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CAPÍTULO 5. EL NACIMIENTO DE UN VILLANO PARTE 2

Tres horas después de que el examen terminó, solamente habían salido del aula cinco personas en un grupo de cuarenta, estos cinco estudiantes eran los mas listos de la clase y el profesor les pidió que salieran como fueran terminando la prueba escrita. Saúl desafortunadamente no fue uno de ellos, había estudiado bastante la semana pasada pero aun así las preguntas que venían en el examen no eran de los temas que había estudiado.

- Ok jóvenes, el lunes de la siguiente semana les doy sus resultados, que tengan buena semana, nos vemos.

Dijo el profesor mientras tomaba una columna de documentos y exámenes de sus clases pasadas y próximas, para después salir del salón dejando atrás un aura de tristeza y angustia por parte de la gran mayoría de sus alumnos quienes seguían sentados en sus escritorios mirando sus notas de cálculos. 

- No puede ser, este examen estuvo muy difícil ni siquiera pude responder 5 preguntas, creo voy a reprobar su materia. ¿Cómo te fue a ti Saúl?

- Me fue maso menos, solo me faltaron responder 2 preguntas con suerte y si paso el examen. ¿y tu moi, acaso no estudiaste nada para el examen? ¿no te dijeron lo estricto que es este profesor?

- Si, lo sé, pero he estado ocupado con el trabajo de mi papá, tengo que ayudarle en su local y no he tenido tiempo de estudiar, llegamos de su trabajo, cenamos y me voy a dormir. Ni siquiera he podido ver aquel anime que me recomendaste. 

Moisés era el amigo de Saúl, se conocieron un año atrás cuando tuvieron una clase juntos e hicieron equipo en un proyecto practico, ambos les gustaban las cosas frikis como animes, Pokémon, juegos de cartas, etc. Por lo que tuvieron buena química y comenzaron a platicar todos los días.

- Oye, a que no sabes que me pasó hoy en la salida del metro.

- ¿Te encontraste dinero tirado y te acusaron de robo? o ¿una chica te acusó de acoso y te llevaron detenido y por eso llegaste justo a tiempo? o ¿Te encontraste a alguna streamer famosa y te sacaste una foto con ella?

- No, no y no, mejor aún, mira te cuento, iba saliendo del metro y en eso vi que en las escaleras una chica se le habían caído sus cosas y…

Moisés cambio su expresión a una de frustración y envidia cuando escuchó la palabra "chica" ya que como su estilo de vida lo sugiere, casi nunca estaba en contacto con mujeres de su edad, así que enseguida interrumpió.

- Espera, espera, ¿una chica? ¿Qué le hiciste y quien es? ¿era bonita?

- Si, si, era algo atractiva va en nuestra facultad, pero en la carrera de ingeniería civil. De hecho, tiene clases en este mismo edificio.

- ¿No me estas mintiendo? ¿O tienes una alucinación por llevar tanto tiempo soltero?

- No bro no te estoy mintiendo jajaja si quieres vamos al rato abajo a ver si la encontramos, aunque de hecho me pidió mi número y aún no he visto si me mandó un mensaje.

Saúl tomó su celular de su bolsillo, lo encendió y miró las notificaciones que tenía pendientes, eran bastantes ya que desde media noche no había encendido el celular y solo pudo cargarlo en parte de atrás del salón antes que iniciara el examen. Deslizó la mayoría de ellas hasta que apareció un mensaje de WhatsApp, era de Olivia quien le había mandado un "hola" seguido de un "pro favor dime que si es tu número y no me diste uno falso". Moisés veía descaradamente a la pantalla de su amigo mientras una sonrisa pícara le aparecía lentamente.

- Wow amigo, es cierto ¡por fin encontraste una novia!

- Espera, espera como que novia, si apenas la conocí hoy, además no se si sea buena idea pensar en una relación, ella va en noveno semestre y esta a punto de graduarse, debe estar mas ocupada en esos asuntos que relaciones amorosas.

- No seas aguafiestas, vamos abajo a ver si la encontramos, anda vamos.

Tras las insistencias de Moisés, Saúl no tuvo más alternativa que bajar del edificio y buscar a Olivia. Como Saúl no tenia ni una foto de ella, moisés le pidió que la buscara y le dijera quien era para así ver que hacer.

- Mira es ella. – Dijo Saúl mientras apuntaba con su índice a una chica que se encontraba sentada en una mesa frente al edificio B de la facultad.

Moisés volteo a la dirección donde apuntó Saúl y se quedó congelado por unos pocos segundos. Vio a la chica sentada en la mesa mientras leía un libro, en ese momento tenía un sombrero color café que la protegía del sol mientras leía en la mesa, además de traer un vestido de una pieza color blanco con bordes de flores amarillas en la parte baja. En ese momento y desde esa vista bajo los rayos del sol, Olivia parecía un ángel caído del cielo.

- Bueno, vamos que esperas. – Dijo Saúl mientras comenzaba avanzar hacia la mesa.

- Espera un momento, ¿estás seguro que es ella? Ósea, mírate y mírala a ella, no tienen nada en común, ella parece un ángel y tu un franelero después de pelearse con un vagabundo.

- ¿Eh? ¿A que te refieres? yo no le veo la gran cosa, es solo una chica algo atractiva y ya.

- ¿Algo atractiva y ya? Amigo, creo que necesitas lentes de forma urgente, había notado que te costaba leer las diapositivas del proyector, pero no sabía que estabas tan mal de los ojos.

- Vamos, deja de molestar, no seas tan exagerado. – dijo Saúl mientras le daba un codazo a su amigo.

Ambos caminaron hacia Olivia quien ya los había notado con el rabillo del ojo y pudo escuchar que hablaban justamente de ella mientras tonteaban entre sí.

- Hola que tal, recién salí del examen y encendí el celular, perdón por no haberte respondido, no podía usar el celular.

- Hola, no te preocupes, lo entiendo perfectamente igual me alegra que no me hayas dado un número falso jaja.

- jaja… por cierto, te presento a mi amigo Moisés, el va conmigo en unas cuantas materias y nos conocemos desde hace mas de un año. 

- Ah, hola.

Olivia volteó a ver a moisés solo unas fracciones se segundos mientras su sonrisa se borraba, saludó y regresó a ver a Saúl casi al instante. Moisés notó perfectamente esa indirecta y le generó un sentimiento de incomodidad casi al instante.

- Oye bro, olvidé que tengo cosas que hacer mejor nos vemos mas al rato ¿qué te parece?

- Si bro, nos vemos, cuídate. – Dijo Saúl mientas hacían su saludo de amigos.

- Oye, ¿ese chico es tu amigo?

- Si, ¿Por qué? ¿acaso tiene alguna denuncia de acoso? Parece un pervertido, pero es buena persona no te dejes llevar por su playera de anime jaja

- No, no es por eso, solo que me pareció algo raro, el se ve muy diferente a ti, como si su estilo fuera ir a fiestas de los populares y de los niños ricos, esa gente no me da confianza.

Aunque moisés era un amante de la cultura friki, su apariencia era bastante atractiva y aparentaba ser una persona de la clase alta con decenas de mujeres a su disposición, desafortunadamente para él su gusto por las figuras de anime y juegos de cartas hacían que no se rodeara de muchas mujeres y para empeorar las cosas las que se cruzaban con él se espantaban porque pensaban que era mucho para ellas, básicamente lo veían como alguien inalcanzable. Obviamente eso no lo sabía moisés a quien todo el mundo le decía que el era la causa de que espantara a las mujeres y que a ninguna mujer le gustaban los otakus, generándole así un trauma de inseguridad.

- ¿Enserio así se ve? Yo lo veo como un tipo normal que a veces huele a humedad – dijo Saúl mientras se sentaba a platicar con Olivia.

- Jaja ¿ahora si te nació lo chistoso verdad? Aunque bueno al menos tuve razón en lo que dije en la mañana…

Y así esa tarde ambos se quedaron platicando en esa mesa durante varias horas hasta el anochecer. 

- Oye, ¿ya es un poco tarde no? – Dijo Saúl mientras veía la hora en su celular.

- Si ya es algo tarde, el tiempo pasó volando mientras hablábamos, ¿tenemos buena sinergia verdad? Nunca me había quedado platicando con alguien durante tanto tiempo sin que me diera cuenta de ello.

- Es verdad, a mí tampoco me había pasado, supongo que como recién nos conocimos tuvimos muchas cosas de que hablar.

- No me refería a eso jaja bueno olvídalo, debemos irnos no quiero preocupar a mis papás. Por cierto, ¿Qué tal si seguimos platicando por WhatsApp en la noche? 

- Me parece bien, vamos te acompaño hasta tu estación.

Ambos salieron de la facultad uno a lado del otro mientras que Olivia poco a poco se acercaba a Saúl tratando constantemente de rosar su brazo. Saúl se dio cuenta de eso y le dio el brazo para que ella se sostuviera. Minutos más tarde al llegar a su estación Olivia se despidió de Saúl y le pidió que siguieran la plática en la noche a lo que Saúl asintió emocionado ya que sentía que esa chica era divertida y no podía desaprovechar la oportunidad de platicar más con ella.

Unas horas tarde revisó su celular y vio un mensaje algo extenso de WhatsApp por parte de Olivia…