosas: calles hechas en su mayor parte por piedras, casas de madera y una luz pobre para la visión, me encontré a un amigo.*

Kouji: ¡Aldre! *Aldreuno era el mejor amigo que tenía, Hijo del mejor amigo de mi padre, Freudo. Mi padre me llevaba a entrenar con su amigo, donde conocí a Aldreuno desde pequeño, y nos hicimos amigos.*

Kouji: ¿Has visto a mi familia? *Estaba buscando una respuesta que me diera al menos una pequeña esperanza en esta noche oscura, literal y figurativa, pues la Luna estaba oculta y la iluminación de las calles era escasa.*

Aldreuno: ¿No están fortificando la puerta del Norte? *Una bocanada de aire fresco entró en mí, la esperanza volvía.*

Kouji: ¿Las viste allí? *Sabía que Aldreuno me ayudaría a encontrarlas, aun si no las hubiera visto, así como yo me ofrecería a ayudarlo sin dudar si él lo necesitara. Ese era el tipo de relación que teníamos.*

Aldreuno: Claro, hasta que el sol se escondió. Ten toma mi antorcha y ve a la puert… ¿Qué le pasa a Komi?

Kouji: ¿El jefe les contó algo? *Parecía que, todavía había mucha gente que no sabía lo que realmente sucedía.*

Aldreuno: Nos dijo que reforcemos los muros, escuché que había una bestia muy peligrosa.

Kouji: No Aldre, no es una bestia. Esta cosa es algo peor: un aborigen, un ser espeluznante, diabólico... es un ser al que no quisieras ver en tu vida. Apareció en la puerta principal hace solo un momento, tiene un tamaño superior al de la puerta; sin embargo, no entró. Esa cosa habla y es más fea que una cabra Shami. *No maldición, no estoy exagerando. Lo repito, una vez más, encontrarse frente a frente con este ser es, y por mucho, la peor experiencia que puede tener un humano estando en vida. No solo causaría pesadillas por el resto de sus vidas a los niños; tener un encuentro con esta cosa no te dejaría apagar la luz, pensando que podría estar allí, en la oscuridad.*

Aldreuno: ¿La puerta principal? Ahí está mi padre, tengo que ir. Lo lamento, no puedo darte mi antorcha, tengo que ir y ayudar a mi padre. Ve a la puerta Norte, tu madre y tus hermanas deben estar allí.

Kouji: ¡Espera, espera! Aquello que vas a experimentar al verlo es algo que nunca podrías imaginar: tendrás miedo, en serio, mucho miedo; así que, endurece tu mente, fortalece tus miedos para no caer en la desesperación. Esa cosa no es algo que un hombre puede soportar a la vista, tan solo verlo hará que tus ojos lloren. Espero volver a verte hermano. *Lo quería tanto como a mi familia. Entendí que tenía sus prioridades, jamás me enojaría por no ayudarme. Él tenía que proteger a su propia familia.*

*Caminé por la senda oscura hacia donde había luz, lento, guiado por mi orientación y la poca luz que existía. Probablemente, habían sido veinte o quizá treinta minutos hasta que llegué a la puerta Norte, de donde provenía más luz.*

Kouji: "Hay varias personas trabajando aquí" *Fue lo que pensé.*

Linnethe: ¿Hermano?

Kouji: Hemanaaa… *Al verla se me llenaron los ojos con lágrimas, pero no lloré.*

Kouji: ¿Dónde están mamá y Merly?

Linnethe: Están dirigiendo la fortificación. Algunos hombres no entienden la técnica y les están enseñando. Además, con la poca luz es difícil mantener el ritmo, pero va bien todo por aquí. ¿Cómo está Nina?

Kouji: Se quedó dormida en el viaje.

Linnethe: ¿Quién está detrás de ti?

Kouji: Es Komi… Ella necesita descanso. Esa cosa apareció en la puerta principal, su cabeza sobresalía por sobre la puerta, era espeluznante.

Linnethe: ¿Qué? ¿Qué pasó?

Kouji: Empezó a hablar y el jefe disparó flechas, pero no le hicieron nada. Mucha gente lo vio, empezaron a gritar, todo era un caos. 

Linnethe: ¿Necesitan ayuda? ¿Pudo entrar?

Kouji: No. Se quedó detrás de la puerta hablando, decía: "Hola" o se burlaba con una risa desagradable. Komi también lo vio, por eso está así.

Linnethe: —se acerca a Komi— Komi… Está bien, ya estás con nosotros, estás a salvo. *Mi hermana trataba de alentar a Komi y causar que salga de aquella hipnosis en la que se encontraba, pero no hubo efecto.*

Kouji: ¿Viste a Darlo?

Linnethe: … -Mueve la cabeza de un lado al otro- *Mi hermana me vio y movió la cabeza para que entendiera y así Komi no la viera. No había noticias en el lado Norte de Darlo y Demian*

Kouji: ¿Puedo ayudar en algo?

Linnethe: Creo que sí. Hay madera que yo no puedo cargar, déjame a Komi y Nina, y ve a ver a mamá y Merly, diles que Nina está conmigo. Diles que de ahora en adelante harás mi trabajo. —sonríe—

Kouji: Gracias hermana, necesitaba ver a mamá y Merly. *Tenía que verlas. Era vital para mí, saber que, al igual que Linnethe, estaban bien.*

Kouji: Ahí están, Mam… *Ahí estaba, ahí estaba mi madre y mi hermana. Estaban frente a la puerta ayudando a organizar la barricada y reforzar los muros. Solo que, ahí también estaba la cabeza de esa cosa sobre la puerta. Mirando fijamente a Merly, mientras que mi hermana se encontraba paraba mirando fijamente a esa cosa.*

Cosa: Hola… ji, ji, ji ¿Por qué pones esa cara? *Se dirigía directamente a ella ¿Por qué? ¿Por qué específicamente a ella? No sabía qué hacer, maldita sea, nuevamente estaba parado, perplejo sin saber qué hacer.*

*!AHHH!! Gritó uno, ¡AAAAHH! Gritó otro y grito tras grito se generaba cuando cada uno miraba a la cosa, pero mi hermana no. Ella estaba tan cerca de esa cosa y con la mirada fija que solo se quedó inmóvil.*

Cosa: Hola… ji, ji, ji ¿No extrañas a alguien? *Nuevamente, se lo decía directamente a ella, esto era, igual que al Jefe en la puerta principal, pero ¿Por qué?*

*Pronto sacó la cara fuera de la puerta y bajó la cabeza. A las afueras se escuchó cómo sacaba algo desde dentro de su cuerpo, este sonido, estaba regurgitando. Ya lo había oído antes y tenía la sensación de que nada bueno sucedería a partir de aquí.*

Kouji: atrás… ¡¡¡Atrás!!! ¡Aléjense de la puerta! *No, no me iba a quedar inmóvil otra vez. Grité con todas las fuerzas que tuve para que todos me escucharan y reaccionaran. Mi madre y mi hermana al escuchar los gritos reconocieron mi voz.*

Sonia: ¡Atrás! *Mi hermana al escucharme dejó de ver al monstruo y dirigió su vista al suelo, tratando de gesticular luego del terrible susto.*

Merly: Guerreros... —La voz no le sale— Gueee…!Reros! ¡Guerreros, vayan a por sus lanzas! *Los guerreros que estaban cerca, al rededor de 20 con espada y quince con arco, corrían para formar un despliegue de ataque hasta que...*

—Toc toc toc—

*Sonó la puerta, un ligero, pero apabullante —toc toc toc— Todos se quedaron quietos. Todos estaban confundidos y muertos de miedo por alguna razón, pues la mayoría reconocía la siguiente voz.*

—¿Hola...?— *Una voz indistinguible para mí, más que nadie. Rápidamente, dirigí mi mirada hacia mi hermana Linnethe, la cual me devolvió la mirada. Hasta que otro "—Hoooolaaa…—" irrumpió. No quería aceptarlo, no quería creer, quería fingir que no conocía esa voz, pues aceptarlo era aceptar que él probablemente estaba siendo controlado por esa cosa.*

Dionisio: ¿No van a saludar a su padre?

Sonia: —Se arrodilla— NOooo… nooo… por favor —Agonía— *Todos sabíamos que era la voz de mi padre, pero ese no era mi padre.*

Merly: —Empieza a llorar— Papá… Nooo… por favor, tú noo. —se tapa la boca—

Kouji: Padre… padre… perdón, padre perdón. Es mi culpa, si tan solo te hubiera hecho caso… perdóname. *Por supuesto me sentí culpable, sabía que aquel que estaba detrás de la puerta ya no era mi padre.*

Dionisio: Está bien. No es tu culpa Kouji. Bueno, tampoco esperaba mucho de ti. Kouji... me decepcionas, saliste corriendo y no volviste con ayuda. Me dejaste junto a tu tío, eres una vergüenza para el apellido Thuru. Nunca pensé que le diría esto a mi propio hijo, pero tú no lo eres más, tan solo eres una escoria. * Me atravesó el corazón. Aquello que me decía era peor para mí, que entendía lo difícil que era para mi padre decir esa palabra, pues para mi padre era el peor insulto "Escoria" y yo era para él la peor de todas.*

Dionisio: Aldreuno… debiste ser tú mi hijo, en vez de este. 

Kouji: Nooo, papá. Por favor, perdóname, perdóname… *Sabía que no era mi padre en serio lo sabía. Sin embargo, su voz… la forma en que hablaba, las pausas y los sonidos altos. Definitivamente, eran de él y dolía, cada palabra que soltaba dolía más que cualquier cosa. Sus palabras eran punzadas, dirigidas directo a mi pecho.*

Linnethe: —Se aproxima a Kouji— Párate hermano, ese no es nuestro padre. Él jamás diría algo así.

Dionisio: Sí, hazle caso a tu hermana. Ella es la más confiable en toda la familia. ¿Verdad? Tanto que deseabas a la pareja de tu hermana. ¿Por qué no les cuentas que fuiste la razón por la que él se fue?

Linnethe: ¿Qué? *Mi hermana Merly. Se emparejó con un viajero, este le dijo que la llevaría a visitar muchas tierras. Tierras lejanas muy distintas a la nuestra, con bosques, glaciares y flores nunca antes vistas, hermosos paisajes y ciudades preciosas. Sin embargo, luego de quedarse en nuestro pueblo por 9 meses, se marchó. Ninguno supo el porqué se fue, solo se había ido.*

Dionisio: ¿Por qué no le cuentas a tu hermana cómo sucedieron las cosas? Empezamos por... ¿Cómo te acostaste con su prometido o cómo lo engatusaste? Ja, ja, ja, y todo por celos de la belleza de tu hermana. Ni Siquiera lo querías a él, solo querías lo que era de Merly. Dime, ¿Cómo te hizo sentir eso? ¡¿Te sentiste poderosa?! ¡¡¿Se sintió bien tener su verga entre tus piernas mientras pensabas que eras mejor que tu hermana?!!

Linnethe: ¡¡¡Cállate!!! ¡Eso no es así! *Rápidamente, mi hermana buscó la aprobación de mi hermana Merly, la cual se encontraba desconcertada sin saber cómo actuar.*

Linnethe: Eso… no fue así. *Mi hermana Merly solo respondió con una mirada incrédula y con sobresalto. La abrupta y áspera información sobrecargaban la estabilidad mental de mi hermana.*

Sonia: No, no eres mi esposo. Tú, no eres Dionisio, ¡Silencio! ¡Solo estás siendo controlado!

Dionisio: Es posible, pero aquello que dije es cierto ¿A qué le temes? ¿Por qué me callas? ¿Por qué mujer? ¿Acaso te da miedo que todos sepan lo mala madre y pésima esposa que eres? Eres aburrida, eres perezosa y eres común, cualquier mujer habría sido mejor esposa que tú. Tan solo me serviste para tener unos hijos de mierda que solo saben llorar y llevar rencor dentro de sí. No eres más que una mujer complaciente y con miedo de lo que los demás piensen de ella. Por eso me perdonaste cuando te engañé… OOOhhh no sabes cuánto me burlé de ti a tus espaldas con mis amigos, mientras bebíamos y reíamos. El placer que me dio esa mujer no se compara a todas las noches que compartí contigo. Tan solo eres una mujer que busca la comodidad, te odio por eso. Pude haber sido el Jefe de la aldea, pero tú nunca me apoyaste y en vez de ayudarme y alentarme, me embarraste con tu confort. Por eso los Thuru nunca te aceptaron, eres y siempre fuiste para mí… desechable. *Pensé que no le afectaría a mi madre, pero tan solo al verla comprendí. Ellos no tenían la vida plena y bella que veía pasar frente mío, mi madre estaba llena de cólera y lágrimas por las palabras de aquello que controlaba mi padre. Ella estaba dolida por las afirmaciones: pues según el conocimiento que tenía mi madre sobre lo que sentía mi verdadero padre, antes de ser controlado, podía ser real. Era probable que hiciera todo eso, pero solo lo estaba ocultando.*

Merly: ¡¡Basta!! ¡Basta! ¡Eso no es verdad! Tú no conoces a mi padre. Mi padre jamás pensaría eso. * Era verdad, pero solo visto desde una perspectiva. Mi padre era un ejemplo para todos, un ejemplo hasta para muchos fuera de la familia. Sin embargo, todos tienen su lado amargo y mi padre nunca dejó vernos su lado humano.*

Dionisio: ¿No? Tan solo mira a tu madre… 

Merly: ¿mamá? *Ella estaba privada de todo: perdida en sus pensamientos, mirando hacia el suelo, con los ojos sobresaltados y llorosos. Se arrodilló en el suelo y empezó a murmurar "No es cierto" "No es cierto" tratando de hacerse creer a ella misma que esa posibilidad no era verdadera.*

Dionisio: AHHH... y mi mejor hija. Mi hija primogénita, la que se suponía tenía que amar a su viejo. Todo te lo di a ti y entre los 3 fuiste a quien más apoyé. Quizá por eso fue que descuidé a Linnethe, por lo que eres la culpable de que ella te odie. No solo eres una impura que tuvo una desgracia fuera del matrimonio, eres la mugre en la familia, una sanguijuela. ¿Cuántas veces deshonraste a esta familia? Eres una cualquiera y por si no fuera poco, peor que todo eso… Piensas que Nina es una carga, nunca estuve más decepcionado, tan solo eres otra escoria. *Mi padre tenía una palabra que nunca decía a menos que estuviera tan decepcionado. Y en su vida solo se lo había dicho a una persona. A su padre, quien desamparó a mi padre junto a muchos de sus hermanos. Mi padre tuvo que ser padre para ellos por ser el mayor. No había comida ni agua y cada que volvía su padre a casa, golpeaba a su madre, dejaba unas cuantas monedas y se iba. Mi padre no era así, jamás se comportaría de una forma tan déspota y mucho menos herir con palabras a las personas que más quería. Es por eso mismo que dolía escuchar su voz diciendo tales cosas. Escucharlo decirnos "Escoria", era equiparable a escuchar la voz de tu héroe diciéndote "Fracasado".*

Merly: —Mira a Nina que yace en los brazos de Linnethe— No. Yo amo a mi hija, aunque tengas razón y antes no la quise, ahora ella es mi mundo entero. Puedes decir lo que quieras de mí, puedes decir lo que quieras de mi hermana, pero son cosas que pasaron y se quedarán en el pasado. 

Linnethe: —Miró a Merly con esperanzas—

*Nuevamente, salió la cabeza de la cosa por sobre la puerta*

Cosa: Ji, ji, ji… ¿Estás segura de que has dejado las cosas en el pasado? *Nuevamente, hizo ese espantoso sonido, regurgitó y vomitó algo fuera de la puerta.*

Artur: ¿Hola…? *Era su voz … Era él*

Aquí, un nuevo capítulo.

Espero guste y dé más emoción que los anteriores jajaja. Tengan una sonrisa al final del díaaa. (n_n)/

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