Emmelyn se sobresaltó al escuchar esa pregunta. ¿Qué había dicho él? ¿Le gustaría tener a Draec como intercambio?
—Claro, si puedes darme Draec, lo aceptaré. ¡Hmpf! —Emmelyn respondió en broma y le golpeó en el pecho. La tensa atmósfera de repente se hizo más ligera. Ella negó con la cabeza y rodó los ojos.
¿Cómo podía este hombre tomarse a juego su preocupación? Ella estaba seria sobre terminar su acuerdo y ya no querer Wintermere.
—¿Puedo contar con tu palabra esta vez? —Mars le preguntó con su tono más serio—. Si te diera Draec, ¿lo aceptarías? Pero tienes que aceptarme a mí y a nuestros hijos también. Somos un paquete completo.
Su seriedad finalmente hizo regresar a Emmelyn a la realidad. Lo miró fijamente durante unos momentos. Se quedó sin palabras.
¿Qué dijo él de nuevo?
¿No estaba bromeando?
—Yo... yo no entiendo de qué estás hablando —Emmelyn murmuró confundida—. Hablo en serio sobre no querer Wintermere nunca más.
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