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Capítulo 2

Todos los camarógrafos comenzaron a tomar fotos de las dos Lola's, la primera en llegar fue Laila, ella bajo de su auto, y las luces de las cámaras comenzaron a encenderse.

Mientras tanto adentro del Antro las pantallas de la pista se encendían anunciando que llegaban los últimos invitados, los chiflidos no se hicieron esperar al ver la chica que bajaba del auto, murmullos se escuchaban en todo el lugar.

El valet parquin se lleva el auto y la otra lola abre su puerta, se baja Alanís en la entrada la espera su amiga.

Adentro entre chiflidos y murmullos se escucha decir,

- ¿no son las chicas de hace un rato? -

- ¡Si son ellas Señor! -

Dos porteros abren la puerta del lugar para dejarla entrar, de la cabina baja Anthua, para darles la bienvenida.

Anthua camina hacia ellas, y le toma la mano a cada una.

- Ustedes deben de ser la personificación misma de la tentación, lujuria y deseo, hasta un fiel creyente de Dios como yo, si no cuida sus pasos, puede caer en pecado -

Las dos chicas se miran y sueltan una pequeña risa.

Suelta la mano de Alanís y volteando hacia donde esta Laila con un gesto dulce le muestra una mesa que está en la esquina izquierda superior reservada para ellas.

Las chicas se dirigieron a sus lugares y tomaron asiento.

Camino hacia la puerta de la cabina y tomo el micrófono.

- Bienvenidos, mis amigos a la gran reinauguración de "Festa", un lugar libre del mundo exterior donde no hay límites -

Anthua, levanta las manos y las luces se apagan y suben el volumen a la música.

Alanís mira a todos lo lugares, su reservación está en lugar privilegiado se puede ver todos los rincones de la pista.

- ¡Wohooo! Amiga, esto de verdad es genial, me encanta -

En ese instante llega Anthua para hacerles compañía.

- ¿Que les parece la remodelación?, ¿creen que valió la pena? -

- Cada centavo fue bien invertido -

- Quedo bien -

- Eso es un cumplido para mí, pero las dejare divertirse ya que tengo que arreglar algunas cosas y estar al pendiente del VVIP -

Anthua señala la mesa que está enfrente de ellos, con intenciones de ver las dos chicas tratan de enfocar su vista pero es imposible las luces y humo no les permiten ver.

- Bueno, chicas las dejo divertirse que disfruten Festa -

Él se levanta besa la mano de Laila y se da la media vuelta camina para la mesa donde está su invitado.

- ¡En serio se va a ir!, la verdad creí que estaría tras de ti toda la noche -

- Yo también, me gusta que no este, aunque por culpa del idiota de David no vimos el desfile de chicos me siento ciega ahora -

- Lo siento amiga, no creí que la estúpida de su hermana me reconociera -

- Ni yo tampoco -

La pista no tardo en llenarse los chicos más osados ya habían conseguido pareja para bailar.

- Estoy de buen humor amiga, quiero bailar, pero primero unas bebidas -

Las chicas buscaron quien podía atenderlos en ese momento llego un mesero.

- que les gustaría tomar, para ustedes la cuenta ya ha sido cubierta -

- Wiski, en las rocas -

- En un momento -

- Wiski… ¡huuu! será interesante esta velada -

En la parte de atrás de todas las mesas había una barra que era lo largo de las mesas y los meseros estaban colocados en medio de los pasillos para poder atender a los invitados rápidamente.

El mesero llego con la botella de Wiski cuatro vasos y los hielos

- ¿Algo más?… -

- Es todo gracias. -

El mesero se retiró y en la barra con el barman.

- Las chicas que llegaron con el patrón, están hermosas, ¿ya las vieron? -

- Si vistes en los carros que llegaron, serán hermanas -

- No parece -

La fiesta sigue y las chicas se divertían la botella se iba terminando, cuando a Laila se le ocurrió bailar

- ¡Vamos, quiero ver de cerca a todos aquí! -

En el tubo de la mesa se encontraba una pequeña caja con llave para las pertenencias de las chicas.

- Que útil es esto verdad -

Señala Laila la caja donde guardaron sus bolsos.

Alanís se ríe y se levanta de la mesa, se detiene, la bebida acababa de llegar a su cerebro.

- ¡uf!, que buen Wiski -

Laila sitio ese mismo efecto.

- Bailando, se nos pasara -

Las dos sueltan la carcajada y bajan los escalones para llegar a la pista, el lugar estaba lleno y las dos amigas comienzan a bailar y mientras más bailan sienten como el alcohol pierde el efecto en sus cuerpos. Al ver que salieron de su lugar privado los chicos comienzan a seguirles con la mirada, hay algo en esas dos que intimida, a pesar, que sus movimientos son sensuales nadie se atreve a acercarse.

Las dos comienzan a cuchichear entre ellas.

- ¿de dónde son todos estos tipos, jamás los había visto? -

- Si es verdad, hemos estado en muchas fiestas, pero no he reconocido a nadie, ni una chica he visto antes -

- De que son bonitas, si, pero me dan un toque como de mujer de renta -

Alanís suelta la carcajada y asiente con la cabeza.

- Ven vamos al baño -

- OK -

Caminan a su lugar, para darse cuenta que el baño de las chicas esta hasta el otro lado

- ¡Oh!, muy bien, así podremos ver quién es el VVIP -

- Pues se ve que solo viene a ver con esos guardias que tiene -

- ¡Con que nos vea pasar!, ¿no lo crees? -

- Si claro -

Cuando pasaron enfrente de su mesa por la parte de la pista, ninguna de las dos volteo a ver hacia riba donde estaba la mesa.

Cuando las dos amigas entraron al baño voltearon a verse.

- ¿Lo viste? ¿Viste como era? -

- ¿Qué? ¿Yo?, si tú eres la que está interesada -

- Amiga, tu siempre eres la que voltea, como iba a imaginar que esta vez era mi turno -

- ¿A veces no entiendo como respiras de verdad? -

- ¡YA!… voy a regresar y volteare nos vemos en la mesa ok espera un poco para salir -

- si como digas te doy cinco minutos si saliendo no estas regreso a la mesa ok -

- Ok, te amo amiga -

Laila sale del baño y afuera un tipo de traje muy elegante, le llama y ella al ver que es guapo, se olvida del VVIP y comienza a platicar con el

- ¡Hola!, ¿espero no ser una molestia?, me gustaría invitarte a tomar algo -

- Eh, estoy esperando a mi amiga -

- El lugar es pequeño que tal si después de una bebida regresas con tu amiga -

- mmm... ok es de mala educación declinar tu invitación si tan cortésmente lo haces -

- Vamos a mi mesa -

Señala con su mano derecha mientras con la izquierda la coloca detrás de su hombro para guiarla.

- Si claro, ¿Disculpa cuál es tu nombre? -

- Oh, disculpa mis malos modales, mi nombre es Aron Stan de farmacéuticas STAN INC -

- No reconozco esa farmacéutica disculpa -

- Ah, Claro es que en esta ciudad no tenemos cede solo son las oficinas Matriz -

Él toma de su saco un estuche con su tarjeta de presentación ella la revisa.

- Mucho gusto Aron mi nombre es Laila Roch -

- De las tiendas departamentales Roch -

- Oh! No solo de las plazas donde se encuentran ubicadas aquí en esta ciudad -

- Ah!, si eh escuchado de tu familia, tu padre ayudo al mío con eso de los bienes inmuebles -

- ¿En serio? -

- Ahora que pongo cuidado, creo que recuerdo a ver visto una foto tuya en la oficina de tu padre -

- si me imagino una de un vestido amarillo -

- si exacto, te ves muy dulce en esa foto -

- ¡sí! gracias -

Los chicos siguieron conversando y Laila olvido completamente a su amiga.

Muy pacientemente Alanís espero unos quince minutos para salir, por su puesto su amiga no estaba, ella comenzó a buscarla por si se encontraba cerca, pero dos hombres la intersecaron.

- ¿Disculpe señorita? -

Alanís volteo al sentir la presencia de alguien atrás de ella.

- ¿es a mí? -

- si, el caballero de haya riba le gustaría que lo acompañe a tomar una copa -

Ella mira hacia riba un hombre con un sombrero casual levanta su copa.

- ha ya veo, discúlpeme con el caballero, pero estoy buscando a mi amiga permiso -

Ella se da la vuelta y camina hacia su mesa buscando a su amiga que se encuentra detrás de una pantalla que es imposible desde la pista verla.

Cuando llega a su mesa busca el cajón y ahí se encuentran las pertenencias de ella, decide salir a la pista a buscarla.

En ese momento los dos hombres llegan con ella

- Lamento importunar señorita, pero el Joven insiste en que lo acompañe -

- ¡Discúlpeme a mí! ¿pero que el joven esta mudo?, ¿o tiene problemas de comunicación?, con permiso -

Se levanta de la silla, y camina al bar un mesero se acerca a ella.

- ¿En qué le puedo servir? -

- agua Mineral por favor -

El barman coloca un vaso chico con agua mineral.

En ese momento su amiga llega y la saluda

- ¿Qué haces aquí? -

- donde estabas, haya mira con el chico del traje gris, creo que pasare un rato con él, ¿que tal si tú te diviertes? -

- ¡Ah bien claro!, tú no te preocupes Ok -

- Ok amiga gracias te amo -

Laila abraza a su amiga y camina a la mesa de Aron.

Alanís baja y saca su teléfono apenas es la una de la mañana, la noche es joven y ella tiene ganas de beber.

levanta su mano y un mesero se acerca a ella.

- A su servicio -

- ¿Me puedes traer otra ronda de Wiski? -

- Claro que si -

El chico se retira y ella mira hacia donde está el VVIP.

- Odio los niños presumidos mandando recados, como si fuera en la escuela ¡puf! -

El mesero llega con su pedido, abre la botella, coloca los hielos y pone los cuatro vasos

Tiempo después, un poco mareada, por el wiski decide ir al baño

Al bajar las escaleras ella no se percata que los dos tipos estaban aún lado, siguió su camino

Ya eran pasadas las tres de la mañana y su cuerpo empezaba a sufrir las consecuencias de haberse develado la noche anterior.

Cuando iba a llegar a la puerta del cuarto sintió que alguien la tomaba por la cintura, ella se gira y quito sus manos, siguió su camino al llegar al baño todo le daba vueltas y comenzó a vomitar todo el alcohol que había ingerido.

Después de eso se sintió mejor coloco una toalla para secarse las manos debajo del grifo y la humedeció la coloco detrás de su nuca, unos minutos después, un poco mareada pero ya más consciente de sus actos salió del baño.

Al alzar la mirada vio a los dos hombres que le bloqueaban el paso y atrás de ella una voz que le hablaba

- En mi corta vida, jamás había conocido una chica, que no fuera para nada agradecida -

El escuchar la voz a tras de ella la sorprendió giro tan rápido que perdió el equilibro, el joven coloco sus manos en su espalda y la sostuvo para que no callera, rápidamente Alanís recobro la compostura y miro a un hombre de mediana edad muy alto con su sombrero casual.

Alanís no podía creer que era el VVIP.

- ¿Creo que me está confundiendo? -

- A demás de no se agradecida ahora tratas de ignorarme -

- ¿Me conoces acaso? -

- Que te parece sí, me aceptas la copa que rechazaste dos veces y despejamos nuestras dudas -

Alanís mirando alrededor, ese gesto hizo que el Joven se riera un poco.

- ¿quieres escapar, acaso? -

Alanís lo miró fijamente.

- ¿Cómo llegaste a esa absurda conclusión?, te acepto el trago -

Con un ademan le señalo el camino, llegaron a la mesa ella se pudo dar cuenta que era lo mismo que la suya la misma vista nada más que del sentido contrario de la pista.

El joven sirvió una copa de Wiski a su invitada.

Agradeció con un gesto.

- no sé si sea adecuado que te invite una copa, casi caes en la pista a no ser porque te detuve -

- Me levante un poco rápido, es todo -

Se tomó toda la bebida del vaso.

- Tienes razón creo que fue incorrecta mi conjetura -

- Bien dime ¿qué querías preguntarme? -

El joven hace una mueca y levanta la cara un poco.

- Eres directa, sabes eso no es muy común en una chica -

- ¿y tú crees que eso es malo acaso? -

- Claro que no, ser poco común es significado de ser algo exclusivo algo que no muchas personas pueden llegar a tener -

- A eso crees tú -

- A si es, pero me gustaría preguntarte algo primero, ¿cuál es tu nombre? -

- mi nombre es Alanís Castiglione y el tuyo -

- Me gusta tu nombre, el mío Darren Mansell -

Alanís bebe otra copa de Wiski

- Es lindo tu nombre, mucho gusto Darren -

- Eres muy peculiar, muy peculiar, otras chicas dirían sus apellidos y hasta el árbol geológico de sus padres y preguntarían por los míos -

- Ah en verdad, no estoy muy familiarizada con ese tipo de comportamientos. No creo estar muy interesada en el árbol genealógico de tu familia -

Las bebidas siguieron recorriendo la mesa con forme la charla avanzaba

El chico suelta una carcajada y con su mano derecha se toca el estómago.

- Tienes excelente sentido del humor -

- Bueno Darren, espero que sea toda la curiosidad que tenías de mí, así que mucho gusto, y espero que haya sido esta charla para ti tan amena, como lo fue para mí -

- De verdad tienes que irte ya -

- Tengo un compromiso, mañana y la hora que es, además no me siento bien en este momento -

- ¿Estas segura? ¿que puedes valerte por ti misma? -

- ¿Puedo ser sincera contigo? -

- Por supuesto, dime -

- No creo, pero de aquí que llegue a mi mesa, estaré mejor solo tengo que respirar un poco -

- No es que quiera contradecirte ni nada por el estilo, pero creo que tu condición actual, no va a cambiar si solo caminas de esta mesa a la otra -

- Te entiendo, pero veras que si puedo -

- ¿Porque no esperas aquí sentada conmigo, que tu condición cambie?, ¿Por qué tienes que caminar? -

- ¿Por qué? Tengo que ir al baño -

Ella se levanta y respira profundo se tambalea un poco respira y comienza a caminar, lenta pero tranquilamente, baja las escaleras, y con paso firme llega al baño de damas.

Darren camina tras de ella creyendo que podría perder el equilibrio, pero, no, ella llega a su destino sin ningún contratiempo.

Cuando Alanís mira el baño camina un poco más deprisa y comienza de nuevo a vomitar todo el exceso de alcohol de su cuerpo, esta vez le cuesta más trabajo calmar su estómago, cuando por fin lo logra llegar a los lavamanos y toma una toalla y se la coloca en la nuca.

Hasta que los mareos paran, el alcohol que le provocaba la descoordinación en su cuerpo lo ha sacado en unos pocos minutos, ella comienza a recobrar la lucidez.

Cuando sale del baño se encuentra con Darren, ella lo mira y él se acerca.

- ¿Esta bien cómo te sientes? -

- Bien, creo que el mareo se pasó ya -

- ¡Wohooo! Me sorprendes, hace unos minutos estabas muy mareada -

- Puede ser que las luces y el sonido me hayan perjudicado un poco, pero ya estoy bien gracias -

Ella camina hacia su mesa.

- Alanís, ¿espera un segundo? -

detiene su andar gira para verlo de frente

-Si dime -

- ¿Si quiero volver a verte cómo puedo contactarte? -

- No, puedes -

Darren suelta una risa, y agacha la cabeza.

llega a su mesa y busca sus pertenencias, no están las de su amiga, así que intuye que abandono la fiesta sin ella.

- Que novedad, quedarme sola y varada por ella, demonios que amiga -

Un mesero se acerca a su mesa.

- Disculpe señorita, es usted Alanís la amiga de Laila -

- Si ¿Por qué? -

- Su amiga dijo que no logro encontrarla y que tuvo que irse ya era tarde y su padre la estaba buscando que no la buscara ella se contactara con usted -

- Muchas gracias -

- No es nada estamos para servirle -

Alanís se queda sorprendida, por el recado de su amiga, que había pasado, su padre de verdad la había buscado. Tendría que esperar para saber la verdad.

tomo sus cosas y comenzó a bajar las escaleras, a lo lejos Anthua la ve y camina hacia ella y le toma las manos.

- ¡Querida!, aun sigues aquí, que sorpresa, que tal tu platica con el VVIP, te vi, eres fuego -

- ¡Que bueno que te veo!, quería agradecerte, me gustó mucho, hiciste un trabajo estupendo -

- Aparte de hermosa eres muy inteligente, sabes cómo cambiar la conversación, a veces no sabes cómo odio ser un chico ciego de amor por Laila, de no ser así créeme, que aria lo imposible porque fueras mía -

Anthua, de un solo jalón acerca bruscamente a Alanís muy cerca de su cuerpo y comienza a susurrarle al oído.

- Sabes, el olor que emana tu cuerpo es de verdad afrodisiaco, no sé cómo puedo resistirme a ti, es un perfume embriagador -

Alanís se queda paralizada, sin mirar un punto fijo, concentrada en las palabras que le susurra Anthua, después de eso poco a poco y muy a su disgusto, Anthua comienza a separar su cuerpo de Alanís, y la suelta de los brazos.

- No te quito más tu tiempo, necesitas ayuda para regresar a casa, ¿algún servicio de chofer? -

Ella regresa del trance donde se encontraba.

- No, no, muchas gracias, yo me encuentro bien, puedo regresar a casa sola -

- Eso me hace sentir mejor, ¿tienes mi número? -

- No, creo que no lo tengo -

El extiende su mano, pero ella no parece entender lo que le quiere decir.

- Dame tu teléfono, no quieres que me quede aquí preocupado de que algo malo te pase, ¿Verdad? -

Alanís, niega solo con la cabeza.

- Muy bien, siempre me has parecido tan linda y complaciente -

Había un aire de inseguridad en Alanís cuando se trataba de Anthua, tal vez era porque conocía qué era una persona sin escrúpulos y en un entorno donde ella tenía las de perder, nunca se opondría a menos que fuera necesario.

– Toma -

El extiende su mano para entregarle su teléfono.

– Tienes mi teléfono podrías comunicarte cuando estés en tu casa, solo para estar tranquilo, no me gustaría que a la mejor amiga de mi futura mujer, le pasara algo y no tuviera a quien acudir -

Alanís, extiende la mano para tomar su teléfono.

– no tienes que llamar de tu cel., si es que es impropio o te sientes abrumada con que me llames de tu casa me daré por bien servido -

– si claro a si lo are -

Alanís se da la vuelta y camina unos pocos pasos, Anthua la alcanza y pone una mano en su hombro.

– dime cariño, ¿te iras directo a casa o todavía pasaras al departamento de Laila? -

Sin voltear ella contesta.

– creo que pasare primero a buscarla -

– me imaginaba eso, OK no se te olvide llamar, bye cariño -

– si claro -

La suelta del hombro y sigue su camino sin mirar atrás

A ver conocido a Anthua antes que Laila en la escuela le había causado el peor de los recuerdos, con su cara de ángel y sus modales refinados, nadie dudaría qué es un caballero asta ella llegó a creerlo cuando iban al colegio.

Solo una vez había experimentado el lado obscuro de él, cuando a mitad del último año de la preparatoria él había tenido un enamoramiento repentino de ella.

Su obsesión rayaba en la locura había tratado de todos los medios posibles tenerle, pero el llego a su límite y eso lo había puesto los nervios de punta.

La peor de las veces, la había subido a su carro y la llevo hasta una casa de campo de sus padres, ahí el trataba de saber por qué no lo quería, que él estaba loco por ella, porque no podía responder a sus sentimientos, todo se estaba saliendo de control.

Pero recibió una llamada de su padre preguntando a donde estaban, qué unos amigos le habían dicho a su hermano qué los vieron irse juntos pero que estaban peleando.

El contesto qué a pasear y su padre dijo unas cosas y colgó el teléfono,

Giro su cara y solo le dijo que era hora de irse.

Llegaron a la casa de los padres de Anthua, el hermano de Alanís y los padres de Laila estaban en la casa del chico.

Cuando entraron a la sala la tía de Alanís pregunto qué había pasado.

Anthua se quedó callado y miro con ojos de preocupación

Al no responder ninguno de los dos, el padre de Anthua camino y sujeto del brazo al chico y le grito qué dijera que pasaba.

El bajo la cabeza y el padre levanto la mano para golpearlo fue ahí cuando Alanís hablo.

– nosotros peleamos en clase por un trabajo que perdimos puntos, yo estaba molesta y no quería hablar con él, solo trato de que yo dejara de estarlo, por eso me llevo a comprar una nieve, pero yo no quería y discutimos en el auto al final decidí ir, estábamos camino a casa ya, cuando hablo usted señor -

– entonces por qué te quedaste callada cuando pregunte qué había pasado y por qué no contestabas el teléfono -

– mientras reñíamos yo accidentalmente golpe mi teléfono con el carro y no quiso prender -

– Me complace saber que tú ya estas madurando, buscar siempre solucionar los problemas que ocasionas, solo debes recordar que lo más importante es cuidar siempre de la integridad de las mujeres deben de ser tratadas con mucho tacto –

El tío de Alanís se interpuso para tranquilizar la situación

– creo que esto se debe de tratar como un asunto del pasado, es solo una pelea de niños y así se debe de tomar -

– debemos irnos es tarde y no queremos importunar -

– ya que por estos dos pícaros niños nos hemos reunidos, que les parece festejar esta amena reunión con una cena -

– Oh! Me parece una excelente idea, no habíamos tenido tiempo de hacer negocio, pero me gustaría que escucharas una propuesta -

- Claro que sí, pasa a mi oficina -

La relación con Anthua, después de ese incidente jamás fue la misma, las familias jamás hablaron de eso y Alanís y Anthua se distanciaron y nunca ellos volvieron a tocar ese tema.

Todos esos recuerdos, la hicieron perderse de la realidad, al recobrar la cordura, recordó que debía llamar a su amiga, ella saca su teléfono.

- ¿Laila donde estas? -

- Yo, estoy en el departamento -

Su voz se escuchaba muy ronca y apagada.

- ¿estás bien? ¿Quieres que te acompañe? Tu voz se escucha rara -

- No es necesario, ve a tu casa en la tarde hablamos ok -

- Claro como digas, pero estas bien verdad -

- Si no te preocupes -

El comportamiento de Laila era raro, así que decidió que iría a buscarla.

Colgó el teléfono y saco las llaves del carro.

El valet parquin, apresuro a traerlo al salir de la finca donde se encontraba el Antro estaba lleno periodistas, cuando el carro salió tomaron fotos al percatarse de eso ella, acelero hasta el fondo, los carros que la siguieron fueron quedando rezagados excepto uno que, aunque dejara su distancia había salido con la caravana de reporteros.

Al llegar al edificio de departamentos, ella tuvo que bajar ya que no servía la pluma automática, se estaciono al fondo ya que era de madrugada y esa área era la única vacía.

Salió del carro, a pesar de que la madrugada era agradable aquel sótano era frio y el vestido no ayudaba, se apresuró a subir, todo el camino hasta el asesor fue un martirio, el aire acondicionado estaba tan fuerte hacia rechinar los dientes de ella, con forme subía de piso el frio se hacía más fuerte, al salir del elevador el aire golpeaba su espalda desnuda por el escote, camino de prisa y abrió la puerta.

Al entrar al departamento, el ambiente era extraño, así que se fue directamente a la habitación de su amiga, abrió con cuidado para no despertarla, pero se llevó una gran sorpresa cuando en la cama de su amiga se encontraba con el chico, el chofer que en la tarde anterior había llevado a las Lola's.

En el momento que se enderezó para cerrar la puerta, el chico abrió los ojos y tapo la cara de ella.

La cara de asombro de Alanís casi hace que se levante el de la cama, pero ella negó con la mano y se despidió del chico.

Cerró la puerta muy suave mente y camino a la salida, busco algún saco o gabardina para el frio, pero no encontró nada, su amiga barias veces le había dicho que llevara ropa y cosas al departamento en ese momento se arrepentía de no haberla escuchado.

Decepcionada, salió del departamento y camino lo más rápido que pudo para meterse al congelador de ascensor, al salir ella sabía que le esperaba un camino largo y frio.

No pudo resistir más y se colocó detrás de una columna para cubrirse de las ráfagas de aire frio del estacionamiento, cerró los ojos un momento cuando de pronto sintió que una mano fría la tomaba del brazo de un solo jalón, sintió que algo tapaba su boca, trato de gritar pero al jalar aire un fuerte olor la hizo toser y se desmallo.

Cuando el hombre se disponía a meterla a su carro, de los lados cuatro hombres salieron para impedirle el paso, el chico bajo a Alanís, y ella se desplomo en el suelo inconsciente por el químico que había respirado.

- Son ustedes de nuevo -

Ladro el chico que no era otro más que David,

Los dos hombres se le echaron encima, pero salieron tres tipos con bates ayudar a David con pasamontañas negras.

Los otros hombres se adelantaron a ayudar a los dos compañeros, Al mismo tiempo un hombre baja de la limusina que se encuentra estacionada unos cuantos carros a delante de ellos, David y sus amigos, no fueron muy difíciles de vencer.

El hombre vestido de un traje Negro se acercó a Alanís este se quitó el saco y la tapo con él.

Como si fuera una pequeña maleta de mano la levanto, al darse cuenta de esto David, se zafa del agarre del hombre lo hace girar por el piso y propina una patada al hombre, haciéndolo caer de rodilla, cuando intenta propinar un puñetazo el guardia le sostiene de la mano y lo somete con una llave, tirado en el piso las luces de un auto ciegan a todos.

El Hombre se levanta y comienza a caminar tan rápido, no tiene tiempo de llegar a su limosina así que camina para buscar el carro

Lo hace desesperadamente, pero ella no tiene bolso, cuando levanta su saco se da cuenta que las llaves las trae colgando de su mano.

Quita el seguro del carro y al fondo no tan lejos ve que las luces de un carro se encienden camina a toda velocidad y abre la puerta en la parte del copiloto y mete a la chica al asiento.

La tela de su vestido es tan suave que se atora en una de sus mancuernillas y se desgarra la tela de un costado cuando saca la mano de su espalda, el vestido ya no cubre nada a Alanís y el saco es lo única ropa ahora, le pone el cinturón de seguridad y es lo único que detiene al saco de no caer, cierra la puerta del coche y se sube al auto.

El carro que llego trae más amigos de David, otros cuatro chicos salen y comienzas a golpearse con los guardias del Hombre.

David les grita a dos de ellos para que sigan a los fugitivos, el hombre en el carro arranca y empieza a salir del estacionamiento, los dos tipos regresan y se suben al carro que llegaron y comienzan a seguirlos.

Saliendo del estacionamiento, sin tener precaución, casi choca con otro auto que intentaba entrar, logra esquivarlo, y sale, los chicos que los siguen prenden las luces y le tocan el claxon al carro que entraba al estacionamiento.

se hecha de reversa y los chicos corren detrás de ellos, sin conocer la ciudad el hombre lo único que puede hacer es no parar, al final de la calle ve un bulevar y se dirige sin importar pasarse luces rojas o cruceros sin precaución.

Al llegar, el bulevar está vacío apenas son las cuatro treinta AM. Mirando por el retrovisor no logra ver que lo siguen, pero eso no es suficiente después de veinte minutos un señalamiento de desviación se ve que, el fin del bulevar se acerca.

Solo hay dos salidas una para regresar a la cuidad y la otra para una colonia que muy en el fondo se ve, no pueden regresar a la ciudad así que opta por ir a la colonia.