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Capitulo 12: Ilusiones

Wen Kexing no tenía idea de qué era el polvo que había rociado Zhou Zishu, pero no preguntó, como si ya conociera la capacidad del otro. Se paró al lado de Zhou Zishu en silencio. Segundos después, se escuchó la respiración agitada de la bestia que se acercaba lentamente. La criatura parecía haber notado algo, manteniendo pisadas lentas, pasó por un lugar que estaba a unos tres metros de ellos.

La criatura era como un perro, pero tan grande como un pony y negro por todas partes. Jadeaba por la nariz, percibiendo un ligero olor a pescado. De repente se giró aún más lentamente, olfateando el aire como si sospechara algo.

Zhou Zishu cruzó los brazos frente a su pecho, apoyado en la pared y con los ojos entrecerrados, observaba la escena con atención.

Había una pizca fugaz de una sonrisa en el rostro de Wen Kexing; fue escalofriante y duró una fracción de segundo.

La bestia no estaba muy lejos, pero aún no había notado la presencia de los dos.

Se quedó quieta por un momento y luego avanzó, siendo observada por dos pares de ojos humanos.

Siguiendo el olor a sangre, se dirigió hacia los cadáveres de los monstruos submarinos. Después de olfatear, soltó un rugido y con la cabeza baja y la boca masticando felizmente, realmente fue capaz de decapitar a los monstruos humanoides.

Wen Kexing y Zhou Zishu se miraron. Zhou Zishu estaba silenciosamente aterrorizado; si bien no era forense, había pasado por muchas cosas en la vida y su conocimiento era enorme, era imposible que no pudiera reconocer una cabeza humana. ¿Esa criatura es realmente humana? Reflexionó.

Si era así, ¿Cómo se convirtió en eso?

Wen Kexing lo empujó, señalando un pequeño camino. Zhou Zishu asintió y salió con cuidado.

El camino se ensanchaba y se estrechaba de manera impredecible. Después de una cantidad desconocida de vueltas muy lejos de su punto de partida, Wen Kexing preguntó: —Hay otras marcas de dientes en los huesos de esos monstruos muertos, ¿Crees que sean caníbales?

Cuando no estaba diciendo tonterías, su voz era baja, casi como suspirar sin fuerza, como si no quisiera desperdiciar energía, terminando con un toque de indiferencia. Hizo una pausa, luego continuó: —¿Son humanos?

Zhou Zishu lo miró, dijo también con voz baja: —Perdóname, soy un tonto con poco conocimiento.

Wen Kexing se rió suavemente: —¿Tú? ¿Poco conocimiento?

No preguntó más y siguió caminando.

Fue después de un tiempo indefinido y en otra bifurcación, que el manantial apareció nuevamente frente a sus ojos. Zhou Zishu lo llamó: —Espera.

Wen Kexing lo miró, su comportamiento irritante regresó: —¿Qué pasa, hermoso Zhou-xiong?

Zhou Zishu sabía muy bien que reaccionar sólo incitaría al otro, por lo que ignoró el innecesario sobrenombre: —Esas criaturas submarinas son increíblemente fuertes y rápidas, y pueden moverse en el agua de forma natural. La bestia que vimos camina por tierra y es consciente de que tiene que mantenerse alejada del río; si no caza cerca del agua, ¿Cómo puede atrapar a los monstruos?

Wen Kexing dejó de caminar, examinando el suelo debajo de ellos. No estaba claro si estaba hablando para sí mismo o con Zhou Zishu cuando dijo: —¿Qué tan grande es este lugar?

¿Por qué sentía que el camino no tenía fin?

Zhou Zishu habló de repente después de ordenar sus pensamientos: —Este río fluye de este a oeste. Recuerdo la dirección muy claramente; pero a pesar de que dimos algunas vueltas, seguimos yendo en dirección de norte a sur...

—¿Quieres decir que estamos caminando en círculos? —Un repentino entusiasmo se apoderó de Wen Kexing. Parpadeando dijo: —También escuché sobre esta historia en la que una persona...

Zhou Zishu le dio la espalda, haciendo una marca en la pared con la punta del dedo; luego, sin mediar palabras, se fue a caminar a orillas del misterioso río.

A Wen Kexing no le importaba que sus historias de fantasmas fueran ignoradas.

Se frotó la nariz, siguiendo al otro con una sonrisa.

De repente, oyeron un rugido que pareció sacudir toda la cueva. En combinación se esuchó un grito penetrante que posiblemente pertenecía a un niño.

Zhou Zishu dejó de caminar.

El llanto miserable del niño comenzó a hacerse más fuerte.

Zhou Zishu rápidamente corrió hacia esa dirección y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba a tres metros de distancia. Wen Kexing estaba a punto de decir algo, pero su brazo extendido quedó colgando en el aire. Se tragó las palabras, sacudió la cabeza y siguió al otro.

Vieron debajo de las garras de una criatura mitad perro, mitad caballo, que se trataba de una niña. Los grandes colmillos estaban justo al lado del pálido cuello de ella, aparentemente a punto de morder. Zhou Zishu se impulsó más alto en el aire y golpeó al monstruo.

El ataque a distancia era uno de sus fuertes y la criatura fue golpeada en la cabeza, todo su cuerpo se paralizo y rodó hacia un lado.

Levantó a la niña, quien respiraba débilmente.

La bestia sacudió la cabeza con todas sus fuerzas, como si estuviera desorientada después de ser golpeada. Después de un momento, se dio cuenta de que Zhou Zishu había robado su comida y rugió, corriendo hacia él.

Al principio, Zhou Zishu iba a lanzar a la niña hacia Wen Kexing por instinto, pero luego se detuvo. Sus pies comenzaron a moverse en un patrón extraño, su cuerpo misteriosamente fue capaz de retirarse a varios pies de distancia. Bajó a la niña y siguió moviéndose.

La bestia lo siguió, el hedor de su boca ensangrentada le provocaba dolor de cabeza. Zhou Zishu saltó a un lugar alto antes de caer sobre la bestia en sólo unos segundos.

Wen Kexing se quedó allí, ignorando por completo a la niña que lloraba con una cara inexpresiva.

Zhou Zishu finalmente usó La Caída de Mil Pesos* para mantener abajo a la bestia, pero era una criatura inteligente. Su cuerpo se volcó para rodar; si alguien rodaba con ella, sería aplastado incluso si estuviera hecho de metal.

Zhou Zishu inmediatamente aprovechó eso para saltar con un grito y patearle el vientre.

La espalda de la criatura estaba llena de músculos duros, pero el área del estómago era muy suave y la patada casi destruyó cada órgano dentro. Rugió de dolor, pero aún podía mantenerse de pie gracias a la protección de su piel gruesa.

Su boca se abrió para morder a Zhou Zishu, mientras que sus patas traseras eran increíblemente fuertes y a pesar de estar en agonía, todavía era muy rápido. Zhou Zishu estaba a punto de esquivar cuando su fuerza interna cedió.

Los afilados dientes de la bestia estaban justo frente a él en ese momento.

Presionó el pecho de la bestia con una palma y dobló el codo del otro brazo, arriesgando su vida para golpear la nariz de la criatura.

Luego hubo un sonido de una nariz quebrándose y su garra desgarró el hombro izquierdo de Zhou Zishu, haciéndolo sangrar al instante.

Zhou Zishu se dio cuenta de que la nariz era la debilidad de la criatura. Ignorando su herida, utilizó su mano para golpear la nariz de la bestia nuevamente, con suficiente ímpetu como para destrozar completamente los huesos de su frente también. La bestía se tambaleó unos pasos y cayó con un fuerte estruendo.

Zhou Zishu frunció el ceño, bloqueando los puntos de acupuntura en su hombro para detener el sangrado. Estaba a punto de usar el agua de la "Primavera Amarilla" para limpiar la herida, pero luego recordó a las criaturas mitad humanas, mitad demonios allá abajo y abandonó la idea.

Escuchó a Wen Kexing soltar un "Oh", luego dijo: —¿Tienes heridas internas?

Zhou Zishu giró la cabeza para mirar al otro y respondió con calma: —Simplemente no he comido suficiente esta noche.

Luego se inclinó para recoger a la niña, le dio unas palmaditas en la espalda y le habló con voz suave: —¿De dónde eres, cómo llegaste aquí?

Wen Kexing se rió burlonamente de eso: —Deberías preguntarle qué clase de demonio es. ¿Por qué la salvaste de todos modos?

La niña no dijo nada, sólo se enterró más profundamente en los brazos de Zhou Zishu.

Zhou Zishu dejó de preguntar y le dijo a Wen Kexing: —Para reunir méritos.

Wen Kexing miró su hombro ensangrentado con pensamientos profundos, y de repente sonrió: —Te atrapé, Zhou-xiong. Olvidaste disfrazar la piel de tu hombro, esa área se ve muy diferente de tu cara y cuello.

Zhou Zishu hizo una pausa por unos segundos antes de responder secamente: —Es por tomar el sol.

Wen Kexing seguía sonriendo: —¿De verdad? Esta es la primera vez que escucho que una pálida belleza puede tener ese tono de piel demacrado después de tomar el sol.

"Pálida belleza" Zhou Zishu sintió angustia y escalofríos después de esas palabras.

Todavía cargando a la niña, estaba a punto de decir algo cuando sus ojos captaron algo y vieron una escena extraña: del cuerpo de la bestia muerta, surgió una planta que brillaba y que luego comenzó a florecer... ¡Un cerezo en flor!

Wen Kexing siguió su mirada y luego su rostro palideció rápidamente.

Zhou Zishu no tuvo tiempo de preocuparse por eso, se quedó quieto, mirando boquiabierto el árbol en flor que aún crecía.

En el aire había una fragancia desconocida. Ya no se veía el cuerpo de la bestia con forma de perro y las flores seguían brotando como si absorbieran energía mágica; pronto se extendió por completo, parecía que incluso podría tocarlo si se acercara.

Entonces apareció una persona de pie debajo del árbol.

Era un hombre joven con cejas gruesas y ojos grandes, tenía labios carnosos que aparentemente siempre sonreían. Pétalos de flores caían sobre sus hombros pero no le importaba, simplemente extendió su mano, moviendo los labios. Zhou Zishu pudo distinguir lo que estaba diciendo: hermano mayor.

Era Jiuxiao...

En ese momento, era posible que su corazón hubiera dejado de latir.

De pronto sintió un dolor agudo en el hombro. Zhou Zishu gritó, bajando la guardia. Miró hacia abajo para ver a la niña en sus brazos abriendo su boca para hundir sus dientes en la herida.

Actuó por instinto y usó su fuerza interna para apartarla. Cuando se recuperó, el cerezo y la persona ya habían desaparecido. Frente a él ahora sólo estaba la oscura cueva con el cadáver de la bestia en el suelo y la pila de huesos que habían examinado unos momentos antes.

La niña que arrojó dejó escapar un grito inhumano. Al verla con claridad, no era en absoluto una niña humana, ¡Sino en realidad un monstruo submarino!

El pequeño monstruo gritó con la boca abierta, mirando hambrientamente su herida sangrante. Estaba ansioso por saltar de nuevo, pero de repente una mano sobresalió y agarró su cuello. La criatura ni siquiera llegó a luchar antes de que le rompieran el cuello y muriera de inmediato.

Los labios de Wen Kexing se curvaron divertidos, desechando el cuerpo sin pensarlo. Habló como si nada hubiera pasado: —Esas cosas bajo el agua aún se atreven a salir, incluso cuando tienen miedo de la bestia. Parece que no sólo somos nosotros dos aquí abajo.

Toda la fuerza parecía haber abandonado a Zhou Zishu, pero forzó una carcajada: —¿Entonces acabamos de ir en círculos y volvimos al lugar del que partimos?

Wen Kexing lo evaluó: —¿Puedes caminar? Puedo llevarte... el estilo de novia también está completamente bien, siempre y cuando me dejes ver tu verdadera cara.

Zhou Zishu sonrió secamente: —Gracias, pero no hay necesidad.

Se cubrió la herida del hombro, levantó el ánimo y continuó caminando por la Primavera Amarilla. Luego preguntó como si acabara de recordar algo: —En ese momento vi un árbol con flores que crecía del cadáver de la bestia, con las plumas del príncipe* saltando y cantando. ¿Tú qué viste?

Wen Kexing respondió detrás de él: —Vi una lechuza. Te dije antes que las lechuzas que se ríen traen mala suerte y estaba en lo cierto, ¿No es así? También vi a una persona que llevaba un cuenco con agua roja... y luego la lechuza lo tiró...

Zhou Zishu mantuvo la boca cerrada. Él había mentido, por lo que era justo que su compañero mintiera también.

Tomó la delantera y no miró hacia atrás, por lo que no vio la expresión de Wen Kexing en ese momento. La sonrisa en la cara del hombre pareció congelarse durante mucho tiempo y sus ojos estaban en blanco. No estaba claro si estaba mirando hacia el suelo o hacia algo muy lejano. Al ver que Zhou Zishu no tenía paciencia con su historia de lechuzas, se la tragó y continuó con la siguiente.

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[1] Un movimiento de artes marciales del estilo kungfu del polo de los cerezos en flor (梅花 樁).

[2] Una planta de la familia Polygonaceae, también llamada planta de "cola de perro" en China debido a la forma de las flores.