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Capítulo 1

Alanís, entro a la florería, Anny ya estaba tranquila, capturando notas en la computadora, al verla entrar Anny se levantó y se acercó a ella.

- No quiero que vayas a esa fiesta, tengo un mal presentimiento, ¿puedes hacerlo? -

- ¡Eh! no te preocupes, esta fiesta es más tranquila, siempre hay gente muy apretada, solo voy por apoyar a Laila, veras que todo estará bien -

- Si tú lo dices, te creo -

- Cerraremos temprano hoy, tengo que irme a las cinco a demás no quiero que te incomode el idiota de David, si mi hermano pregunta le dices que te sientes mal, ¿puedes? -

- No me gusta mentirle a Hamid, pero lo are no quiero que se tope con ese tipo, sería peor -

- Si tienes razón, no te preocupes, hablare bien con el ok -

Lo que resta de la mañana y la tarde se pasó muy rápido, las entregas programadas de verdad que consumieron todo el día, al final el salir temprano había sido una buena idea Anny estaba agotada, solo quería descansar.

Al llegar las cinco, Alanís dejo ir a Anny, tranquilamente se quedó esperando a Laila.

Cuando su amiga llego un carro la seguía el mismo modelo deportivo qué ella traía, se quedó muy sorprendida y dudo acercarse a los autos, ya que estaban polarizados y tenían un interior negro qué no dejaba ver bien.

AL ver que su amiga dudaba ella bajo su vidrio y la saludo.

– ¡aquí, Mira soy yo! -

– ¡me sorprendiste mucho, que es todo esto! -

Ella baja del carro y se sienta en la parte de la cajuela

- Ah te presento a mis dos amigas, ellas son las Lola' -

– las Lola's, ¿es en serio? -

– sí, son las amantes de mi hermano son dos carros qué le sirven para el reventón, él está de viaje y la ocasión lo amerita, necesitamos una entrada fabulosa ya qué las cámaras pasaran la llegada de todos dentro del antro eso es solo para presumir -

– Pues sí, creo que se puede decir eso, estás jugando rudo ¡eh! -

– Claro que sí, de esto depende mi libertad, lo arriesgare todo -

– Estoy contigo -

– no esperaba menos de ti amiga -

Subió al carro con su amiga y el segundo auto los comenzó a seguir.

AL llegar al centro comercial, los dos autos se estacionaron y el chófer un joven apuesto bajo del auto y le entregó las llaves.

– llamaré así que está al pendiente ok –

– Claro que sí, espero su llamada -

El chico de dio la media vuelta y se alejó sin mirar atrás.

– Cada vez que lo veo algo obscuro dentro de mi ser me quiere manipular, pero en verdad es un chico sano y lo necesito más que mis deseos de tenerlo, lastima -

– ¡Eres una maldita pervertida!, ¿lo sabias verdad? -

– si lo sé y lamento no ser más, es que no has visto ese espécimen -

- Solo hazlo, amiga, es hombre no creo que este en desacuerdo, los dos obtienen lo que quieren y ya -

- Crees que no trate de seducirlo, Amiga me ofendes…, es demasiado sano, este año termina su carrera de Licenciatura, será Juez o no sé qué -

- y como sabes eso -

- Amiga es que de verdad es lindo, me ha ayudado un centenar de veces, debo de admitir que es mi contacto de emergencia -

- ¿Qué?, como te a través a tenerlo a él como contacto de emergencia y que hay de mí, soy tu mejor amiga acabas de ofenderme muy en el fondo -

Laila camina hacia su amiga ella dio un paso atrás y cuzo los brazos en señal de disgusto.

- Eh! Calma, como te voy a poner como primer contacto de emergencia si cuando estoy en situaciones de ser rescatada por él, tú estás conmigo -

Alanís abraza a su amiga y las dos ríen.

Las dos comienzan a caminar tomadas de la mano para entrar al centro comercial, la tienda está cerrada ya que fue reservada, para poder escoger cómodamente el atuendo.

- ¡Creo que esto ya es sobrepasar los límites! ¿no crees? -

- Necesito toda la atención posible, todo tiene que estar perfecto -

Al momento de escoger la ropa siempre había sido una batalla entre ellas, pero esta vez tenía que ser la Reyna de la noche y solo quedaba ayudarla.

Alanís, sabía que todo estaba acabado cuando ella corrió a la parte posterior de la tienda

donde se encontraban los atuendos sexys y reveladores.

Dos horas estuvieron forcejeando, con la elección del atuendo.

Al final Alanís se dejó llevar por la decisión de su amiga y mientras ella derrochaba todo en joyas para la ropa escogiendo el atuendo más fabuloso que hayan visto las dos, Alanís decido dejar que el GYM luciera.

Cuando por fin se vieron en el espejo la reacción fue muy sorprendente.

Laila con un vestido de seda con cuello en v prolongado, corto, color rosa oro que contrasta con su piel clara de tonos cálidos, llevaba lencería de pedrería, que sobre salía por escote prolongado, una gargantilla gruesa de cristales, unas zapatillas en tiras color oro rosa con pulsera, ya que su pelo era castaño claro natural lacio lo dejo suelto, le llegaba a los hombros, cubriendo el escote de su espalda con una estola de piel de chinchilla y bolso chico con cristales diminutos.

Alanís, opto por un vestido en tela metálica color bronce pálido contrastaba con su piel blanca de tonos fríos, era sencillo de tirantes, con espalda descubierta hasta la cadera, corte v no muy pronunciado, de largo unos centímetros arriba de la rodilla, con una ligera abertura en los lados de las cuales se asomaba un pequeño liguero de pedrería, su cabello negro y con mechas grises le llegaba a la cintura y ondulado cortado en capas, decidió llevarlo suelto, las zapatillas cerradas en punta tacón alto color cobre metálico ella opto por un carteron que hacían juego con las zapatillas.

Las chicas de la tienda estaban impresionadas por lo bien que la ropa les lucia en el cuerpo.

Vendedora 2.- Si me dejan opinar que bien les queda la ropa -

Vendedora 1.- oh si no es indiscreción llevan alguna dieta -

Vendedora 3.- Chicas, silencio, disculpen a mis compañeras son jóvenes e imprudentes -

- No hay problemas la verdad es solo GYM es nuestro único secreto largas horas en el GYM -

- Creo que es demasiado, no lo crees -

- ¿Qué?, ¡no digas estupideces amiga!, sabes que tengo que hacerlo, no puedo darme el lujo de aflojar esto -

- Esta bien, solo por hoy ok -

- Si amiga, ¡gracias! ¡Gracias! –

Al salir de la tienda para dirigirse a maquillarse, se dieron cuenta de la hora ya habían pasado más de tres horas, ahora llevaban el tiempo en contra.

- Ya viste la hora son las nueve de la noche, y la fiesta es a las diez treinta -

- El suficiente tiempo, ya que solo ocuparemos un maquillaje ligero -

- Si, será mejor apresurarnos -

Las dos chicas subieron a los autos y se dirigieron al salón de belleza de Kayla la Hermana de David, no tardaron mucho ya que solo estuvieron menos de una hora, Alanís la reconoció, pero como no fueron formalmente presentadas, solo ignoro el hecho de conocerla, Kayla sabía lo que estaba pasando su hermano así que después de que se fueron decido llamarlo que había visto salir a Alanís con su amiga Laila, no quería un alboroto en su establecimiento.

Las chicas salieron del Salón creyendo que Alanís no había sido reconocida, siendo casi las diez de la noche se dirigieron al evento.

El Antro se encontraba a la salida de la ciudad, era una vieja mansión que Anthua recibió de herencia de su abuela, mando a remodelar el lugar para crear un lugar único.

El chico tenía visión de empresario y era muy bueno para los negocios.

Cuando las chicas se encontraban en la intersección para dirigirse a la mansión o desviarse hacia el centro de la ciudad fueron intersecadas por David, el chico estaba furioso le dio un encerron a los carros atravesándose, enfrenaron quedando enfrente Alanís y Laila atrás, David baja del carro y Alanís hace lo mismo y camina para encontrarse a lado del carro de él.

- ¡Bebe!, donde te metiste, sabes cuánto te estuve buscando -

El corre asta ella y le toma las manos, trata de zafarse de su agarre, pero es casi imposible.

- Suéltame y no me llames bebe. No te quedo claro en la mañana -

Levanta la voz al ver que el chico no reacciona a sus desplantes.

- ¡Eh! Bebe, quiero formalizar todo, ok quiero que nuestras familias se conozcan y que sea todo serio... ¡Ah!, que sepan que somos una pareja que nos amamos, eso quieres… ¡eh! -

Laila baja de su auto y camina un poco a ellos quedando en la cajuela

- David, basta, llevamos prisa tengo que estar en casa en la fiesta de mis padres -

- Crees que soy estúpido, crees que no me doy cuenta, que van a algún antro, ¡A donde van dime? -

- ¡No le digas! -

David y Laila voltean a verla.

- Quiero que quede claro que ya no pienso estar contigo, te di mil oportunidades, lo siento tengo que irme -

- Tú crees que yo me voy a tragar ese cuento, así como si nada -

- Déjame ir nos están esperando en el dragón Rojo, no tengo tiempo para perder aquí -

Esas palabras hicieron encolerizar a David, la soltó de la mano tomo sus brazos y comenzó a sacudirla, Alanís lo empujaba y trataba de zafarse.

Segundos después el frenar de un carro se escucha, los tres voltean atrás una limusina negra se detuvo, cuatro hombres vestidos con trajes negros salen del vehículo y se dirigen a ellos.

David suelta a Alanís y esta da unos pasos atrás para alejarse de el.

- ¿Se encuentra bien señorita?, ¿podemos ayudarla en algo? -

Alanís ignora al tipo y comienza a caminar a su auto Laila se acerca a su encuentro.

- Sube a tu auto y arranca vámonos, se está haciendo tarde, sígueme y no discutas rápido.

David al darse cuenta, que ella está huyendo, trata de subirse al suyo pero los hombres no lo dejan.

- ¿Porque hacen eso? -

- Denunciamos esto necesitamos que lleguen las autoridades -

Mientras ellos discuten Laila corre y sube a su auto se hecha de reversa, Alanís hace lo mismo, pasando por enfrente de ella y acelera toma la desviación que va directo para el centro de la ciudad.

Los tipos al ver que las chicas ya habían tomado su distancia, dejan de obstruirle el paso a David, los cuatro tipos se suben a la limusina, David no pierde tiempo y conduce su auto siguiendo la dirección de las chicas.

Adentro de la limusina bajan el vidrio de privacidad.

- Señor, ¿seguimos a los autos? -

- No es necesario esas chicas le llevan una ventaja considerable, no hay que interferir más, no quiero llegar tarde, mi anfitrión espera -

- Si, como diga -

Mientras tanto Alanís recibe una llamada de Laila,

- Si, dime -

- ¿A dónde vas? ¿Porque regresamos? -

- David esta tan encolerizado, que no se va a imaginar que solo daremos una vuelta en U, el nos ira a buscar al Dragón Rojo -

- Ya casi son las once de la noche -

- En diez minutos estamos ahí -

El plan de Alanís fue perfecto cuando se desviaron a tomar el libramiento de nuevo, David hizo lo contrario siguió su camino hasta la salida sur de la cuidad, para llegar al antro que le había dicho ella.

Ya de regreso en la misma desviación tomaron la salida para la mansión, cuando llegaron a la entrada faltaban solo cinco minutos para las once de la noche.