El sol de la mañana entraba por la ventana. Mientras que la piel de la chica se veía delicada bajo los rayos del sol, apenas podía ver su suave y lindo cabello fino en sus brazos y cara.
Lu Tingxiao se apoyó en la cama mientras sus dedos rozaban ligeramente sus mejillas.
Antes de esto, su corazón se había tensado, pero ahora, finalmente podía relajarse.
Desde que regresaron de DC hace una semana hasta ahora, finalmente pudo confirmar que esta chica que estaba frente a él estaba oficialmente con él.
Ning Xi se despertó con el resto del mundo y en el momento en que abrió los ojos, se encontró con una cara hermosa y divina, con un aspecto delicioso. Inmediatamente se puso de buen humor cuando frotó sus mejillas contra sus dedos, luego lo abrazó como un koala y dijo con voz aturdida y adormilada:
—Mmm, Gran Jefe, ¡estás despierto! ¡Buenos días!
—Buenos días.
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