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Day Zero III

—Senpai, ¿has cerrado la puerta de atrás?

Me pregunta Sakura mientras estamos saliendo de casa, a lo que le respondo sin dudas.

—Sí. Con doble giro de llave. ¿Hay algún problema?

Esto hizo que Sakura negara con la cabeza y luego dijera con una mano sobre la otra, posicionadas sobre su falda reglamentaria de color negro.

—Ninguno. Entonces cierro aquí—Ella hace lo que dice y luego me pregunta—. ¿A qué hora vuelves hoy, Senpai?

—Creo que un poco tarde, ¿Y tú, Sakura?

Es cierto, en el horario del día de hoy saldré tarde, lo revisé ayer antes de irme al cobertizo.

—A la hora de siempre. Seguramente llegaré antes, así que me pondré a hacer la cena.

Asentí ante sus palabras y fui agradecido, ya que sin ella la casa se sentía más solitaria.

—Está bien, gracias—Después de esto agregué con mí mueca—. Yo también intentaré volver pronto.

Cerramos de esta forma la puerta principal, dejando la casa bajo llave.

Sakura, Fuji-Nee y Romani-Nii tienen las llaves de mí casa, y la regla es que la última persona que salga cierre.

—En marcha. Sí no nos damos prisa no llegarás a la práctica matutina.

Sakura asiente y ambos empezamos a caminar juntos en dirección a Homurahara.

Caminamos a través de la ciudad juntos.

Una colina con un muro de piedras muy largo es el que nos guía en nuestro camino, y para que sepan, mí casa se encuentra en la cima de la colina, alejada del centro de la ciudad.

Bajando la colina se llega al distrito residencial y pasando eso.

Alcanzamos el cruce de caminos en el centro de la ciudad.

Desde aquí, hay muchos caminos. El gran puente que lleva a la ciudad vecina.

… Un camino empinado que lleva al templo Ryudou.

… El distrito residencial del otro lado de la ciudad.

… El distrito comercial donde Sakura y yo siempre compramos.

…Y el instituto a donde ahora nos dirigimos.

Nos encaminamos hacia el instituto sin en ningún sitio, aunque saludo a las personas mayores que pasan.

No hablamos mucho por el camino.

Puesto que todavía son las siete en punto y no hay mucha gente en el camino.

Aparte de nosotros, sólo se pueden ver unos cuantos estudiantes que dirigen a las prácticas matinales.

—Bueno, nos vemos, esfuérzate en el club, Sakura.

Me despido de mí Kouhai en la entrada como siempre.

Sakura está en el club de Kyudo, así que nos separamos aquí por las mañanas.

Pero hoy, Sakura no se va.

—Sakura, ¿Te encuentras bien?

Ella pone su mano derecha y agarra nuevamente su brazo y aleja sus ojos de mí por un momento.

—No, no es eso, pero… um, ¿Podrías venir al Club?

Romani-Nii me dijo que a veces los lazos no son lo ideal, más sí pienso cumplir mí meta.

Por esa razón..

—No, lo siento, Sakura. Pero yo ya no tengo nada que hacer allí. Además, Issei me llamó para ayudarle con su trabajo en el consejo escolar.

Sakura entonces cambia de posición sus manos agarrando una a la otra sobre su pecho, sus ojos parecen algo caídos.

—Y-ya veo. Lo siento por preguntar de más.

Sakura se disculpa.

—¿Sabes qué?—Le hago una propuesta a Matou—. Para compensártelo, haré tú postre favorito, ¿Qué te parece eso?

—Me voy ya. Espera con paciencia la cena que voy a hacer.

Después de esto, Sakura echa a correr como sí estuviera avergonzada, aunque no logró entenderlo del todo.

Suspiro y me marcho a la escuela.

Escucho murmullos, pero estoy seguro de que no se trata de nada importante.

Al subir las escaleras y entrar al salón del consejo escolar me encuentro con mí compañero.

—Issei, aquí estás.

Issei es un adolescente tal como yo, pero siempre lleva el uniforme en orden, usa zapatos a fines del uniforme y sus anteojos están bien pulidos, su cabello azulado con tonos grises es llamativo, aunque mí cabello es mucho más llamativo por ser rojo.

—¿Sólo estás tú, Issei? ¿Dónde están los demás? ¿No deberían estar aquí también?

En teoría deberían haber dos o tres estudiantes más.

—No. Desafortunadamente, nuestros miembros se encuentran muy ocupados. Tienen horarios fijados, y no quieren venir más temprano o quedarse hasta tarde.

Pongo mí puño debajo de mí barbilla mientras asiento.

—Es por eso que el presidente del consejo estudiantil está haciendo las tareas rutinarias por él mismo, ¿Eh? Supongo que incluso este lugar tiene sus propios problemas.

De repente Issei cierra un ojo, se cruza de brazos y dice con un tono sarcástico.

—No, para esto tengo el puesto, ¿Sabes? No hace falta que me tengas lástima, Archaman.

Al escuchar esas palabras inclino ligeramente la cabeza y regreso a mí pose normal mientras suelto unas palabras.

—¿Huh? Uh, no, no era un comentario compasivo ni nada, Issei.

Después de esto Issei regresa a su tono normal (el serio) y dice lo siguiente:

—Hm. Eso tampoco me hace mucha gracia, pero voy a fingir que no lo he oído, Archaman. Por lo menos significa que aún te importa.

Issei, ahora organizando los papeles que estaba leyendo. Él es el gran jefe del consejo estudiantil, se encarga de hacer todo lo posible para reformar este pasivo consejo y ha sido compañero mío desde primer año, aunque para ser honesto, lo conozco desde niños.

Podríamos decir que somos amigos, pero mí meta me impide tenerlos, de la misma forma Issei nunca ha mostrado tanta cercanía conmigo. Es más una alianza sana que otra cosa.

Su nombre completo es Ryudou Issei, es hijo de una familia de monjes y también vive en el Templo Ryudou, en las montañas.

A pesar de su nombre pegado a lo clásico, su elegancia y su forma de vestir le hace muy popular entre las chicas, al punto de llamarlo un "Príncipe religioso".

Y también es el presidente del consejo estudiantil, como dije antes, cosa que le queda como anillo al dedo.

—Hm. Un té caliente es sin duda una buena forma de empezar la mañana.

Acaba de tomar una taza de té sorbiéndolo, por lo que no es tan estricto o "educado".

Como se puede observar, Issei tiene una personalidad muy honesta.

Se le malinterpreta con facilidad, pero no se involucra en asuntos de amor, ni participa en las diversiones cotidianas de un estudiante común.

Es porque es el sucesor del templo Ryudou, como mencioné anteriormente.

Él acepta la idea, así que hay bastante probabilidad de que se afeite la cabeza cuando se gradué.

Aunque, viendo como es él, no creo que lo haga.

Causará algo de caos, pero verá la forma de manejarlo, él siempre lo hace.

Ahora..

—De acuerdo, ¿Para qué me llamaste hoy?

Issei reacciona y deja su taza de té sobre su portavasos y empieza a explicar la situación.

—¿Hm? Ah, bueno, me gustaría permitirte sentarte y tomar un descanso primero… pero supongo que no tenemos tiempo, y sé qué, tal como tú hermano, te gusta estar ocupado haciendo tú trabajo. Así que te lo explicaré por el camino, de modo que agarra tus herramientas habituales y sígueme.

Issei pone su té dentro de un termo que protege el calor y empieza a caminar en dirección a la salida del salón, al abrir la puerta se encuentra con…

—Oh, Sajyou-san. Buenos días.

Saludo a la persona que se encontraba cara a cara con Shinji, esta es una de los miembros del Consejo estudiantil, su nombre es..

—Sajyou Ayaka-san, ¿Podría hacerse a un lado? Como imaginarás, traje a Archaman para encargarnos de uno de los objetos que necesitan arreglo.

Sajyou Ayaka, es otra miembro del consejo estudiantil, a diferencia de otras chicas, no lleva el uniforme de la escuela, sí no que cuenta con un suéter azul, una camisa blanca debajo de este con su cuello bien plegado, un moño naranja, la falda es la reglamentaria, tiene unas medias largas azul oscuro y unos zapatos negros.

Ah, como último detalle, tiene unos anteojos negros y un cabello rubio.

—Archaman-san, Presidente.

Habla con un tono condescendiente, como la habitual Sajyou Ayaka, de clase 2-A. Ella.. no es la mejor para tratar con las personas, y su cabello resalta mucho, así que las chicas suelen hablar a sus espaldas, y los chicos tienen la costumbre de molestarla.

Pese a que Issei trata de estar ahí para que eso no suceda, no es omnipresente, y cuando ninguno de los dos está presente, suele sufrir acoso escolar.

Aunque se lo hayamos dicho a los profesores, no han hecho nada, incluso Fuji-Nee se quejó con el director y nada pasó.

Regresando al mundo real, Sajyou-san se hizo a un lado y pudimos salir por la puerta de una vez.

—¿Sajyou-san?

Por un momento vi algo sobre sus zapatos, pero ella movió su pie atrás y el largo de su falda cubrió algo que no sabía que era.

Sajyou-san mira a otro lado, así que por lo menos trato de hacer algo.

—¿Te encuentras bien?

Ella termina asintiendo a los segundos, algo no me gusta, pero sí Sajyou-san no me dice nada, tampoco soy adivino, aunque quisiera serlo.

—Todo.. todo está bien, Archaman-san. Ahora, pasaré a organizar estos papeles, con su permiso.

Dice Sajyou-san entrando a la sala del consejo, cerrando la puerta con rapidez luego de aquello.

—Qué raro..

Dije en voz baja, y Issei simplemente levanta sus hombros y sigue caminando.

—Adelante, Archaman.

Asiento con la cabeza después de sus palabras y vamos a un salón de clases.

El tiempo pasa y termino utilizando aquella hechicería que Romani-Nii me enseñó, analizando el objeto que me ordenaron revisar.

Eso es. Archaman Shirou no tiene talento para la hechicería.

Según Romani-Nii la única hechicería con la que soy bueno es para la proyección, una de las hechicerías más bastardeadas por la comunidad mágica mundial.

Con eso dicho, soy bastante bueno visualizando estructuras al utilizar esta hechicería en mí.

Romani-Nii cuando vio que podía hacerlo dijo:

"Qué habilidad más inútil para un hechicero".

Y cuando estaba por tratar de preguntarle por qué, él me aclaró su punto.

"Pero, para alguien como tú, que no buscas ser un hechicero, es una habilidad excelente, porque conoces la capacidad de todo lo que analizas. Para un hechicero, es inútil, pero para ti, es lo más útil que hay".

Esas palabras no sólo me motivaron a seguir intentando, sí no que me dieron otro empujón en mí camino.

Es verdad, un hechicero real no necesita comprender cada rincón de una estructura como lo acabo de hacer.

¿Pero quién dijo que era un hechicero real para empezar?

Dicen que la batalla para un mago se centra en visualizar instantáneamente el centro, el núcleo de las cosas y cambiarlo lo más rápidamente posible.

Es por eso que leer toda la estructura es un esfuerzo inútil, ya que aunque puedas conseguir la comprensión de toda la estructura aún así lo único que podrías hacer es determinar donde la energía mágica podría ser más fácil de transmitir.

Por varios años pensé en esto, y entendí que no necesitaba ser un hechicero real.

Con la comprensión de todo, sería capaz de proyectar algo que quizás sea capaz de romper la defensa de mí objeto enemigo.

Así que procedo con cada uno de las máquinas que Issei me ha dejado esta vez. Por lo que me levanto y salgo por la puerta para darle la noticia al presidente del consejo estudiantil.

—Oye Issei, ya he acabado con las reparaciones.

———————Pero…

En el pasillo hay alguien más aparte de Issei, esta es una chica.

—. . .

Estoy un poco sorprendido.

La persona que habla con Issei es Tohsaka Rin, de la clase 2-A.

Ella es una chica que vive en una gran mansión en la cima de la colina, una estudiante modélica.

De buen ver, atenta, atlética, sin ninguna falta.

Es inteligente, bien educada y modesta de su aspecto. La gente dice que es la chica ideal.

No hace falta decir que los chicos de mí escuela la tratan como a una diosa.

Aunque en el caso de Tohsaka, ella es tan perfecta que es considerada inalcanzable.

Se cree que sólo los profesores y los chicos como Issei pueden hablar con ella.

Bueno, para ser francos, yo sigo siendo hombre también.

Aunque no diría que soy un fan de Tohsaka.

Más que nada porque estoy ocupado en alcanzar mí meta.

—…

Tohsaka nos mira cruzada de brazos como sí estuviera de mal humor.

Parece que el rumor de que Tohsaka e Issei se llevan mal es cierto.

—Ah, lo siento Archaman. Yo soy el que te ha pedido ayuda, pero parece que te he dejado con todo el trabajo, hazme el favor de perdonarme.

Wow, Issei es un hombre increíble, ignorando así a Tohsaka.

—No te preocupes. Entonces, ¿Dónde está el siguiente? No queda mucho tiempo.

Issei pone su mano en su bolsillo y vuelve a hablar.

—Ah, la sala de audiovisuales es la siguiente. Llevaba un tiempo fallando y finalmente se ha roto.

—No se puede reparar lo que ya está roto.

De alguna forma esa frase suena algo contradictoria sabiendo de lo que lo soy capaz.

—Cierto, pero sería de gran ayuda sí pudieras echarle un vistazo. Podría estar roto a mis ojos, pero no a los tuyos.

Suspiro y asiento ante estas palabras.

—Ya veo, bien. Veré lo que puedo hacer.

Sólo quedan treinta minutos para la primera clase del día, será mejor que nos apuremos.

Me dirijo a la sala de audiovisuales junto a Issei.

Pero, sería de mala educación ignorarla por completo al habernos encontrado así.

Me vuelvo hacia Tohsaka, que se encuentra de pie ofuscada.

—Has madrugado, Tohsaka.

Hago un comentario sincero viendo que su expresión es una de sorpresa, pero decido ignorarla y seguir a Issei.

El tiempo pasa y la campana suena, ambos nos encontramos en el salón 2-C.

—Justo a tiempo, gracias Archaman. Te he causado problemas de nuevo. Sería un fracaso como amigo sí llegaras tarde por trabajar para mí.

Amigo. . . ¿Así me ve?

Ya veo.

—No te preocupes. No pasaría la gran cosa sí llegase tarde, ahora, sí tú llegaras tarde sería…

Issei asiente y regresa a su asiento, aliviado.

Yo me siento en el mío propio, sabiendo que me espera una larga y ciertamente aburrida jornada.

Me quedo en silencio mientras oigo el bullicio del resto mientras se organizan, ya que en cinco minutos debería llegar Fuji-Nee.

—Haa..

Exhalo profundamente mientras dejo caer mí cabeza sobre mis brazos encima de mí pupitre.

—Eres ruidoso por la mañana tal como siempre, Archaman. Me preguntaba que estarías haciendo desde que dejaste el club, ¿así que ayudar a Ryudou, eh? Bueno, no me incumbe, pero quiero que sepas que sigas manteniéndote en forma, incluso sí es cargando cosas. Ya que no me gustaría que la reputación del club caiga por un ex–miembro que dejó todo de lado por el ocio, ¿Sabes?

Dice una voz a mí derecha, y giro la cabeza para ver a un chico uniformado de cabello de un color azul ultramar posando con su mano izquierda en su cintura y la otra suelta.

Matou Shinji, amigo mío desde la secundaria, está de pie al lado de mí asiento.

Por obvio que parezca, él es el hermano de Sakura, siendo un año mayor que ella.

—Buenas, ¿Le va bien al Club de Kyudo?

Shinji rápidamente cambia su pose y tiembla por un instante.

—S-sí, desde que te fuiste hemos estado entrenando duro para llegar más lejos que nunca en el siguiente campeonato. Aunque no sé por qué le digo esto a un forastero sin asuntos en el club.

Asiento con la cabeza al oír sus palabras y digo lo siguiente con algo de sueño.

—Ya veo, espero que tanto tú como Mitsuzuri estén trabajando duro, el campeonato siempre ha sido difícil después de todo.

Shinji asiente guardando su mano izquierda en el bolsillo de su pantalón.

—No prometo nada, pero, tendré cuidado. Después de todo, no me quedan asuntos en el club y no quiero ensuciar su nombre con lo que hago.

Trato de seguir el mensaje de Shinji con tranquilidad mientras pongo mí mochila sobre el escritorio y me acomodo en mí silla ahora poniendo mí cabeza sobre mí mochila.

—¿Otra vez hiciste tú rutina hasta tarde, Archaman? Vaya que nunca cambias, antes, en el club y después del mismo sigues siendo el mismo. Eres todo un desastre.

Asiento y Shinji termina por irse ya que ninguno de los dos muestra iniciativa por alargar esta charla.

—Nos vemos, Archaman. Te diré sí sucede algo en lo que puedas ayudar, sé que de todos modos nos preguntarás. Te conozco desde hace tiempo, al fin y al cabo.

Shinji regresa a su asiento en su forma habitual.

Hm… algo parecía distinto en Shinji que de costumbre, estaba más tranquilo.

—Qué desagradable. ¿Cómo puede hablar de esa forma cuando él es uno de los que te expulsó?

No, Shinji tenía la razón en aquél entonces, no me concentraba, habíamos perdido el campeonato otra vez, y tampoco estaba con ganas suficientes como para ir al club. Incluso me deseó suerte cuando me expulsó, ya que Shinji más que nadie conocía su supuesta habilidad con el arco.

—Oh Issei, ¿Sigues aquí?

Fingí ignorar su presencia pese a sentirla minutos antes, por lo que su reacción es la esperada.

—¡¿Qué quieres decir con 'Oh'!? ¡Eres tan frío, diciéndole eso a un amigo que estaba escuchando preocupado!

Asiento repetidas veces mientras respondo lo siguiente:

—Lo sé, lo sé. Solamente deja que yo me encargue, ¿Quieres? No hace falta que te preocupes por mí.

—Idiota. Por supuesto que voy a preocuparme por ti. Eres alguien de los que pierden fácilmente los nervios. Alguna gente se alegraría sí le dieras una paliza a Matou, pero todas las chicas se te echarían encima tratando de matarte. Y no soy un amigo que dejaría en una situación así a otro amigo.

Abro un poco los ojos, puesto qué, no sabía que me tenía en tal posición amistosa.

Parece qué.. es algo unilateral.

Aún así, debo agradecérselo, Romani me dijo que fuera agradecido cuando hacían algo por mí.

—Gracias, Issei. No creo que sea un problema, pero agradezco tú preocupación de todos modos.

Issei pone sus manos sobre su cintura, una más que la otra.

—Sí, siempre y cuando lo entiendas… pero, es extraño. Eres alguien que pierde los estribos con mucha facilidad y aún así, eres muy tolerante con Matou Shinji.

Eso… me gustaría poder refutarlo de hecho.

—Sí, ese es tan sola su forma de ser. Con el tiempo uno se acostumbra a él.

Después de estas palabras, Issei Ryudou es quién me responde unas palabras cortas.

—Hm, Ya veo.

Y sin más, decido darle un fin a todo esto, ya que aún tengo sueño.

—Sí, así es. Ahora vuelve a tú asiento ya que Fujimura-Sensei llegará volando de un momento a otro.

Algo inesperado es, ya que Issei suelta una risita sincera mientras responde antes de marcharse.

—¡Jajaja! Tratándose de ella vendrá más bien levitando que volando.

Con eso dicho suena la campana y es Fuji-Nee quién termina entrando tarde, como es costumbre.

Una clase intensa de inglés es lo que procede y yo casi que caigo del sueño que tengo.

Pero, aún me queda mucho más por hacer el día de hoy, eso lo sé plenamente.