Liu Xiaolu se sintió algo preocupado por la solicitud de Gao Peng. Como trabajadora gubernamental de bajo rango, no tenía autoridad para proporcionarle a Gao Peng dicha información.
Justo entonces, escuchó algo en su auricular. Después de recibir las siguientes instrucciones de su superior, Liu Xiaolu dijo: —Sígame, señor Gao.
Luego, se abrió camino hacia su próximo destino.
Su andar era similar al de un ciervo manso. Cada vez que daba un paso adelante, dejaba que la punta de su pie tocara ligeramente el suelo antes de dejar que su talón cayera detrás de él. Su cola de caballo rebotaba rítmicamente detrás de su cabeza con cada paso que daba.
Pronto, llegaron a un hospital cerrado.
¿Otro hospital?
Este era el segundo hospital que Gao Peng visitaba ese día.
—El primer caso de la plaga ocurrió aquí, en el Hospital Ortopédico de Nanxiang —dijo Liu Xiaolu.
Hỗ trợ các tác giả và dịch giả yêu thích của bạn trong webnovel.com