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capítulo 5:Sorpresa

[Has matado a una bestia dormida, Cría del terror de las tinieblas]

Mientras el susurro del hechizo se terminaba, me quedé parado e inmóvil mientras internamente celebraba mi primera victoria y entendía que me había equivocado, no era un tirano, si no un terror el que dirigía a todas estas criaturas.

Terror que se iba a enfrentar a Xavier y los despertados en cualquier segundo.

Después de ese momento, me apresuré a tratar de alcanzar a Sharon que se encontraba más adelante sabiendo que estar a su lado era más seguro.

En el camino otra criatura acababa de despedazar a un soldado y cuando trate de agarrarla por atrás como había hecho antes, esta volteó hacia mí y se lanzó tratando de destrozar mi cuerpo.

Siguiendo las enseñanzas de Sharon trate de parar su garra con mi espada pero la fuerza de la criatura fue más grande y me tiro del caballo.

La criatura no desaprovechó la oportunidad y se lanzó a matarme, pero otro soldado atacó aprovechando que el monstruo estaba concentrado en mí, clavó su lanza en la espalda de la criatura.

La criatura más enojada inmediatamente se lanzó a matar al otro soldado dandome tiempo para pararme y cuando voltee a ver bien, el soldado se encontraba muerto y la criatura ¿se había enojado tanto que se quedó comiendo el cadáver?.

Ignorando ese dato fui y me lancé a tratar de matarla, sucediéndo otra vez de nuevo mi espada y la garra chocaron, solo que está vez ambos nos rechazamos y con la aparición de otro soldado atacando por la espalda a la criatura y está misma distrayendose con el soldado, aproveché para lanzarme hacia el monstruo, logrando cortarle el cuello y la cabeza.

[Has matado a un monstruo dormido, Cría del terror de las tinieblas]

Después de ese asesinato seguí adelante tratando de alcanzar a Sharon.

*****

En el centro del campo de batalla una pelea estaba sucediendo.

El ascendido Xavier y los 5 despertados Lukan, Fron, Jer, Raez y Gor.

Habían llegado al terror.

Xavier lideraba el asalto, blandiendo una espada dorada con gemas incrustadas, su figura envuelta en una imponente armadura de placas que reflejaba la luz del fuego con cada movimiento.

A su lado, Lukan se mantenía firme, armado con un martillo de guerra y un escudo, protegiendo su vida con una armadura de cota de malla que brillaba con la misma intensidad que su determinación.

A los flancos se encontraban Fron y Jer, armados con lanzas afiladas y listos para destrozar a cualquier tentáculo o extremidad que se interpusiera en su camino. Vestidos con armaduras de cuero para maximizar su letalidad.

En la retaguardia, Raez y Gor permanecían alerta, preparados para cualquier embestida del terror. Raez sostenía un hacha monstruosa, su musculatura tensa y sus ojos fijos en el enemigo, mientras Gor balanceaba una maza monstruosa, listo para aplastar cualquier cosa que se atreviera a acercarse demasiado. Ambos vestían armaduras de cuero que resonaban con el rugido de la batalla que se desarrollaba a su alrededor.

Xavier tomó impulso y se lanzó hacia el terror, su espada y las garras del monstruo colisionaron con un estruendoso choque. En ese momento, todos los demás atacaron al instante, como si el ruido del choque fuera la señal para desatar su furia.

Fron y Jer al instante, cortaron tentáculos con precisión, mientras Raez y Gor lograron destrozar dos de las extremidades del terror con golpes poderosos. Mientras tanto, Xavier se estabilizaba después del choque inicial, y Lukan atacaba con fiereza, evitando que el terror pudiera centrar su atención en los demás.

Ese intercambio continuó durante unos minutos intensos, con el terror perdiendo varios de sus tentáculos y siendo acosado por las flechas y bolas de fuego lanzadas por la artillería. Finalmente, el terror se quedó quieto unos segundos, momentáneamente inmovilizado por el asedio.

Xavier, aprovechando la oportunidad, reunió toda su fuerza y lanzó un poderoso ataque contra el pecho de la bestia, destrozando las escamas que lo protegían. Lukan, viendo el momento propicio, se unió al ataque y con un golpe devastador, abrió una herida fatal en el pecho del terror.

Los otros guerreros se abalanzaron y le arrebataron 4 extremidades y uno de sus ojos al terror, dejándolo con solo tres de sus extremidades, casi sin tentáculos y con una herida fatal en el pecho, con los segundos contados antes de su inevitable derrota.

Los soldados presentes comenzaron a esbozar sonrisas en sus rostros, un reflejo de la esperanza y el alivio que inundaba sus corazones al ver al terror al borde de morir y permitir que Xavier y los otros se unieran a la exterminación de la horda restante. Hasta que...

El rugido del monstruo resonó en agonía mientras que de su cuerpo y todas las heridad sufridas saliera una niebla que se expandío con rapidez. Los despertados y Xavier, que estaban cerca, fueron atrapados por la niebla.

Cuando lograron salir, automáticamente cayeron de rodillas y comenzaron a vomitar sangre mientras que en todos sus orificios empezaba a salir sangre.

Mientras esto sucedía, el terror se movió una vez más y con la poca fuerza que le quedaba, mato a todos.

Los soldados observaban con horror la escena frente a ellos.

La derrota de sus lideres era dura, pero que el que gobernaba la horda siguiera viva, aunque apenas era un golpe duro y fatal.

Las crías que se encontraban más cerca lograban hacerse paso entre los soldados abatidos y se posicionaban alrededor del terror para protegerlo, el resto de las crías enloquecieron y duplicaron las muertes de los soldados.

Con la comprensión de lo que eso significaba, los soldados comenzaron a correr por sus vidas, buscando escapar del caos y la masacre que se avecinaba.

*****

La noticia de la caída del Comandante Xavier se extendió con rapidez que al minuto de la caída de Xavier y los despertados, la noticia llegó a Ragnar, Azor y el despertado Nar.

"¿Quién hubiera pensado que el Comandante Xavier caería de esta manera".

Preguntó Ragnar con sorpresa y burla en su voz.

"¡Deja de bromear, esto es serio!".

Replicó Azor, con miedo e irá en su voz.

Ragnar con una sonrisa más grande dió las órdenes.

"¡Los soldados que vengan para este lado agarrenlos y ponganlos en formación para marchar de nuevo, Nar y yo iremos con las fuerzas restantes a terminar con la criatura. Avisen a los despertados restantes que exterminen más rápido a las criaturas más débiles".

Ragnar volteando hacia Azor le dió también unas órdenes que Azor maldijo internamente.

"Azor vos llevarás los soldados que se retiraron hacia Sharon para que ella los lídere".

Sin más palabras, Ragnar salió de la tienda, montó en su caballo y dirigió a los soldados restantes hacía el campo de batalla.