En la caverna donde han fallecido NARVAL, FAE, GUDDOFURENDO y los demás grifos que lucharon al lado de ellos, son vistos por los invasores que cruzan e invaden las cámaras en busca de más víctimas.
En el lugar donde se encuentra PALADIA, se escuchan estruendos.
Ella tiene a TIFÓN sobre su lomo, en espera de noticias, sigue pendiente de todo ruido que se acerque hasta su ubicación.
TIFON se mantiene abrazada a PALADIA escondiendo su rostro en su cabellera.
HAFU y YONGHÉNG se han coordinado bien, han podido escapar de las embestidas de varias criaturas y golpear tanto con magia como con golpes físicos a sus rivales, hasta este momento YONGHÉNG no ha sido herido.
El poder que posee es grande.
Calcina a sus oponentes sin piedad.
En la otra caverna, NABIH lucha por seguir el paso de DRAKO, se mantiene cerca tratando de cubrirle la espalda, como consejal, es su deber protegerlo.
Los ataques contra DRAKO son más constantes, que, para el resto, en definitiva, su misión es quedarse hasta ver al antiguo rey destruido, lo quieren muerto.
Por esta situación es que logran empezar a causar daño aquellas garras de mantícoras y harpías.
LUNG y TEN, siendo consejales, tratan de proteger a los jóvenes.
Sin embargo, deben cambiar su jugada, su primordial misión, es destruir al enemigo, más que cuidar de sus aliados.
Los dos consejales, deciden cerrar sus ojos a los muchachos para enfocarse en la destrucción.
Ellos sacan su furia contra las mantícoras y dragones que los atacan, golpean a las harpías con toda su energía, a algunas de ellas les dislocan la mandíbula.
Los jóvenes dragones, están cansados, algunos son heridos por las bestias que los jalan hacia abajo para que las demás se lancen sobre ellos.
ANCÁLAGON se está acercando hacia donde se encuentra HAFU y YONGHÉNG.
El rey, al ver llegar al dragón, lo reconoce, era uno de los dragones mas poderosos de su tiempo, aquél que quiso el dominio del mundo a base de terror y muerte.
Por esta razón fue la separación de los dragones que lo siguieron y aquellos que se le opusieron, fundaron el reino del consejo, uniendo a las especies que optaron por la vida en paz.
ANCÁLAGON llega frente a YONGHÉNG, el cual, siente gran pesar, sin duda, este aire que trae aquel viejo conocido, huele a muerte.
YONGHÉNG, sabe mejor que nadie sus capacidades y limitaciones, como rey, defenderá el reino hasta tratar de matar a ANCÁLAGON.
Seguramente costará su vida.
El rey piensa que es solo un pequeño precio por la hazaña.
El fénix, está alerta.
Con un solo sonido de ANCÁLAGON, son atacados todos los aliados de YONGHÉNG, al mismo tiempo, con excepción de uno.
En un instante, YONGHÉNG es atacado por la espalda, cruda ha sido su sorpresa al saber que se trata de HAFU, su aliado, quien desató su poder de eco a quemarropa contra YONGHÉNG, si bien, no le causó un daño severo, fue suficiente para dar tiempo a ANCÁLAGON de encajar sus garras en el cuerpo de YONGHÉNG, el cual les hace saber, el ¿por qué es más poderoso? ya que DWYER le brindó a él y a todos sus dragones un poco del poder de la piedra, la cual, ya reside en el propio DWYER.
YONGHÉNG está atrapado y herido, aquél ataque de HAFU, le ha entumecido el cuerpo.
El rey, se da cuenta de que, todos sus aliados a su alrededor, a excepción de HAFU, han muerto.
YONGHÉNG no puede creer todavía que la especie más fiel haya sido corrompida.
HAFU, sumamente afectado, se disculpa con su rey, lo pensó demasiado, aun así, se atrevió a traicionar a sus amigos, a su reino y a su rey, HAFU, en algún momento del viaje al nuevo mundo, le juró lealtad a DWYER.
ANCÁLAGON da zarpazos a YONGHÉNG quien trata de minimizar el daño y en todo caso tratar de matar a ANCÁLAGON, aunque, su torso ha sido severamente perforado.
HAFU abandona la cueva.
El poder de YONGHÉNG se enciende, es más su lealtad a todos los habitantes del reino que su dolor físico.
El usará todo el poder que el queda para llevarse a todos los que pueda, al fin y al cabo, sus amigos ahora no están vivos.
Se azotan uno al otro por las paredes de la caverna, las bestias malignas están a la expectativa de la pelea, atentos para destrozar a YONGHÉNG.
El rey, ha logrado herir de gravedad a ANCÁLAGON con su poder concentrado en su cuerpo, lo ha atrapado con su propio cuerpo mientras lo está carbonizando.
Del cuerpo de YONGHÉNG salen llamaradas que lanza hacia las salidas, evitando que puedan salir.
La caverna es inundada por fuego que los enciende en llamas a todos los que están dentro.
Los alaridos de las bestias y de ANCÁLAGON retumban en las cavernas.
Este sonido ha llegado hasta DRAKO, quien reconoce de entre todos, aquél alarido.
Sabe que es ANCÁLAGON.
Un profundo temor se apodera de DRAKO.
La corazonada de sus hijos, se vuelve pesar.
De alguna manera sabe que alguno de ellos, ya no vive... quizá ninguno de ellos... esto lo forza a destrozar a todos e ir a buscarlos con la esperanza de que sea un mal sueño.
En la caverna donde luchó YONGHÉNG ha quedado el rey moribundo, apenas con un hilo de vida.
Su cuerpo va desvaneciéndose en cenizas en aquél suelo.
Todos los demás presentes dentro de aquella cueva, fueron quemados por completo.
Cerca de YONGHÉNG yace el cuerpo de ANCÁLAGON, quien murió por el gran poder de YONGHÉNG.
En las aldeas cercanas ha comenzado la movilidad, han detenido el festival en estas aldeas, al notar la nube oscura que rodea la montaña de los dragones.
El consejo, su rey están en aquél lugar.
Dan aviso a las demás aldeas.
Piden la evacuación de los humanos hacia un subterráneo que fue hecho en cada aldea.
Una armada de protectores se dirige hacia la montaña de los dragones.
FIN DE CAPITULO 36