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Capítulo 4: ¡Comienza la Prueba! 

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Se podría observar a las afueras de la capital del reino de Winchester, como varios monstruos eran cortados por lo que parecían dos dagas que volvían a las manos de una chica rubia, la cual tenía una ropa de entrenamiento y sus dos dagas.

Mientras no muy a lo lejos estaba el Duque de Windey, Natsuru, estaba observando el desempeño de la chica el cual era extraño, definitivamente algo estaba mal en todo esto.

Era demasiado buena con esas armas para ser real.

Linilla por su parte estaba agitada mientras sostenía ambas armas con fuerza, mientras ambos iris de la chica brillaban en dorado, para luego aclararse al azul familiar de ella, rápidamente se sienta en el suelo agotada.

Por lo que Natsuru rápidamente se acercó a ella tomándola de la cintura y rápidamente cargándola se la llevó al campamento que habían montado ambos para terminar la misión que obtuvieron anteriormente.

Natsuru que reunió algunas ramas y madera, creo una llama oscura con su mano derecha y lo lanzo al cumulo de ramas encendiéndolo, creando una fogata.

Todo mientras mira al cielo, su iris rojo como la sangre se iba mezclando con el cielo nocturno…

Un tiempo después se observó como Linilla salía de la carpa un poco más descansada mientras observa como Natsuru estaba comiendo un animal que fue a cazar, Natsuru que apenas le prestó atención señalo un tronco cercano que puede servir como silla. 

—¿puedo preguntar porque tomaste positivamente mi propuesta? Parece que no estabas del todo contenta con ser una heroína —comento Natsuru mientras mordía una presa del animal tranquilamente.

—No es tanto eso… apenas me estoy adaptando a este mundo… y no entiendo nada de lo que me está pasando, todo es tan nostálgico —respondió Linilla mientras observaba su mano herida por el sobre uso del arma, creando ampollas en el proceso —Además…

—¿Además? —pregunto curioso Natsuru observando con mucha curiosidad e interés en la mujer a su lado.

—No me gusta la presencia del príncipe, es como si planeara algo detrás de todo —dijo Linilla descuidadamente mientras ambos iris antes cristalinos ahora brillaban de un dorado profundo como si estuviera en trance por un momento.

Natsuru levanto una ceja curioso, es como si sus sentidos estuvieran demasiado afilados, otra anomalía que no debería tener si no hubiera sido entrenado adecuadamente, ¿Qué está pasando?

—¿Y yo? ¿Por qué no te traigo esas malas vibras? Prácticamente me acerque a ti de la nada —pregunto Natsuru con interés en la respuesta.

—Porque puedo sentir… que no eres una mala persona después de todo —respondió Linilla rápidamente mientras movía sus piernas de atrás hacia adelante con una pequeña sonrisa.

Natsuru abrió los ojos un poco impactado por la respuesta, después de todo, generalmente solo por ser el Duque de Windey está rodeado de demasiados rumores, entre esos los que intentan difamarlo por medio de su actitud fría llamándolo villano.

Pero esta chica logro pasar a través de todo eso solo con verlo una vez.

Esta chica… sus crecientes ganas de poseerla para el solo aumentaba cada vez más.

—sé que es un pensamiento ingenuo de usar pero simplemente, creo en mi instinto —termino de responder Linilla mientras se levantaba para estirarse pero de repente un gran grito bestial llamo la atención de ambos.

Linilla rápidamente tomo sus armas con fuerza mientras Natsuru finalmente saco la espada que colgaba del cinturón situado cerca de su cadera, dicha espada bastarda generaba demasiada energía oscura.

—Demonios… y no solo eso, un Necromancer —dijo Natsuru rápidamente mientras observaba al bosque el cual retumbaba varios sonidos por todas direcciones.

—¡y justo cuando estaba teniendo un pequeño descanso! —grito exasperada Linilla mientras tomaba con fuerza y pulso ambas armas, de estar usando ese estado semi inconsciente tanto tiempo es como si su cuerpo ya se fuera adaptando lentamente y ahora podría hacerlo consciente.

Pudieron observar como muchos demonios se lanzaron a toda velocidad hacia el dúo, desde el bosque, pero una barrida de Natsuru los mando a volar mientras eran luego despedazados por culpa de dicho corte.

—¡Linilla! ¡Debes ir a donde está el Necromancer! ¡Si lo eliminas esta estampida de demonios se detendrá y la amenaza tambien! —ordeno rápidamente Natsuru mientras apuntaba adentro del bosque, Linilla no necesito que se lo explicaran de nuevo, rápidamente tomo sus dagas y cortando a dos demonios que le impedían el paso fue hacia la ubicación del Necromancer.

Natsuru que quedo solo observo todos los puntos rojos reflejándose en la oscuridad y con una sonrisa sádica levanto el arma apuntándola, retando a que vinieran a por él.

Y eso hicieron varios demonios que se lanzaron desde varias direcciones, pero Natsuru empuñando su arma giro alrededor suyo lanzando un corte circular que rebano a todos los demonios a la redonda.

Y mostrando una gran sonrisa señalo —son demasiado débiles, si eso es todo lo que tienen, ¡Linilla acabara con el Necromancer más rápido de lo que pensé! ¡Vamos denme más reto!

Y los demonios molestos pero alertas por la amenaza del hombre se lanzaron hacia él.

Mientras Linilla yendo a toda velocidad con ambos iris dorados solo pensaba en cómo controlar este estado semi inconsciente que despertaba aparentemente todas sus habilidades como portadora de poder heroico.

Cortando a todo demonio en el camino, observo seriamente a un gigante que se avecinaba desde lejos, ese seguramente era ese tal Necromancer.

Linilla frunciendo el ceño tomo fuerte ambas cuchillas y cabalgo hacia dicho Necromancer, empuñando una y se la clava en el pie para impulsarse hacia arriba.

Pero el Necromancer a pesar de ser grande, era extremadamente rápido y la golpeo con su palma derecha fácilmente mandándola a volar estrellándose con varios árboles a la redonda.

Escupiendo una gran cantidad de sangre, se exigía a ella misma levantarse por el estado de peligro en el que estaba.

Pero nada podía hacer, sentía que gran parte de su cuerpo fue magullado y destruido con solo ese golpe de aquella bestia, cayendo lentamente a la inconsciencia podría ver a los demonios acercarse a ella.

«Maldición, a pesar de todo era obvio que no tengo experiencia para encargarme de algo así… fue muy imprudente lanzarme sin más a aquel monstruo» fue lo que pensó Linilla sarcásticamente al final pero intentando mantenerse consciente y empuñando su arma pero apenas podía levantarla, no puede rendirse aquí, rendirse significa morir miserablemente.

Y fue en ese momento que frente a ella una pantalla se hacía presente con unos escritos.

[Felicidades, has desbloqueado completamente la habilidad [Kekkai Sense]: ¿%&$""$#"!°"#$%&/(&%%/('?]

Los ojos de Linilla que brillaban en dorado se iban mezclando con su color original… y un aura dorada la fue cubriendo curando gran parte del dolor presente.

«Sera acaso esta habilidad la que me estuvo ayudando todo este tiempo de forma inconsciente… además esto parece un video juego definitivamente» pensó Linilla con una mirada póker.

Levantándose con su cuerpo aun magullado podría escuchar unas campanadas en sus oídos, relajantes y refrescantes que traían calma a su ser, todo mientras sus dagas ahora iluminaban el lugar.

—Bien, ¡hagamos una locura! —grito Linilla mientras se impulsa a cortar todas estas bestias de todo tipo tan fácilmente que parecía que antes estaba conteniéndose.

La nostalgia era cada vez más palpable en el aire, como si ella estuviera acostumbrada a esto naturalmente.

Rápidamente corrió hacia el gigante y usando a los arboles destruidos cercanos se impulsó hasta quedar cerca del estómago y clavo una daga ahí, el Necromancer gritando de dolor rápidamente movió su mano para aplastar a la chica.

Pero con agilidad, Linilla esquivo aquella mano y corrió rápidamente por el gigante intentando mantener la calma, y las campanas no hacían más que aumentar constantemente.

Hasta que dio un último impulso saltando y quedando frente al monstruo, Linilla con ambos iris iluminados en la oscuridad apretó firme ambas armas.

Pero no recordara que debería hacer en estos momentos, mientras el monstruo se preparaba para golpearla una vez más, en ese momento un destello paso por la mente de Linilla.

Una habilidad.

Y con una mirada determinada volvió a observar a la bestia.

¡[Corte del Héroe]! Gritando la habilidad, Linilla rápidamente movió sus espadas generando dos cortes de energía que traspasaron la cabeza de la criatura.

La misma convulsionaba al rato mientras grandes cantidades de sangre salían a chorros de ella, para luego explotar en un estadillo de magia que pudieron ver todos desde sus casas en la capital.

Linilla por su parte nuevamente fue mandada a volar, pero esta vez mientras iba cayendo fue atrapada por Natsuru el cual envaino su arma para atraparla.

—¿¡Que fue lo que hiciste?! ¿Fue una habilidad espe…? —preguntaba Natsuru lleno de curiosidad pero observo como la chica de cabellos rubios estaba aturdida, inconsciente completamente.

Por lo que simplemente suspiro mientras le quitaba gran parte de la sangre manchada en su fino rostro.

—En verdad hiciste un buen trabajo, Linilla —dijo Natsuru con calma mientras caminaba de regreso a la carpa con Linilla en sus manos cargándola al estilo princesa.

Sin que se diera cuenta, un mechón del cabello de la chica, parecía desteñirse quedando en un blanco puro.

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"Fue cayendo y aterrizo en un árbol cercano, su visión se tornaba borrosa y varias heridas empezaron a infligir gran cantidad de sangre, apenas podría ver…solo sentía que algo se acercaba a ella"

"Un Corte lateral fue hecho desde su espada por instinto, cuando ella recupero un poco la visión, pudo notar la máscara del chico que la salvo en el suelo, ella se impactó…. Lo había cortado"

"—Yo… ¿Yo lo sien…to? —cuando se iba a disculpar vio la cara, por fin, del enmascarado"

"Generándole un sonrojo carmesí en su cara, un ojo azul y otro rojo con un símbolo de omega, cabello de color marrón y varias heridas en su cara de viejas batallas, pero, aun su contextura seguía siendo la de un joven de 18 años"

"—Veras, en este mundo donde todo radica en tu poder espiritual, a personas como tu son discriminadas todo el tiempo —hablo, su voz sin la máscara era agradable"

"—Nada es fácil para ustedes, si quieres hacerte fuerte sufrirás como nunca pero cuando lo logres, todos te aceptaran, viendo los terribles desafíos que te aguardan ¿aun quieres ser fuerte? —decía el castaño viendo a la pequeña el cual una herida en la frente se escurrió soltando sangre por la herida"

"—Yo….Yo quiero hacerme más fuerte —decía la pequeña con una sonrisa que a pesar de estar herida, se veía linda"

Rápidamente Linilla se levantó de su cama, aunque con muchos dolores en todo su cuerpo producto de que estaba magullada y llena de vendajes en sus extremidades, observando que Natsuru estaba leyendo un libro tranquilamente.

—Natsuru —Llamo Linilla tranquilamente aunque la nostalgia en su ser solo incrementaba más, sobre todo observando como rápidamente el nombrado dejaba de leer el libro y observo atentamente a la chica.

—Linilla, despertaste —menciono Natsuru tranquilamente observando como la chica intentaba mantenerse sentada pero le dolía todo, por lo que levantándose el, la insistió a quedarse acostada.

Por obvias razones esta así, ella es una humana no un tanque para aguantar ese tipo de ataques dos veces seguidas.

—Por cierto Linilla, tenemos que hablar de tus habilidades —menciono Natsuru con una mirada seria haciendo que Linilla también se ponga seria.

Parece que las cosas están por torcerse más.