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Capítulo 1: La Niña adorada de otro mundo… 

—debería irme ya… ahí vamos ­—dijo Linilla luego de tomar el bolso que tenía algunas cosas que iba a llevar para luego saltar por la ventana al techo de un edificio cercano pero más pequeño y así emprender su viaje.

A toda velocidad con gran agilidad y destreza, Linilla fue desplazándose de edificio en edificio cercano y lógicamente alcanzable y escalabre, mostrándonos un panorama urbano lleno de luces y colores producto de las bombillas neón de algunos edificios.

Linilla a toda velocidad salto un edificio sintiendo el aire pasar por su rostro dándole una sensación de libertad que no había tenido, cuando de repente sintió su corazón palpitar levemente haciéndola caer mal en el techo del edificio al que había tenido intenciones de llegar.

Su cabeza se nublo levemente con una idea extraña pero nostálgica que llenaba su corazón por ende se detuvo y pacientemente espero a que esas sensaciones extrañas desaparecieran de su cabeza

«¿Qué fue eso…?» fue lo que pensó Linilla mientras se organizaba nuevamente, esa sensación de nostalgia acompañado de mareos repentinos e inestables siempre la ha acompañado desde que ingreso a su secundaria por lo que a pesar de su porte atlético la trataban con cuidado en ciertas ocasiones.

«Debo de llegar…» deteniendo sus pensamientos ahí ella prosiguió con su destino para llegar a aquel lugar.

.......................................…

Estaban muchos adolescentes en una fiesta de cumpleaños de uno de los compañeros, cuando una de ellas, Felicia que revisaba su teléfono, simplemente suspiro, se apartó de cierto lugar y pidió que fueran apartándose.

—¿Qué sucede, Felicia? —dijo una de las chicas extrañada de esa actitud aunque el círculo de amigos que sabían perfectamente porque ella hacia eso simplemente suspiraban conjunto a ella

—Ya viene… —solo menciono levemente Felicia mientras tecleaba su celular extrañando a los demás que no la conocían del todo conjunto al cumpleañero

—¿Quién? —dijo el cumpleañero con una ceja alzada observando a las personas que se apartaban.

Felicia solo señalo arriba por la parte de la terraza sin darle en sí mismo la respuesta, pero con eso era como suficiente para decirle que la persona de la cual quería decir estaba por llegar.

Y como si todos fueran adivinos, una chica de cabellos amarillos como el oro y ojos azules llegaba cayendo en la terraza con estilo, dando a entender que la chica había saltado de techo en techo haciendo parkour para llegar al lugar.

—Llegaste, Linilla… como siempre —apenas pronuncio eso sin darle la suficiente importancia a la audacia de su amiga rubia, eso sin tener que notar, que las personas que estaban ahí estaban completamente estupefactas por el acto y la forma de llegar de Linilla.

—Gracias por reservarme el puesto, Felicia —dijo Linilla mientras acomodaba su cabello en una coleta alta y una sonrisa en su rostro, dándole una imagen de fortaleza que incluso algunos hombres cercanos y el mismo cumpleañero se sonrojaron al verla.

—D-disfruta de la fiesta… —fue lo único que dijo el chico cuando observo como una bolsa caía en sus manos extrañándolo, observando que vino de la chica rubia.

—Linilla Erder, disfrutad de tu fiesta — se presentó Linilla mientras se retiraba con media sonrisa dejando al cumpleañero completamente rojo.

Con el tiempo, todos estaban disfrutando de la fiesta, algunos disfrutando de las bebidas alcohólicas del lugar y felices por ello, Linilla simplemente sonreía levemente mientras disfrutaba de pasar tiempo con sus amigos.

Cuando observo como Felicia estaba completamente roja y tambaleante, por lo que se mostraba con obviedad que estaba borracha, por lo que Linilla simplemente suspiro y fue ayudar a su amiga despidiéndose del cumpleañero que solamente se despedía sonrojado.

Linilla simplemente llevaba a Felicia del hombro, mientras esta simplemente cantaba completamente delirante siendo llevada por su borrachera.

—Oh vamos Linilla~ podíamos seguir disfrutando~ —decía entre balbuceos la pobre Felicia mientras movía levemente la cabeza.

Linilla simplemente suspiro y decidió ignorarla, dios, ¿cuantos suspiros llevaba?

—Solo déjate llevar, no sé qué me dirá tu hermano si te consigue en ese estado en la calle —declaro sin más dejando tajante que no se devolverán por ninguna razón hacia aquel lugar.

Felicia simplemente se soltó del aguante de Linilla y camino unos cuantos pasos —No es como si al-o pasara~ hip! —Balbuceo Felicia mientras se paraba en una calle extendiendo sus brazos con una gran sonrisa —¡vamos apurémonos~!

Linilla simplemente rio levemente para luego bajar la mirada y rascarse la nuca —en verdad Felicia no sé qué podríamos hacer con tu imprudencia… ¡!

—Oh vamos~ no soy una niña pequeña~ —pero detrás de ella estaba yendo a toda velocidad un gran vehículo, el cual iba a toda velocidad sin saber que estaba Felicia frente a él.

Por lo que Linilla empezó a correr con todas sus fuerzas hacia Felicia para salvarla, de repente sintió como su vista se nublaba levemente, espasmos en su cuerpo se hicieron presentes y el Dejavu de la situación la nublaron completamente

—¿Qué está pasando…? —pensando que era obra del alcohol intento detenerse pero su visión se iba nublando cada vez más como si fuera perdiendo la consciencia… siempre fue así, es como si antes ella hubiera vivido todo esto de distintas formas.

Felicia fue volteándose lentamente dándose cuenta del peligro en el que estaba, quedándose petrificada justo donde estaba, sin saber qué hacer.

Los iris azules de Linilla fueron recuperando un brillo dorado y su velocidad de movimiento se disparó a niveles incluso imposibles para un humano, tomando así a Felicia y apartándola rápidamente del lugar.

Felicia por el impulso rodo por la calle recibiendo rasguños pero quedando fuera de peligro. Por lo que volteo rápidamente hacia donde estaba Linilla la cual tenía sus ojos todavía iluminados en dorado sorprendiéndola pero lo más alarmante fue lo cerca que estaba el auto.

—¡Linilla! —grito Felicia haciendo que los sentidos regresaran a la chica y su iris regresaran al color azul cielo quedando sorprendida por donde estaba.

—¿Felicia? ¿Dónde estoy…? —dijo Linilla sin poderse apartar a tiempo por lo que recibió el golpe completo del vehículo que la mando a rodar unos cuantos metros y chocando con una pared cercana.

En sus últimos momentos de lucidez observo sus manos las cuales estaban bañadas de un líquido rojizo el cual olía a hierro… era sangre…

«¿Esto es mi sangre…?» apenas formulo ese pensamiento sin hacer como sentirse debido al aturdimiento de su cabeza producto del golpe, cada vez más perdía sangre y todo se le hacía más lento… podía sentir como gran parte de sus huesos estaban rotos y su cabeza ardía como nunca.

«Felicia… que bueno que estés bien… si me llego a salvar de esta te pateare el trasero» pensó eso mientras se reía en su interior de lo absurdo que sonaba eso, incluso ella sabía que de este día no podía pasar, no tenía suficiente dinero para que la atendieran, su padre tampoco gastaría dinero en ella que podía servir para unas miserables bebidas.

Ha… que triste sonaba eso.

Pero era la realidad.

«Dios… que lentos se ven» desde su perspectiva podía ver como Felicia intentaba llegar a ella pero todo iba increíblemente lento…

Además del sonido molesto de la televisión cuando se le va la señal.

Esa estúpida estática…

¿Estática?

—Pero miren que tenemos aquí —Linilla apenas podía ver con lucidez las manos de una persona la cual estaba completamente negra, no la malentiendan, no es que sea de color, es que literalmente era de color negro, lo único que se podía observar por rasgos son unos pequeños mechones de lo que ella presume es el cabello de aquella persona.

Y una carita sonriente en su rostro, literalmente lo que parece el emoji de la carita sonriente (=)).

—La hija amada del dios de aquel mundo… y pensar que estas en el lugar equivocado, no espera, siempre fue así no importaba cuanto se repitiera —decía aquella persona mientras tocaba la mejilla de la rubia la cual estaba lentamente perdiendo la consciencia pero en esos últimos momentos de lucidez tenia…

Una sensación enfermiza de miedo.

Este sujeto no era normal.

Era como sentirse acorralada por el monstruo que cualquier niño se imagina debajo de su cama solo que… este si puede atacarte.

—bien… las cosas están saliendo tan diferente de lo que esperaba, supongo que lo que me dijo aquella chica esperanzada es cierto… este Reset será diferente —volvía a balbucear cosas que ella no entendía en lo absoluto, ¿Reset? ¿Tan diferentes?

—Oh cierto que aun estas lucida, eso demuestra lo testadura que eres —dijo aquel ente mientras acercaba su mano al cuello de la chica y apretaba levemente —debes volver al mundo que perteneces… así que lo siento por esa chica Felicia…

Y lo único que pudo observar es como ese ente apretó fuertemente su cuello dejándola sin aire, y así perdió el conocimiento finalmente, perdiendo la vida en este mundo el cual no pertenecía, pero ese ente no se quedaría así, no dejara que nada altere demasiado la historia que esta vez está tomando el giro que debe ser.

Por lo que observo de reojo a la chica que venía corriendo y al acercarse lo suficiente observo con gran terror como este ente se levantaba lo suficiente para superarla en tamaño y la estática en el lugar se hacía fuerte.

—No puede quedar testigos… lo siento… bueno la verdad no —dijo aquel ente antes de lanzarse hacia la pobre chica.

Y lo único que se observo es como las calles y paredes cercanas se manchaban de aquel líquido rojizo…

Cuando el conductor recobro la consciencia miro con terror y asco como dos jovencitas estaban tiradas en la calle llenas de sangre y con marcas que parecían que el las arrollo, por lo que procedió a vomitar.

.......................................…

"Oh, mi hija amada."

"Al fin vuelves a mi… al mundo que debiste pertenecer todo este tiempo… no te preocupes más, todo esta vez saldrá bien."

"mi pequeña Melody…"

"esta vez todo saldrá bien."

Los ojos azules de la chica fueron abriéndose lentamente mientras observaba las ramas de algunos árboles y como los rayos del sol caían alegremente sobre su rostro.

Sentía en sus entrañas como aquel ente termino de acabar con su vida, levantándose rápidamente y observa lentamente donde estaba…

—¿Un bosque…? ¿Dónde estoy? —apenas logro balbucear Linilla mientras observaba todo, para luego chillar levemente de dolor y ver como dos espadas cortas estaban cerca por lo que se cortó levemente su palma.

—estoy viva… ¿pero dónde estoy…? ¿Y qué hago con estas espadas? —analizo Linilla mientras se levantaba.

Linilla rápidamente tomo una acción rápida de pensamiento, obviamente en este lugar no tendrá ninguna respuesta por lo que decidió moverse…

Pero sin saber que aquel ente que tenía en su rostro solo la forma =), estaba observando gustoso todo el asunto.

—Todo va como debe ser… Linilla Erder —dijo el ente mientras se retiraba en la oscuridad desapareciendo del lugar como si fuera arte de magia.