Matando a todos los que se interponen

Florence se burló y escarneció:

— ¡Si eso es lo que quieres llamarlo, adelante!

—¡Pero tú me enseñaste todo esto! Me forzaste a hacerlo!

—Si no hubiera aceptado la alianza matrimonial con Los Lambert y obtenido la autoridad más grande en la familia Lambert, ¿cómo podrían los Howards haber usurpado todos sus activos tan rápidamente?

—¡Todo lo que he hecho por los Howards todos estos años no es menos que nadie más!

—Soy un Howard también. ¿Por qué no puedo convertirme en el timonel de los Howards?

—¿No estoy calificada para ser el timonel solo porque soy mujer? ¿Hay alguna regla familiar que establezca que los Howards no pueden tener a una mujer como jefe de familia?

La penetrante mirada de Florence barría a todos los Howard.

Por su aura extremadamente poderosa, ninguno de los Howards que ella miró se atrevió siquiera a mirarla a los ojos, y mucho menos a replicarle. Desviaron la mirada casi de inmediato.