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Capítulo 16 — Búsqueda

Después de todo el problema y el descontento de todos ante la asquerosa, putrefacta y horrenda comida preparada por Sara y Luisa, disque "mejores cocineras del sur del reino" todos se habían dado cuenta que su cansancio permanecía, no como al principio, pero era verdaderamente fuerte, pero antes de acostarse de una vez debían encontrar el lugar por el cual entraron los de la secta.

Para eso, Luisa iba a decir cuantos lugares había en la mansión del noble Laryit

—La mansión se divide en dos pisos que a su vez se dividen en tres sectores A, B y C. El sector A se divide en la sala, comedor y cocina. El sector B se divide en el pasillo uno y dos. El sector C, que esta en el piso superior se dividen en biblioteca, cuarto de experimentos, cuartos extra de materiales, cuarto de materiales y uno vacío. —Luego Luisa, cansado por tanto explicar los lugares de la mansión, algo que normalmente no hacía, pero por desgracia era la mejor en recordar cada parte de la mansión como la palma de la mano y explicar cada parte de esta, aunque esta vez hizo un pequeño resumen de todo.

—Yo propongo que vayan dos de nosotros por sector. —Denep llegó a una buena y fácil conclusión que cualquiera daría, ya que habían seis, ellos, y tres sectores en la mansión.

—Yo me voy con Aldeib. —dijo Eilí, abrazando al chico de los ojos malditos.

«Que bien.» Pensó Aldeib.

—Si elegimos, yo iré con Raylt. —Luisa también hizo lo mismo que Eilí, acercarse a quien le gustaba.

—Ya que. —respondió Raylt y luego suspiró, ya que el no quería estar en ningún grupo, pero era imposible.

—Entonces yo y Denep seremos pareja. —Sara mostró una sonrisa y confianza al tener una bruja como pareja.

—Seremos un buen dúo. —Denep visualizó una batalla entre la secta y ella con un papel junto a Sara con la espada.

Ya se habían elegido las parejas y había llegado el momento de asignarse los sectores a los cuales iría cada pareja.

—Iré por el sector C. Es el menos probable en que haya algo. —Aldeib eligió el sector al cual iría junto a Eilí y había elegido el sector que abarcaba el piso dos, ya que no creían que la secta se hubiera metido por ese sector.

—Yo elijo el más pequeño, el A. —Raylt quería ahorrar energías y trabajo en ir por cada habitación, y prefirió ir por el sector más pequeño de la mansión.

—Sara y Denep.—dijo Luisa con una sonrisa malvada, indicándoles que ellas se quedaban con el sector más tedioso, el sector B, ya que era el más grande y era el menos probable de todos.

—Maldición. —Sara quedó cabizbaja ante la mala suerte que tuvieron con los sectores, le había tocado el peor de todos.

Denep solo suspiró al darse cuenta del tedioso trabajo que tenían por delante y que aparte de eso era muy peligroso por si aún habían asesinos escondidos.

Entonces Luisa dio la señal y todos empezaron a ir a sus sectores rápidamente, para así lograr acabar con la secta en la mansión. Luisa con Raylt al A, Sara con Denep al B y Aldeib can Eilí al C.

Aldeib y Eilí subieron las escaleras mirando hacia los lados para intentar encontrar algo que les ayude a saber como es que entraron los asesinos. Sin embargo, era inútil.

Apeimón había confirmado que los asesinos que capturaron... el único que habló, decía la verdad.

Esto daba por hecho que los asesinos ya estaban escondidos aquí desde hace horas o incluso días, lo que haría que estuvieran en riesgo. Esto también hacía que al momento de buscar su entrada a la mansión, fuese una tarea peligrosa, pues, no sabían si habían más allá, afuera de la mansión.

«¿Y si hay escondidos?» Aldeib se hizo esta pregunta, por lo cual su cuerpo respondió entrando en estado de alerta. Ahora estaba más atento antes por su estado de alerta, estaba más atento ante cualquier cosa que pudiera ser sospechosa.

Al llegar al segundo piso era momento de empezar a investigar habitación por habitación, así lograrían atrapar a los asesinos de la secta. Sin embargo, debía tener gran precaución.

—Iremos ambos a la biblioteca para terminar rápido. —Aunque también quería eso, la verdadera razón por la cual Eilí le pidió y ordenó a Aldeib a ir juntos, era por que se sentía insegura si no lo hacía junto a él.

—Okey.

Caminaron rápido a la biblioteca y entraron por la gran puerta, y dentro de esta estaba un salón blanco lleno de libros, estantes y pasillos por montones.

—Deprisa. —dijo Eilí y tomó la mano de Aldeib llevándolo hacia uno de los pasillos. Y al entrar al pasillo se encontró centenas de libros de todo tipos.

—Sección de cuentos, historia de Aria, historia moderna, prehistoria... Son muchos y no creo que sea importante sacar cada libro de su estante. —dijo Eilí que no tenía ganas de hacer una búsqueda muy a fondo y solo quería ir por lo más rápido que fuera a la vez lo más seguro.

—¿Entonces solo revisaremos bajo los estantes y paredes? —Aldeib preguntó con un tono de afirmativo, pero igualmente quería saber la respuesta de Eilí.

—Sí. —respondió Eilí, la cual miró hacia atrás, donde estaba Aldeib, y se agachó completamente hasta acostarse en el suelo y observó por debajo de los estantes, pero no encontró nada.

Aldeib también se agachó y empezó a ver el estante contrario al de Eilí, pero tampoco encontró ni una sola pista.

—No encuentro nada. —Aldeib se estaba aburriendo, a pesar de haber estado solo un par de segundos disque buscando a los de las secta que debían de estar escondidos, y en cambio, revisando bajo los estantes, encontró pasillos que aparentemente no llevaban a nada y parecían búnkeres llenos de polvo y telarañas.

—Tampoco hay nada por aquí. —Eilí se levantó y se sentó sobre sus pies con cara de duda, y observó las paredes, todas estaban completamente intactas y normales, como si nadie hubiera estado en este lugar.

—Vayamos al siguiente pasillo. —dijo Aldeib, que se levantó del suelo y luego se fue caminando hacia donde Eilí, para levantarla del suelo.

Eilí tomó la mano de Aldeib, como si estuviera una herida o fuese incapaz de levantarse por si misma.

—Um, bueno. —dijo Eilí, sacudiéndose el polvo del piso, el cual no había sido limpiado hace mucho.

Aldeib y Eilí se dirigieron al siguiente pasillo donde tampoco encontraron algo que les de pistas, ni nada por el estilo, solo eran puros libros.

Los dos chicos estaban llegando a un punto donde empezaban a creer que no valía la pena ir por los demás pasillos, puesto que creían que también iban a estar igual, sin nada de lo que quieren, sin pistas o el escondite de los de la secta.

Pasillo por pasillo, era tan tedioso y cansado que empezaban a desesperarse por tanto trabajo en agacharse, caminar, moverse, mirar a los lados y todo para que al final no encontraron nada de lo que esperan encontrar.

—No entraremos al cuarto de experimentos. Sería más peligroso que enfrentarnos a la secta debido a las sustancias que pueden haber ahí. —Eilí no quería entrar a esa habitación por una mala y graciosa experiencia que le había pasado hace mucho.

Aldeib con voz retadora e incredulidad ante lo peligrosa que podrían ser estas sustancias dijo.

—Pf ¿Qué tan malo podría ser?

—Hasta el más mínimo cambio de maná dentro de esa habitación podría ocasionar un caos dentro. —Eilí seguía con la postura de no abrir esa habitación por nada del mundo.

Al final, Aldeib también aceptó no entrar en la habitación por la seguridad de ambos, y por no querer recordarle una mala experiencia a Eilí.

—Las que debemos revisar son las habitaciones de materiales, en donde hay doble probabilidad de que alguien se encuentre escondido.

Aldeib aceptó la idea de Eilí de revisar muy a fondo las habitaciones de los materiales que probablemente se podría encontrar un asesino escondido, esperando el momento de atacar de nuevo.

—¿Me protegerás? —Aldeib tenía algo de miedo que no quería demostrarle a Eilí para no arruinar su titulo a ojos de Eilí, pero no pudo aguantar el miedo a la muerte que tenía.

—Obviamente. —respondió Eilí con una tierna sonrisa.

De pronto, aparecieron varios cristales mágicos generados por Eilí, la cual se estaba preparando para una batalla contra los asesinos de la secta, que podrían estar ocultos bajo los materiales y escombros del lugar.

Aldeib se acercó a la puerta y la abrió de golpe con una patada, ocasionando un gran ruido, y entraron a la habitación de materiales con cautela y miedo.

El nombre de habitación de materiales no era solo por hablar, habían desde piedras mágicas luminosas hasta colchones viejos y demás cosas.

Aldeib junto Eilí empezaron a levantar las cosas. Levantaron el colchón, madera, objetos mágicos pesados, bloques y demás cosas.

«Si esto lo tuviera en casa, tendría muchos alacranes y arañas.» Para sorpresa de Aldeib, no habían bichos o incluso, ni una gota de polvo en el lugar, y para empeorarlo, todo se veía tan reluciente…

De algún modo, Aldeib comprendía a Saya y Luisa. Una biblioteca sucia no es igual a una habitación de materiales sucia.

—No hay nada por ningún lado; me estoy cansando de buscar por todos lados. —Eilí no quería seguir buscando y levantando escombros sin resultados, en cambio, quería descansar de una vez por todas.

—Mucho menos yo. —Aldeib no tenía ni siquiera una habilidad mágica para tener más fuerza y levantar todo con mayor facilidad, como lo hacía Eilí.

Aún así, la magia de fuerza es muy agotadora, esto estaba dejando a Eilí en un estado en el cual podría acostarse sobre las piedras y aún así dormiría tranquilamente. Era tanta la gravedad que Eilí dio un bostezo tan grande y largo que hasta un dentista le hubiera revisado los dientes uno por uno con paciencia.

—Debemos ir a la siguiente habitación. —dijo Eilí con mucho desánimo en su voz cansada por tanto trabajo que habían tenido por culpa de la secta.

—Está bien. —respondió Aldeib agarrándole la mano a Eilí, lo que la tomó por sorpresa lo que hizo sonrojar.

Luego fueron a la habitación de materiales extra donde la probabilidad de encontrar a un asesino en el sector C, incrementó al treinta y tres por ciento contando las tres posibles cosas que podrían pasar: no haber nada o que haya un asesino en cualquiera de las dos habitaciones que quedaban.

Entonces Eilí se preparó para defender a quien consideraba su héroe. Su héroe abrió la puerta de golpe y no vio nada raro, hasta que su mirada se posó en una pila de materiales con un largo del cuerpo humano.

Aldeib se acercó a Eilí y le susurró:

—En cuanto veas un mínimo movimiento sospechoso, ataca.

—Está bien. —respondió Eilí. —Te protegeré, pase lo que pase. —Le sonrió de forma coqueta a Aldeib.

Aldeib se empezó a acercar los materiales sucios y miró varios bichos y telarañas por doquier, pero para la cantidad de polvo del lugar parecía ser que personas habían matado los bichos.

Cuando Aldeib intentó quitar la fina capa de ropa que parecía cubrir un cuerpo, probablemente el de un asesino de la secta, sintió que algo pasó...

Eilí lanzó varios cristales que impactaron en los materias y atravesaron algunos, haciendo que de ellos saliera un poco de sangre y un grito ahogado de dolor por los cristales.

—¡Aldeib! —gritó Eilí asustada por lo que miraba.

—¡Luisa! ¡Denep! ¡Raylt! ¡Sara! ¡Alguieeeen! —Los gritos de Eilí eran tan escandalosos que hicieron que los que estaban tras la puerta de la última habitación, salieran de forma inesperada, esa habitación vacía, estaba llena de asesinos de la secta.

Justo cuando Eilí escuchó los pasos de alguien que venía en camino a ayudar a Aldeib...

Aldeib cayó muerto en el piso con una herida en su estómago y partido por la mitad desde su pecho con un corte que pasaba cerca de la herida y llegaba al muslo. Con sus entrañas fuera de él y su expresión de horror, fue una imagen aterradora para Eilí, quien quedo en shock.

De pronto entraron los cuatro restantes, y Eilí no pudo más y estalló en lágrimas al ver a Aldeib muerto mientras se sentía impotente ante lo que pasaba.

—¡Tranquila, lo curaré! —Luisa corrió rápidamente y cuando intentó curarlo había algo que le faltaba a Aldeib... No tenía vida.

Luego desde el pasillo se escuchó el grito de Raylt que había sido atacado por la espalda, y un chorro de sangre salió de él, ya que su corazón había sido apuñalado.

—¡Maldición! ¡Me duele! ¡Ayudaaa! —Raylt cayó al suelo y de él salían grandes cantidades de sangre. Su corazón fue atravesado y su visión se tornó borrosa. No podía levantarse y el dolor lo consumía con fuerza.

Entonces Eilí se levantó y secó sus lágrimas... Sus cuernos crecieron el doble de su cabeza y en su punta brillaban como el carmesí, su piel se tornó completamente roja al igual que sus ojos, y su colmillos se hicieron gigantescos.

—Los odio. —Eilí sacó su varita e incluso antes de que el sonido de sus palabras llegarán a oídos de la secta, Eilí en un estado anormal, atacó a los asesinos y sin siquiera poder verla esta ya había asesinado a veinte de ellos en un segundo.

Algunos asesinos terminaron sin cabeza, y otros con grandes mordidas, mientras tanto, tenía la boca llena de sangre.

—¡Aaaah!

—¡Maldita hija del demonio!

—¡Ojalá te mueras, mestizaaaa!

Eran los insultos que le lanzaban a Eilí, que había roto el hilo que dividía la cordura de la locura. Era un hilo que los demonios podrían romper de una forma lenta, pero fácil, sin embargo, para Eilí fue fácil, y de hacerlo estos se volverían locos.

Los demonios tenían atracción y aprecio por los perros ya que les recordaban a sí mismo...

En el Eyesworld, existen las especies que necesitan estelares llamadas estelares y las que no, llamadas costelares, en donde estaban todo tipo de animales y bichos.

Los perros eran costelares y los demonios estelares. A pesar de no ser el mismo sistema de especie o ser de diferente especie, ambos eran muy leales, ambos harían lo imposible por ser fieles o vengar la muerte de alguien que aprecian.

Es por todo eso que Eilí actuaba de esta forma... Vengaba la muerte de su héroe.

De pronto unas palabras se escucharon.

Estas palabras tenebrosas salían de la boca de un zorro, de un espíritu.

—Raylt a muerto y como estipula mi contrato. Si Raylt muere, yo, el demonio del apocalipsis, con un pacto con Emma, tengo la orden de destruir este mundo. —Apeimón observó el cuerpo de Aldeib partido en dos. —Por quien hago esto ya no está con nosotros, otra vez. No tiene sentido acabar con todo pero aún así lo haré.

Entonces todo el mundo se tiñó de blanco y todo lo que existía... desapareció.