Ella se detuvo justo detrás de él, estirándose un poco y agarrando su mano.
Él se dio la vuelta cuando sintió el frío toque en su mano. Ella puso su otra mano sobre su frente y notó que su temperatura había vuelto a la normalidad, por lo que se sintió aliviada. —¿Qué pasa? ¿Estás pensando en Lingtian otra vez?
Recordó que él se había comportado de la misma manera el día anterior a Qing Ming. También se había enfermado y estaba ocultando algo en su mente.
—¿Están todos dormidos? —preguntó en voz baja mientras ponía su brazo sobre su hombro.
—Hmm, tal vez debería dormir en la otra habitación por ahora, ya que nuestro hijo se despierta fácilmente en medio de la noche. Quiero...
—Déjalo en manos de tía Lin y tía Fang. No deberías esforzarte demasiado en éste momento. —Mu Yuchen interrumpió a Xi Xiaye antes de que pudiera terminar su oración.
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