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EL OSCURO DESIGNIO (27)

Burton despertó a Loghu y a Alice. Mientras tomaban café ardiendo, les explicó todo lo que le había ocurrido con relación a los Eticos. Se mostraron sorprendidas, pero se mantuvieron en silencio hasta que él hubo terminado. Entonces llovieron las preguntas, pero dijo que las respondería más tarde. Pronto amanecería, lo cual significaba que tenían que poner sus cilindros en la piedra para el desayuno.

Alice era la única que no había dicho nada. Era evidente por sus entrecerrados ojos y sus apretados labios que estaba furiosa.

Lamento haber tenido que ocultarte todo esto dijo Burton. Pero estoy seguro de que comprenderás lo necesario que era. ¿Qué hubiera ocurrido si te lo hubiera contado todo y luego los Eticos te hubieran atrapado, como hicieron conmigo? Hubieran podido leer tu mente y descubrir que se habían equivocado al pensar que habían borrado porciones importantes de mi memoria.

Nunca lo han hecho dijo ella . ¿Por qué deberían haberlo hecho?

¿Cómo sabes que no lo hicieron? dijo él . Si lo hubieran hecho, tú no lo recordarías. Aquello la impresionó. No habló de nuevo hasta después del desayuno.

Tomaron éste en un clima muy poco habitual. Normalmente, el sol hacía desaparecer rápidamente la bruma. El cielo permanecía despejado durante el resto del día en la zona tropical o hasta media tarde en las zonas templadas. En aquel sector, las nubes se arracimaban muy rápidamente, llovía durante quince minutos o así, y luego las nubes desaparecían.

Esta mañana, sin embargo, negras masas de nubes se establecieron entre el sol y el suelo. Restallaron algunos relámpagos, como si fragmentos del brillante cielo que había encima cayeran por entre las nubes. Los truenos eran el murmullo de un gigante tras las montañas. Una luz pálida se extendió por todo el paisaje, bañándolo todo con una luz amarillo oscuro. Los rostros en torno a la piedra parecían como si una maldición hubiera caído sobre ellos.

Kazz y Besst inclinaban temerosamente la cabeza hacia su comida y miraban a su alrededor como si aguardaran algún visitante indeseado. El Neanderthal murmuró en su lengua nativa:

El-Oso-Que-Recoge-A-Los-Malvados está caminando por aquí. Besst casi gimió:

Debemos encontrar alguna cabaña para ocultarnos. No es bueno estar cerca del agua cuando él camina.

Los demás habitantes del lugar parecían a punto de correr a buscar refugio también. Burton se puso en pie y dijo con voz fuerte:

¡Un momento, por favor! ¡Estoy interesado en saber si a alguno de vosotros os falta algún bote!

¿Por qué? quiso saber un hombre.

Dos miembros de mi tripulación han desertado esta noche, y es posible que hayan robado un bote para alejarse.

Olvidando la cercana tormenta, el grupo se esparció para mirar a lo largo de la orilla. Al cabo de un minuto, un hombre informó que su piragua había desaparecido.

Ya deben estar muy lejos ahora dijo Kazz. ¿Pero habrán ido Río arriba o Río abajo?

Si hay un sistema de señales en esta zona, podremos saberlo muy pronto dijo Burton. A menos, por supuesto, que hayan amarrado su bote en algún lugar y hayan subido a las colinas para ocultarse.

¿Qué vamos a hacer ahora, Dick? quiso saber Alice. Si nos quedamos aquí para buscarles, no podremos entrar en contacto con el Rex.

Burton reprimió el impulso de decirle que no hacía falta que le señalaran lo obvio. Ella aún estaba hirviendo por dentro; no tenía sentido avivar el fuego.

Monat y Frigate pueden permanecer ocultos durante todo el día de hoy y salir por la noche y robar otro bote. Puede resultar inútil atraparles. No, intentaremos abordar el barco de paletas. Pero los encontraremos algún día, y cuando lo hagamos...

¿Los haremos pedazos? dijo Kazz.

Burton se alzó de hombros y abrió los brazos.

No lo sé. Ellos tienen ventaja. Pueden caer muertos ante nosotros o mentirnos. Hasta que alcancemos la Torre...

Alice recitó entonces, los ojos oscurecidos por su acostumbrada ensoñación:

si bajo su consejo tuviera que desviarme hacia ese ominoso sendero que, dicen todos,

oculta a la Oscura Torre. Y sin embargo, de buen grado, me desvié hacia donde él indicaba; ni orgullo

ni esperanza me animaban hacia el fin descrito, si no la alegría de la existencia de algún fin.

Porque, por haber vagado por todo el mundo, por haber buscado durante todos estos años,

mi esperanza era tan sólo un fantasma insoportable de la alegría que hubiera podido reportarme el éxito... Apenas intenté reprimir el salto

que dio mi corazón al presagiar el fracaso.

Allí estaban, alineados en las colinas, reunidos

para asistir a mis últimos momentos: un marco vivo

¡para un nuevo cuadro! en una tela de llamas. Los vi, y supe quiénes eran. Y sin embargo

llevé valientemente el cuerno a mis labios y soplé,

»El caballero Rolando a la Oscura Torre llega...”

Burton sonrió salvajemente.

Browning hubiera pensado... debe pensar... que este mundo es más extraño aún que el pintado en su poema fantástico. Aprecio tus sentimientos, Alice, aunque él los expresara primero. Muy bien, iremos a la Torre Oscura.

No sé de qué estaba hablando Alice dijo Kazz. De todos modos, ¿cómo vamos a hacerlo para abordar ese barco?

Si el Rey Juan tiene sitio para nosotros, le ofreceré nuestro tesoro, nuestros cilindros comodín. Esto atraería incluso al alma menos codiciosa.

¿Y si no tiene sitio?

Guardó silencio por un momento. Aquel picor en la parte de atrás de su cerebro, aquella sensación de que había olvidado algún nexo de unión entre los agentes, había vuelto mientras Alice estaba hablando. Y ahora vió, o creyó ver, la manera de rascar aquel picor, el tipo de cadena que unía a todos los agentes.

¿Cómo se reconocían entre sí? Monat no ofrecía ningún problema; no necesitaba identificación. ¿Pero qué tipo de seal secreta usarían los agentes humanos para identificarse entre ellos?

Si poseyeran la habilidad de un Neanderthal, podrían ver la señal negativa, la falta de un signo, en las frentes de sus colegas. Pero supongamos que carecían de esta habilidad. Spruce se había mostrado sorprendido cuando había descubierto el talento óptico de Kazz. Aunque no lo había dicho, su actitud había indicado que nunca había oído hablar de algo así. Evidentemente, se utilizaban máquinas para detectar y traducir los símbolos al significado que correspondiera. Lo cual probablemente se hacía en la burbuja de Prerresurrección, o dondequiera que estuviese el Cuartel General.

Si, pues, no podían ver los símbolos a ojo desnudo, tenían que disponer de otros medios de identificación.

Supongamos, simplemente supongamos, que había una fecha límite. Un período de tiempo a partir del cual ninguna persona de la Tierra había sido resucitada, no al menos en este planeta. Según Monat, Frigate, Ruach y Spruce, esta fecha límite era el año 2008 después de Cristo.

¿Qué ocurría si esta no era la fecha verdadera? ¿Si era anterior al 2008 después de

Cristo?

No tenía la menor idea de cuál podía ser la verdadera fecha, puesto que nunca había encontrado a nadie, excepto los agentes, que afirmaran haber visto más allá del año 1983 después de Cristo. A partir de ahora, preguntaría a todos los de finales del siglo XX que encontrara. Y si 1983 era la última fecha en que todo el mundo había muerto, entonces podría estar razonablemente seguro de que éste era el punto límite.

De este modo... quizá los Eticos habían hallado una forma que les aseguraba identificarse instantáneamente entre sí. El que todos ellos habían vívido en el año 2008 después de Cristo. Y, por supuesto, había una historia inventada de los acontecimientos desde 1983, o cualquiera que fuese la fecha, hasta 2008.

Lo cual significaba que quizá no fuera cierto que los arcturianos hubieran matado a la mayor parte de la humanidad ese año. La terrible carnicería tal vez nunca hubiera ocurrido. De hecho, todo lo que había oído acerca de los años 19832008 podía ser una mentira. Sin embargo, estaba Monat. El no era terrestre. No había ninguna razón por la que creer que no había venido de un planeta de la constelación del Boyero.

Por el momento, no había ninguna forma de explicar su presencia en el Mundo del Río. Mientras tanto, Burton poseía dos medios de descubrir a un Etico. Uno era Kazz; el otro

era la historia del 2008.

Sin embargo... la humanidad vivía no sólo en un mundo como si, sino que también era un mundo pero si... sin embargo, también era posible que los agentes hubieran sido reclutados de un tiempo más allá de 1983, y así sus historias podían ser ciertas.

Había demasiadas posibilidades. Por ejemplo, ¿cómo podía saber que Monat, Frigate y Ruach le habían dicho la verdad acerca de lo que les había ocurrido cuando habían estado separados de él? Había aquel incidente cuando Frigate dijo que había encontrado al editor que lo había estafado en la Tierra. Frigate dijo que se había tomado su venganza después de tanto tiempo dándole un puñetazo en la nariz.

Frigate exhibía algunas magulladuras, supuestamente originadas en la lucha con Sarkko y su pandilla. Pero podía habérselas producido en algún otro conflicto. Frigate temía por naturaleza la violencia, física o verbal. Podía fantasear una venganza, pero nunca haberla llevado a cabo.

Supongamos, simplemente supongamos, que los agentes adoptaban disfraces basados en auténticas vidas de terrestre. ¿Por qué no podía existir un autentico Peter Jairus Frigate en algún lugar de este planeta? El pseudo Frigate podía estar pretendiendo ser el hombre que había demostrado un interés tan grande por la vida de Burton. Ese podía ser un medio de acercarse a Burton, de asegurarse de que Burton le permitiría estar cerca de él. Después de todo, le resultaba difícil a alguien mostrarse indiferente hacia su biógrafo, hacia una persona que parecía admirarle, casi adorarle.

Sin embargo, ¿para qué podía ser necesario a un agente adoptar un disfraz así? ¿Por qué no presentarse bajo una personalidad completamente nueva?

Quizá no fuera necesario, pero sí simplemente más cómodo, más conveniente. Puesto que la posibilidad de que un agente se encontrara con la persona que pretendía ser era más bien remota.

Había tantas posibilidades, tantas preguntas sin respuesta.

¡Dick! dijo Alice. ¿Qué te ocurre?

Volvió de su ensoñación con un sobresalto. Todo el mundo, excepto su tripulación y el hombre cuyo bote había sido robado, se habían ido. El hombre parecía como si deseara pedir compensaciones pero vacilaba porque no tenía a nadie que le respaldara.

El viento estaba erizando las aguas del Río y agitando las hojas de los techos de las cabañas. El Snark golpeteaba contra las protecciones de su muelle. La luz se había transformado de un amarillo oscuro a un gris pálido, haciendo que todos los rostros parecieran aún más fantasmagóricos. Los relámpagos cruzaban el agua mostrando sus dientes, y los truenos rugían como un oso en una caverna. Kazz y Besst estaban obviamente deseando que diera la orden de ir a buscar refugio. Los demás sólo estaban un poco menos nerviosos.

Estaba pensando dijo. Habéis preguntado qué vamos a hacer si el Rey Juan no tiene sitio para nosotros. Bien, los monarcas tienen medios para hacer sitio si lo desean. Y si se niega encontraré alguna forma de subir a bordo. ¡No estoy dispuesto a verme detenido por nada ni por nadie!

Un relámpago cayó cerca, restallando como si una parte del mundo acabara de hacerse pedazos. Kazz y Besst precedieron al grupo en su huida hacia el edificio más próximo.

Burton, de pie en medio de la fuerte lluvia que siguió inmediatamente al relámpago, se rió de ellos.

¡Hacia la Torre Oscura! gritó.