Peor

"Al ver la pistola negra en la mano de Scott y el rastro de sangre en el suelo dejado por el cadáver que acababan de arrastrar, Karen se asustó de tal manera que perdió el juicio.

Mirando a Scott caminar lentamente hacia ella, retrocedió rápidamente como si hubiera visto un fantasma.

Ahora estaba tan asustada que sus brazos y piernas se habían debilitado, y apenas podía mantenerse en pie. Solo podía arrastrarse hacia atrás como un perro. A cuatro patas, rogó:

—¡Te lo ruego, no me mates! ¡Yo... puedo hacer lo que quieras!

Desesperada, observó su entorno y miró a las personas a su alrededor con una mirada suplicante. Pero todos eran subordinados de Scott, así que nadie vendría a rescatarla.

Karen se escondió desesperadamente en un rincón ya que no había otro lugar donde ocultarse, y solo pudo ver al regordete Scott acercarse a ella con una sensación de opresión asfixiante.

—Tú… ¡Ah!-

Karen finalmente se desmayó de miedo. Cerró los ojos y se desmayó.