Dos Meses

Dos meses transcurrieron en un abrir y cerrar de ojos, durante los cuales Ian se enfocó en fortalecerse y prepararse para los desafíos que sabía que vendrían. Aprovechando su tiempo en la periferia del bosque, donde los peligros eran menos intensos, se dedicó a cazar constantemente, mejorando sus habilidades y acumulando recursos.

El atributo de fuerza de Ian aumentó en un impresionante 50%, gracias a su constante práctica con el Manual de Fuerza Física. El arduo entrenamiento, combinado con las batallas diarias contra bestias del bosque, le permitió desarrollar una mayor resistencia y poder. Además, su constitución también aumentó en dos puntos, lo que le otorgó una mayor capacidad de soportar el daño y recuperarse más rápidamente.

Durante estos dos meses, Ian se mantuvo principalmente en la periferia del bosque, sin atreverse a adentrarse en las profundidades. Sabía que los super monstruos habitaban en las zonas más peligrosas, y aunque su fuerza había mejorado considerablemente, aún no estaba listo para enfrentarlos. Las criaturas en las afueras del bosque eran lo suficientemente desafiantes para mantenerlo ocupado, y le proporcionaban núcleos energéticos valiosos que necesitaba para continuar su desarrollo.

Una semana atrás, Ian había experimentado un encuentro que reforzó su decisión de mantenerse alejado de las áreas más peligrosas del bosque. Mientras cazaba, notó que el cielo se oscureció repentinamente, como si una tormenta se acercara. Sin embargo, al alzar la vista, vio algo mucho más aterrador: un ave gigante, de proporciones colosales, surcaba el cielo. Su vuelo causó un cambio drástico en el clima, provocando que una intensa tormenta eléctrica azotara el área.

Ian, consciente de que no tenía ninguna posibilidad contra una criatura de tal magnitud, corrió hacia su cueva lo más rápido que pudo. Una vez dentro, se quedó inmóvil, sin atreverse a moverse ni un milímetro hasta que la tormenta cesó y el ave se alejó. La experiencia fue un recordatorio brutal de que, a pesar de su progreso, aún había seres en ese mundo que superaban con creces su poder actual.

Con este evento grabado en su memoria, Ian continuó su entrenamiento, más decidido que nunca a hacerse más fuerte, pero también más consciente de los peligros que lo rodeaban. Sabía que debía ser cauteloso y estratégico si quería sobrevivir en ese mundo implacable.

Antes de continuar con su entrenamiento, Ian decidió revisar los resultados de su arduo trabajo con el Manual de Fuerza Básica. La curiosidad lo impulsaba a ver cuánta mejora había logrado y cuánto más poder tenía ahora. Con un simple pensamiento, Ian llamó a su estado para evaluar su crecimiento.

Ian centró su mente y, en cuestión de segundos, apareció frente a él la pantalla del sistema que mostraba su estado actual antes del entrenamiento intensivo:

Estado de Ian Antes del Entrenamiento:

- Fuerza: 14

- Agilidad: 12

- Constitución: 8

- Poder Mágico:13

- Nivel de Cultivo: 1

Ahora, después de dos meses de intenso entrenamiento y batallas, observó las mejoras:

Estado de Ian Después del Entrenamiento:

- Fuerza: 21 (+50%)

- Agilidad:12

- Constitución:10 (+2)

- Poder Mágico:13

- Nivel de Cultivo:1

- Puntos Energéticos Disponibles: 25,000

Al observar su estado actualizado, Ian no pudo evitar sentirse satisfecho. Su fuerza había aumentado considerablemente, lo que le permitiría enfrentar desafíos aún más duros. La constitución mejorada le otorgaba una mayor resistencia física, algo vital en su situación actual. Aunque su agilidad y poder mágico permanecían sin cambios, la acumulación de 25,000 puntos energéticos era una recompensa significativa por su esfuerzo constante. Además, había utilizado varios núcleos para activar el Manual de Fuerza Básica y seguir mejorando.

Durante este tiempo, Ian había enfrentado una amplia variedad de monstruos que pusieron a prueba sus habilidades y resistencia. Entre ellos, recordaba especialmente dos batallas que lo marcaron:

En su tercera semana, Ian había encontrado a un Oso Colmillo de Hierro. Esta bestia, conocida por su piel gruesa y sus colmillos afilados, era un adversario temible. El combate fue agotador; cada golpe que Ian lanzaba apenas rasgaba la dura piel de la criatura. El oso, por su parte, no se lo puso fácil, lanzando golpes con sus poderosas garras y embistiendo con fuerza. Ian tuvo que usar toda su agilidad para esquivar los ataques, y finalmente, después de una larga lucha, logró clavar su espada en un punto vulnerable, acabando con la bestia. Sin embargo, este enfrentamiento le costó una gran cantidad de energía y una poción de curación.

Un mes después, Ian se encontró con una manada de Lobos Sombríos, criaturas que acechan en las sombras y atacan en grupo. La pelea fue rápida y mortal; los lobos se movían con una agilidad impresionante, coordinándose para flanquear a Ian desde varios ángulos. Gracias a su creciente fuerza y experiencia, Ian pudo resistir los ataques iniciales, pero no sin recibir varias heridas en el proceso. Usó su entorno para separar a la manada, derrotándolos uno por uno. Aunque salió victorioso, tuvo que usar otra poción para recuperarse.

Tras estos encuentros, Ian comprendió que cada victoria venía con un precio. El gasto de puntos energéticos en pociones y en el Manual de Fuerza Básica había sido necesario para mantenerse con vida y seguir progresando. Aunque le dolió en el alma gastar tantos puntos en esas pociones, sabía que no tenía otra opción en esos momentos de vida o muerte.

Con estos pensamientos en mente, Ian cerró la pantalla de su estado. Estaba satisfecho con su progreso, pero sabía que debía seguir preparándose para los desafíos aún más grandes que le esperaban en el futuro.

Después de revisar su estado y reflexionar sobre su progreso, Ian se dio cuenta de que necesitaba reunir una gran cantidad de puntos si quería avanzar en su camino hacia el poder. La habilidad Control del Alma seguía rondando en su mente. Sabía que necesitaba 70,000 puntos energéticos para adquirirla en su forma incompleta sin riesgo de morir. Aunque había acumulado 25,000 puntos hasta el momento, todavía le faltaba una suma considerable.

Mientras pensaba en cómo obtener los puntos restantes, Ian recordó la colonia de hormigas gigantes que había visto en la periferia del bosque. Eran criaturas peligrosas, conocidas por atacar en masa, pero también portaban núcleos energéticos de gran valor. Si lograba destruir esa colonia, podría obtener los puntos que necesitaba para comprar la habilidad.

Sin embargo, enfrentarse a una colonia completa de hormigas gigantes sería suicida si intentaba hacerlo de frente. Ian sabía que necesitaba una estrategia más astuta, algo que inclinara la balanza a su favor. Fue entonces cuando una idea comenzó a formarse en su mente.

Decidido a llevar a cabo su plan, Ian abrió la tienda del sistema en busca de un arma que pudiera darle la ventaja que necesitaba. Después de buscar durante unos minutos, encontró exactamente lo que estaba buscando: un veneno especializado diseñado para debilitar a criaturas de tipo insecto.

Este veneno, al ser liberado en una colonia, podría reducir significativamente la fuerza y resistencia de las hormigas, dejándolas vulnerables a un ataque posterior. El costo era considerable, pero no tanto como para que Ian no pudiera permitírselo. Con 5,000 puntos energéticos, el veneno sería suyo.

Sin dudarlo más, Ian compró el veneno. Sabía que esto era una inversión estratégica; los núcleos que obtendría de la colonia más que compensarían el costo del veneno.

Con el veneno en su poder, Ian comenzó a planificar su ataque. Sabía que debía ser rápido y preciso. La idea era liberar el veneno en la entrada principal de la colonia y esperar a que surtiera efecto. Una vez que las hormigas estuvieran debilitadas, entraría y las eliminaría una por una, recolectando sus núcleos energéticos en el proceso.

El plan era arriesgado, pero Ian estaba decidido. Sabía que este era el paso necesario para obtener la habilidad Control del Alma y seguir avanzando en su camino hacia la dominación en este extraño y peligroso mundo.