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Fate Fiction [Turbulent Winter]

«Somos la codicia, engendrada por el avaro en busca de amor, y de cumplirse nuestro deseo, tomaría todo para nosotros, para nuestra hermosa colección. ¡Oh mi dulce tesoro!» -"FAFNIR" el "dragón" de la codicia. Imagina una «Guerra del Grial» que tomo curso en un universo diferente, después de 500 años de su desaparición en una de sus tantas celebraciones reaparece repentinamente en la actualidad. La «Quinta Guerra del Santo Grial» de Fuyuki, Japón del 2004 comenzó, solo para que comience una nueva pero que no pertenece a su mundo. ¿Será cómo las demás guerras que conocemos? Probablemente. ¿Sera igual de destructiva como las anteriores? Quizás lo sea, o sea aun mas destructiva y la ciudad desaparezca. XxXxXx Nota del autor (La imagen utilizada corresponde a su respectiv@ autor@) (Los materiales pertenecen a su respectivo autor, este 'obra'(fic), mis ideas son mías, ok?, Bien, gracias. Solo es con el fin de entretener) gracias y no me funen. Este fic originalmente fue publicada en wattpad, por favor dejen sus comentarios y criticas constructivas, además DADME PIEDRAS DE PODER CUIIIIIC.

Lidenskap · Tranh châm biếm
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4 Chs

Capitulo 3: El niño que perdió la cabeza en un lago pequeño

Londres, En un bar cercano a la Torre del Reloj, 09:47 PM

—Escuchaste, un niñato está intentando superar al «Magus Killer».—

—En serio, si es así, debe estar lo suficientemente loco para intentar ganarse una infamia similar a la de ese tipo.—

—Lo sé ¿verdad?—

La conversación de un curioso dúo no llamó la atención de los demás clientes en el bar, como si estuvieran conversando de cosas mundanas o del clima, hasta que una voz se entromete en la charla del dúo.

—Es porque realmente es un loco.— Una voz desinteresada se oye al lado.

El dúo se sorprende al ver a un viejo con abrigo negro y un sombrero fieltro del mismo color con unos curiosos ojos amatistas, que estaba al costado de su mesa tomando tequila tranquilamente mientras mira despectivamente todo a su alrededor.

—¿Es así viejo?— Pregunta uno del dúo, curiosos por la respuesta.

Dándole una mirada de reojo para luego centrarse en su bebida con cubitos de hielo flotando tranquilamente.

—¿Por qué mentiría?— Preguntó algo molesto.

—Pero bueno son libres de creer lo que quieran, después de todo, este mundo tiene muchas cosas que ofrecer a este viejo.— Aparta la vista de su bebida para fijarse en una mesa alejada donde se encuentra un joven tomando Whisky mientras lee un libro.

—Ja, me retiro, tengo cosas que hacer— Y como si esa molestia no existiera se despidió alegremente del dúo.

Confusos por el comportamiento del viejo lo miran raro, para luego ignorarlo y seguir con su charla. Pero alguien también se levanta para seguir al viejo que se fue del bar.

—Un momento, ¿ese viejo es un magus?— Uno del dúo se cuestiona algo confuso por el descuido. —No sentí su od.— Dice intrigado por lo sucedido.

X X

En una calle nocturna de Londres, la gente pasa infrecuentemente, pero ese no era el caso de los autos dando como resultado que la calle solo se llene de los sonidos del tráfico vehicular. En esa calle se encuentra el mismo viejo del bar caminando tranquilamente, pero a unos metros de distancia se podía apreciar a un joven de alrededor 25 años con abrigo gris, cabello de color negro y ojos marrones, siguiéndolo discretamente desde la distancia.

—¿Oh? Nunca pensé que serías un acosador— Con diversión dice en voz alta el viejo sin mirar atrás.

—Solo estoy siendo precavido— Responde burlonamente el joven que lo seguía para luego acercarse, hasta estar al lado del viejo y poder hablar sin seguir llamando la atención de las pocas personas que transitaban la calle.

Aún más divertido que antes por la respuesta, siguieron caminando en las calles por un momento, hasta que de repente se detuvo y lo miró por encima del hombro.

—Sígueme— Dice sin la diversión que mostró anteriormente.

Siguiendo las instrucciones lo siguió hasta llegar a un callejón sin salida para que de repente el joven sacara de su abrigo una pistola semiautomática Colt M1911, y disparara varias veces a unas palomas que rondaban alrededor del callejón, las cuales cayeron en picada al suelo frío para que el joven se acercara y vuelva a disparar hasta dejar vacío el cartucho de su pistola.

Las aves llenas de agujeros comenzaron a convulsionar y convertirse en una masa negra que desprendía una sensación que succionaba sin fin todo a su alrededor; para luego arrastrarse hacia las sombras y fundirse con ellas.

—Veo que no eres tan discreto— Dice con sarcasmo el viejo por el ruido provocado reiteradamente por la pistola.

—Y que tú no eres el típico alter Furz de la asociación.— Responde mordazmente, mirando fijamente al viejo con atención al más mínimo movimiento de este.

—Responde, para que me contactaste si tan solo pudiste enviarme un correo electrónico o llamarme por teléfono, recuerdo haber dejado un número de contacto en mi perfil; porque esas cosas no eran normales ni siquiera para mis estándares, y eso que "alguien" dice que estoy loco.— Dice seriamente, aunque algo nervioso por la escalofriante sensación, pero en la última parte hizo un gesto con la mano izquierda sin el arma, resaltando la palabra "alguien''.

—Respondiendo a tus preguntas, no, no tengo correo electrónico o teléfono, es una molestia conseguirlos, y si, las "cosas" como tú lo dices no son normales, al menos no en este lado del versículo.— Responde tranquilamente.

—¿Versículo? Te refieres a las frases de la biblia— Repitió confundido por el término.

—Si, son las frases bíblicas.— Dice con sarcasmo goteando cada palabra que salía.

—Claro que no idiota, me refiero a las diferentes realidades del universo, pero en efecto esas 'cosas' no deberían estar en este lado del universo y por cierto se llaman «Vakuumrester» o simplemente «Vaku».— Dice algo cansado por la situación, dándole un vistazo al lugar donde desaparecieron los Vaku's para cambiar su atención a por el joven que lo fulminaba con la miraba.

—¡Oh! cómo no se me ocurrió que la palabra "versículo" también es considerado como un término para referirse a las realidades del universo, y por cierto acabas de inventar el nombre.— Dice sarcásticamente al principio, con los ojos en blanco en la última parte sin apartar la vista del viejo mientras lo señalaba acusadoramente con su mano libre.

—...— Sin respuesta, desviando la mirada en otra dirección, ignorando completamente lo dicho anteriormente.

—Con respecto al trabajo, lo discutiremos en mi oficina.— Dice sin mirarlo para luego hacer una seña con la mano y que una puerta aparezca de la nada, para luego entrar en ella, revelando desde el marco de la misma una oficina victoriana clásica finamente decorada con un solo escritorio en la misma.

Con un gemido de sorpresa escuchándose de fondo y una pequeña sonrisa apareciendo en la cara del viejo.

Caminando en dirección al único escritorio, el viejo se quita el abrigo y el fieltro para lanzarlo al asiento más cercano para luego sentarse cómodamente en su silla de 'Jefe', y mirar que el joven está aturdido. —¿Vas a entrar o no? No tengo todo el tiempo del mundo jovencito, el tiempo es oro.— Dice impaciente mientras golpeaba ligeramente el escritorio, pero también haciendo el gesto de dinero con su mano libre con una sonrisa come mierda presente en su rostro.

Recuperándose por la repentina aparición de la puerta le lanza una mirada sucia al viejo, enfunda su arma para entrar en la oficina y dirigirse a un sofá para dos, y tirarse al mismo con los pies descansando en el reposabrazos, no sin antes cerrar la puerta claro está.

—Bien, comencemos con esto ¿cuál es el trabajo?— Pregunta con una sonrisa de autosuficiencia, disfrutando de la mirada molesta que tiene el viejo por ensuciar el sofá.

—Nombre y apellido.— Dice sin interés el viejo.

—¿Qué?— Responde confundido.

—Nombre y apellido.— Vuelve a repetir el viejo, mirando sin interés al joven, pero con leve molestia presente en su rostro, aún sigue molesto por el sofá sucio.

—¿Para qué quieres mi nombre? Además ¿no está en mi perfil mi nombre?— Le reclama por lo absurdo que era.

—Mira mocoso, me importa un bledo ir a reclamar documentos sobre ti, además quien es tan idiota como para poner su nombre verdadero en un documento público que pueden usarlo en tu contra de alguna forma.— Dice molesto por esquivar la respuesta por parte del joven. —Además me da pereza.—

Venas salieron por la última dicha.

—Bien, tienes un punto.— Admitiendo a regañadientes.

—Que bien— Dice feliz el viejo.

—Nombre y apellido— Para que esa alegría termine esfumándose, dejando solo el desinterés.

—Verdammter alter Mann, Wilhelm vom See.— Murmura, no, más bien escupe las palabras al principio con molestia para luego calmarse y responderle, pero extrañamente al decir su apellido el tono de su voz se relajo y sonó nostálgico y ¿triste?

—¿Vom See? ¿En serio, "del lago" en alemán como Lancelot del lago?— Cuestiona con burla. Mientras se burla escribía algo en una hoja para luego mirar a Wilhelm y ver su mirada fulminante.

Estaba claro que eso no le hizo gracia a Wilhelm, quien le está dando una mirada peligrosa. Una promesa que atacaría contra el viejo en cualquier momento.

—Bien, no me meteré con tu apellido mocoso.— Dice haciendo una señal de rendición. —Sí que eres molesto, edad y nacionalidad.— Volvió a hacer preguntas con un tono algo profesional y con su usual tono desinteresado.

—26 años, alemana.— Dice con un tono cortante. Cambiando la posición de sus pies, ensuciando aún más el sofá lo que en consecuencia provocó que la cara del viejo se contrajera en molestia.

Pero el viejo tuvo que tragarse su molestia por lo que dirá y adoptar una expresión neutral.

—Mocoso el trabajo que tengo efectivamente podría culminar con tu muerte si aceptaras, lo que por consecuencia me lleva a la pregunta final.— Dice con un extraño tono serio a lo que mostró anteriormente, intentando ignorar su molestia al ver el sofá sucio. —¿Tienes algún conocido o familiar que te espere en casa?—

—No, está tres metros bajo tierra en bosque de alemania.— Respondió fácilmente sin molestarse en la forma que lo dijo. Sin apartar la vista del viejo que lo escruta con la mirada si escondía algo.

Infructuoso con su examinación, el viejo suspira con cansancio. —Ya veo, entonces supongo que no tendrás problemas para aceptar el trabajo.— Dice algo triste por la situación del joven, mientras escribía nuevamente en una hoja.

Cambiando su vista del viejo hacia el techo. —La verdad, si tengo un problema.— Dice con un tono neutral.

—La paga por el trabajo hecho, los problemas que podría encontrar, y las posibles demandas por destrucción a propiedad privada, si es que el trabajo es en una zona urbana.— Dice con una amplia sonrisa mientras hace un gesto de dinero con la mano.

—No tengo problemas con respecto a lo anteriormente dicho.— Responde con tono tranquilo y serio.

Frunciendo el ceño por la seriedad del viejo, Wilhelm deja las bromas y también toma un enfoque profesional.

—¿De qué va el trabajo?— Pregunta seriamente mientras vuelve su vista al viejo que le devuelve la mirada.

—Termina la «Quinta Guerra del Santo Grial» junto con la otra que inicio hace poco, participando como maestro y si puedes, encuentra al responsable de la otra guerra y dale un golpe en la cabeza por idiota al causarme problemas.— Sus palabras fueron firmes y autoritarias.

—Bien— Aceptando sin problemas el trabajo hasta que noto cierto detalle.

—¿Espera que? Otra guerra, imposible, se supone que solo hay un Grial, a menos que te refieras que de alguna manera el Grial haya logrado la capacidad de invocar a otros 7, además como participare si no tengo sellos de comando— Dice algo exaltado por la emoción de tal revelación, pero sus ánimos bajaron por la última parte que dijo.

—¿Oh? Que veo aquí, un friki emocionado por participar en una Guerra del Grial, pero no, el Grial de las tres familias fundadoras no tiene el mana suficiente para invocar a otros 7, al menos no en esta línea de tiempo, pero el otro Grial ha iniciado su propia guerra con 7 Servant's que no pertenecen a este universo.— Dice con burla hasta que su tono cambia a uno de desprecio por la mención del Grial de las 3 familias y vuelve a cambiar a uno de orgullo por el otro Grial.

—Pero no te preocupes si no tienes los sellos de comando, dudo que el otro Grial pierda la oportunidad de que un aspirante a ser el segundo «Magus Killer» falte a la oportunidad de participar en su guerra.— Dice con condescendencia.

Wilhelm se queda callado por unos momentos, para luego bajar los pies del reposabrazos y sentarse correctamente. —Oye viejo ¿por qué hablas del Grial como si fuera un ser sintiente y hablas fácilmente sobre otros mundos? ¿Acaso estás relacionado con la segunda magia, o más bien con el Kaleidoscope?— Dice con los ojos entrecerrados.

El viejo solo lo mira unos segundos antes de reír. —Oh chico, se muchas cosas, demasiadas, a decir verdad, pero no, aun no he tenido contacto con Zel-chan.— Responde alegremente con una sonrisa críptica, pero los ojos amatistas entrecerrados muestran una emoción que Wilhelm no logra identificar.

La tensión comienza aumentar por el silencio presente entre los dos. —Bien— O al menos lo era hasta que Wilhelm fácilmente acepta la respuesta de forma desinteresada.

Un tarareo resuena por la oficina. —¿Y a qué se debe tu respuesta joven Wilhelm?— Pregunta curioso, mientras vuelve a escribir en la hoja.

—Seria tonto de mi parte meterme en tus cosas secretas viejo.— Responde distraídamente mientras se mira las uñas, volviendo a acomodarse en el sofá inclinando su cabeza sobre su mano y codo izquierdo apoyado sobre su rodilla para mirar a su alrededor y apartar su vista del viejo.

—Veo— Fue su corta respuesta por parte del viejo. —Bien, como no tienes problema con aceptar, te daré algunas cosas que te podrían ayudar en tu trabajo.— Dice con tono jovial, dejando de escribir en la hoja, se levanta de su silla de 'Jefe' y se dirige a un librero hecho de caoba para comenzar a buscar algo.

Mientras el viejo está distraído, Wilhelm aprovecha su distracción para acercarse sigilosamente al escritorio y agarrar la hoja que estaba escribiendo el viejo durante su conversación, interrogatorio.

Solo para recibir la vista de una casita con un arcoíris y un hombre sonriente dibujado a palitos como si se tratara del trabajo de un niño de preescolar, pero lo resaltante es la palabra «PUDRETE» escrito al costado del hombre sonriente.

La cara de Wilhelm se contrajo, arrugando la hoja en consecuencia.

—Lo encontré— Dice el viejo alegremente, rápidamente Wilhelm mete la hoja en su bolsillo. —Bien joven, como no hay mucho tiempo para costear un catalizador, te doy uno gratis así que considérate afortunado.— Mostrando una pequeña cajita de madera tallada finamente.

—Cuál es el truco viejo, uno no da un catalizador así de fácil.— Cuestiona desconfiado por la repentina muestra de altruismo o caridad.

El viejo solo lo mira unos segundos. —Lo quieres o no mocoso.— Responde aburrido el viejo.

Tomando rápidamente el catalizador de sus manos, se aleja del viejo cautelosamente hasta sentarse nuevamente en el sofá. El viejo por su parte mira divertido a Wilhelm con una pequeña sonrisa, para luego sacudir la cabeza y volver a sentarse en su silla de 'Jefe'.

—Y, ¿de quién es el catalizador?— Pregunta Wilhelm con genuina curiosidad.

El viejo busca con la mirada la hoja que ya no está, pero aun así responde burlonamente. —Tu socio— Esa es la única respuesta que da.

Frunciendo el ceño por la respuesta hace un puchero lo que provocó que el viejo lo mirara raro, pero esa actitud infantil desapareció para dar una mirada seria. —Espero que no me estorbe con cosas estúpidas, verdammter alter Mann.— Dice mordazmente.

El viejo solo suspiro en decepción. —Estos jóvenes de hoy, ¿acaso no saben respetar a sus mayores?— Dice con tono triste.

—Lo haría si no fueras un viejo de mierda.— Responde mordazmente, mientras comenzaba a retirarse, pero no sin antes darle como saludo de despedida el dedo medio.

—Oye mocoso molesto atrapa— Dice el viejo mientras tira algo.

Moviéndose instintivamente Wilhelm atrapa sin mirar para luego echar un vistazo, viendo que lo que le arrojaron fue una boina de cuero negro, siendo su única reacción el alzar una ceja.

—Creo que te quedaría bien mocoso.— Es la opinión del viejo con una sonrisa.

—Estamos en el 2004 viejo, esto ya pasó de moda.— Dice desinteresadamente.

—¿Importa?— Pregunta el viejo con humor.

Viendo unos segundos la boina para luego ponérsela mientras una sonrisa aparecía, una sonrisa que mostraba unos dientes increíblemente afilados. —No— Responde con ferocidad, y retoma su camino hacia la puerta para salir.

Mientras Wilhelm se dirigía a la salida el viejo volvió a escribir en una nueva hoja.

—Por cierto, el hechizo de invocación está escrito en la hoja que tomaste mocoso.— Dice indiferente mientras seguía escribiendo, provocando que Wilhelm se detenga unos segundos y lo mire por encima del hombro, pero el viejo deja lo que estaba haciendo para decirle algo.

—Ah una cosa más, encárgate de la policía por mí.— Volvió a decir, pero a diferencia de antes su tono era alegre, y una sonrisa estaba plasmada en su rostro con un par de ojos amatistas encontrándose con otro par marrones que reflejaban confusión.

—¿Qué?— Eso fue todo lo que pudo decir antes de ser empujado por una fuerza invisible hacia la puerta que se abrió repentinamente, mostrando por el marco de la puerta el mismo callejón de hace unos momentos y salir volando de la oficina del viejo, dejando al mismo solo en su escritorio escribiendo algo.

Paso unos momentos desde que Wilhelm se fue de la oficina, el viejo deja escribir para luego reclinarse en su silla y suspira con cansancio, haciendo un gesto con la mano hace que toda la oficina tenga un cambio radical en el que todo lo demás se desvanece en motas de polvo excepto su escritorio con documentos y su silla de 'Jefe' dejando a la vista un oscuro vacío que lo rodeaba, pero lo más resaltante es que de donde el viejo estaba sentado se encontraba un joven de unos veintitantos años con piel lechosa, cabello negro y unos ojos amatistas, el mismo color de ojos del viejo.

—Ese mocoso sí que es molesto, pero me agrada.— Dijo divertido con una sonrisa criptica.

X X

En cierto callejón apareció una puerta para que esta se abriera y 'escupiera' una mancha negra que rodo y rodo, hasta detenerse bajo unos zapatos negros.

—Atención a las unidades cercanas, encontré al presunto sospechoso.— Dijo la persona de los zapatos negros, sin darse cuenta de la puerta o como si no pudiera verla.

Recuperándose del mareo Wilhelm se dio cuenta de su situación al ver a la persona frente a él, o más bien el uniforme y gorro negro de oficial que lleva.

—Oh, hola oficial que tal la noche, ¿es hermosa no?— Dijo casualmente sin vergüenza.

El oficial lo miró neutralmente hasta que levantó una ceja al ver una pistola enfundada cerca de su costilla izquierda. —Aquí central, encontré al culpable del tiroteo.— Dijo un con su expresión estoica para que repentinamente el oficial desenfunde su pistola.

Wilhelm al ver que su situación empeoró y sin poder desenfundar su arma rápidamente sin que el oficial disparara, tenía dos opciones para salir de esta situación, decir que no era suyo o rodar-

El oficial pateó la cabeza de Wilhelm sin previo aviso con la fuerza suficiente para noquearlo y sin dejar que él mismo siquiera piense en usar refuerzo. Bueno ¿una pena no crees? —Aquí central, logre someter al culpable del tiroteo, pueden retirar a las unidades cercanas de la zona.— Dijo estoicamente.

—Que molestia— Se quejó el oficial al ver el cuerpo inconsciente de Wilhelm tirado en suelo, pero su atención se fijó en su mano diestra agarrando fuertemente una pequeña caja de madera.

Encogiéndose de hombros enfundó su arma para arrastrar a Wilhelm cerca de su auto para luego meterlo en el asiento trasero del coche como un saco de papas, no sin antes esposar sus muñecas, confiscar el arma, cargadores y la caja de madera.

—Espero que me den un aumento por esto.— Dijo irritado, encendiendo el coche para entregar a Wilhelm. Mientras tanto en la parte trasera del coche Wilhelm soltó un gemido silencioso.

—...Mutter...— Dijo en un susurro.

.

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En un bosque invernal, dos siluetas se dirigen a un estanque cercano, la silueta que iba a la delantera dando brinquitos ,era más grande que la otra y femenina, mientras que la otra era pequeña y en cambio caminaba algo tembloroso.

—Elizabeth qué hacemos aquí a estas horas.— Dijo molesto un niño de cabellera negra, viendo que estaban en un estanque natural de un bosque invernal, vistiendo tan solo un abrigo sobre una pijama con estampado de osos con una corona al costado de la oreja del animal.

—Es de noche, falta mucho para que el sol salga y tengo frío.— Dijo aún más irritado por su situación.

—Que cascarrabias eres, ¡hmpft! por eso no tienes amigos.— Responde una joven que reprochaba al niño para luego resoplar. La joven tenía cabello liso dorado con hermosos ojos rojos como la sangre, vistiendo un hermoso vestido azul grisáceo caminando con gracia alrededor del estanque.

En respuesta el niño resopla con molestia por su actitud, en cambio la joven detiene sus brincos para mirar fijamente sus ojos. —Además hoy es la fecha y la hora en que nos encontramos por primera vez, mi pequeño caballero.— Dijo seriamente para luego terminar con una sonrisa cariñosa.

La expresión del niño se volvió hueca por unos instantes para que luego una de cariño y felicidad saliera a flote. —Si, tienes razón...madre— Dijo con gratitud pero susurrando la última parte.

Repentinamente la joven chilló de alegría. —Me llamaste mamá.— Dio saltos con vigor y atrajo al niño en un profundo abrazo, lo que provocó que el niño se le pusiera la cara roja de vergüenza.

En cambio la cara de la joven revelaba el júbilo y gran gratitud por la mera acción de llamarla «madre».

—¡D-dejame ya, me estás asfixiando!.— Gimió en protesta.

Haciendo caso a la protesta del niño la joven hizo caso. —Mou, acaso mi caballero no puede aguantar unos de mis abrazos.— Se quejó la joven mientras hacía un puchero.

—No es eso, yo- yo, ¡porque siempre tienes que exagerar las cosas!— El niño respondió en protesta.

—No exagero, solo que no puedes seguirme el ritmo ¡hmpft!— Dijo con un puchero molesto.

—Exacto, no puedo seguir el ritmo de una bruja— Dijo con burla.

Lo que provocó que la joven se detuviera por unos instantes, para luego jalar fuertemente las mejillas del niño mientras contenía las lágrimas.

—No me llames bruja, a-aun soy joven, lo sé, tengo el corazón de una bella doncella.— Dijo con lágrimas que comenzó a derramar mientras hacía un gran puchero.

—D-duele, deja—Intentó protestar, pero no pudo seguir por el dolor que sentía en las mejillas.

La joven al darse cuenta de sus míseras protestas decide dejarlo, cosa que el niño agradeció silenciosamente mientras se frotaba las mejillas, pero unas maños delicadas también tomaron la mejillas del niño suavemente y comenzaron frotarlo.

—¿Mejor?— Pregunta con ternura, en respuesta el niño se inclinó vacilantemente para abrazarla.

—...mejor...— Susurra, ya cómodo y tranquilo .

Sonriendo por la respuesta también lo abraza.

—Feliz cumpleaños...mi pequeño caballero...— Dice con ternura.

Después de un tiempo abrazados se separaron para mirarse fijamente, los ojos rojo como la sangre por parte de la joven se encuentran con los ojos marrones del niño, ambos transmitiendo su felicidad, hasta que un punto rojo apareció repentinamente en la cabeza de la joven,

El niño estuvo confundido por unos segundos, hasta que reconoció un instante tarde el significado de su aparición.

*Pum*

El blanco prístino de la nieve se tiñó de rojo junto al estanque en ese momento con un cuerpo sin cabeza de una joven dama flotando en la aguas ahora carmesí del estanque.

Un silencio predominó el bosque invernal por unos instantes hasta que un alarido se escuchó seguido de disparos esa noche de invierno en Alemania.

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X X

El oficial conduciendo mira tranquilamente la calles tranquilas y calladas de la vida nocturna de Londres que va pasando frente a sus ojos, hasta que nota algo raro, escucha gemidos en el asiento trasero, y mira por el espejo retrovisor para ver la cara de Wilhelm mirándolo fijamente detrás de su asiento.

Asustado intentó sacar rápidamente la pistola de su funda mientras mantenía su mano izquierda en el volante, los brazos esposados de Wilhelm rodearon su cuello y jalo hacia atrás, ahorcando al oficial en el proceso provocando que el mismo dejará el control del volante.

Luchando por su vida intentó morder la mano de Wilhelm, pero cuando lo hizo sintió que mordía algo duro como si su piel y músculos tuviera una densidad a niveles inhumanos, cuando su vista regreso al espejo retrovisor en busca de algo que pueda ayudarlo vio como los brazos de Wilhelm, circuitos de computadora brillaban de color cian.

Perdiendo la consciencia el oficial logró vislumbrar por el espejo retrovisor una sonrisa loca y salvaje en el rostro de Wilhelm.

Al perder el conocimiento el vehículo ahora estaba fuera de control ocasionando que comenzará a chocar contra postes vehiculares, buzones de correo, señales de tránsito, etc. Con el coche sacudiendo a Wilhelm en la parte trasera, tuvo que retirar las cadenas de la esposas del cuello del oficial por precaución pero no salió ileso de las constantes sacudidas, de las cuales sacaron sangre que manchan partes del asiento trasero del vehículo.

*Crash*

Inevitablemente el vehículo policial se estrelló en un establecimiento, con un resultado destructivo y bullicioso pero afortunadamente el coche no explotó pero si terminó dañado en el transcurso de la carrera sin control.

El silencio predominó en el establecimiento con la parte trasera del coche fuera, hasta que dentro del mismo se escuchó un gemido de dolor.

Recuperando la conciencia, el oficial apenas despertó examinó sus alrededores y su estado.

«Al parecer estaba en una tienda de ropa al ver maniquíes con ropa y vestidos tiradas en los alrededores, algunos cercenados, el vidrio esparcido en el suelo y más cosas tiradas o rotas. Ahora verificando su estado. Costillas rotas, algunos rasguños en la cabeza, cuello y cara, sin contar las lesiones interiores. ¿Vaya forma de terminar el día no?» Son los pensamientos sarcásticos del oficial.

Quitando las bolsas de aire del vehículo, abre la puerta, crujiendo como resultado, para salir pero cae de rodillas y vomita.

Intenta levantarse pero falla miserablemente viendo todo confuso, pero sus instintos no eran el caso al tensarse y prepararse para desenfundar su arma al escuchar el crujir de la puerta del vehículo, miro desenfrenadamente el origen del ruido, acercándose a la puerta del asiento trasero con su arma desenfundada y lista para disparar sólo pudo vislumbrar las esposas que usaron para intentar matarlo.

Cuando por el reflejo metálico de las esposas pudo vislumbrar algo detrás suyo, cuando de repente.

*Crack*

Se escuchó el sonido morboso de la pierna del oficial romperse y en consecuencia cayendo sobre una rodilla, el oficial apunto de gritar de dolor fue mitigado por Wilhelm quien le hace una llave, agarrando la cabeza y cuello con el antebrazo izquierdo con el brazo derecho haciendo presión para impedir que se afloje la llave, impidiendo que grite pero si soltar gemidos o gruñidos.

—Ugh— Apenas pudo gemir el oficial.

Nuevamente siendo ahorcado pero esta vez no tenía que preocuparse de estrellar el coche comienza golpear las costillas de Wilhelm logrando que este aflojara la llave y poder tomar algo de aire, solo para que la tienda se ilumine tenuemente de color cian. «El mismo color de aquel momento.», son los rápidos pensamientos del oficial acerca de su situación precaria, nuevamente.

Sus instintos gritaron peligro al instante pero fue demasiado tarde al sentir nuevamente la presión en su cuello solo que esta vez era más fuerte. Comenzando a retorcerse desesperadamente al sentir como tiraban de su cuello, su visión comenzaba a ponerse borrosa pero el reflejo de unos de los cristales mostró la expresión de su atacante, no, asesino.

Viendo nuevamente esa sonrisa loca y salvaje, solo que esta vez sería lo último que vio.

*Crack*

Deshaciendo la llave y terminando el hechizo de reforzamiento suelta el cadáver del oficial.

*Ruido sordo*

—Que buena forma de liberar estrés.— Dice Wilhelm relajado y haciendo algunos estiramientos mientras frotaba sus muñecas.

Echando un vistazo a su alrededor recién se da cuenta que esta en una tienda de ropa, encogiéndose de hombros se dirige al vehículo y se adentra para tomar su arma, cargadores y la pequeña caja de madera.

Pero antes comienza a dudar al salir y mira el mostrador de la tienda antes de acercarse y sacar de su bolsillo una moneda de 5 libras para luego ponerla en el mostrador. —Por los daños— Se dijo a sí mismo.

—Tienen suerte de que hoy soy generoso.— Dice antes de irse.

Saliendo de la tienda por la puerta del establecimiento, que aún está intacto, cerrando con algo de fuerza y que en consecuencia se escuche el sonido de cristal roto a su espalda, ignorando lo que hizo para sacudirse el abrigo, limpiarse su sangre y recoger la boina que el viejo le dio, camina a cierta dirección para luego perderse en la distancia de las calles nocturnas de Londres.

Londres, hotel The Montague on the Gardens cerca del museo Británico, 12:47 PM

Cerca de la entrada del hotel se ve a Wilhelm acercándose pero se detiene para buscar algo en su abrigo, sacando una bola de papel arrugado y una identificación, pero presta más atención al papel arrugado, lo abre para que mágicamente el papel esté como nuevo con cierto dibujo siendo lo primero que ve, provocando que nuevamente se le contrajera la cara.

—Viejo de mierda.— Murmura molesto.

Pero se da cuenta de algo, marcas de presión estaban presentes como si hubieran escrito algo al otro lado de la cara, lo voltea para ver lo que parece ser el hechizo de invocación, escrito a mano. Frunce el ceño porque está seguro que no había algo escrito, pero luego lo deja pasar como magecraft o alguna cosa del viejo.

—¿Mi Gran ancestro Dante O'Sullivan? ¿Quién será? ¿Guardián del vacío? Qué extraño, no recuerdo que el hechizo termine así.—Murmura por lo extraño del hechizo.

Retomando su camino al hotel da un breve saludo al guardia mientras muestra su identificación y se dirige a las escaleras perdido en sus pensamientos tras leer lo que está escrito en el reverso del papel, cuando de repente choca contra un joven con gafas que cargaba documentos, provocando que cayera al piso esparciendo al piso los documentos que llevaba.

Aturdido por el repentino choque mira al joven que estaba en el piso, dicho joven arremete contra Wilhelm.

—¡Imbécil fíjate donde vas ¿acaso eres ciego o qué?!—Bramó ferozmente el joven, solo cuando Wilhelm lo tomó del cuello de su camisa y lo acercó a su rostro se dio cuenta de su error.

—Pass auf deinen Mund auf, du kleiner Scheißer.— Dice molesto, pero sin darse cuenta de que soltó el papel que le dio el viejo y habló inconscientemente en alemán. Para luego soltar al joven.

—L-lo siento, no v-volverá a pasar s-señor— Asustado comienza a disculparse, mientras se arrodilla para tomar rápidamente los documentos esparcidos en el suelo pero se detiene unos instantes para tomar cierto papel y salir corriendo del hotel.

—Tch, dummes Gör.— Dice molesto pero se da cuenta de cierto detalle.

—Ah mierda, ahora estoy diciendo "mocoso" como el viejo de mierda, hubiera estado mejor decirle niño idiota o Sack Scheiße, ah tantas opciones.— Agriando aún más su estado de ánimo, hasta que nota que hay un papel en el suelo, tomándolo desinteresadamente para después meterlo en su abrigo y retomar su camino a su habitación previamente reservada.

«Darse una merecida ducha fría en una habitación de lujo en Londres suena bien ¿Verdad?, si contamos el día de mierda que tuve. ¿Cuántas veces dijo mierda esta noche? No importa, solo su ducha es lo que importa, no quiere saber de más problemas mágicos aparte de lo que tiene entre manos por el trabajo.», son los pensamientos cansados de Wilhelm.

En su camino recorre los estrechos pasillos color beige del hotel iluminados por lámparas eléctricas con pantallas que iluminan lo necesario. Deteniéndose en una puerta con el número 215 en una placa, saca una llave para entrar en su habitación rápidamente.

Ya dentro y con la puerta cerrada, se dirige al baño integrado en la habitación mientras se quita la ropa y la tira a los muebles cercanos en el camino hasta estar desnudo frente a la ducha.

Gira la llave, ocasionando que el agua fría toque y bañe su cuerpo, el agua recorre las feas cicatrices repartidas alrededor de su cuerpo esbelto con algo de músculo, pero lo más resaltante es la horrible cicatriz que cubre la mayor parte de su espalda con la forma de una barra de código.

De repente comienza temblar. —Frio, que frio.— Dice mientras se frota en busca de calor, gira la llave para cerrarlo y cambiar la temperatura de la ducha a algo más tibio. —Mejor.— Satisfecho con su elección comienza a relajar sus músculos.

Terminando de bañarse sale en busca de prendas, pero su vista recae en la hoja que sobresale de su abrigo y comienza reflexionar si invocar al sirviente hoy o en otro momento.

—Mejor antes que tarde ¿no?— Dice cansado.

Después de cambiarse con un polo y pantalón negro con el mismo saco gris con la boina que le dio el viejo, comienza a preparar algunas cosas en una mochila antes de salir de su habitación.

—No pienso llamar la atención de nuevo, me basta con la policía de Londres.— Molesto por tener que irse sin haber tomado una siesta.

Volviendo sobre sus pasos en el hotel, llegó a la entrada pero en eso escucha casualmente lo que transmite la Tv.

—Interrumpimos la transmisión por noticias de última hora, Hace poco ocurrió un homicidio en la tienda "I portoghesi del mare", la víctima se identificó como el oficial Oliver Brown de 34 años.— Dice la reportera para seguir dando más detalles sobre el homicidio, detrás suyo se encuentra una tienda destruida con un vehículo dentro, el cual está siendo retirado por una grúa vehicular.

—Pobre hombre, murió joven— Dice con "tristeza" Wilhelm a un transeúnte que mira la tv.

Que buen mentiroso es ¿no?

—Es cierto, pero quién habrá cometido tal barbaridad.— Dice triste el transeúnte.

—Lo mismo pienso.— Para que de un momento a otro saque su pistola y disparé al transeúnte, volando los sesos y manchando de sangre la pared y piso del hotel.

Wilhelm se quedó viendo asombrado como su mano reaccionó repentinamente y mató al transeúnte sin ninguna explicación.

—Po-por favor n-no me mates, t-tengo familia.— Dice asustado el empleado en el mostrador del hotel por el repentino asesinato, en respuesta Wilhelm lo mira e inclina la cabeza confundido.

—¿Importa?— Dice confundido, pero antes de que el empleado responda los civiles que están en sus habitaciones comienzan a gritar en pánico por el disparo. —Una pena.— La decepción inunda los rasgos de Wilhelm confundiendo al empleado antes de que otro sonido se escuchará en el hotel, nuevamente los gritos se escuchan pero mucho más agitados.

Mira curioso por el color de la habitación manchada de sangre. —Mmn~ el color y olor no es tan interesante como las explosiones, decidido, haré explotar el hotel como distracción y recompensa.— El regocijo al decir "explosión" y la decisión fue desbordante, como si a un niño le dieran la llaves de una dulcería.

El estremecimiento recorre su cuerpo, agarrándose los costados como si sintiera el máximo placer por lo que haría al hotel, locura desenfrenada y la sonrisa retorcida son las características más notables si un tercero lo viera, las risas locas y gemidos se escuchan desde la sala de recepción del hotel asustando aún más a los transeúntes que están es sus cuartos u ocultos en los pasillos, asustados por lo que vendría, pero lo que nadie se percató fue que en la risa psicótica que resonaban en los pasillos los gemidos que soltaba, eran de dolor, mucho dolor.

—Mmn~— Un ruido sordo se escucha, una mujer se calló por miedo y shock, pero lo que más aterró fue como los ojos marrones de Wilhelm se fijaron en ella.

Se acercó con calma a la joven mujer, para luego arrodillarse cerca de ella y tomarla por el mentón.

Pánico.

Fue la palabra que describe perfectamente a la mujer, sus ojos marrones bañados en sangre inocente se encontraron con ojos marrones ingenuos manchados por la sangre pecadora. Unos brazos femeninos aparecieron para proteger a la mujer, Wilhelm parpadeo confundido por la repentina aparición de los brazos, cuando algo lo helo la sangre.

Ya no estaba sosteniendo el mentón de una mujer, estaba sosteniendo el de un niño, un niño similar a él, levantando su mirada confundida se encontró con unos ojos rojos como la sangre, la furia presente en aquellos bellos ojos pero el miedo estaba, le tenía miedo.

Su madre le tenía miedo.

—Joven ¿se encuentra bien?— Preguntó el mismo transeúnte que supuestamente había asesinado, asustado por la mirada que está presente en su rostro, pero sin darse cuenta de como una de sus manos es sostenida fuertemente.

—Eh? Si, solo, solo me perdí en mis pensamientos, gracias por la preocupación.— Apenas terminó de hablar se fue rápidamente del hotel.

Ya lejos del hotel y la gente Wilhelm frunce el ceño con molestia. —De nuevo, pero fue demasiado rápido, no hice tanto escándalo al matarlo, o ¿si?— Se cuestiona por lo rápido que llegó la noticia del asesinato e intentando ignorando el echo de que tuvo alucinaciones.

Cuando se detiene y se golpea la cabeza de repente. —Las sacudidas.— Dice con frustración.

—Como no me di cuenta de ese detalle.— La frustración está presente en su voz.

—Bueno, invoco al sirviente y me largo de Londres rápidamente,.— Se encogió de hombros y le resto importancia para seguir su destino, pero sus ojos y la mano que jalo el gatillo en su alucinación, tiene ligeras convulsiones apenas perceptibles.

El lago Serpentine en el Bluebird Boats cerca del Hyde Park.

«En ese lugar no hay gente rondando por la noche y si la hay, nada que un campo acotado no pueda arreglar» Son los pensamientos pasajeros de Wilhelm.

Le tomó unos 30 minutos llegar con el hechizo de reforzamiento e instalar un campo acotado para ahuyentar a personas curiosas.

—Bien, termine.— Dice con algo de entusiasmo al completar la configuración del campo acotado en la ruta serpentine, para luego comenzar a dibujar un círculo con una tiza que sacó de la mochila.

Tardo 15 minutos hacer bien el círculo mágico. —Supongo que falta agua...estoy frente a un lago, servirá.—

Rebuscando algo dentro de su mochila, saca una pequeña caja de madera.

Wilhelm se quedó mirando fijamente la pequeña caja con sospecha y algo de incertidumbre. Pero suspiro y sonrió con cansancio, abrió la caja para revelar un antiguo anillo de zafiro atado a una cuerda de cordel.

Aunque no lo demuestre por fuera, Wilhelm está sorprendido al sentir la gran acumulación de misterio proveniente del anillo, pero se percata rápidamente de que hay algo escrito en el anillo.

«A bhean bhòidheach an locha, lean ort a' lasadh mo bheatha le do làthaireachd.»

Se quedó confundido al no entender el escrito.

Sin más ceremonias deja para después el pequeño misterio del anillo para centrarse en la invocación del servant. Colocando el anillo en frente del círculo mágico en un altar improvisado se aleja unos metros del catalizador y comienza a verter su od en el círculo.

Wilhelm saca de su abrigo la hoja para confirmar el hechizo que memorizo, solo para darse cuenta que tiene la hoja equivocada ya que solo eran documentos, no, era parte de un manuscrito sobre magecraft.

—Un magus.— Dice con un tono peligroso. —El mocoso.— Se dio cuenta, el joven con el que chocó era un magus pero de alguna manera se escabullo de su detección.

Comienza a frotarse la barbilla, sopesando la opción de usar el hechizo de invocación, pero cambiando algunas partes claro está después de todo no se está usando el Grial de las tres familias fundadoras.

Golpeando su puño en su palma, se decidió.

Extendiendo su mano derecha sobre el círculo, comienza a cantar todo lo que recuerda del hechizo que le dio el viejo.

Deja que el agua sea la base

Que las estrellas del destino y la luna del pacto sean los cimientos

Mi gran ancestro Dante O'Sullivan como guía

Las puertas se cierran

Comienza desde la corona y sigue el camino bifurcado que te lleva al reino

Llena, Llena, Llena, Llena, Llena

Repite cinco veces

Deja que se llene por cada camino, y explótalo

Escúchame

Ven a mi

Mi voluntad formará tu cuerpo

Guía mi camino hacia la victoria

El círculo comienza a iluminarse mientras el viento sopla suavemente el rostro de Wilhelm, el mismo comienza a emocionarse por lo que está sucediendo por lo que comienza a improvisar en algunas partes del hechizo al no recordar con exactitud.

Siguiendo las normas del Grial, responde si aceptas mi llamado

Juro aquí que no mandaré al infierno a todo el mundo

Que castigaré con sangre a los injustos de este mundo condenado

El viento comienza a azotar con fuerza a Wilhelm junto con el aumento del brillo del círculo.

Ustedes siete almas que residen en un santuario efímero

El lugar tembló por el poder, mientras una paloma con profundos ojos negros observa lo que está aconteciendo.

Salgan de su trono

¡Oh Guardián del Vacío!

Después de decir esas palabras todo el lugar quedó en blanco.

Wilhelm recuperando la visión, siente la gran tensión en sus circuitos al completar el hechizo de invocación. Pero deja de lado eso para centrarse en la figura que apareció por el ritual, oculta por el humo de polvo levantado.

—Responde a mi pregunta draoidh.— Dice la figura misteriosa con voz grave y tono despectivo.

Cuando el humo de polvo se despeja, revela a un hombre adulto con un tamaño de 1.73, su cabello oscuro despeinado que tapa cierta parte de su frente y mechones que rodea su rostro pálido, sus ojos dorados opacos que emiten la sensación de estar frente a algo monstruoso e inhumano, vestido con armadura de acero y cuero con símbolos o runas extrañas y con un manto marrón oscuro grueso con un cuello de piel esponjoso que parece gastado descansando sobre sus hombros, oculta parte del lado izquierdo de su cuerpo.

—¿Fuiste quien me invoco? ¿Como?— Pregunto aun con su tono despectivo pero algo confundido de su convocatoria. 

X X

Nota del Autor:

Buenas tardes, días o noches lectores, este se podría decir que es el ultimo capitulo que escribi de este fic después de que me deprimiera por las pocas visitas que recibió en wattpad, si les gusto este fic avísenme en los comentarios para continuarlo y dejando sus reseñas junto a sus preciosas piedras de poder me ayudaría mucho mucho MUCHISIMO!!!

Atentamente.

-Lidenskap

PIEDRAS DE PODER CUIC, DENME SUS PRECIOSAS PIEDRITAS DE PODER.

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